1.
Estabondadosa disposición de las ayudantes subió de punto cuando ladirectora, que no tenía hijos, y era aun una muy bella mujer, diomuestras de aficionarse tan especialmente a Leonor, que algunas tardesla dejaba a comer a su mesa, enviándola luego a doña Andrea con unafectuoso recado; y un domingo la sacó a pasear en su carruaje,complaciéndose visiblemente aquel día en responder con su mejor sonrisaa todos los saludos
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los corredores y sus ayudantes, gente joven y amiga de Juanito,recordando con cierto
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a uno de los ayudantes en vía de matar a la tortuga;pero aquel
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En ayudantes de obras públicas,
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El primer oficial, secundado por los ayudantes de
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ayudantes, y el grupo se deshizo
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Estos ayudantes, que son, por lo general, practicantes-
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seguida demuchos ayudantes, fue depositando en la mesa las
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son ayudantes muy útiles
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yllevaba cordones dorados como los ayudantes de generales
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Allí, Nicolás y otros ayudantes se encargaron de disponer las coronas y ubicarlo ante el
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Todo el suelo estaba lleno de cables en los que tropezaban los ayudantes encargados del transporte de antigüedades egipcias de valor incalculable
13.
Uno de los ayudantes bufó
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–Distribuid las lanzas entre la infantería -ordenó Oswal a uno de sus ayudantes, el cual saludó y fue a dar instrucciones a los escuderos, encargados de tal tarea
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Se hizo un silencio de varios minutos mientras los ayudantes continuaban su lugubre trabajo
16.
Mientras nosotros nos dirigíamos hacia una casa donde sabíamos que había algún animal salvaje, nuestros jóvenes ayudantes se dispersaban y exploraban todas las calles y callejas de la vecindad, dando palmadas a las puertas de las casas e interrogando a personas totalmente desconocidas sobre los animales que tenían en casa
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El y un grupo de ayudantes siguieron a los comandos de acción de las SS en los guetos
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Pero eso depende de la pura suerte, a no ser que el benefactor de uno sea también un gran diablero, caso en el cual tendrá muchos ayudantes en el otro mundo y puede mandarlo a uno a ver a un ayudante en particular
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Llamó a uno de sus ayudantes y le dijo que me acompañara hasta las afueras de Cesena
20.
Tan pronto como llega a la Carrera de San Jerónimo, poco después de que Alcalá-Galiana haya salido del Congreso, Aramburu se dirige a la verja de entrada en compañía de dos de sus ayudantes y exige hablar con el jefe de los sublevados; segundos después aparece el teniente coronel Tejero, la pistola en la mano, la mirada y los gestos desafiantes, y sin más preámbulos el general le da la orden terminante de que desaloje el edificio y se entregue
21.
La réplica de Aramburu es instintiva y consiste en echar mano a su pistola, pero uno de sus dos ayudantes le sujeta del brazo, impide que saque el arma y consigue que la escaramuza se cierre sin otra violencia que la de la indisciplina y con Aramburu alejándose del Congreso furioso y atónito, convencido de que la resolución de Tejero augura un asedio dilatado
22.
Por la mañana Tejero comprendió que preparar su golpe de mano le llevaría bastante más de veinticuatro horas y que por tanto no podría darlo el viernes, pero alguien -tal vez uno de sus capitanes, tal vez uno de los ayudantes de Milans-le hizo notar que la mayoría parlamentaria de que disponía Calvo Sotelo no alcanzaba para que éste resultara elegido en la primera votación, y que el presidente del Congreso debería convocar una segunda que en ningún caso podría celebrarse antes del lunes, lo que les concedía un mínimo de cuatro días para los preparativos; fuera cual fuera el día que eligiese el presidente del Congreso, aquél fue el día elegido: el día de la segunda votación de investidura
23.
Tejero ultima los pormenores de su plan, busca recursos con que llevarlo a cabo, habla por teléfono en diversas ocasiones con los ayudantes de Milans (el teniente coronel Mas Oliver y el coronel Ibáñez Inglés) y habla personalmente con varios oficiales de la guardia civil, sobre todo con su grupo de capitanes; son al menos cuatro: Muñecas Aguilar, Gómez Iglesias, Sánchez Valiente y Bobis González
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En cuanto a Milans, durante esos cuatro días organiza con sus dos ayudantes la sublevación de Valencia, obtiene promesas de apoyo o neutralidad de otros capitanes generales, monta a toda prisa la rebelión en la Acorazada Brunete a través del comandante Pardo Zancada (a quien en la víspera del golpe hace acudir a Valencia para darle instrucciones al respecto) y habla por teléfono como mínimo en tres ocasiones con Armada
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Yo me retiré y entretuve la espera charlando con dos ayudantes de campo que los acompañaban
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Los ayudantes me comentaron que el Führer vivía momentos de mucha tensión, pero que estaba convencido de que aún podía conseguir la victoria si el estado mayor se decidía de una vez por todas a aceptar las ideas que le presentaba y actuaba con la rapidez necesaria
27.
Aquellas dolorosas decisiones quedaban reservadas a funcionarios de nivel medio y bajo tales como el señor Ying, mi madre, sus ayudantes, las directoras de las escuelas y los directores de hospital
28.
Los ayudantes y miembros de comité voluntarios podían ser de gran utilidad, pero no se podía esperar que ellos desempeñaran estas tareas día tras día
29.
–Como se han portado bien, ahora voy a jugar a lo que quieran -les dice Meg llevándose a sus dos ayudantes de cocina arriba cuando el "pudding" ya está seguro en el horno
30.
Su máxima aspiración es pedir de a caballo, con armas al cinto y hasta cuatro ayudantes para recoger las monedas
31.
Entretanto Andrés y los dos ayudantes del verdugo se revolcaban por el suelo, mientras que el condenado seguía gritando: «Debe morir, quiero que muera, no tienen derecho para matarme a mí solo
32.
Con los ayudantes que el maestre de la estación ha seleccionado personalmente
33.
Los ayudantes del forense se llevan los restos al depósito de cadáveres del condado
34.
El Corsario fue llevado hasta la vanguardia, donde se encontraba aquél con sus ayudantes
35.
Veinte marineros robustos se colocaron al lado de las piezas mientras los ayudantes lo hacían junto a las pilas de balas
36.
Cuando ambos estuvieron completamente cubiertos de grasa de oso, sus ayudantes se retiraron y ellos entraron en los límites del espacio marcado en el suelo
37.
Irene, los ayudantes, las modelos, todos quedaron suspendidos en el desconcierto
38.
A las medidas de seguridad, el calor y el mal humor colectivo, se sumaban los contorneos de sus dos ayudantes ante la tropa
39.
Allí estuvo a punto de desangrarse una secretaria a causa de un malhadado aborto, allí se declararon su pasión los ayudantes de Mario y allí mismo éste los sorprendió sin pantalones sobre el desteñido tapiz obispal
40.
El contramaestre, ayudado por los marineros lanzó a popa una cuerda que tenía nudos de trecho en trecho, atada a un trozo de madera casi triangular, y la dejó caer contando los nudos, mientras uno de sus ayudantes invertía los globos de cristal de un reloj de arena de pequeñas proporciones
41.
Al comienzo sólo contaba con cinco criaturas, pero pronto aumentó el número y pudo dejar su empleo de mozo en el pabellón de muchachas y de jardinero con Balcescu, compró un pequeño bus y contrató un par de ayudantes
42.
Cada estrella tenía su corte de ayudantes, maquilladores, peluqueros, masajistas, cocineros
43.
Y un momento después los dos estaban inclinados sobre la mesa, mientras que los ayudantes dormían sentados y envueltos en sus capas en la pieza inmediata, y los centinelas se paseaban a lo largo de los corredores
44.
El piafar de caballos, el ladrido de los perros y el barullo que partía del patio de armas, donde los palafreneros y sus ayudantes trabajaban sin tregua enjaezando los nobles animales, atrajo la atención de Marta, que a tan temprana hora aún estaba en la cama
45.
Tuísca fue la providencia divina, llevó al humilde director ante el comisario (para obtener que se los eximiera del impuesto cobrado por la policía), ante Juan Fulgencio (para impresión de los programas a crédito); ante don Cortés, del "Cine Victoria" (préstamo sin cobro de alquiler, de las viejas sillas amontonadas luego de la remodelación del cine), al(malafamado boliche) "Caña Barata", en la calle del Sapo para contratar, según su consejo, los ayudantes entre aquellos malandrines; y había asumido el papel de criado en la pieza "La hija del payaso" (el artista que antes lo desempeñara, abandonó carrera y sueldo por un mostrador de almacén)
46.
En Ilhéus conseguirían ayudantes, apenas dos o tres mestizas
47.
Nadie se acordó de buscar en la casa de Dora, donde Fernand comenzó llorando y terminó ayudando en la costura, ya que las ayudantes habían tenido libre ese día
48.
Después de un almuerzo pedido a la cafetería, Lowell Coffey, Martha Mackall y sus ayudantes trabajaron en el despacho de madera del abogado, para resolver los escollos legales que se presentaban en todas las misiones de Striker
49.
—¿Dónde están los ayudantes de campo del duque?
50.
El señor Cook, el propietario, estaba allí cortando carne con sus dos ayudantes
51.
Los trajes espaciales no están destinados a esta clase de trabajo y uno de los ayudantes, por inexperiencia o precipitación, dejó caer su extremo de la sección de espejo en el momento de levantarlo de su engarce
52.
Hoy día, el Consejo de los Rebeldes debatía en la gran sala del trono y los incontables ayudantes del gobierno provisional poblaban el enorme Palacio de las Estrellas
53.
—¿Sabe quiénes eran los ayudantes de los lanzamientos tripulados en esta área, el día del contratiempo de Leyland?
54.
A su alrededor, estaban el cocinero jefe, su ayudante, el preparador de verduras, el preparador de pescados y sus ayudantes, todos sonrientes, pero molestos por dentro, porque su amo estaba en la cocina con su ama y también porque les había dicho que iba a hacerles el honor de enseñarles a preparar y cocinar la liebre a su manera
55.
–¿Quién va a detenerte y por qué? – balbuceó Bakravan, destruida la calma que habitualmente reinaba en su casa, agolpándose ya en la puerta los ayudantes, empleados, muchacho del té y los gerentes, todos con caras atemorizadas
56.
El general estaba pensativo, y Sardin, Albuín, que acababa de entrar, Orejitas y los ayudantes y amigos y protegidos de unos y otros, que les acompañábamos a la mesa, no decíamos una palabra
57.
Entonces Zumurrud en medio de los murmullos de admiración de todo el pueblo, que decía: "¡Ualah! ¡no hay en el mundo un geomántico lector de arena comparable con nuestro rey!"; llamó al verdugo y a sus ayudantes y les dijo: "Llevaos a ese miserable perro fuera de la ciudad, desolladle vivo, rellenadle con hierba de la peor calidad y volved y clavad la piel en la puerta del meidán !
58.
Después pidió al rey diez ayudantes vigorosos para que le auxiliaran en su trabajo; y al instante le dió el rey veinte mozos jóvenes, bien formados y hermosos como lunas, a los cuales se apresuró Abu-Sir a iniciar en el arte del masaje y del lavatorio, dándoles masajes y lavándoles, y haciéndoles que repitieran con él mismo las diferentes experiencias
59.
¡Mientras, el mozalbete de hermoso rostro permanecía en su sitio, su hermoso rostro era la luna apareciéndose a los ayudantes de Ramadán!
60.
Si hubieran optado por el lazo, el estrangulador le habría acompañado hasta el calabozo con suficientes ayudantes para sujetarle; una vez efectuada su tarea, habrían arrojado su cadáver por uno de los desagües a las cloacas, para a continuación regresar por medio de una escalera a la luz de Roma
61.
Mientras sacerdotes y augures descubrían sus cabezas y comenzaban a descender la cuesta del Clivus Capitolinus hacia el Foro, los ayudantes del sacrificio, como profesionales que eran, comenzaron a recogerlo todo
62.
Espartero y sus ayudantes picaron espuela en busca del sitio de mayor peligro
63.
Los ayudantes cayeron sobre él
64.
Las contratas se efectuaban sobre un precio estipulado por el servicio, pero a pesar de todo, había muchos servidores públicos: oficinistas, escribas, secretarios, contables, factotums, ayudantes religiosos, esclavos públicos, oficiales electorales, oficiales de los comicios, lictores… aparte de las legiones
65.
—¿Sabes lo que dice ese desgraciado? —dijo a su hermana, a la que ya habían visto los médicos y ahora estaba en cama, tumbada boca abajo, mientras dos ayudantes le aplicaban cataplasmas desde los hombros hasta los tobillos
66.
Puesto que las cestas sólo tenían capacidad para aproximadamente cien tablillas, las retiraban a medida que se llenaban para poner otras en su lugar; el recuento lo fiscalizaba constantemente desde su posición central el cónsul encargado del escrutinio, que efectuaban, en una gran mesa en la grada superior, a sus pies, treinta y cinco custodes con sus ayudantes
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El jefe de tribunos del Tesoro y sus ayudantes conferenciaron durante un buen rato
68.
Mandó Espartero a su escolta y ayudantes que se alejasen, y se quedó solo en medio del cuadro
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Zerimski era más bajo de lo que parecía en las fotografías y se rodeaba de un séquito de ayudantes todavía más bajos para estimular su propio ego
70.
Desde muy temprano el vecindario discurría por las calles anticipando [348] con su alegría las emociones de tan soberana fiesta, y las tropas acudían con marcialidad y bullanga, como en son de simulacro de una batalla, al estratégico plan de cubrir la carrera, lo que no debía de ser cosa fácil, a juzgar por el ir y venir de Generales con sus escoltas, y el presuroso correr de ayudantes de órdenes llevando las precisas para la movilización de los cuerpos y el señalamiento de posiciones
71.
–Encantado, señora -dijo el vendedor, uno de cuyos ayudantes fue a cumplir sus deseos mientras los Kendall-Hume estudiaban las nuevas alfombras
72.
He dicho que salga -insistió el bombero mientras dos ayudantes lo levantaban de la silla y lo depositaban en la escalera
73.
Habían dispuesto los ayudantes, sobre una mesa de despintado pino, agua, refrescos y aguardiente de Chinchón
74.
Tras el sujeto larguirucho no entró en el coche señora, sino dos militares, que por la traza distinguida y cargazón de cordones debían de ser ayudantes
75.
Volviéndose a los ayudantes, como para pedirles testimonio de un recuerdo, dijo que la novedad del baile había sido la presentación en Palacio de la Condesa de Reus
76.
Me propongo obtener una evaluación realista de la potencia militar de Estados Unidos, para el caso de que tuviésemos que defendernos de un ataque de los soviéticos -los cuatro ayudantes tomaban notas febrilmente-
77.
A lo largo de la legislatura siguiente, Florentina dedicó todo su tiempo libre a leer los informes y libros sobre Defensa que iban facilitándole sus ayudantes
78.
Durante toda la campaña los ayudantes de Florentina se avinieron a trabajar hasta bien entrada la noche, pero ni siquiera ellos podían conseguir que estuviese en dos lugares al mismo tiempo
79.
Aparte del suyo, tenían otros cuatro, ocupados por los catorce ayudantes a las órdenes de la intrépida Janet Brown, que según solía decir Florentina estaba casada con su trabajo
80.
Janet y sus ayudantes le leían los resúmenes en los ascensores, en el coche, en el avión, en la sala mientras esperaba el momento de ir a votar e incluso en los pasillos entre una y otra comisión
81.
Florentina se mostró incansable en su afán por cumplir su programa diario, y los catorce ayudantes se preguntaban cuánto trabajo más podían cargar sobre ella sin que se rindiera bajo el esfuerzo
82.
Uno de sus ayudantes dijo que la multitud era menos numerosa que la del día anterior, mientras otro afirmaba lo contrario
83.
Durante la hora siguiente los ayudantes de Florentina fueron retirándose discretamente a sus habitaciones, hasta que se quedó sola con Edward
84.
Algunos ratos, quedándose solo, porque sus ayudantes habían ido a convocar para el Consejo de Generales que debía celebrarse aquel día, se paseaba con las manos a la espalda en el sentido más largo de la tienda, el cual sólo permitía tres o cuatro medidas de compás de sus largas piernas
85.
El General, con escasa atención en el asunto, le dijo que viese a Rojo Arias y al coronel de la Guardia Civil, encareciéndoles mayor diligencia, y con [304] su amigo y sus ayudantes se fue al Congreso
86.
Salieron; los ayudantes del General, que ya se iban a pie, retrocedieron y entraron en el coche, que al instante partió
87.
Uno de los ayudantes miró al través del vidrio
88.
Poco después de estar yo a bordo, subió al puente el General Contreras con sus ayudantes y el diputado Torre Medienta, que yo había visto en el Congreso, en los escaños de la Intransigencia
89.
–¿Qué sugieres? – preguntó uno de los ayudantes
90.
Cuando llegaron al lugar del rodaje, los recibieron más vigilantes de seguridad armados y Linus Simonson, uno de los ayudantes que habían colaborado con Scaggs en reunir el efectivo y que había elaborado la lista de números de serie que la compañía aseguradora exigía
91.
Antes de que García tuviera ocasión de responder a la pregunta uno de los ayudantes uniformados entró en el despacho
92.
Como era la hora en que cambiaba la guardia del hospital, el andén del subterráneo estaba atestado de enfermeras, ayudantes y técnicos
93.
Las balas, tiradas con precipitación, zurrearon sobre nuestras cabezas, chascaron en las tablas o fueron al mar; pero antes de que los enemigos se cubrieran para recargar, nuestro artillero y sus ayudantes les asestaron en tiro raso el cañón de crujía, cargado con un talego de clavos, eslabones de cadena vieja y bala suelta; de manera que la borda saltó picada de astillas, entre un estrépito terrible de obenques cortados y crujir de madera rota, con los de los mosquetazos a medio agacharse, haciéndoles no poco daño
94.
Como era mejor batirse juntas que por separado, el capitán Urdemalas, ayudado por la eficaz boga impuesta a corbachadas por el cómitre y sus ayudantes, ejecutó una peritísima maniobra que puso nuestra proa en la popa misma de la capitana, de manera que ambas naves quedaron casi abarloadas, pudiéndose pasar de una a otra en caso necesario
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En otro grupo, rodeados de oficiales y ayudantes, están el gobernador Villavicencio, el teniente general don Cayetano Valdés, comandante de las fuerzas sutiles de la bahía, y los generales Blake y Castellanos; sin que al general Lapeña, que anda quemadísimo con los ingleses, se le vea por ninguna parte
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Constituía una leve preocupación para ella, debido a las relaciones licenciosas de su padre con las supuestas ayudantes
97.
Tiene ayudantes, personal
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Decidí ocuparme de los preliminares mientras esperaba a mis ayudantes y abrí la sala frigorífica y las puertas que conducían al recinto de autopsias
99.
Tenía asignados dos escuderos y un encargado de las bestias de carga; además, disponía de cuatro caballos, un pabellón como el del mariscal, una tienda para sus ayudantes y otra para los sastres, y varias bestias de carga para portar sus pertenencias y el equipo de los sastres