1.
Enfrente de ella, su augusto esposo
2.
Todo era libertad yanimación dentro de este augusto recinto,
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¡Oh,padres de la patria, diputados del augusto
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«A la liberalidad del augusto Felipe segundo hijo del divino Carlos,nieto del gran
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no le tuvierabueno Augusto César si consintiera que se pusiera en ejecución lo que eldivino
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Y se calló; entonces se precipitaron sobre él, lo agarrotaron, y tresdías después estaba en Cádiz, en la prisión de San Augusto, bajo lacustodia de un batallón de milicianos
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señor duquede Lerma, mi augusto padre, nos ha conocido la intención;paciencia: en
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yotambién iba a desempeñar el papel augusto y sublime de la
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Aquel era el palacio de Fernando Augusto, el niño lunático,
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delas antorchas funerarias, un sacerdote augusto elevando al
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paz, en elsilencio augusto, Roberto Vérod se oprimía la cabeza
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dulcetiranía de Augusto, el primero que encabeza la lista execrable de losemperadores
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Solucion de algunas dificultades que se objetan al augusto misterio dela Eucaristía
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En {235}el augusto misterio de laTrinidad, entra el número
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En el augusto
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Juan Tiñoso, que, mientras el augusto padre de la princesa, niña de sus
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Unsilencio augusto, la
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Salieron Isidora y Augusto de la morada de la sinrazón y
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Augusto en tono depaciencia—
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Augusto la contempló en silencio, asombrado de su
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mente losbrillantes salones en que iba a entrar Augusto
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Augusto se puso serio, comprendiendo que la situación de
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Augusto deja a Isidora en
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de conducta, la francesa era complacientecon Augusto, y le
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—La desesperación es ley, Augusto
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—¿Cuánto te dieron por los gritos del día de la procesión,prendita?—exclamó desde el rincón el augusto
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de su torre para creer en la igualdad (no de laalegría, sino de la desesperación ó del remordimiento), tendría quedejar su castillo, meterse en el sombrío convento del augusto valle ygolpearse la frente contra el
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en presenciade su augusto señor
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comadreando, porque la pobre había concluido por ingresar en elbatallón augusto de
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jadeantes,cortando con su estertor animal el augusto silencio de
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El monumento augusto de
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El augusto niño que
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invencibleslegiones de Augusto; y las legiones enteras
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decisivos, que jamás se apeló contra ellos al tribunal augusto de la opinión pública
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, murmurase una súplica al oído de Augusto, deposita en elcéfiro que acaricia la lona de su ligero
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La solidaridad de Augusto con los familiares de los presos le valió el respeto y cariño de quienes trabajaron con él en la clandestinidad
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Augusto reporteó las complejas circunstancias políticas, incluyendo el rol del PC boliviano y de Mario Monje, su secretario general
38.
Como otros colegas de su generación, Augusto creía en un periodismo de nuevo tipo, protagonizado por la base social de apoyo del gobierno del presidente Allende
39.
En la revista Punto Final, en 1972 Augusto escribió: "La derecha odia a Canal 9 porque damos preferencia a las noticias y posiciones de los diversos sectores del pueblo, porque atacamos sin clemencia al imperialismo y no titubeamos en usar un lenguaje duro contra la reacción; porque preferimos darle tribuna a la señora de la Junta de Vecinos antes que reproducir una declaración de un personero de la derecha…»
40.
En esas condiciones, Augusto dirigió la primera recopilación de testimonios sobre los crímenes y atrocidades de los militares, despachando clandestinamente boletines informativos al exterior, que en México se reproducían en el Correo de la Resistencia
41.
En la investigación realizada para hacer el reportaje sobre Fernando Vergara, el responsable de radio Liberación, descubrí el lazo invisible que unió a Augusto con ese comunicador, cuando Fernando fue el editor de esa publicación en México
42.
Cinco horas antes del asesinato, mi grupo guerrillero cometió un atentado contra Augusto Pinochet
43.
El suicidio de Augusto Olivares, antes que la tragedia en La Moneda llegara a su fin, tiene que haber golpeado muy duro al Presidente
44.
[15] Augusto Lutz, quien derivó en enemigo de Manuel Contreras, murió en el hospital de los militares el 28/11/1974, a causa de una "inyección equivocada" mientras se curaba una dolencia sin importancia
45.
Haciendo esta observación al príncipe Augusto Sulkowsky, le hice admitir que aquel cambio procedía del carácter polaco, inconstante, inconsecuente, fingido y superficial
46.
Era una ciudad militar, construida alrededor del castrum fundado por Octavio Augusto en las proximidades del Rin para hospedar dos legiones con numerosas tropas auxiliares
47.
Pese a constituir un cargo temporal, la designación por parte de Augusto representaba un gran honor para Valerio, sobre todo porque Probo había tomado su decisión antes de recibir la noticia de su victoria sobre los turingios
48.
Antes había tratado de ver a Augusto Miquis, joven y acreditado médico, amigo mío
49.
Así, quedeme pasmado al entrar en aquella gran pieza, nada clara ni pulcra, y ver el escuadrón mamífero, alineado en los bancos fijos de la pared, mientras dos facultativos, uno de los cuales era Augusto, hacían el reconocimiento
50.
Augusto estaba encantado del interés de Poirot y muy bien dispuesto a charlar
51.
Escúcheme, Hastings: el jardinero, Augusto, como usted mismo se lo oyó decir, había plantado los dos cuadros en la tarde anterior
52.
Lucas supo de los premios que había ganado Nelly, del injusto comportamiento de un juez que sólo le dio una medalla a Augusto y de los triunfos de Nero
53.
Pensé en Alejandría, en el gran templo dedicado a César Augusto junto al puerto de la ciudad, con todos sus jardines y bibliotecas
54.
—La de César Augusto, cuando Roma acababa de convertirse en imperio y la fe en los dioses había muerto como expresión de elevados ideales
55.
Frente a mí se alzaba el templo de Augusto, con los fuegos encendidos y los legionarios uniformados en actitud perezosa pero alerta
56.
Había un montón de libros sobre su vida escritos por César Augusto, que el emperador había completado unos años antes de su muerte
57.
Traté de imaginar al emperador Augusto recibiéndonos en su lecho de muerte
58.
En conciencia, y estudiado el asunto, creo que la sucesión a la Corona pertenece a la hija de Fernando VII, y habiéndolo declarado así solemnemente como prócer del reino, no es decoroso para mí deponer ahora en favor del augusto Príncipe, a quien reverencio como a tío carnal de nuestra Reina
59.
Venga libertad y venga orden, el orden augusto que engendran las leyes bien meditadas y bien cumplidas
60.
Vedme otra vez en el Congreso, amados leyentes míos y hermanos en la comunidad de la Historia; vedme en la Tribuna, rasgando el papel con lápiz velocísimo, para transmitir a luengas tierras lo que a mi parecer no merecía salir de aquel que a cada paso llamaban augusto recinto
61.
Después de subir al poder, el príncipe Zheng inició una serie de gloriosas batallas que le llevaron a apoderarse, en apenas diez años, de los reinos de Han, Zhao, Wei, Chu, Yan y Qi, fundando, de este modo, el país de Zhongguo, el Imperio Medio, llamado así por estar situado en el centro del mundo, y él, a su vez, adoptó el título de Huang Ti, es decir, «Soberano Augusto», que es, hasta hoy, el apelativo de todos nuestros emperadores
62.
Habían pasado ciento cincuenta años desde la caída del Imperio Romano, pero lo que había sido la mitad oriental de aquel imperio todavía seguía intacto bajo un poder ininterrumpido desde los días de Augusto
63.
Ahí está, por ejemplo, el triste caso del químico francés Augusto Laurent y el químico sueco Juan Jacobo Berzelius
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Augusto recibió un haz de flechas de oro
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Mientras el país aguantaba los retortijones del hambre y muchos estómagos se habituaban a digerir algarrobas, en las tribunas resonaban las sustanciosas palabras del viejo tronco castellano: viril, jerarquía, imperial, señero, vibrante, augusto, a las que se añadió una nueva, la más brillante, un préstamo de Mussolini, aunque la vendieran como recién salida del troquel de la lengua: autarquía
66.
Hizo ejecutar a varios de sus hijos (se cuenta que el emperador Augusto comentó secamente que preferiría ser el cerdo de Herodes antes que su hijo)
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Autora de un resumen de la filosofía de Augusto Comte, novelas sociales y cuentos
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encendieron a Augusto esos incendios
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desde el timón augusto que atalaya latierra;
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El ensayo llamó la atención del hombre que era la mano derecho del Elector, el cual incitó a Leibniz para que lo publicase con objeto de poder presentar un, ejemplar al augusto Elector
71.
Esa noche, los sirvientes agregaron una dosis muy potente de valeriana en el brandy del patrón y, mientras Sebastiana y su nana se deslizaban por los pasillos oscuros de la casona, Augusto roncaba como un marinero
72.
En el corredor se escuchaban los taconeos pesados de Augusto Rondeau y, cada tanto, puñetazos en la puerta y su voz estentórea que preguntaba: «¿Ya nació mi hijo?»
73.
Augusto quedó petrificado durante un lapso en el cual perdió la noción
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elevarse por encima de las adversas circunstancias del divorcio que le impuso Augusto
75.
Hombre frío y calculador, el lugarteniente de Tiberio fue eliminando a los posibles sucesores del Emperador, iniciando una brutal ofensiva contra Agripina (nieta de Augusto) y sus hijos (Nerón I, Druso III, Caio -más conocido por Calígula-, Agripina II, Drusila y Julia Livila)
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de vista los cabeceos del gobernador-, cuando Augusto murió dejó en su testamento un
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En la estancia próxima a la alcoba, hallábanse todos, esperando a ver en qué pararía sueño tan largo, y si Donoso y Cruz manifestaron cierto recelo, no tardó en tranquilizarles Augusto Miquis diciéndoles que aquel dormir era de los que traen el descanso y la reparación del organismo, fenómeno lisonjero en el proceso de la enfermedad, sin que por ello disminuyera el peligro inminente e irremediable
78.
Fue a acostarse en la cama pensando en Augusto
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Después se dirigía a la salutatio donde, de acuerdo con las reglas instituidas por Augusto, presentaba sus respetos a los senadores con un beso, saludaba a los caballeros por su nombre y ponía su mano a disposición de los plebeyos para que se la besaran
80.
Éstos eran, en efecto, muy numerosos en la administración imperial desde que Mecenas había recomendado a Augusto recurrir a ellos en lugar de a los caballeros o aristócratas, puesto que eran más dóciles y manejables
81.
Aquellas termas habían sido objeto de una ampliación considerable desde la época de Augusto, que, poco interesado por los cuidados del cuerpo, se conformaba con unas rudimentarias instalaciones
82.
Durante bastantes años, Augusto lo había privado de aquel placer para no exhibir ante el populacho a un pariente de apariencia tan lamentable
83.
Y los Chávez regresan, proveen de municiones, carabinas y ropa, al pueblo; se apoderan del maíz y reses de un rico hacendado a quien todos odiaban; excitan y proclaman el augusto lema de Religión e Independencia y electrizan de nuevo a los buenos habitantes, resolviendo oficialmente que no reconocerían más amo que Dios
84.
Santa, que se durmiera creyendo que la llevaban a la salud y a la vida, había traspuesto ya el postrimero dintel augusto
85.
Según esta última historia, el sepulcro del Magno fue custodiado por los ptolomeos hasta que la reina Cleopatra VII Philopator fundió el oro del mausoleo para financiar la guerra contra su enemigo el romano Octavio Augusto
86.
Sonaron con fuerza cuando el augusto cortejo llegó a la gran explanada
87.
–Les recuerdo a todos los presentes que el divino Octavio Augusto, padre de nuestro emperador Tiberio, estableció que para que un ciudadano pudiera entrar en la orden senatorial, la más exclusiva de las órdenes de nuestra sociedad, tenía que poseer un millón de sestercios
88.
–Que tus matones recuperarían con rapidez, ¿no estoy en lo cierto Augusto Firmo? – interrumpió Afer rompiendo la paz del interrogatorio
89.
Cuando llegó la hora de repartir la herencia de Octavio Augusto, Tiberio decidió quedarse con todo, para lo que mandó asesinar a Agripa -completé yo la información
90.
Cuando Federico I reclamó su devolución al vecino reino de Sajonia, las autoridades locales mostraron interés por su caso que, al cabo, llegó a oídos de Augusto II, Elector de Sajonia y rey de Polonia, quien era a su vez el mayor enemigo del monarca prusiano
91.
Desgraciadamente, había algo en lo que Augusto II de Sajonia se parecía a Federico I de Prusia: su necesidad de oro para sufragar una vida de disipación
92.
Para que Augusto II el Fuerte le perdonara la vida después de aquello, había tenido que prometerle que no intentaría escapar de nuevo y que pondría todos sus conocimientos en la obtención de resultados positivos; promesa que refrendó en un documento de veintidós páginas en el que se comprometía a fabricar ciertas cantidades de oro en las siguientes dieciséis semanas, a las que había que añadir otras dos toneladas en los ocho días posteriores
93.
De modo que quien de verdad se parecía a Craso era su señor, Augusto II el Fuerte
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Mirándolo bien, Augusto no tenía nada de hombre fuerte
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No, Augusto no era un hombre fuerte
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Cuando la paciencia de Augusto llegó a su límite (algo que ocurría cada cierto tiempo), Von Tschirnhaus advirtió a Böttger de que, en caso de no ofrecerle al monarca algún resultado positivo en un breve plazo de tiempo, ni siquiera su intercesión podría salvarle la vida
97.
De modo que el fracaso de sus experimentos había que achacárselo a Augusto, y no a su incompetencia, pues de haber logrado el Gran Arte de transmutar los metales, se habría convertido en un vulgar «soplador», que era el nombre que recibían aquellos alquimistas que sólo buscaban la obtención del oro por el oro
98.
A pesar de lo cual, ese mismo año Augusto nombró barón a Böttger
99.
El 19 abril de 1714, Augusto concedió la libertad a Böttger, con la condición de que no abandonara Sajonia
100.
Sea como fuere, en su desvarío, Böttger comenzó a ver a los petimetres que conformaban la corte de Augusto como modelos para sus figuras de porcelana, hasta el punto de que un día le dijo a un vizconde de rasgos aniñados y cabello largo y rizado como una cascada de oro: