1.
Lo que nos hizo tan benigno que el mar, que nos limpia de nuestros sudores fétidos cada verano, a ser pagado de esta manera? A menudo, me acerco a la gente a escuchar sus discursos: toda apariencia lógica e ideal, pero mirando hacia arriba y cruzarlo con ellos, me doy cuenta de la traición que emiten esos ojos
2.
º hijo del anterior, y llamadogeneralmente el Benigno, tenemos particularísimas noticias, y podemosdecir que entonces el castillo de la ALJAFERIA, rebosó en magestad y vióen su recinto la mas brillante concurrencia
3.
creado en la tierra por el ego llega a su fin y aparece un sueño más benigno y maravilloso
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blando, indulgente y benigno, y a veceshace casi un mérito del error en el hombre que
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que era benigno con las mujeres, y tan galante
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Benigno, a quien el retiro de su amo tenía la libertad mermada,
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ydon Benigno el coadjutor de la parroquia, y se bebía en el
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dejaba caerdon Benigno en los oídos de una vieja
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Benigno y«se metía» con el capellán de las monjas, publicando
10.
Excitado por la murmuración, don Benigno bebió algunos
11.
Benigno, que le dió por ello la enhorabuena
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elmundo que vivir en un clima benigno, comer, pasear,
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benigno, y todos pudieron admirar susbotas de gamuza, el pantalón de punto con
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fervienteoración al Señor del Socorro, cuyo benigno influjo se
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Benigno y con sentimiento en lo quetocaba a la cocinera,
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Benigno, dejando queAlelí se durmiera en el sillón del comedor y que Crucita hiciera
17.
Benigno sorprendiera en ella la impresión hondísima
18.
Benigno se detuvo, y con la complacencia que producían en él lasmaravillas de la naciente
19.
Benigno Cordero contemplaba, conafligido semblante las
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Benigno volaba hacia el Norte en seguimiento delprófugo, buscándole por llanos y laderas,
21.
Benigno llegó a la mañana siguiente, se quedó pasmado, yabsorto en la mitad del
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Despejada y clara la atmósfera, el calor benigno, las plantas en laplenitud de su coloración y
23.
El universo no parece ni benigno ni hostil, simplemente indiferente a las preocupaciones de seres tan insignificantes como nosotros
24.
Debajo de los dos conspiradores que se tostaban al benigno sol de Coruscant, miles de seres menos afortunados bullían en los enormes edificios de doscientas plantas cuya azotea era el lago Savvam
25.
-Muchas, porque el Tribunal de Toledo es más benigno, y hace mucho tiempo que allí no sentencian más causas, que las de levi
26.
En la amortiguada iluminación de la joyería, Midge y Eduardo se inclinaron sobre bandejas de centelleantes anillos de prometida, mientras un dependiente discreto les contemplaba con benigno gesto
27.
Inflando el pecho con una enorme inhalación, el agente-yo cita al dictador benigno y ambicioso regente Idi Amin, diciendo:
28.
En esa ocasión sin duda recibí ayuda del espíritu benigno de mi hija
29.
—¿Quieres el divorcio, Benigno? —le contestó ella en tono burlón, mientras terminaba, esa tarde sí, de arreglarse delante del espejo del recibidor—
30.
Su partida de matrimonio con Benigno Carrión Moreno, en 1920, la del nacimiento de su primer hijo, Julio Carrión González, en 1922, y la del nacimiento de su segundo hijo, una niña, Teresa Carrión González, en 1925
31.
En el «White Hart» ninguno estuvo particularmente sorprendido de ver nuevamente a Graham; todos sabían dónde y cómo había pasado la noche y expresaron la esperanza de que el Tribunal de Justicia local sería benigno con él cuando apareciera su caso
32.
Benigno, a aquel joven [158] que ahora parece arengar a sus compañeros y en este momento da un viva a la Constitución?
33.
Benigno se enrojecía más con el calor de la conversación y hasta parecía que su nariz se volvía más aguda, sus espejuelos más dorados y sus piernas más torcidas
34.
Benigno, Sarmiento, Megía, Lucas, Calleja, el Marquesito y los demás que formaban el grupo lo estrecharon, encerrando al honrado comerciante en una especie de tonel de humana carne
35.
Benigno Cordero le está molestando la policía de Zaragoza y es posible que lo pase mal
36.
Benigno dio cien onzas bien contadas porque se le comprendiera en el Decreto del 2 de Octubre fechado en Jerez
37.
Benigno vuelva a su casa; pero no se podrá mucho, hasta que los liberales no estén sometidos
38.
Benigno, que es un hombre de bien, sino por esos pillos que están acechando [116] nuestra debilidad para soltar las riendas de su desvergüenza
39.
Benigno será comprendido en ella
40.
Benigno estaba aún a dos leguas de la Corte, Sola entraba [120] en su casa después de una breve excursión por las tiendas
41.
Benigno que les acompañase Romo a la frugal mesa; pero excusose el
42.
Benigno se le cayó del tenedor un pedazo de calabacín que en él tenía, aguardando a que la boca callase para entrar
43.
Benigno, merecía la atención de Bragas una lonja de ternera, cuyo especioso condimento bastaba a acreditar la ciencia culinaria de la señora de Cordero
44.
Yo pregunto a todas las personas imparciales y juiciosas: «¿En vista de lo que pasa, puede el Gobierno ser benigno?»
45.
Benigno Cordero y de su hija Elena Cordero por conspiración
46.
Benigno está ya tan clara como la diáfana luz del día
47.
Benigno se envolvió en su capa diciendo:
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Benigno y su familia continuaron también en el piso principal de la misma casa
49.
Benigno estaba embelesado, y repetía aquel pasaje de su autor favorito: «Sofía conoce maravillosamente todos los detalles del gobierno de la casa, entiende de cocina, sabe el precio de los comestibles y lleva muy bien las cuentas
50.
Benigno amaba la vida monótona y regular, que es la verdaderamente fecunda
51.
Benigno y su amigo reaparecieron en la trastienda
52.
Benigno el más entusiasta de sus admiradores! Oyendo hablar [96] a doña Crucita con los habitantes enjaulados de su selva de balcón, Rousseau habría comprendido mejor el estado feliz y perfecto del hombre, y su amigo Voltaire se habría puesto de cuatro pies para practicar, no de burlas, sino de puras veras, las teorías del autor del Contrato
53.
Benigno, ahuyentando a sus hijos y a los perros-
54.
Benigno preguntó con mucho interés a su amigo por el resultado de la conferencia que con Sola había tenido
55.
Benigno al cuarto de la enferma diciendo:
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Benigno no podía contener cierta expansión de gozosa generosidad que naciendo en su corazón le llenaba todo entero
57.
Benigno, le pedía a este cigarros para el padre Alelí, preguntaba a los dos qué plato era el más de su gusto para la próxima cena y hablaba con todos de los Cigarrales y de cierta expedición que tenían proyectada; era una reproducción o un lúgubre espejismo de su actividad y de sus pensamientos todos en la vida ordinaria
58.
Benigno que atendía a estos monólogos con tanto dolor como interés, pudo entender algunas palabras entre ellas: D
59.
Benigno, luego que con ella se quedó solo, le preguntó quién era el tal D
60.
Benigno regresó a Madrid sin que le ocurriera nada de particular en su viaje, dejando buenos y sanos, y además muy contentos, a los que en los Cigarrales se quedaron
61.
Benigno halló un medio excelente de vencer, o mejor dicho, de esquivar [243] su timidez, y fue escribir a Sola una larga carta cuando ella se hallaba en los Cigarrales y él en Madrid
62.
Benigno sintiendo su garganta oprimida por un dogal de satisfacción, pues también hay dogales de gozo-; [249] parece mentira, apreciable Sola, que haya hecho usted tantas maravillas con el poco dinero que le dejé
63.
Benigno, que en los momentos de mayor exaltación era hombre razonable, comprendió la justicia de las excusas y le dio otro abrazo
64.
Benigno salió a la huerta y de la huerta al campo, porque necesitaba dar un paseo largo que sirviera de expansión a su alma
65.
Benigno arregló sus papeles y pidió los de Sola que estaban en un pueblo del reino de León
66.
Benigno, dos semanas antes, de la aparición de Salvador en Madrid, padeciendo con esto un trastorno general en sus ideas
67.
¡Oh!, ¿qué dios la enviaría? ¡Gracias, dios desconocido! Se le desentumecían los músculos y ya se sentía ligero, como si, efectivamente, un dios benigno y propicio le hubiese tocado
68.
Benigno, por sentirse, al oír la invitación, tocado de aquel mismo recelo o inquietud de que antes hablamos; pero las reiteradas cortesanías del otro le vencieron al fin
69.
Benigno le dejase libre el cuarto que ocupaba en la casa de Pajes, lo que no sintió mucho el héroe porque estaba hasta la corona de cortesanos, obispos y palaciegos
70.
Benigno renacer en su pecho la antipatía que en otras ocasiones le inspirara su amigote; pero como en tan noble alma no cabía la ingratitud, pensó en las atenciones y cuidados que al mismo debía durante la enfermedad, y con esto se le fue pasando el rencorcillo
71.
Benigno Cordero por razones poderosas; pero en cambio frecuentaba otras muchas casas decentes, [294] a donde concurría en personal de ambos sexos lo más selecto de la Corte
72.
Benigno, después de la de Rousseau; y todos se quedaban pasmados oyendo la magnífica descripción del caballo, la pintura del león, o la peregrina industria de los castores
73.
Benigno se detuvo, y con la complacencia que producían en él las maravillas de la naciente industria del siglo, se preparó a dar a su hija explicaciones demostrativas, para lo cual puso horizontal el bastón y deslizó los dedos sobre él
74.
Ya anochecía cuando escribió una carta a don Benigno Cordero, manifestándole lo que más adelante sabrá el curioso lector
75.
Benigno Cordero contemplaba, con afligido semblante las ruinas de la casa del absolutismo
76.
Benigno, que se tuvo por más hundido y aplastado que Carnicero, al oír lo que oía
77.
Benigno Cordero en la capilla de los Dolores de San Isidro
78.
Benigno en aquella ocasión sereno y grave, como hombre que da cumplimiento al más importante de los deberes
79.
Benigno llegó a la mañana siguiente, se quedó pasmado, y absorto en la mitad del pasillo al saber que el marido de la señora estaba sano y salvo en Madrid y en su casa
80.
A la hora señalada por Rufete bajó Fernando al patio, y si él fue puntual, más lo fueron los otros: en el mismo sitio del primer conocimiento les encontró, y apenas le vieron, abalanzáronse a recibirle, alentados por la presencia del más benigno de los cabos, el tal Resplandor, hechura de la Masonería del año 20
81.
Carlos, en pie, la mandó levantarse, dándole a besar su Real mano, y se mostró benigno, sin abandonar la tiesura y frialdad de rostro estatuario que le caracterizaban
82.
No tuvo papel Santapau en esta tragedia, pues habiéndose trocado, por la virtud de su amorosa llama, de feroz en benigno y humanitario, siempre que le daba en la nariz olor de degollina, se ponía malo; y realmente lo estuvo de la cabeza y del corazón
83.
Pero ¡ay! que si el cielo le concedió la quietud material que por el momento deseaba, no fue benigno con él en aquellos tristes días
84.
El Metropolitano era uno de los albergues satélite más pequeños que se agolpaban en torno al Ejército de Salvación y a la Misión de Los Ángeles y su función era aliviar el flujo excesivo de gente de la calle, particularmente en los meses de invierno, cuando el clima más benigno de Los Ángeles atraía hacia la ciudad una migración desde lugares más fríos del norte
85.
Basilio que había sido tan cruel en su comportamiento bélico fue benigno al hacer las paces
86.
En los períodos de clima benigno, antes de que empezaran las recientes Eras glaciales, cuando este océano ofrecía sus aguas abiertas, los vientos que las barrían captaron el vapor de agua que cayó luego en forma de nieve sobre el Canadá y Siberia
87.
Tiene que escribir diez veces lo que es Alá: Alá es el creador, Alá es eterno, Alá es todopoderoso, Alá es benigno, Alá es la sabiduría, Alá es la vida, Alá lo ve todo, Alá lo escucha todo, Alá lo gobierna todo, Alá lo juzga todo, Alá
88.
Pero incluso durante el intermedio más benigno antes de la ofensiva definitiva, el hielo glacial no sólo revestía los picos bajos y cubría los flancos de las altas montañas, sino que dominaba toda la extensión del continente
89.
Y el Señor, que benigno parecía,
90.
Benigno Corpas, conocido antes del 18 de julio de 1936 en el ambiente teatral como don Benigno, entendió que puesto que los revolucionarios -así llamaba él a los que se incautaron de su teatro, el Talía- habían tenido la gentileza de no "darle el paseo", como a tantos amigos y parientes suyos, y cobraba un sueldo, aunque fuera exiguo, debía cumplir con algunas obligaciones
91.
En su cómodo sillón, Benigno Corpas pasaba la vista por el periódico
92.
El viejo T'sung H'sai, el presidente, un majestuoso mandarín de cráneo pelado y rostro benigno, estaba de pie, enfurecido, en el dentro de la habitación
93.
Severn había emprendido el viaje después de ganar una medalla de oro de la Royal Academy; Keats, en cambio, venía a Italia en busca de un clima más benigno, puesto que estaba aquejado de tuberculosis
94.
Él había vivido un invierno cuando era muy pequeño, pero según decía todo el mundo, había sido muy corto y benigno
95.
Él había vivido un invierno cuando era muy pequeño, pero según decía todo el mundo había sido muy corto y benigno
96.
En este benigno elemento húmedo, todo cuanto ilumino es bello y encantador
97.
Era un hombre de noble aspecto, en la plenitud de su edad y de un benigno semblante
98.
La foto en cuestión era, como digo, un secreto que había nacido en marzo de 1994 entre el padre Benigno Gamarra y yo
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Dekkeret tuvo que esperar un rato en una antesala decorada con enormes retratos en cerámica blanca de los monarcas reinantes: el Pontífice Confalume de frente, con aspecto benigno pero de abrumadora grandeza y el joven lord Prestimion, la Corona, de perfil, con un brillo de inteligencia y dinamismo en sus ojos