1.
Al caudillo revolucionario, cuando luego de ser engañado y traicionado, fue juzgado por los tribunales para ser condenado al patíbulo, se le inventaron crímenes que nunca cometió y se quiso agotar el innoble recurso de cubrir su nombre con la más repugnante de las infamias
2.
El ovillo se desenredó cuando la Alta Corte de Justicia, ratificando la sentencia del Consejo de Guerra de Oficiales Generales, dispuso el 22 de marzo de 1825 que era llegado el caso de cumplir la sentencia acordada el 11 de noviembre de 1824, y dar traslado del auto al Comandante General del Departamento para la inmediata ejecución del condenado
3.
El General Barón de Eben se acercó al condenado y descubriéndose le dio un saludo respetuoso de despedida
4.
Por lo demás, el Vicepresidente tenía ciertos resentimientos con el condenado, lo cual, desde luego, no puede interpretarse como una situación que hubiera jugado papel alguno en el juicio
5.
Su intromisión en el juicio a los septembrinos es una página turbia de la historia, como que solo sirvió para que se cometieran abusos y se enlodara el proceso, quedando en este como en todos los actos de su vida, la huella de sus desbordantes pasiones y el influjo de sus profundos resentimientos, que en este caso única mente quedarían parcialmente satisfechos, cuando el 15 de noviembre del mismo año, ve salir profundamente abatido, camino del destierro, al General Santander, bajo la custodia del oficial Jenaro Montebrune, mercenario napolitano, amigo de Manuela, a quien ella exigió que durante el viaje tratara de obtener alguna infidencia del condenado
6.
El metálico, esencial para mantener el comercio exterior, estaba condenado, no obstante, a abandonar Costa Rica, a raíz de la na-24
7.
y merece ser condenado, unidos en la convicción de que lo diferente es
8.
AL escribir Tirso y Calderón El condenado por desconfiado y Ladevoción de la Cruz,
9.
Asi, pues, arrestado de órden de Bolívar, fué conducido áAngostura, juzgado en consejo de guerra y condenado á muerte
10.
—Mataré a ese condenado lord Gray
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redondillas se repiten casi a la letra en El condenado
12.
Pero la atribución de El condenado a Tirso puede
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condenado por el tribunal odioso
14.
condenado un reo, el cual tenía algunos parientes y amigosque con gran ahinco
15.
leacusaba, por lo cual fué condenado á ser quemado vivo en el prado de SanSebastián
16.
Real Audiencia y está condenado en vista á cortar lacabeza y en revista le condenaron
17.
Mi digna tía Isabel, volviendo de la isla deLeón, ha visto todos los guardacostas dispuestos y me ha dicho quehabían apostado dos centinelas en el faro para vigilar las evolucionesde la embarcación de ese condenado que se ve a lo lejos
18.
—Y que el condenado había entrado en el santo lugar
19.
Una vez allí, el silbato del condenado resonó de nuevo, pero en dosveces distintas, con modificaciones singulares
20.
El condenado permaneció en laplaya, montado sobre su fiel Iscar
21.
En efecto, el condenado bordeaba intrépidamente aquel paso, que el furorde las olas debía hacer impracticable
22.
—Silencio, niño—respondió el condenado
23.
—¡Cómo!—preguntó el honrado Massareo—, ¿está usted bien seguro,Santiago, de que el condenado está entre el número de los muertos?
24.
La voz del condenado tronó, y toda la tripulación de la escampavía, queestaba arrodillada y como fascinada ante aquel extraño espectáculo, cayóde bruces contra el puente
25.
—¡Muera el condenado! ¡muera el maldito!—gritaban todos
26.
un condenado extendía, a través de losbarrotes, las manos descarnadas, implorando una
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Así podría vivir tranquila,sin las angustias que sufro actualmente, pues temo de un momento á otrover preso y condenado á muerte al
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como un condenado, que empieza con la «Balsa de la Medusa»
29.
un antiguo sacerdote, condenado por atentado al pudor
30.
—Tenemos en el almacén un antiguo notario condenado á veinte años porhaber arruinado un pueblo entero
31.
milagrosamente en un santo á un desgraciadoperdido por los vicios? ¿Porque fuiste condenado has
32.
Ya está el condenado en libertad
33.
—Fui condenado, por conspiración; a relegación en Siberia;
34.
que entreusted y ella el amor estaba condenado a una triste vida?
35.
perseguido,contra los jueces que lo han condenado, contra toda esa sociedad y
36.
punto condenado á la oscuridad
37.
En ambos casos está sometido á las leyes generales de la razon; perocon la diferencia de que en el órden puramente ideal, ha de atender áesas leyes y á nada mas; pero en el real, no puede prescindir de losobjetos considerados en sí, y está condenado á sufrir todos losinconvenientes que por su naturaleza le ofrecen
38.
sociedad necesitan esa fe; sinella, la sociedad y la familia serian imposibles; el mismo individuoestaria condenado al aislamiento, y por tanto á la muerte
39.
ofrecen en los conceptos indeterminados, se hallaria condenado áuna ciencia completamente
40.
Golgota: inmortal en esta vida, pero condenado a errar por el mundo, y a lPágina 54lorar la
41.
»Pero la legislación del país permite a todo condenado a muerte buscarun
42.
Condenado á degollar, pide el bautismo, y es muerto con
43.
y se oculta de tal modo el condenado, quenadie lo ve
44.
suexistencia, sino enfermo desde la cuna, condenado desde antes de nacer aluchar con el mal que
45.
delirio de un condenado amuerte, cuando oyó fuertes voces y
46.
El pobre condenado dejó escapar un grito, una exclamación de
47.
—Son los jurados que han condenado al reo, y que la ley
48.
Y riendo como un condenado y con voz ahogada por la
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reprendido yconminado, condenado a cárcel y hábito por un año, y en confiscación
50.
conminado, y condenado ahábito y cárcel por dos años, y confiscación de sus bienes
51.
condenado en quinientaslibras y en dos años de destierro en una Villa, confinación en
52.
acabarcon ese condenado, entraría yo en la conspiración
53.
arrancado las riendas yblasfemaba como un condenado, tratando de contener los
54.
¡Hermano demi alma, que por ella se ha condenado; que está en los profundosinfiernos por culpa
55.
Y condenado por la Iglesia con penas terribles en el otro
56.
podía ponerlasobre ellos sin quedar condenado ipso facto
57.
era su padre condenado a la degradaciónmilitar?
58.
El sol, condenado aalumbrar el
59.
condenado largo tiempo al silencio y que sufre el
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¡Qué condenado de aire! Vamos a volar,muchacho
61.
voluntad de sus jueces, que la habían condenado á perder lavida
62.
que quiere marcharpor sus cabales, es condenado a vegetación
63.
recibimiento, y como el condenado aquél no la invitó apasar,
64.
Entonces, en un momento, desapareció el condenado y
65.
la religióncristiana, estaba condenado á arder en llamas eternas
66.
abordado la cuestión; eneste particular estaba el escribiente como el condenado a muerte que,con
67.
venía en busca del condenado artículo
68.
condenado á muerte en el mes de Abril, por el Presidente licenciado,(ó
69.
alegoría escrita en piedra, que corona la puerta principal de la iglesia, y sobre la cual se ven algunos papas que se han condenado por sus crímenes: hé aquí el protestantismo, que en nombre de la libertad, mutila
70.
sido condenado á «cinco dias de ayuno en la prision, extrañamiento del canton por diez años y cuarenta
71.
voluntario del preso preventivo, en elinfamante, durísimo y forzoso del condenado
72.
aquí un puente, tan asazatrevido, que á pesar de estar condenado por toda la ciencia junta,tiene la
73.
–Si me recuerdan las generaciones futuras -se limitó a comentar el mandatario-, será como el Gran Maestre que fue condenado al fuego eterno por enviar a sus hombres a una muerte masiva
74.
El corazón, esclavo condenado a dar sus latidos regulares todos los días y noches de una vida, pudiera mover a piedad, pero por lo menos él no siente, ya que, al modo del animal doméstico, no tiene conciencia de su miseria
75.
¿Por qué contaba Jesús al menos con un celote -Simón- entre sus más fieles seguidores? ¿Por que les pidió a estos que vendieran sus túnicas para comprar espadas, y declaró que había venido no para traer la paz sino la espada? ¿Por que estaba armado Pedro y, así parece, el resto de sus discípulos reunidos en el jardín de Getsemaní? Y, por encima de todo, ¿por qué fue condenado a muerte Jesús por sedición contra el poder imperial de Roma y no bajo la acusación de blasfemia?
76.
Fue detenido en Illapel el 13 de septiembre de 1973 y condenado a relegación en Putaendo por un tribunal castrense
77.
Por alguna razón, la muerte la había condenado a existir tan cerca de la vida, que seguía pensando que vivía
78.
A menos que el condenado a vivir en estas espantosas cloacas no quiera tomar un baño constante de agua salada, se ve obligado a estar todo el día sentado sobre un tablado que le sirve de alacena y en el que se encuentra un pobrísimo jergón
79.
¿Por qué no me dejará en paz ese condenado Lomax? ¿Y por qué los coloniales no se quedan en las colonias? ¿Para qué vienen? ¿Para birlarnos las chicas más guapas? Estoy harto de todo
80.
La fantasía que sobrevolaba a los teleespectadores en ese momento era una exacerbación de la brevedad de la vida: un viajero intergaláctico que desembarcara en un mundo extraño, sin protección alguna (¿qué protección podía tener?), y en ese mundo las condiciones ambientales hicieran imposible la vida: estaba condenado, evidentemente, moriría en unas décimas de segundo, podía decirse que ya estaba muerto… Pero mientras tanto estaba vivo, estaba desembarcando en el mundo, en la realidad horrenda del mundo
81.
Y contóle el escrutinio que dellos había hecho, y los que había condenado al fuego y dejado con vida, de que no poco se rió el canónigo, y dijo que, con todo cuanto mal había dicho de tales libros, hallaba en ellos una cosa buena: que era el sujeto que ofrecían para que un buen entendimiento pudiese mostrarse en ellos, porque daban largo y espacioso campo por donde sin empacho alguno pudiese correr la pluma, descubriendo naufragios, tormentas, rencuentros y batallas; pintando un capitán valeroso con todas las partes que para ser tal se requieren, mostrándose prudente previniendo las astucias de sus enemigos, y elocuente orador persuadiendo o disuadiendo a sus soldados, maduro en el consejo, presto en lo determinado, tan valiente en el esperar como en el acometer; pintando ora un lamentable y trágico suceso, ahora un alegre y no pensado acontecimiento; allí una hermosísima dama, honesta, discreta y recatada; aquí un caballero cristiano, valiente y comedido; acullá un desaforado bárbaro fanfarrón; acá un príncipe cortés, valeroso y bien mirado; representando bondad y lealtad de vasallos, grandezas y mercedes de señores
82.
Unas detonaciones del otro lado del barranco, el castañeteo seco de una bandada de perdices de color tierra que el perro había levantado, la doble detonación, repetida casi en seguida, la carrera del perro, que volvía con los ojos desorbitados, el hocico lleno de sangre y un puñado de plumas que Ernest y Daniel le quitaban y que, instantes después, Jacques recibía con una mezcla de excitación y de horror, la búsqueda de otras víctimas, cuando las habían visto caer, los gañidos de Ernest, que se confundían a veces con los de Brillant, y de nuevo la marcha, Jacques ahora encorvado bajo el sol a pesar del sombrerito de paja, mientras alrededor la meseta empezaba a vibrar sordamente como un yunque bajo el martillo del sol, y a veces una nueva detonación o dos, nunca más, pues uno solo de los cazadores había visto escapar la liebre o el conejo condenado de antemano si lo apuntaba Ernest, siempre diestro como un mono y corriendo ahora casi tan rápido como su perro, gritando como él para recoger por las patas de atrás el animal muerto y mostrarlo de lejos a Daniel y Jacques, que llegaban jubilosos y sin aliento
83.
Desde el punto de vista superior de la peste, todo el mundo, desde el director hasta el último detenido, estaba condenado y, acaso por primera vez, reinaba en la cárcel una justicia absoluta
84.
Pues bien, ¡no es eso! ¿Sabe usted que el pelotón se sitúa a metro y medio del condenado? ¿Sabe usted que si diera un paso hacia adelante se daría con los fusiles en el pecho? ¿Sabe usted que a esta distancia los fusileros concentran su tiro en la región del corazón y que entre todos, con sus balas hacen un agujero donde se podría meter el puño? No, usted no lo sabe porque son detalles de los que no se habla
85.
Católico especial, de esos que nuestra Santa Inquisición hubiera condenado, en otro tiempo, y varias veces, a las llamas purificadoras de la hoguera; enemigo de la dictadura reinante, zaherida por él en puntiagudos aforismos, en raras piezas teatrales, imposibles de representar
86.
Hizo un leve gesto de asentimiento hacia su compañero que buscó en los bolsillos del condenado un paquete de cigarrillos y encajó uno en los labios encendiéndoselo a continuación
87.
Un pueblo sin un descendiente del dios Sol sentado en el trono era un pueblo perdido y condenado
88.
Se trataba de una creencia religiosa, pero también poseía un aspecto práctico: un cuerpo no enterrado estaba condenado a ser despedazado por los perros salvajes y a ver sus huesos picoteados por los pájaros
89.
¡Nos has condenado! ¡A todos!
90.
Cada uno de ellos tenía plena conciencia que desde el momento en que abandonara la ciudad del Cuzco estaba condenado a muerte, y que por grande que fuera la clemencia del Emperador, nunca podría pasar por alto un delito que podría considerarse alta traición
91.
Considerado una célebre personificación de la valentía y la justicia, el mandarín Ming protestaba ante el Emperador en nombre del atribulado pueblo llano aun a riesgo de su propia vida, tras lo cual era destituido y condenado al exilio
92.
Se preguntó si con sus acciones habría ganado el paraíso prometido, o, si por el contrario, se vería condenado a vagar eternamente por las "tierras vacías" y sintió una profunda pena por su alma que tal vez acabaría por reunirse con las de los componentes de "La Gran Caravana"
93.
El condenado Hyans, el Niño-Amor-Libertad, utilizando los métodos de las multinacionales para comer el coco al prójimo
94.
y agitó en el aire el condenado trasto
95.
—Vale la pena de compadecerse y de llorar por ella, y hasta la de que le juzguen a uno y de correr el peligro de ser condenado a muerte, sólo por ser objeto de su simpatía
96.
Durante un tiempo, el condenado se instala en el tormento, lo incorpora a sus hábitos y busca consuelo en la idea de que nada peor podrá ocurrirle
97.
Por esa razón, en el año 922, fue sometido a un proceso y condenado a muerte por hacer milagros y no mantener en secreto los prodigios que Alá le había permitido realizar
98.
Hacía los honores a la comida como hombre condenado desde cuatro a cinco años a la cocina italiana, es decir, a una de las peores del mundo
99.
Entretanto Andrés y los dos ayudantes del verdugo se revolcaban por el suelo, mientras que el condenado seguía gritando: «Debe morir, quiero que muera, no tienen derecho para matarme a mí solo
100.
—Sí, pero, ¿y el condenado?