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estadio
1. LAS PAGINAS GIGANTES DE UN LIBRO DENTRO DEL ESTADIO DE FUTBOLL
2. Y la realidad es que la mayoría de la humanidad en este estadio
3. Para la época electoral cesa el estadio de hibernación y comienza una nueva etapa comunicación, pero esta vez con grandes distorsiones, pues todo el proceso comunicacional (más propiamente informacional) trata de ser controlado "con ojo fino"
4. Anayanci tuvo su funeral en el estadio de fútbol y el cortejo desfiló por las calles
5. Estadio Nacional”, y así se hizo", explicó el religioso
6. a pasar del estadio del Yo fetal al estadio del Yo adulto
7. Databan los amores desde más de doslustros; los habían iniciado estando los dos muy corridos en años, y nohabían trascendido del estadio del más puro romanticismo, platonismo einefabilidad
8. de la gloriosa aparición de «el faro de sarrió» en el estadio de
9. «al aparecer en el estadio de laprensa», eran principalmente
10. 24 ¿O no sabeis que los que corren en el estadio, todos á la verdad corren,
11. 24 ¿Ó no sabeis que los que corren en el estadio, todos á la verdad corren,
12. Cuando los vómitospreceden al acceso ó complican el estadio del frio, es cuando
13. y que se hace pequeño y apenas sensible en el estadio delfrio, es una indicacion
14. intermitentes cuyos accesos carecendel estadio de calor, ó es muy corto
15. beber, y se confirma que el estadio del calordisipa los dolores, y que el sudor
16. prolongael estadio del calor; los estadios se suceden con cierta irregularidad;el sudor
17. laconclusion del tercer estadio, ó bien el sudor será menor que en loslinfático-
18. El estadio de
19. Juan Estadio en la Historia del Brasil, lib
20. Sobre todo le gustaban los sitios desagradables y malolientes, como los corrales de esclavos o el estadio de los juegos
21. Tas y Fesz pasaron una tarde soleada en el palco reservado para el rey y sus invitados, cerca de la arena del estadio y justo enfrente de la rampa de acceso, que ascendía desde las catacumbas donde aguardaban su turno los gladiadores
22. «Resultaría desmoralizante enterarnos de que nuestra ciencia está en un estadio primitivo
23. Ejecutado el 18 de septiembre de 1973, en el Estadio Nacional
24. Uno de los presos venezolanos del estadio afirma que "una persona civil, que mandaba más que los otros, era el encargado de interrogar a los extranjeros"[17], y presumía de pertenecer a la CIA
25. El Informe Rettig concluyó que Horman "fue detenido el 17 de septiembre de 1973 en su domicilio" y trasladado al Estadio Nacional donde fue ejecutado al día siguiente, "mientras se encontraba bajo la custodia de agentes del Estado" y "al margen de todo proceso legal, constituyendo ello una violación a sus derechos humanos"
26. Guillermo Torres Gaona vivió el sufrimiento en las prisiones del Estadio Chile, Nacional, Chacabuco, Puchuncaví y Tres Álamos, pero tiene dificultades para escribir sus experiencias
27. Periodistas en el Estadio Nacional[21]
28. «Casi todos los periodistas que se encontraban en el estadio fueron sacados de sus mismos lugares de trabajo y muchos habían pasado primero por el Chile
29. Estaban Alberto Gamboa (*) «el Gato», director de Clarín, muy torturado; Héctor Rogers, dibujante de La Nación, muy flaco, con su eterna corbata de humita, hombre mayor, frágil, muy enfermo a consecuencia de los brutales golpes (ya fallecido); Francisco Javier Neira, del Ministerio del Trabajo (ya fallecido); Mario Céspedes (*), historiador y profesor de la Escuela de Periodismo; Franklin Quevedo (*), director de la radio de la UTE; Sergio Gutiérrez Patri; Ibar Aybar (*); Oscar Waiss, de La Nación; Rolando Carrasco (*), director de la Radio Recabarren; Jaime Castillo (*), de la misma radio; Manuel Cabieses (*), director de Punto Final, quien apareció en el primer bando de los buscados y fue detenido en la calle junto a José Carrasco, pero a éste lo dejaron libre, por no figurar en el bando; Ricardo Rojas, de Aquí Está, revista de corte policial; Ramiro Sepúlveda, de la radio Magallanes; Rodrigo Rojas, de La Moneda; Víctor Albornoz, Carlos Munizaga, Luís Henríquez (*), Federico Quilodrán (*); Carlos Naudón de la Sotta (*), comentarista internacional de TV Nacional y de la revista Mensaje (ya fallecido), quien, en otra forma de seguir ejerciendo el oficio, nos daba charlas sobre la situación internacional en los camarines del estadio: recuerdo una sobre el conflicto palestino
30. En el Estadio Nacional
31. «¡Mi única esperanza es que nuestro acercamiento a Europa se detenga antes de llegar al estadio en el que se encuentran ustedes, frente a los vastos porcentajes de divorcios, hogares rotos y delincuentes juveniles!», exclamó el profesor
32. divierten en ubicar un estadio, un
33. Tarrou cuenta en sus cuadernos una visita que hizo con Rambert al campo instalado en el estadio Municipal
34. El estadio se encuentra casi en las puertas de la ciudad y da por un lado sobre la calle por donde pasan los tranvías y por otro sobre terrenos baldíos que se extienden hasta el borde de la meseta donde está construida la ciudad
35. El estadio está rodeado por altos muros de cemento, así que bastó con poner centinelas en las cuatro puertas de entrada para hacer difícil la evasión
36. Fue un domingo por la tarde cuando Tarrou y Rambert decidieron dirigirse al estadio
37. Iban acompañados por González, el jugador de fútbol con quien Rambert se había encontrado y que había terminado por acceder a dirigir por turnos la vigilancia del estadio
38. Cerca ya del estadio, unos niños que estaban jugando tiraron una pelota hacia el grupo que pasaba y González se apresuró a devolverla con precisión
39. -Recuerdo su despedida en el estadio
40. Se habían reservado asientos en el estadio, a precios astronómicos, con meses de antelación
41. El incompetente sobrino de la doctora Berger, Leigli, trabajaba de limpiador en el estadio de Dusseldorf
42. Esto es lo que se puede llamar el estadio previo al beso de tornillo
43. Pyanfar llegó al estadio de los paseos inquietos cuando ya habían transcurrido doce horas y no soportaba la idea de comer un bocado más o intentar dormir otro minuto
44. Terminamos con ellos pasada la medianoche y entonces ordené remitirlos al estadio en la capital, usado para esa fecha como campo de prisioneros
45. El agua arrastró los ranchos de los cerros, desbordó el río que atraviesa la capital, se metió en las casas, se llevó los automóviles, los árboles y la mitad del estadio deportivo
46. Y estirando su dedo bien recto, este agente señala el otro extremo de la penumbra del estadio, allí donde se ubica Magda
47. Al momento siguiente, el perro-puerco se pone en marcha, bisecciona el estadio con pasos chulescos y se acerca a las hembras para proponérseles
48. No solamente el estadio sino Berlín entero pudo verlo a través de la televisión{59}: Hitler, antes que el negro consiguiera subir la estrecha escalera y llegar hasta él, ante la mirada atónita de las delegaciones extranjeras y acompañado de sus ilustres invitados, dio la espalda al atleta y abandonó el palco
49. –Tenemos la sensación -prosiguió August- de que no conviene que el entrenador siga en el estadio
50. Aunque le habían sucedido muchas cosas y había perdido algo que nunca dejaría de añorar, había pasado el estadio de inútil congoja y cavilación solitaria