1.
Podría acaso creerse, que, como tantas otrasobras posteriores de la misma especie, es sólo la descripción óexplicación de algún cuadro
2.
Es la desconfianza en los demás y el creerse
3.
llegando incluso a creerse que quiere lo que en realidad le ha sido impuesto
4.
Entre creerse unmonstruo de maldad o un ser inocente y desgraciado, mediaban a veces ellapso de tiempo más breve o el accidente más sencillo; que sedesprendiese una hoja del tallo ya marchito de una planta cayendo sinruido sobre la alfombra; que cantase el canario del vecino o que pasaraun coche cualquiera por la calle, haciendo mucho ruido
5.
espontaneidad de distinción, pudo creerse que los dosideales
6.
Puede creerse queel oficio es bueno
7.
y el estíoson dos estaciones que podrían creerse idénticas á
8.
discretamente desde el comienzo las insinuaciones, a fin de quenunca pueda creerse
9.
Por un instante pudo creerse que el fiero león
10.
tener limpia el alma, creerse casi enestado de gracia y despertar de repente en pleno
11.
que está vivo tienenecesidad de creerse eterno
12.
Tal vez pudo creerse que esta precipitación en la partida y el no entraren la casa los otros
13.
Al considerar esta mala suertede las compañías dramáticas en Vetusta, podría creerse que el
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semejantes a los hombres que al creerse salvados por una
15.
superior a ellos, y al creerse molestado prorrumpía
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todos sus primores y prestó a su alma ya su cuerpo gentileza tal que bien pudiera creerse que
17.
Y daba á eso calor el creerse ellos neciamente eternos; y
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que, siendoesta dirección la razonable, no debía creerse que la había tomado elfugitivo, pues lo
19.
Alocén, en los tres últimos siglos, tuvo tres hijos ilustres y de muy justo renombre: en el XVIII, el agustino fray Pepito Doblado, que sabía dibujar mapas como nadie: en el XIX, el guerrillero Simeón Cotillas, Chatoangustias, que, según dicen era capaz de andarse diez leguas en una noche y sin sacar la lengua, que trajo a los franceses a mal traer, y en el XX, o sea ahora, la cupletista Maruja la Bien Templá o la Bien Plantá, que de las dos maneras se oye decir, que murió presumiendo de haber tenido amores con el archimandrita Georgios Nauplín, con el general Primo de Rivera y con el cardenal Segura (esto no debe creerse)
20.
Por lo demás, su tarea no era tan fácil como hubiera podido creerse
21.
Voy a hablar bien de él, ¿comprende?, y es capaz de creerse que es cierto
22.
{160} y los que no han sido favorecidos por el destino no pueden dejar, en cierto modo, de creerse responsables y sienten que no se debe contribuir con pequeñas faltas a esa culpabilidad general
23.
Muy abajo, en los profundos valles el húmedo y agobiante calor llegaba a hacerse asfixiante porque podría creerse que el aire no se había renovado durante los tres últimos siglos, al tiempo que en las cumbres el viento helado se metía en los huesos y obligaba a castañetear diente con diente
24.
Así fueron creciendo las pavaditas y costaren más de lo que pudiera creerse
25.
Y no vaya a creerse que aquellas demostraciones de atención las recibía yo solo
26.
En algún momento, empezaron a creerse víctimas de alucinaciones
27.
Porque, en efecto, bien pudiera creerse que ciertos acontecimientos sólo pueden producirse en virtud de una inaudita casualidad y a menudo tales coincidencias parecen tan increíbles como el choque de dos astros en los espacios estelares
28.
—No siempre puede creerse en las pruebas
29.
Si él dice una cosa, puede creerse a pies juntillas
30.
Por otra parte, aún le respeta lo suficiente, aún le ama lo bastante, como para no acabar de creerse del todo su propia malignidad: Fernandito confía, en el fondo de su corazón, que la comedia maligna de amor entre suegro y nuera no tenga lugar
31.
Era un tonto, sobre todo por creerse listo
32.
Pero, ¿acaso queda alguien que hoy en día esté dispuesto a creerse ese cuento?
33.
Francia podía creerse aún en los días del gran soldado
34.
No puede creerse la suerte que tiene
35.
Y en su frente pusieron una brillante diadema, que la tornó tan brillante que podría creerse en la aparición de una nueva luna en el cielo
36.
Y también pudiera creerse que los picos de la laya, al rasgar la [21] tierra y separarla blandamente, hablaban con ella y que salían palabras tristes del rumorcillo del hierro entre los pelmazones de la dura arcilla
37.
Su respiración era entrecortada y sibilante; a Sila le parecía una parodia de la agonía de Metelo Numídico el Meneitos, y quizá por eso no acababa de creerse que estuviera asistiendo a una agonía
38.
¿Podrá creerse, pues, que lo que escriben
39.
Terrible fue la tarde: la pobre señora persistía en la demencia de creerse monja, y de repetir en memoria y en voluntad los actos y sucesos que precedieron a su evasión del claustro
40.
Largo fue en verdad el recorrido porque contra lo que pudiera creerse, el trayecto entre el cielo y el infierno es arduo y difícil y todo erizado de escollos aéreos
41.
A la gente del pueblo le rechinaban los dientes preguntándose por qué tenía que creerse tan especial
42.
Puesto que los gigantes exteriores tienen una densidad tan baja, su masa (la cantidad de material que contienen, hablando en términos generales) es más baja de lo que podría creerse a juzgar sólo por su tamaño
43.
Parecería que todos los planetas de tamaño considerable, con excepción de la Tierra, se formaron en torno a un punto central de condensación, a lo sumo con nudos reducidos de materia en los extremos, tan pequeños en comparación con el punto central de condensación que casi no podría creerse que afectaran la manera en que se formó el planeta principal
44.
Ninguno de sus guías podía creerse que hubieran atravesado toda Turquía sin el más mínimo incidente
45.
No acababa de creerse que todo fuese una consecuencia de su ambición, aunque Abelardo lo afirmase taxativamente una y otra vez
46.
Pero tal como eran las cosas, esa idea no se le habría pasado por la mente de no ser por las insinuaciones de la señora Jennings; y entre las dos, Elinor no podía evitar creerse mejor observadora: ella observaba los ojos del coronel, en tanto la señora Jennings sólo pensaba en su comportamiento; y mientras sus miradas de ansiosa inquietud cuando Marianne comenzó a sentir los primeros síntomas de un fuerte resfrío manifestados en dolores de cabeza y de garganta, al no estar expresadas en palabras escapaban completamente a la observación de la señora Jennings, ella podía descubrir en sus ojos los vivos sentimientos y la innecesaria alarma de un enamorado
47.
Porque creerse Auster se había convertido en su mente en sinónimo de hacer el bien en el mundo
48.
Supongo que podía caer en la trampa de creerse el personaje, pero Sam conseguía mantener las distancias
49.
También se cuenta la leyenda opuesta (garantizada por ancianos cuyo recuerdo de la familia Gauss puede ser considerado como digna de creerse)
50.
No podía creerse que Matt le estuviera diciendo aquello
51.
Nadie acaba de creerse que no reaparezca un día con el rostro enrojecido y con paja en los pantalones
52.
Esto era por cierto el discurso claro de un hombre, y a juzgar por el cambio que se manifestaba en el semblante de los oyentes, hubiera podido creerse que por primera vez desde hacía mucho tiempo volvían a oír ellos voces humanas
53.
Se dice, y ello es digno de creerse, que Ottomar se muestra rara vez en la sección de Blumfeld porque desea ahorrarse el disgusto que le producen los métodos de trabajo de Blumfeld
54.
Podría creerse entonces que el escribiente, reconociendo la bondad de su superior, habría de apresurarse a ocupar su lugar
55.
¿Puede creerse que en el hospital le pusieran ese nombre? No la quería nadie porque probablemente no podría andar nunca y porque tenía que sufrir un montón de operaciones de corazón
56.
Estaban a punto de creerse lo que los gemelos les estaban contando
57.
Cuando por fin mi afilado acero dio en el corazón de uno de ellos, el otro echó a correr, y adivinando que seguiría el mismo camino que los que tanto me importaba encontrar, le dejé alejarse lo suficiente para que pudiera creerse a salvo
58.
La viudez la había amargado hasta el punto de no creerse que fuera la misma, y la había vuelto fofa y agria, y enemiga del mundo
59.
Llegó a creerse que hacía milagros
60.
(Las llamadas escuelas revisionistas, a pesar de lo que pudiera creerse por la burda entidad de sus mistificaciones y la endeblez de sus argumentos, gozan de adeptos)
61.
A los pocos meses había recuperado su dignidad y en breve empezó a creerse que era el dueño de la casa y que yo era alguien con el que apenas toleraba compartir el espacio
62.
Los jóvenes no son su tipo, a pesar de lo que pudiera creerse
63.
Al ver que tal estado persistía más allá de un tiempo prudencial, la condesa empezó a considerar el paso, impensable en otras circunstancias, de interrumpir el proceso (impensable porque solía creerse que la interrupción dejaba algún «espíritu» atrapado en un limbo interplásmico)
64.
¿Se estaba excediendo? ¿Había sucumbido, como Cerebrito, a la idiotez de creerse seguro y necesitaba también un baño de realidad? Curioso personaje, Joaquín Balaguer
65.
Catón no daba crédito, no podía creerse lo que había ocurrido
66.
Partenio estaba seguro de que aquélla era sólo una vil estratagema de Norbano, y que si alguien se iba de la lengua caería también bajo las implacables espadas pretorianas, pero el viejo consejero imperial no tenía tan claro que Marcio no fuera a creerse ese mensaje y temía que revelara los nombres de los que habían participado en la conjura, en particular, el suyo propio y, por qué no, el de la emperatriz
67.
No tenía por qué creerse aquel cuento descabellado
68.
La mujer ha anotado a lápiz, al final: «El extremo mayor de la soberbia es creerse hijo de Dios»
69.
Un sábado por la tarde, sin terminar de creerse lo que estaba haciendo, pero incapaz de resistirse, abrió la puerta de la iglesia y entró en ella
70.
Pero ¿por qué no reacciona ante Lucy? Es tan cálida y acogedora que se ha dejado llevar por su encanto; dice que lo de la cena suena estupendo, que no puede creerse que hayan pasado diez años y que tienen mucho de qué hablar
71.
Y si no los hubieran controlado en su caza de brujas, ¿quién habría estado seguro a la fría y clara luz del día? Las llamas, el calor y la oscuridad podrían enloquecer las mentes de los hombres, pero la luz del día les hacía creerse cuerdos, y yo sabía que una caza de brujas legitimada por la luz del día era algo terrible
72.
Cuando el mayor Owen fue el primero en cruzar la pasarela, hubiera podido creerse que para él, y sólo para él, se había aglomerado en el muelle aquella abigarrada muchedumbre, entre los cobertizos y el barco, mirando con curiosidad; que también sólo por él ondeaban las banderas en la punta de los blancos mástiles, y que era a él a quien la banda saludaba con sus relucientes instrumentos de metal
73.
Con uno solo de estos mitos basta para estropear completamente lo que para un animal es puro placer; y hay mujeres que se las arreglan para creerse los tres al mismo tiempo
74.
Los dos recientes ex prisioneros parecía que no acababan de creerse que seguían vivos
75.
Les gusta creerse tolerantes con las opiniones de todos los hombres y se niegan a reconocer que hay hombres profundamente pervertidos, que son monstruos por naturaleza
76.
Sabía que estaba allí en ausencia de Ibn Sina y le avergonzaba pensar que alguien pudiera considerarlo tan presumido como para creerse en condiciones de ocupar el lugar del Príncipe de los Médicos
77.
Es el colmo, vuelvo la espalda unos cuantos siglos, y de repente, toda la gente de este pueblo tiene el valor de creerse que le pueden contestar a un hechicero, ¿eh?
78.
Diana decía que él debía haber sabido que ella consideraría una ofensa que, sin pizca de discreción, se paseara con esa dama pelirroja por el Mediterráneo, y que no juzgaba eso desde el punto de vista moral, porque era mejor dejárselo a otros y ése no era su estilo, pero que tenía que confesarle que no esperaba una grosería como ésa ni que, después de eso, tal vez en un arrebato, no se hubiera justificado al menos con una historia que ella pudiese fingir creerse sin perder la dignidad
79.
Eso dice la gente cuando quieren creerse una mentira —replicó Mau secamente—
80.
Y de ese modo, dos horas después, Jonathan Koolhaus, que estaba atónito, sin poder apenas poder creerse la buena suerte que tenía, atravesaba el castillo y, con la deferencia debida a un secretario de los Materazzi, se le conducía a la zona del palacio habitada por Arbell Cuello de Cisne, y en concreto a las habitaciones de los guardias
81.
La idea tan peculiar de que Ciro pudiese, en cierta forma, deberle su grandeza al presuntuoso dios de los judíos era algo que los persas estaban dispuestos a tolerar, pues comprendían la necesidad de cada esclavo de creerse el preferido de su amo
82.
De modo que un túrbido pacto se llevó a cabo, pues tanto persas como argivos tenían excelentes razones para creerse la fantasía de que eran parientes: los primeros anticipaban una base naval amiga en el Peloponeso y los segundos podían frotarse las manos con satisfacción y soñar con una Esparta reducida a escombros por su primo lejano, el Rey de Reyes
83.
–¡Un momento! – gritó Reston, incapaz de creerse lo que estaba oyendo: que rehusaban cumplir su deber moral, sus obligaciones
84.
El corrector miró el sobre y tocó suavamente los billetes, sin acabar de creerse lo que le estaba sucediendo
85.
, acabó por creerse que ése era, en efecto, el motivo que le impedía ir a casa de su prima
86.
Por un momento ha podido creerse que el odio al príncipe de la Paz nos atraería algunos partidarios, pero la invasión súbita de la capital del reino y de sus principales ciudades, sin que pueda cubrirse tal medida con el pretexto del derecho de guerra y de
87.
Llevando la buena voluntad hasta sus límites extremos, hubiera podido creerse que, distraída, oía tan sólo el “señora”, y que el apéndice verbal que se añadía a esto no era percibido
88.
Dejemos de momento a un lado a aquellos que, como el carácter excepcional de su inclinación les hace creerse superiores a ellas, desprecian a las mujeres, hacen de la homosexualidad privilegio de los grandes genios y de las épocas gloriosas y, cuando tratan de hacer compartir su gusto, es menos a aquellos que les parece están predispuestos, como hace el morfinómano con la morfina, que a los que les parecen dignos de ello, como otros predican el sionismo, el negarse al servicio militar, el sansimonismo, el vegetarianismo y la anarquía
89.
Damen no acababa de creerse que se estuviera aprendiendo la lección sin apenas darse cuenta
90.
En resumen, podía creerse que si la señora de Cambremer la alquilara, no era tanto para aumentar sus rentas como para que descansaran sus caballos
91.
Por eso, después de haberme dicho de Saint-Loup (adoptando para ello una expresión de Roberto porque si para conversar yo empleaba con ella esas expresiones de Legrandin, por una sugestión inversa ella me contestaba con el dialecto de Roberto, que no sabía era prestado de Raquel), acercando el pulgar al índice y cerrando a medias los ojos, como si mirase algo infinitamente delicado que consiguiera captar: “Tiene una hermosa cualidad de espíritu”, hizo su elogio con tanto entusiasmo que pudiera creerse que estaba enamorada de él (por otra parte, se aseguraba que, antes, cuando estuvo en Doncières, Roberto había sido su amante), pero en realidad sencillamente, para que se lo repitiese y llegar a: “Usted está muy ligado a la duquesa de Guermantes
92.
Ganó Brichot dejó de ir a Féterne, pero fue tal su pesar que durante dos días pudo creerse que iba a perder por completo la vista y de cualquier modo su enfermedad había dado un salto para adelante que ya no pudo evitarse
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Y si el lugar actual no venciera en seguida, creo que perdería el conocimiento; pues esas resurrecciones del pasado, en el segundo que duran, son tan totales que no sólo obligan a nuestros ojos a dejar de ver la estancia que tienen cerca para mirar la vía bordeada de árboles o la marea ascendente: obligan a nuestras narices a respirar el aire de lugares sin embargo lejanos, a nuestra voluntad a elegir entre los diversos proyectos que nos proponen, a toda nuestra persona a creerse rodeada por ellos, o al menos a tropezar entre ellos y los lugares presentes, en el aturdimiento de una incertidumbre parecida a la que a veces experimentamos ante una visión inefable en el momento de dormirnos