1.
Toda la basura se esparce de manera bastante uniforme evitando ensamblaje precisamente eso peligroso de los microbios
2.
lo hubiera mandado a buscarla, y se la metió en el bolsillo del uniforme
3.
Maneja los archivos secretos de Estado, selecciona rigurosamente a quienes tienen acceso al Libertador, influye en sus decisiones y en la política y terminación haciéndose nombrar miembro del Estado Mayor, con el grado de Coronel, para lo cual diseña su propio uniforme
4.
La concentración de la propiedad territorial no era uniforme geográ-
5.
Lo que él quería era ponerse uniforme congalones
6.
El abuelo fue eso para mí, una gran persona, siempre alegre, cariñosa y sonriente, confiando en la vida y en su destino, y eso sí, con algún dulce de piloncillo o de coco, siempre escondido entre los bolsillos de su uniforme de oficial, para aparecerlo por arte de magia, sacarlo frente a mis ojos de la nada, con su hermosa sonrisa
7.
lamarcialidad de su uniforme, pasaban las horas de la guardia hablando delas fábricas de Alcoy o
8.
un uniforme mal cortado, faja degeneral y ros vistoso con pompón de rabo de gallo, andaban con
9.
Los soldados, con uniforme de gala y las manos yertas dentro de losguantes de algodón, iban
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desfigurado por la costra de polvo que amasaban los sudores de la angustia; de uniforme lujoso y
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el uniforme y la charretera; tal vez debíaseesto a que, en el palacio de su tío, no veía
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individuos del bajo clero, lossoldados del Papa de gran uniforme de gala,los
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compañeros de imprenta,les imitó, y de aquí el vistoso uniforme
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secreción, fija en un esfuerzosiempre uniforme, hace un
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Morales vaciló mirando su propio uniforme
16.
Guerra sobre el pecho del uniforme y variosgalones en una manga indicadores de sus campañas
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por suscripción una espada«artística» y un uniforme de general
18.
Más bien parece un obrero disfrazado con el uniforme
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reinado de una manera uniforme en toda la América y
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pero no existe entre uno y otromás que la diferencia del uniforme
21.
el uniforme de mi mamá
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Con todo, el uso no es uniforme
23.
estárepresentado de uniforme, y con el libro de la Constitución en la mano
24.
descubriendo ungran desgarrón en su uniforme, por el cual se
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con elrojo león de San Jorge en el pecho, todo lo cual componía el uniforme dela
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sin uniforme que iban en el entierro escuchando lo quese hablaba en los grupos, y
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latrepidación uniforme eran como canción que atraía el sueño
28.
Había para todos;para los de uniforme,
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abiertoel uniforme sobre el abdomen, mostrando entre los
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Don Marcelo se fijó en la transformación general del uniforme
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edificio,atestiguada por la línea uniforme de aleros y
32.
Laschicas se mueren por el uniforme
33.
Saludaron con ademán uniforme a la presidencia, y rompieron filas,tirando las
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que el bravojefe español, vestido de gran uniforme y con los
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El comisario civil, de uniforme, encabezaba el duelo;detrás se extendía una reata de
36.
El valor del indio Juan fué recompensado con el título de comisario,uso de uniforme de sargento y pequeña pensión
37.
Al principio del intento de fuga el equipo de urgencias ha traído a un celador herido que decía ser Sidesky; llevaba su insignia y su identificación en el uniforme
38.
En una mesa había un grupo de hombres —uno con el uniforme de los cambinieri— que fumaban y jugaban a las cartas, todos con su correspondiente vaso de vino
39.
La destrucción no sólo se da a través de una erosión de este tipo, lenta y uniforme, sino también por grandes y pequeñas catástrofes
40.
Por otra parte, y siguiendo también a los pitagóricos, creyó durante largo tiempo que el único movimiento admisible era el circular uniforme
41.
Por ello Smoot llega a decir que el big bang fue mucho menos uniforme de lo que sugieren sus demás observaciones, que la distribución original de material en el universo era muy desigual
42.
Un hombre en uniforme de las SS
43.
llevaban pequeñas metralletas Uzi y vestían uniforme militar
44.
Llevaba la horrible librea de ignominia que es el uniforme de presidiario
45.
André -o sea, Alice-, un poco más masculina, había elegido un prehistórico uniforme de jinete, o de amazona, que le quedaba como un guante, hay que reconocerlo, pero la bufanda con los colores de la bandera de España se la había atado a la cintura, para poder lucir en todo su esplendor una gargantilla de oro blanco y topacios que, según explicó, había comprado como inversión y para airearla sólo entre íntimos y en ocasiones muy especiales
46.
Me ordenaron vaciarme los bolsillos de mi uniforme y, con gran sorpresa por mi parte, extraje de ellos, entre otras cosas, tales como un sacapuntas, un pañuelo bastante sucio, dos gomas de yogur para las trenzas y una chuleta con las obras de Lope de Vega, un duplicado de la llave del dormitorio
47.
Mi uniforme era blanco, a excepción de la levita, que era azul, con un lazo de oro y plata en el hombro
48.
Por desgracia, no todas mis cavilaciones son tan útiles: hay —solamente en la imaginación, para inquietarme— la esperanza de que toda mi enfermedad sea una vigorosa autosugestión; que las máquinas no hagan daño; que Faustine viva, y dentro de poco yo salga a buscarla; que nos riamos juntos de estas falsas vísperas de la muerte; que lleguemos a Venezuela; a otra Venezuela, porque para mí tú eres, Patria, los señores del gobierno, las milicias con uniforme de alquiler y mortal puntería, la persecución unánime en la autopista a La Guayra, en los túneles, en la fábrica de papel de Maracay; sin embargo, te quiero, y desde mi disolución muchas veces te saludo: eres también los tiempos de El Cojo Ilustrado: un grupo de hombres (y yo, un chico, atónito, respetuoso) gritados por Orduño, de ocho a nueve de la mañana, mejorados por los versos de Orduño, desde el Panteón hasta el café de la Roca Tarpeya, en el 10, abierto y deshecho tranvía, fervorosa escuela literaria
49.
Tardaron horas en conseguir ambas cosas, si es que en verdad las consiguieron; de hecho, grupos vociferantes de partidarios de los golpistas acosaron durante toda la noche la Carrera de San Jerónimo y, desde los primeros minutos del secuestro hasta los últimos, militares, policías y guardias civiles vestidos de uniforme o de paisano entraron a placer en el Congreso sin que nadie supiera con certeza si quien entraba lo hacía para unirse a Tejero y sus hombres o para averiguar sus intenciones, para solidarizarse con su causa o para minarles la moral, para llevarles noticias del exterior o para recogerlas del interior e informar a las autoridades, para parlamentar con ellos o para fisgonear; más aún: muchas personas que acudieron a las cercanías del Congreso en los primeros momentos del golpe aseguran que, en medio de aquella barahúnda, nadie parecía tener en absoluto claro si los guardias civiles y policías de Aramburu y Sáenz de Santamaría habían rodeado el edificio para reducir a los asaltantes o para velar por su seguridad, para impedir que nuevos contingentes de militares o civiles los reforzasen o para franquearles la entrada, para rechazar el golpe o para alentarlo
50.
Durante el juicio por el 23 de febrero su abogado defensor evocó un episodio ocurrido tras el asesinato a manos de ETA de uno de los guardias civiles que se hallaban a sus órdenes en la comandancia de la guardia civil de Guipúzcoa; más que un hecho fue una imagen, una imagen truculenta pero no amañada: la imagen del teniente coronel inclinándose sobre el cadáver destrozado por una explosión e incorporándose con los labios y el uniforme manchados de la sangre de su subordinado
51.
Estas palabras -pronunciadas por un monarca enfundado en su uniforme de capitán general y con el rostro transfigurado por las horas más difíciles de sus cuarenta y tres años de vida- son una palmaria declaración de lealtad constitucional, de apoyo a la democracia y de rechazo del asalto al Congreso, y así fueron interpretadas cuando el Rey las pronunció y han sido interpretadas desde entonces; la interpretación me parece correcta, pero las palabras tienen amo, y es evidente que, si Armada hubiese conseguido pactar con los líderes políticos el gobierno previsto por los golpistas y presentar como solución al golpe lo que era en realidad el triunfo del golpe, esas mismas palabras hubieran continuado significando desde luego una condena de los asaltantes del Congreso, pero hubieran podido pasar a significar un espaldarazo para quienes, como Armada y los líderes políticos que hubieran aceptado formar parte de su gobierno, habían conseguido terminar con el secuestro de los parlamentarios y restaurar así la legalidad y el orden constitucional quebrantados
52.
A lo largo de toda la tarde y la noche Pardo Zancada había asistido entre perplejo, airado e impotente al fracaso de la rebelión en la Brunete una vez que Juste, el general en jefe, revocó la orden de salida cursada a todos los regimientos minutos antes del asalto al Congreso; avergonzado por la huida de Torres Rojas, que poco después de las ocho había partido de vuelta a su destino en La Coruña sin cumplir con su misión, y por la parálisis de San Martín y del resto de los jefes y oficiales de la unidad, tantas veces partidarios ardorosos del golpe, poco antes de la una de la madrugada Pardo Zancada cambió el uniforme de paseo por el de campaña, improvisó su columna de vehículos ligeros con la colaboración de varios jóvenes capitanes y con las dos únicas compañías acantonadas en el Cuartel General y, después de dejarla formada durante más de un cuarto de hora en las inmediaciones de la barrera de salida a modo de desafío o de invitación a sus compañeros, partió hacia el Congreso tras comprobar que nadie iba a engrosarla y amenazar con pegarle un tiro en la cabeza al soldado que desobedeciese sus órdenes
53.
Llevaban un uniforme casi militar y una gorra con visera de cuero, salvo los conductores árabes, que usaban fez
54.
—Es el uniforme tradicional de los jugadores de béisbol —le replicó Malik el-Fasi
55.
Desembocó de nuevo en la ancha avenida, le sorprendió el gentío que se arremolinaba en una y otra acera, y cuando quiso atravesar la calzada en dirección a la estación, un policía de uniforme se lo impidió:
56.
Ahora que tenía tiempo para observar los detalles, me di cuenta de que no llevaba el uniforme reglamentario
57.
El hombre sentado ante la mesa vestía un traje impecable; los demás iban de uniforme
58.
Me encontré con que la penitenciaría estaba trazada sobre un patrón uniforme, con los trajes y chalecos que se ven en los escaparates de las sastrerías
59.
—Pues bien, bajo ese uniforme late un corazón de los más valientes y nobles del ejército
60.
Mientras lo recorrían sólo encontraron de vez en cuando empleados de uniforme y algunas hani que por su atuendo parecían proceder de una nave, las cuales se apartaban para dejarles pasar y les observaban en silencio
61.
Sus pantalones de seda negra pertenecientes al uniforme de un clan Inmune, estaban perfectamente limpios y planchados; la automática colgaba de su cadera dentro de una pulida funda de cuero negro
62.
Se decía que había elegido a la esposa y compañera de tantos años sacándola de un regimiento de mujeres de uniforme que desfilaron ante él con motivo de dirigirse a una recepción oficial, y de las que unos sostenían que eran «Girl Guids» y otros «Mujeres Policías»
63.
Visten uniforme de presidiarias
64.
Viste el uniforme azul del DPLA
65.
Iba provisto de un uniforme de empleado de coche cama, que llevaba sobre su traje ordinario, y de una llave maestra que le permitió el acceso al compartimiento de mister Ratchett a pesar de estar cerrada la puerta
66.
Su palidez uniforme, los ojos de pesados párpados y mirada reservada, la singular cabeza aplastada, todo ello me producía una sensación de asco, de aprensión, de malestar
67.
Sir Rowland escondió los guantes de Hugo debajo del cojín y los tres se sentaron rápidamente a la mesa y cogieron sus cartas justo cuando Clarissa entraba en la sala, seguida de dos hombres de uniforme, y anunciaba con voz inocente:
68.
En aquel momento regresaba el mayor Norman acompañado de un joven oficial con el uniforme del Cuerpo de Aviación
69.
A una señal de Sandokán, dos piratas desataron al soldado y lo despojaron del uniforme
70.
A media mañana aparecieron en una lancha las autoridades del puerto más cercano, un puñado de mulatos alegres con el uniforme desabrochado y la mejor voluntad, que de acuerdo con el reglamento les ordenaron salir de sus aguas territoriales, pero al saber la triste suerte de los navegantes y el deplorable estado del buque le sugirieron al capitán que se quedaran unos días allí tomando el sol, a ver si de tanto darles rienda los inconvenientes se arreglaban solos, como casi siempre ocurre
71.
Vestía el uniforme y llevaba la gorra de servicio en la mano
72.
¿Sabe que apiñó un saco de monedas de oro limpiamente ganadas por ser dócil con su marido? Imagínese joven qué bruto sería para pagar por lo que podía tener gratis; yo aconsejo a mis reclutas que no gasten su paga en putas, porque las mujeres abren las piernas gustosas a la vista de un uniforme, lo digo por experiencia propia; a mí todavía me sobran
73.
Por eso me siento orgulloso de llevar el uniforme, aunque algunas cosas no me gustan, cumplo las órdenes sin hacer preguntas, porque si cada soldado empieza a discutir las decisiones de los superiores, todo se vuelve un despelote y la patria se va al carajo
74.
Ranquileo, le decía su Teniente, el uniforme debe ser tu único ideal, tienes que defenderlo y confiar en tus superiores
75.
La penetró apresuradamente, aplastándola contra el piso metálico de la camioneta, estrujando, arañando, mordiendo a la niña perdida bajo la mole de sus ochenta kilos, los correajes del uniforme, las pesadas botas, recuperando así el orgullo de macho que ella le arrebató ese domingo en el patio de su casa
76.
Y Francisco Leal se lo contó, sin omitir su propia participación en el descubrimiento de los cadáveres, esperando que el amor por Irene superase la lealtad al uniforme
77.
Vestían rotosos pantalones de uniforme del ejército e iban armados con rifles anticuados y cinturones de balas
78.
¿Dónde está el rey? – replicó el general, procurando disimular su indignación y acomodándose la chaqueta del uniforme
79.
El guardia ejecutivo se quita el cubre-cabeza del uniforme, lo encaja entre el codo propio y el torso, y en posición de descanso de desfile proyecta la mirada de manera que establezca contacto con todos los niños presentes, y a continuación el guardia dice:
80.
El guardia sumerge la mano en las profundidades del pantalón del uniforme propio para extraer un cuadrado de papel doblado
81.
Las piernas salen del pantalón del uniforme
82.
Ella misma se encargó de matricularla, comprarle los útiles y el uniforme y acompañó a Amanda a dejarlo el primer día de clases
83.
Mis padres viven en un departamento alegre en un apacible barrio residencial de Santiago, entre árboles nobles, donde al atardecer las empleadas de uniforme, todavía hoy, en pleno siglo XXI, pasean a ancianas quebradizas y perros peluqueados
84.
Tenía el uniforme roto y cubierto de sangre, un pedazo de tripa ajena le colgaba de una manga, ya no le salía voz de tanto gritar y maldecir, había per-dido el miedo y la identidad, era sólo una máquina de matar, repartien-do golpes sin ver dónde caían, con la única meta de llegar al tope del cerro
85.
El grupo se situó en una de las mesas del fondo del salón y, apenas acomodados, acudió presto un mesero que, sobre el uniforme, llevaba un mandil de color verde con el escudo de la compañía de los grandes expresos europeos, dispuesto, lápiz en ristre, a tomar nota del pedido
86.
Al ver el desfile de criados en uniforme, la madre de Diego, doña Elvira, preguntó por qué había tanto militar en la casa
87.
La puerta estaba discretamente vigilada por miembros de la Gestapo vestidos de paisano con negros abrigos largos de cuero, que los delataban, quizás aún más que si hubieran ido de uniforme, y que controlaban las invitaciones pidiendo a muchos de los asistentes sus acreditaciones
88.
Había también muchas fotos, mi padre con uniforme español, con uniforme alemán, formado y descansando, con nieve hasta las rodillas, con barro hasta las rodillas, de juerga junto a un poste de señales donde dos flechas señalaban en direcciones contrarias para marcar lo que entonces parecían distancias triunfales —Berlin, 1485 km, Petersburg, 70 km—, más de juerga todavía en un bar, su irresistible sonrisa de hombre encantador entre dos mujeres nórdicas, rubias, atractivas y muy potentes, con mucha más patria encima, pensé, que la pobre señorita Suárez, y después, cuando se acabó la juerga, cubierto por un impermeable o envuelto en mantas que sólo dejaban ver unos ojos que podían ser suyos o de cualquier otro, en la entrada de una trinchera, haciendo guardia mientras caía una nieve tan espesa que se podían contar los copos
89.
Los padres de Eugenio, él pequeño y menudo, con un bigote recortado que le daba aspecto de ratón, ella más atractiva, rubia y maciza, peinada con un moño alto que reforzaba la audacia de su insólita, ceñida y escotada variante del uniforme falangista, fueron, más que amables, muy cariñosos, hasta paternales con él
90.
Aquella tarde, mientras desembalaban el equipo del ejército alemán y se partían de risa probándose por encima del uniforme las camisetas de franela que les llegaban hasta las rodillas y los calzoncillos largos que podían atarse muy bien debajo de las axilas —¿y esto qué es?, ¿y para qué queremos tantos cepillos?, ¿alguien sabe para qué sirven estas cajitas de plástico?, para guardar la dentadura postiza, serán, ¿y estas tiras de tela?, ¡para tu mata de pelo!—, se enteraron de que eran prisioneras, polacas, y de que el mando alemán había prohibido cualquier clase de contacto con ellas, incluso a través de las rejas que rodeaban el recinto
91.
En uno de ellos se veía a un soldado con el uniforme de la Wermatch, el barbuquejo del casco suelto y los rizos rubios escapándose de él, sonriente, los dientes inmaculados, los ojos azules y la mano extendida, debajo en letra gótica, una frase: «Tu amigo alemán
92.
La foto de la boda de Carlos y Paloma, Mateo cobijando a Casilda dentro de su capote mientras los dos miraban de frente a la cámara, Ignacio vestido con el uniforme del ejército francés y Anita con su hijo en brazos, abrazados en un parque de Toulouse, cinco hombres sonrientes exhibiendo un tanque alemán como un trofeo, Ignacio Fernández Salgado y su hermana Olga con trajes regionales, él vestido de baturro y ella de chulapa, los dos con la cara llena de churretes y un helado en la mano, Raquel Perea con minifalda y flequillo en Córdoba, delante del Cristo de los Faroles, y más fotos de sus bisabuelos, y de sus abuelos, de sus tíos, de sus primos, de sus padres, fotos que hablaban, que la miraban, que la hacían sonreír y le llenaban los ojos de lágrimas
93.
Así, vistiendo el uniforme de la milicia, con puñal y mosquetón, e inclusive el de las SS, malhechores salidos de las cárceles e ignorantes y achulados muchachitos extraídos del más inmundo magma social, se vengaban con saña de los ciudadanos de Roma que salían de sus casas agobiados por la humana necesidad de buscarse el sustento
94.
Pero vestir de uniforme hacía que las cosas fueran diferentes
95.
Se cercioró inconscientemente de que llevaba el bolígrafo dorado, como podría haber mirado si llevaba su Beretta automática M9 en el cinturón de haber estado en combate y vistiendo uniforme
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Las prendas del uniforme eran impenetrables a las municiones que pudieran utilizar los terroristas, de un tejido poco más grueso que las mallas de los bailarines, pero tan resistente como el kevlar, del que estaban hechos las botas y el casco, reforzados con lámina de titanio
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Gridley llevaba el uniforme de capitán del ejército confederado, de lana y de un color gris claro, a diferencia del color ceniciento de los uniformes de la tropa
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El uniforme que llevaba le pareció a Lascelles el del 11o de la Ligera de Dragones
99.
Ordenó pues a Hal que hiciese girar los focos a un lado, y tras breve experimentación, obtuvo una iluminación más uniforme del encendido secundario reflejado en el dorso del plato de la antena
100.
Todos los días, a las 18:00, todo el personal se reunía para cenar en el comedor de oficiales que, en condiciones de gravedad cero, podía admitir con comodidad hasta treinta personas, como mínimo, si se distribuían de manera uniforme a lo largo de las paredes