1.
Tampoco conviene dejarse llevar por los prejuicios, en otras culturas el perro es un animal
2.
exasperación comenzaba a subir por mis venas y sus efectos empezaban a dejarse notar, del
3.
Cuando yo antes hablaba de que hay dejarse llevar por los
4.
sentir lo que siente, y por dejarse llevar por el sentimiento, en vez de por el
5.
Deben tener paciencia y comprensión con ellas, pero no dejarse arrastrar por
6.
Y dejarse llevar por el viento e intangible inconmensurable, sin ofrecer la menor resistencia, choca con un enorme sentido de la ligereza y el amor
7.
perderse, de zambullirse en el río de la vida y dejarse arrastrar
8.
ción, un estar abierto al otro, un dejarse asaltar por las intensida-
9.
incidiendo sobre el “bien común” sin dejarse arrastrar por los casos
10.
en dejarse atraer por el azar y la ambigüedad
11.
Cuando apareció en la puerta, con los brazos abiertos,fue Moreno a dejarse estrechar en ellos
12.
envanecida y orgullosa de suhermosura, jugaba con el corazón de su amartelado, sin dejarse
13.
Era signo de distincióny de buen gusto dejarse robar por la eminencia; se congregaba paracruzar
14.
de Serranos, sus piernas flaqueaban, y sintió lanecesidad de dejarse caer en uno de los bancos
15.
por el calor, y volvían a la carga resueltos a dejarse hacer trizas en la boca de los cañones, o
16.
"Matilde …" sin adjetivo; cuando unoestá muy agitado deben dejarse los adjetivos en el tintero
17.
arrojadoy valiente, sin dejarse de notar por eso en ellos ciertaschispas de prudencia;
18.
intentarsostenerse sobre las piernas, tuvo que dejarse caer en el
19.
silla,pero recatadamente y sin dejarse sentir de los que la
20.
—¡Pero bien podría dejarse ver, a pesar de todo!—aúlla el
21.
y él creyó necesario, para el ornato de sunueva dignidad, dejarse crecer en forma de bigote los
22.
del pueblo, cumplir con los preceptosde la Iglesia y dejarse estar
23.
ELECTRA ( con resolución, sin dejarse quitar el chiquillo)
24.
Los ojos de Sorege aparecieron chispeantes y sus labios temblaron, comosi fuese á dejarse llevar á alguna declaración imprudente
25.
que es dócil para dejarse perder por un ignorante maligno, éindómita cuando la hablan los consejos del
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habitual: la de dejarse seducir por las mujeres, dededicar una
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promesas, deciden a un pobre diablo a dejarse cortar endos
28.
en suspenso, esperando quetuviera la bondad de dejarse coger
29.
dejarse conducir en aquel encierro aotra casa de la morería
30.
Habíaque dejarse ver de las gentes, frecuentar las
31.
La Teodora, sin dejarse ganar porla emoción de los
32.
lavoluntad tomaba la resolución cobarde, egoísta, de « dejarse ir»
33.
seríacuestión de tener paciencia, de sufrir, de dejarse morir
34.
sehabía quedado sin un cuarto, por dejarse llevar del ímpetu
35.
de aquellos faldones y dejarse allí las uñas, antes quesoltarlos
36.
sussoldados y compañeros, que no tardaron en dejarse seducir, y sacudiendolas riendas de la obediencia,
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de sol, los honrados menestrales se acomodaban en sus asientos,resueltos a dejarse
38.
se acercase, sin dejarse engañar por el traporojo, tirándole siempre al cuerpo
39.
dejarse coger por el gusto deque la gente se hiciera lenguas de su valentía
40.
–No, Monsieur Bodoni, usted hace lo que hacen sus colegas; en general, hay que pagarlo todo, pero con ciertas operaciones afortunadas es posible, cómo se dice, dejarse algo en el tintero
41.
En al menos un par de ocasiones estuvieron a punto de perder el control y dejarse atrapar por los muertos
42.
También de lo fácil que era para las clases acomodadas dejarse engañar por las situaciones de euforia y del peligro de coquetear con las pasiones más sensibles del ser humano
43.
Era preciso dejarse ver, para forzar la reacción del enemigo
44.
Marta tuvo que optar entre la opción utilitaria de no defraudar los compromisos adquiridos con su compañera lesbiana y el estamento intocable de sus amigos íntimos, incluido el entramado o soporte material existente; es decir, asumir la postura fruto de la moral adquirida o, por el contrario, dejarse embelesar y disfrutar del nuevo amor
45.
De manera que Armada acepta la proposición de Milans, pero, para no delatar su complicidad con el general sublevado ante los generales que lo rodean en el Cuartel General del ejército -a quienes ha ido repitiendo frases escogidas de su interlocutor-, públicamente la desecha de entrada: como si jamás hubiese pasado por su cabeza la ambición de ser presidente del gobierno y jamás hubiese hablado de ello con Milans, muestra su sorpresa ante la idea y la rechaza con escándalo, gesticulando mucho, formulando objeciones y escrúpulos casi insuperables; luego, lentamente, sinuosamente, finge ceder a la presión de Milans, finge dejarse convencer por sus argumentos, finge entender que no hay otra salida aceptable para Milans y para los capitanes generales de Milans o que ésa es la mejor salida o la única salida, y al final acaba declarándose dispuesto a realizar el sacrificio por el Rey y por España que se exige de él en aquella hora trascendental para la patria
46.
«y yo te recuerdo, general-le contestó Suárez-, que en este país sigue existiendo la pena de muerte»); por eso tuvo el valor de tomar decisiones vitales como la legalización del partido comunista sin contar con la aprobación del ejército y contra su parecer casi unánime; y por eso el anecdotario del 23 de febrero rebosa de ejemplos de su tajante negativa a dejarse amedrentar por los rebeldes o a ceder un solo centímetro de su poder de presidente del gobierno
47.
Suárez se sobrepuso a aquel doble contratiempo porque para cuando ocurrió ya se sentía demasiado seguro de sí mismo y de contar con la confianza del Príncipe como para dejarse derrotar por la adversidad, así que dedicó aquel paréntesis en su ascensión política a hacer dinero con negocios dudosos, convencido con razón de que era imposible prosperar políticamente en el franquismo sin gozar de una cierta fortuna personal («No soy ministro porque ni vivo en Puerta de Hierro ni estudié en el Pilar», dijo alguna vez en aquellos años); también lo dedicó a estrechar su relación con Fernández Miranda -y, a través de él, con el Príncipe- y a organizar la Unión del Pueblo Español (UDPE), una asociación política creada en la estela del mínimo impulso liberalizador promovido por el sustituto del almirante Carrero al frente del gobierno, Carlos Arias Navarro, e integrada por ex ministros de Franco y por jóvenes cuadros del régimen como el propio Suárez
48.
puede dejarse arrastrar por las mujeres — pero si le ocupan todo el tiempo
49.
El anfibológico juego consistía en dejarse querer unos y otros, sacarle el dinero y correr a tirárselo en seguida por cafetines y prostíbulos del puerto
50.
Entiendo que un guardaespaldas con acné juvenil suena ridículo, pero ellos sabían que es a esa edad cuando uno está dispuesto a dejarse matar más fácilmente, les había demostrado que era el más rápido, disparaba bien, y jamás me arrugaba
51.
El teniente Razmán abrigaba el convencimiento de que el targuí prefería que se lo tragaran las arenas a dejarse atrapar con vida, pero no hizo comentario alguno
52.
—Todo el que confía en los demás hasta el punto de dejarse arrebatar el poder y encarcelar, es un hombre equivocado
53.
A su llegada, sin embargo, el ascensor no funcionaba, y él insistió en subir a pie los cuatro pisos debido a que consideraba que dejarse transportar hubiera sido contrario a la moral comunista
54.
»Así que hubieron subido al carruaje, el presidente recordó al general la promesa que había hecho de dejarse vendar los ojos
55.
Pero deduzco que algunos de esos jovencitos se niegan rotundamente a dejarse caer por aquí
56.
Lorraine llevaba ya casi una semana en Chimneys y se había ganado una magnífica reputación ante su anfitrión, a causa, principalmente, de su maravillosa disposición para dejarse instruir en la ciencia de golpear la pelota con un palo de golf
57.
Sin dejarse impresionar por la agresividad del superintendente, Poirot respondió con calma:
58.
Los turcos, que no deseaban dejarse acribillar a tiros a distancia, sobre las diez de la mañana resolvieron asaltar la casa en todos sentidos y trabar combate cuerpo a cuerpo
59.
Antes de introducirse en aquel pasaje, querían asegurarse que las guarniciones de los fortines no hubieran ocupado ya el camino y las orillas del río, para no correr peligro de dejarse prender
60.
—No siempre puede una dejarse guiar por las impresiones personales —contestó miss Marple—
61.
-¿Me habrán descubierto? -murmuró Sandokán, volviendo a dejarse caer en medio de los matorrales
62.
Sin dejarse engañar por la piel clara y el estupendo cabello crespo de Marcia Lieberman, la reconocieron como una de ellos pero no se atrevieron a materializarse en su presencia porquee llevaban siglos en la clandestinidad
63.
Los españoles se habían agrupado en buen número detrás de los muros, decididos a oponer una desesperada resistencia y a dejarse matar antes que rendirse
64.
A cada intimación de rendirse contestaban con disparos e insolencias, prometiendo volar la santabárbara antes que dejarse coger
65.
Poseía un profundo conocimiento de las enseñanzas de Buda y con el tiempo probó tener la mezcla adecuada de autoridad para gobernar, sentido práctico para hacer justicia y espiritualidad para no dejarse corromper por el poder
66.
Cogiéndose a una de las púas del cuello de la dragona, giró el cuerpo para que Elva pudiera dejarse caer sobre la silla
67.
Cecilia era demasiado lista para dejarse embaucar por tales razonamientos, pero se conmovió ante la idea del amor, dejó ir a su sierva y así Eulalia terminó viviendo con Quiroga
68.
Pero el senador Trueba no estaba dispuesto a dejarse apabullar por una miss Saint John cualquiera, e hizo valer todo el peso de su influencia para que no expulsara a su nieta
69.
Tampoco sabía que algunos domingos asoleados llevaba a Alba a trepar a los cerros, se sentaba con ella en la cima a observar la ciudad y a comer pan con queso, y antes de dejarse caer rodando por las laderas, reventados
70.
El verbo creer es el más ancho y el más estrecho de todos los verbos, y hasta los condenados a muerte aguzan el oído mientras caminan hacia el patíbulo para dejarse matar esperando el indulto
71.
—Pues no —y dentro del taxi, la sobaba, la estrujaba, la tocaba por encima de la ropa, y ella se dejaba hacer hasta que dejaba de dejarse, calculando siempre a la perfección los tiempos, los riesgos y los beneficios—, no puedo
72.
Era fascinante por eso, por su natural propensión a dejarse cuidar, atender, rodear de afecto
73.
Pero un día ese mismo tipo toma un bate de béisbol y monta guardia frente a la pescadería, la zapatería o el kiosco de diarios y expulsa a los delincuentes… a los que también les había pagado previamente para dejarse expulsar
74.
Y que hiciera correr la voz: a quienquiera que preguntara por él, el que estaba a cargo del conmutador de la comisaría debería facilitarle su número particular y dejarse de historias
75.
Entre tanto júbilo, Fiamma terminó por dejarse ir en suave llanto; mientras le resbalaban lágrimas, las risotadas como pañuelos de unos mulatitos le fueron enjugando sus penas; esos niños iban disfrazados de diablos, esqueletos y viudas, y cargaban con un «Año viejo», un muñeco de tela que habían preparado entre todos; lo habían llenado de pólvora hasta las orejas y vestido con ropas gastadas, sombrero y cigarro; lo quemarían en una gran fogata, como era tradición, el treinta y uno de diciembre a las doce de la noche
76.
Aunque no debían dejarse influir por tales cosas, la mención de los litigantes marcianos había sido un movimiento inteligente
77.
Sólo le quedaba dejarse llevar por la corriente y esperar la marcha de los acontecimientos
78.
Movía las piernas sin parar y no podía dejarse el bigote tranquilo
79.
Tras dejarse llevar por el río de invitados que salía del Palacio de la Ópera, cruzaron la gran plaza para dirigirse al hotel
80.
No debe dejarse el menor rastro de la muerte
81.
No debe dejarse un solo cadáver que los mortales puedan investigar
82.
Ella, en cambio, insiste en dejarse puesta la ropa interior
83.
Y en ningún caso deben dejarse guiar por su capricho, sino por un alto ideal, cuyo fin es Alah, el que todo lo puede
84.
Los valientes del Mediodía, que conocen rara vez el heroísmo pasivo de dejarse matar antes que descomponer las filas separándose de ellas, no comprenderán aquella locura imperturbable a que nos conducía la separación convertida en virtud
85.
Tanto gustó esta respuesta al rey Khosrú, que hizo que dieran cuatro mil dracmas más al pescador, y ordenó a los pregoneros públicos que gritaran por todo el Imperio: "No hay que dejarse guiar nunca por el consejo de las mujeres
86.
Y cuando estuvieron hartos y la bebida comenzó a producir su efecto, el joven Nur, que estaba un poco intimidado por los ojos brillantes de su esclava, no quiso dejarse llevar de los deseos tumultuosos que le agitaban sin informarse antes del país y del origen de la joven
87.
-Tiene razón vuecencia -repuso Tilín decidido a dejarse fusilar antes que envilecer su persona con el oficio de barrendero
88.
No abandonaba ni un punto su arriesgado puesto de combate enfrente de las baterías de Satanás, y exponía su noble pecho a las burlas, a las injurias, a la mala interpretación, con tal de defender el baluarte de Cristo en que asentaba su planta, y no dejarse quitar un palmo de terreno, sino antes bien ganar al pecado palmos, varas y leguas
89.
El toque está en que sepan rodearla, en sus primeros años de reinado, de personas buenas, de severo trato y rectitud, de conocimiento en los negocios de Estado, pues no siendo así, ¿qué ha de hacer la pobre niña? Ni con las dotes más excelsas que Dios pone en la voluntad y en la inteligencia de sus criaturas, podría desenvolverse Isabelita en medio [11] del desconcierto de un país que todavía anda buscando la mejor de las Constituciones posibles, y que no parece dispuesto a dejarse gobernar con sosiego hasta que no la encuentre; de un país que todavía emplea como principal resorte político el entusiasmo, cosa muy buena para hacer revoluciones cuando estas vienen a cuento, mas no para gobernar a los pueblos
90.
Al poco rato pidió que le diesen el zaque y lo empinó, pensando que era improcedente y hasta pecaminoso dejarse morir de tristeza e inanición
91.
En efecto: si ahora resulta que esa hembra loca, después de dejarse secuestrar tan torpemente, rompe con su nueva familia, atropella toda conveniencia, y se lanza decidida en busca del hombre a quien había jurado fe, para que este la ampare, deshaciendo la odiosa trama de su forzado casamiento, pueden sobrevenir incidentes de la mayor gravedad
92.
No está dispuesto a dejarse entrevistar y no le hace ninguna gracia hablar de su activismo en ETA, pero es que, según todos los movimientos revolucionarios bolivarianos en Caracas, Cubillas sigue siendo la cabeza visible de ETA en Venezuela y el primer receptor de los abertzales que recalan en el país
93.
la bendita oración era como un ser vivo que no quería dejarse rezar
94.
¿Qué cosa más fea que una Reina ignorante de dónde se ponen las haches y dónde no? Pues la Aritmética también les era necesaria, pues aunque las testas coronadas [24] no tienen que andar en enredos de cuentas, deben saber cómo las hacen los intendentes, para no dejarse engañar
95.
La policía, por cuya fidelidad no pongo mi mano en el fuego, no descubrió el lugar donde esos tunantes se reunían: cambiaban de escondrijo cada noche, amparados quizás de los mismos esbirros, a quienes no creo incapaces de dejarse deslumbrar por los ojos de buey, vulgo onzas, del tesoro cristino
96.
Mayor sorpresa que él con estas hechuras del infalible progreso, tuvieron sus hijas viéndole venir de la ínsula sin una mota ni nada que se le pareciese; tampoco traía regalos, que con la visita al Regente tuvo que dejarse allá las ollas de arrope y dos cajitas de bizcochos de Almagro
97.
Y mientras se volvía de espaldas, me pareció que jamás le había visto tan cerca de dejarse llevar por las más tiernas emociones
98.
Ello es que los españoles necesitaban de una fuerza grande de virtud para no dejarse inflamar por el rencoroso fuego que contra ellos enviaban los americanos
99.
En la Biblioteca, carpetas para escribir y [119] leer, estantería de estas que se estilan en las casas burguesas para guardar libros que no se leen nunca: allí se leía, sí; pero los libros tenían cierto aire de no querer dejarse leer, prefiriendo su cómodo resguardo entre cristales
100.
Esta idea era compartir la suerte de Leal, y dejarse llevar con él a donde Dios quisiera llevarle