1.
cual a su tajo
2.
Trabajamos sin descanso durante el día entero y a la mañana siguiente volvimos al tajo
3.
Un enorme tajo había
4.
” dijo Crogg y señaló con el dedo el tajo
5.
Maéstro Leons que en la oda de la profecía del Tajo, hace que éstepronostique desgracia, y luto A
6.
Laverdura se extiende en lo hondo bordeando el cauce, repta por elempinado tajo, se junta a la otra verdura de los huertos que respaldanlas casas y aparecen colgados como pensiles
7.
El Tajo se retorcía gimiendo al pie del mirador entrelas rocas sobre que se asienta la ciudad imperial
8.
el Tajo, viéndose los franceses atacados por un lado y otro, por fuerza tendrán que caer al río,
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Lo que está bien es breve y ejecutivo como un tajo
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Betis; los que tersan y pulen susrostros con el licor del siempre rico y dorado Tajo; los que gozan
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querer convertir el tajo en un remedo de lasoñada, deliciosa y sibarítica oficina? Resulta de todo
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—Eso ha podido ser un tajo que se os hubiese entradohasta los dientes—dijo el
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peñascales y cortadoa la izquierda por un tajo, con honores de
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quebraduras quetenían a su derecha eran inaccesibles, y el tajo
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tajo; luego volvió en busca del arma y, empuñándolapor el
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conseguían dejarlos junto al borde del tajo, los impelíanal
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díasnadie dudaba que el autor de la Profecía del Tajo era un artistasobresaliente que
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Dicen que el Tajo luego
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y de un tajo cortó con la espada
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Algunas veces penetraba en el huecode un tajo, pero se
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Corriendo las riberas del gran Tajo,
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jornal, y se permitían lafantasía de ir al tajo en calesín y con
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salida de los gañanes para el tajo, ella a preparar elalmuerzo, a
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canal para unirel Tajo con el Manzanares, diciendo que la obra era contra la voluntadde Dios,
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Mástarde los mozos del verdugo vinieron con el tajo y las
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El agua del Tajo es lamesma, sus
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un tremendo tajo y estallaron los gritos de losasesinos
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como si fuese un tajo, el rostro lívido y losojos fijos en el agua, cual si tratasen de
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había salido del Tajo, conduciendo a don Duarte deMeneses
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apresuré a dar un tajo a laconversación, llevando enseguida los
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Del aurifero Tajo en paz segura,
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—Conferencias con el Tajo, allí
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lado mas pintoresco, desde el mar, sobre el Tajo, á sus piés, y á la luz de un hermoso sol naciente
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El célebre Tajo, que un eminente poeta portugues ha cantado con tan rica inspiracion, se tiende humilde y
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La bahía es verdaderamente espaciosa y admirable: tranquilas y serenas las olas del Tajo, reflejan en sus
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Kit avanzó poco a poco, alargó la espada hacia una cuerda sujeta a una polea, en un lado, y la cortó de un tajo
37.
El individuo que patrullaba los cielos con la fiera encarnada embistió, en un abrupto giro, al gigante argénteo, y su espadón practicó un tajo transversal en el hocico del contrario
38.
Estaba cortando apio en un tajo de cocina que le había comprado
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Por este contorno todas las aguas van a dar al Tajo; atrás quedaron ya el Henares y el Tajuña, que desembocan en el Jarama; el Matayeguas cae al Ungría y éste se da al Tajuña; el Jarama es afluente del Tajo, con el que se encuentra poco más allá de Aranjuez
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También va al Tajo el Cifuentes, río alegre y saltarín que muere joven y aun sin cansarse de andar
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La carretera va casi pegada al río Cifuentes, sobre poco más o menos, unas veces más cerca y otras más lejos, hasta que vierte sus aguas en el Tajo
42.
Al Tajo, que por aquí pasa sosegado y majestuoso, se debe caer bien desde el puente, que tiene un solo ojo y es de sólida sillería mora
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y elegante trazo y silueta; por aquí hubo mucha industria, puede que más por el Cífuentes que por el Tajo, sierras de agua, aceñas, azudes y batanes a los que fue barriendo la escoba del progreso, es un decir
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La ermita de Nuestra Señora de la Esperanza la salvaron del agua y está en el lugar que llaman la Olla Espesa; aquí se portó bien la Confederación Hidrográfica del Tajo por que pagó todo
45.
Desde la carretera que cruza el Tajo se ve la central nuclear José Cabrera, que fue la primera que se instaló en España
46.
A Zorita de los Canes, que está entre el Tajo y el arroyo Bodujo o de Zorita, se entra por un arco hecho con las columnas de mármol que se trajeron de las ruinas visigodas -y antes romanas- de Recópolis, que no están al otro lado del río, como el viajero dijo de la otra vez y ahora enmienda, sino a esta misma banda y tres o cuatro kilómetros al sur, en la Rocafrida o cerro de la Oliva
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del padre Tajo oirán los tristes ecos,
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Cerca del Tajo en soledad amena,
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Tenía las manos atadas a la espalda con un alambre que le cortaba las muñecas y un tajo en la garganta que casi le separaba la cabeza
50.
Fue eso lo que leyó en sus ojos: la muda súplica de que tomara una decisión sin obligarle a continuar viviendo en semejantes condiciones, y cuando por fin alzó la espada—abrigó la absoluta certeza de que no tenía la menor intención de defenderse, por lo que de un tajo rápido, fuerte y preciso le cercenó limpiamente la cabeza que tras mantenerse unos segundos como quieta en el aire rodó mansamente hasta el centro de la hoguera donde los escasos cabellos y la rojiza barba comenzaron muy pronto a chamuscarse
51.
El hombre lo miró, miró al pueblo en la hondonada, al molino y a la prisión del tajo
52.
Desde donde estaba al centro del Tajo había una gran distancia, la suficiente para pensar algo antes de caer
53.
Tuvo una visión repentina del vientre de Susanne abierto de un tajo por el soldado encontrado en el campo y comprendió que Bertrand había tomado la decisión correcta
54.
«El preso fue conducido al patio de los elefantes en cuyo centro había colocado un enorme tajo
55.
El último tenía el rostro ensangrentado por efecto de un tajo recibido en plena frente
56.
Al día siguiente, antes del mediodía, la nave voladora enfilaba el Tajo y entraba a toda velocidad en la capital de Portugal
57.
Su esposa, harta de violencias y abusos, esperó una noche que su marido se durmiera y le cortó el pene de un solo tajo con el cuchillo de picar pollos
58.
–Esperad, señor, hay ocasión de recibir un pistoletazo o un tajo de cimitarra
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Con cada tajo el infortunado pez se retuerce como si recibiera un golpe eléctrico
60.
Repasó a los hombres por si alguno estaba herido y vio que Delwin tenía un largo tajo en el antebrazo
61.
Las lecturas prohibidas acudieron a su mente con una carga de espanto y violencia: bandoleros dentro de la casa y Rosa botada sobre la cama con el cuello abierto en largo tajo; ratas carnívoras escapadas del sótano la estaban devorando; Rosa atada de pies y manos era ultrajada por un loco, tal como leyera en un folletín que le prestó el chofer
62.
Debía rezar una oración mirando a La Meca por cada oveja muerta y comprobar que fuese degollada de un solo tajo y desangrada en la forma higiénica prescrita por Mahoma
63.
Mientras descendía hacia la tierra, Eragon vio una herida en la parte de atrás de la pata derecha delantera del dragón, un tajo en las escamas superpuestas, ancho como la mano de Eragon
64.
Hete aquí que uno de estos hombres apareció muerto una madrugada, en un callejón, con un tajo en su garganta realmente espeluznante
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Es hora de ponerse al tajo
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La muchacha daba pasos con agilidad mientras intentaba mantener el equilibrio, realizó una rápida media vuelta, dio un tajo ligero y saltó hacia atrás inmediatamente
67.
No apartaba los ojos del cuerpo de Cathor, derrumbado sobre el tajo
68.
Cuando ya alcanzaba a los emboscados, su kookri arrancó el brazo de alguno de un tajo, después de eso, las piernas se le doblaron, una luz inmensa, incomparable, surgió en su cabeza y alcanzó, sin dolor, la muerte
69.
– El rey y el Cid se avistan a orillas del Tajo
70.
Gregorio de la Cuesta, el cual si sigue después hacia el Mediodía, les picará la retaguardia por Tarancón, y como al mismo tiempo los de allí le harán retroceder hacia el Tajo, viéndose los franceses atacados por todos lados, por fuerza tendrán que caer en el río, donde se ahogarán
71.
¡Cómo ha obtenido tantas ciudades Rudiguero, sino por la generosidad del rey! En este combate aún no ha descargado un solo tajo
72.
Y comencé por herir primeramente al negro, dándole un tajo en el cuello, y creí que había perecido"
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Y dió con él tal tajo al león, que lo abrió en dos mitades
74.
Y Daul'makán y Scharkán a cada tajo lanzaban por el aire cinco cabezas cortadas
75.
Entonces el rey Rumzán dirigió una seña, y en seguida avanzó el verdugo, y de un solo tajo hizo dos negros de uno
76.
Al-Raschid dijo: "¡Bueno! ¡pero póntelo a pesar de todo, mientras busco tus efectos!" Y Califa lo cogió y se lo puso; pero, pareciéndole demasiado largo, empuñó su cuchillo, que estaba enganchado en el asa del cesto de pesca, y de un tajo cortó todo el tercio inferior del vestido, sirviéndose de aquel retazo para confeccionarse al punto un turbante, mientras el traje apenas le llegaba a las rodillas; sin embargo, él lo prefería así para poder moverse con facilidad
77.
Pero los marineros, en vez de obedecer la orden de su capitán y soltar las amarras que sujetaban el navío a los postes de la orilla, empezaron a murmurar, y uno de ellos levantó la voz y dijo: "¡Oh capitán! ¡bien sabes, no obstante, que hemos recibido órdenes completamente distintas del rey nuestro señor, que quiere que mañana embarque en nuestro navío su visir para ver si encuentra a los piratas musulmanes que parece amenazan con llevarse a la princesa Mariam!" Pero exclamó el capitán, en el límite del furor ante semejante resistencia: "¿Quién se atreve a resistirse a mis órdenes?" Y blandiendo su sable, de un solo tajo derribó la cabeza del que había hablado
78.
Allí era de ver la hercúlea fiereza con que un fornido inocentón manejaba el hacha sobre el tajo, haciendo trizas a la víctima, que había sido un inocentísimo carnero manchego, o benemérita vaca de la sierra de Gredos
79.
El tajo era quizás el objeto que menos conforme estaba con el aspecto ordenado y hasta bonito de la tienda
80.
De modo que acabo arrancando las mantas de las ventanas, levantando los estores, y, vencido por esta luz que me odia, permanezco en la sala escuchando el Tajo
81.
y un sujeto calvo y bajito y feo, de la edad de mi padre, surgió dando papirotazos con un sobre de azúcar y diciendo Disculpen las molestias, pensé que no les incomodaría conversar conmigo, las señoras de la mesa vecina lo miraron, escandalizadas, dos fulanos que leían el periódico lo señalaron con una mueca de piedad, y él, sin darse cuenta del ridículo, volcando el azúcar fuera de la taza, con los granitos pegajosos que brillaban en la mesa, pedía perdón, sacaba el pañuelo del bolsillo, No me tomen a mal, pero cuando me constipo siempre me entran ganas de hablar con alguien, y Ana Y se constipa todas las semanas, ¿no?, y una de las señoras Hay cada pirado francamente, y él Por suerte no y menos mal porque padezco de los bronquios, es el segundo catarro de este invierno, y aunque no eran más de las cuatro el dueño del snack-bar encendió los tubos del techo, en los cuales el flúor parpadeaba antes de fijarse en un chorro que despojaba de piel las facciones y los gestos, y el viejo, removiendo la infusión de limón con la cucharilla ¿Me permite que la acompañe a casa?, la señorita vive en Alcántara ¿no?, y Laura Se ha enamorado, pobre, y Ana Acepta que puede ser que tenga coche, y yo ¿Acompañarme a casa?, y el viejo Es un pretexto para dar un paseo por Lisboa, un pretexto para ver los trenes y el río, me gusta muchísimo el Tajo, y la señora de la mesa vecina Ay; qué ganas de ponerle la cara morada, si no fuese mujer ya le habría dado un sopapo, y uno de los del periódico Dale el gusto al vejete, muchacha, y Laura Acepta tonta que puede ser que tenga coche, y el camarero, observando el traje y los modales del que duerme conmigo, ¿Este caballero las está molestando?, y Laura Cómo se reirán cuando contemos esto en el Liceo, y yo No, no está molestando, es un amigo de mi padre, trabajaron en Sudáfrica, ¿el agua mineral cuánto es?
82.
Mi hermana María Teresa me dijo que se sentía el Tajo en la casa de Queluz, y que nuestra madre la llevaba a veces al Guincho donde un faro latía en las rocas, azulando la noche con una pupila que se abría y cerraba al iluminar los árboles, las dunas y un haz de sombras que se desplazaba despacio, sembrado de escamas
83.
Mientras se desplomaba con las manos en la entrepierna, Krantz lo sujetó por el pelo y de un solo tajo le cortó la garganta con las tijeras del médico
84.
Era, en aquel período histórico, la conducta de la Villares de Tajo mejor y más [184] limpia que su fama
85.
Otros casos, semejantes al de Campoy, que llegaron a conocimiento de la Villares de Tajo, persuadieron a esta de la rectitud y caballerosidad del atildado señor
86.
Con un adiós señora, terminante y cortés, se despidió el mozo, tomando con vivo paso el camino que va del Tajo al Tajuña
87.
El archiduque Carlos, denominado Carlos III, se situó en el Tajo para taponar las fronteras de Portugal cuando recibió noticia de que tropas francesas del Rosellón entraban en Cataluña por la frontera
88.
Lo primero que hizo Prim una vez que pasó el Tajo fue mandar cortar el puente, incomunicando así su menguado ejército con las columnas que O'Donnell había de mandar en su persecución
89.
Quedó la Villares de Tajo en recibirle en su casa por la tarde, y nada más hablaron
90.
De esta salió una dama en quien al punto reconocí a la Marquesa de Villares de Tajo, mujer talentuda y de historia, vistosa todavía y de buen talle aunque había rebasado con creces las fronteras del medio siglo
91.
Del Tajo subía una humedad desagradable que detuvo a Corso bajo el arco mudéjar de la entrada para subirse el cuello del gabán
92.
Varios entre ellos citan una antigua tradición: el advenimiento del Anticristo ocurrirá en la península Ibérica, en una ciudad de tres culturas superpuestas, a orillas de un río profundo como el corte de un hacha, que es el Tajo
93.
El gallo, que parecía acorralado por su enemigo a un lado del redondel, acaba de erguirse reanimado por reservas de energía hasta ahora ocultas, y de un furioso picotazo ha abierto un tajo sangrante en la pechuga del otro, que vacila sobre sus patas y retrocede desplegando las alas de plumas recortadas
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Y aquel olor característico a carne rota y muerta, a tajo de matarife, que Tizón conoce bien y que nunca, por muchos años que pasen, cree posible borrar de su olfato y su memoria
95.
Pasó una tarde y una noche, junto al pobre Juniac, en la vieja casa solariega bordeada de eucaliptos cuyo jardín se sobre el Tajo
96.
Pese a la costumbre, el tabernero observaba tamaña afluencia de valientes con una suspicacia que pronto disipó el capitán repasándole las manos con unas cuantas piezas de plata, recurso idóneo para volver mudo, ciego y sordo al más curioso de los hosteleros, amén de advertencia sobre lo fácil que era, hablando de más, verse con un lindo tajo en la gorja
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El problema de la sangre por una parte y los cuerpos por otra, de tantos difuntos de a pie y no necesariamente divinos, atormentaba las vigilias del piadoso abad Tajo, aragonés
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Cuando los portugueses, a través de los mares, unieron el Ganges con el Tajo, les faltaron arcas para contener el dinero que ganaban y dieron en construir el soberbio monasterio lisboeta de los Jerónimos, sufragado con el impuesto estatal sobre la pimienta
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Ya no sabía leer, ni escribir, ni las tablas de multiplicar, ni los afluentes del Tajo que su padre le obligó a escribir cien veces en una cuartilla; cuando estaba junto a Olvido Laguna, lo único que el chico sabía era mirarla
100.
Olvido ya había aprendido a leer y a escribir y dónde estaba el Tajo y Sevilla, así que Manuela decidió que esa sabiduría era suficiente para llevar una vida apacible de bordados y reuniones sociales