1.
Haz una estimación de lo
2.
su lugar justo antes de que se abriera la puerta y un haz de luz azulada comenzara a barrer
3.
Me dije lo que me digo siempre, haz lo que nadie espera
4.
cuenta más que con una linterna de diminuto haz que se
5.
El fino haz de
6.
Cuando se hubo recuperado del susto miró el diminuto haz
7.
haz lo que quieras, eres tú la que va
8.
Haz algo, Señor, sólo tu Amor es omnipotencia
9.
Haz por los hijos lo que en otros dias
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Sebastian S: Jajaja! Haz tu aportacion Oa, que seguro que tienes algun as
11.
«Si pues su existencia es necesaria á nuestrafelicidad, si do quiera que llevemos la nariz nos hemos de encontrarcon la fina mano, hambrienta de besos, que aplana cada díamásel maltrecho apéndice que en el rostro ostentamos ¿porqué no mimarlos y engordarlos y por qué pedir suantipolítica expulsion? ¡Considerad un momento el inmensovacío que en nuestra sociedad dejaría su ausencia!¡Obreros incansables, mejoran y multiplican las razas; desunidoscomo estamos merced á celos y susceptibilidades, los frailes nosunen en una suerte comun, en un apretado haz, tan apretado que muchosno pueden mover los codos! ¡Quitad al fraile, señores, yvereis cómo el edificio filipino tambaleará, falto derobustos hombros y velludas piernas, la vida filipina se volverámonótona sin la nota alegre del fraile jugueton y zandunguero,sin los libritos y sermones que [200]hacen desternillar de risa,sin el gracioso contraste de grandes pretensiones en insignificantescráneos, sin la representacion viva, cuotidiana, de los cuentosde Boccacio y Lafontaine! Sin las correas y escapularios,¿qué quereis que en adelante hagan nuestras mujeres sinoeconomizar ese dinero y volverse acaso avaras y codiciosas? Sin lasmisas, novenarios y procesiones, ¿dónde encontrareis panguinguis para entretener sus ocios? tendrán quereducirse á las faenas de la casa y en vez de leer divertidoscuentos de milagros, ¡tendremos que procurarles las obras que noexisten! Quitad al fraile, y se desvanecerá el heroismo,serán del dominio del vulgo las virtudes políticas;quitadle y el indio dejará de existir; el fraile es el Padre, elindio el Verbo; aquel el artista, éste la estatua, ¡porquetodo lo que somos, lo que pensamos y lo que hacemos, al fraile se lodebemos, á su paciencia, á sus trabajos, á suconstancia de tres siglos para modificar la forma que nos dióNaturaleza! Y Filipinas sin fraile y sin indio, ¿qué lepasará al pobre gobierno en manos con los chinos?»
12.
Manojo Y Menor Que El Haz): Gavilla, Manojo,
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Fuera de la fúnebre choza, y sentados juntos en un haz de leña
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Y haz que yo pueda conciliar Mi voluntad con la tuya
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horribles! ¿Me pides consejo? Haz lo que quieras;pero antes consulta con tu conciencia»
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Haz tantas poesías como
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hayanexistido en carne mortal sobre el haz de la tierra; han existido por míy para mí
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Ponatención a lo que le diga y haz cuenta de que te lo digo a ti
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Dejando en sombrastoda la isla, el luminoso haz de
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haz lo que quisieres y guarda aquel secreto que ves queconviene en caso tan no pensado
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señora, la cual, por escusar dimes y diretes, nos casó en pazy en haz de la Santa Madre Iglesia
22.
bien sabía, de "cuando a Roma fueres, haz comovieres", pidió a Ricote la bota, y tomó su
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llenas de hilos que lasescurecen, y no se veen con la lisura y tez de la haz; y el traducir delenguas
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nonata, si hemos de mirar las cosaspor el haz y sin penetrar en el fondo, usted tiene razón que le
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haz de la tierra
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Haz lo que quieras
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vaciado y seguidos de un gran haz de troncos,medio sumergidos en el agua: es la armadía de acacia que
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Haz poner el puente
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haz poner en esa carroza el escudode los Girones, hijo
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—Para este caso haz cuenta que me la han cortado
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Cuando estés al pie dela escalera, espera un poco y luego haz
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En apretado haz salieron los tertulios a lospasillos y bajaron la gran escalera de
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—Mamá, haz lo que quieras
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exterminarlas, no bien se multiplicasen demasiado y no cupiesenya sobre el haz
35.
—Hijo mío, haz lo que quieras; mi opinión leal, ya la sabes;
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Jacobo, estoy á tudiscreción; haz de mí lo que
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que la barren de la haz de la tierra; vuelve a levantarse, caeen seguida, hasta que por
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Imito a Narciso; y sobre el haz fría del espejo aplico los labios y besomi imagen
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pues, del haz de latierra, no será por ira ni por enojo contra el cielo, será por el ansiaimpaciente
40.
imaginan borrarlo de la haz de la tierra: estos los queprocuran, por todos los caminos
41.
Quedó diciendo: "haz tambien el
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de San Pedro deRoma, y las ciencias eclesiásticas un haz de rayos de la divinasabiduría que le
43.
mostrándola escandalizado un haz de espigas con unacinta roja
44.
comedor y haz queles sirvan una colación
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Haz limosnas,que los pobres y necesitados tienen a los
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Haz cuenta que entras en un santuario
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admires los clarores de la tierra deNeched, haz presente el recordamiento de mi
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Sólo un polvoroso haz de sol entraba poralguna rendija, estampando en el
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El sol, implacable, lanzaba de una vez, en apretado haz, todos sus
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sentada en un haz de paja,cuando en todas partes resonaron, repetidos por el eco,
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completo de las ventajaspositivas que le ofrecía su breve existencia sobre el haz de la tierra»
52.
altar figuraban en haz lasbanderas de Francia y las naciones
53.
las encontraron en casa;una mocetona que pasaba cargada con un haz de hierba
54.
—Bien, haz lo que quieras; pero déjame trabajar en paz
55.
—Pues haz lo que quieras
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¡Oh, Agni, haz queUrbási sea para Morsamor tan regeneradora y
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A la muralla, y haz lo queprometes
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descubre su huella en elsemblante; haz cuenta que estás en las
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28 Y le dijo: Bien has respondido: haz esto, y vivirás
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5 Pero tú vela en todo, soporta las aflicciones, haz la obra de evangelista,
61.
La Rebola echaen el fuego un haz de sarmientos
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Transfigurado,envuelto en ellas, hermoso como un haz de fuego, se levanta el Pobre deSan Lázaro
63.
Un haz de cañas se elevaba esbelto, y a su lado, lasagudas poas sacudían su escobillón
64.
del rodete, con española gracia,ostentaba un haz de claveles
65.
Haz cuenta que en él llevas una jara,
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A la muralla, y haz lo que prometes
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indicantambién el yugo y el haz de flechas, blasón especial
68.
Mary, haz el favor de sentarte
69.
La historia es en su mayor parte un haz complejo de hilos profundamente entretejidos, fuerzas sociales, culturales y económicas difíciles de desenredar
70.
La regla de hierro: Haz a los demás lo que te plazca, antes que ellos te lo hagan a ti
71.
Cierra los ojos y haz una raya en el suelo
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El aire las transformaba, de súbito, en luces de exterminio, en teas enfurecidas, para reunirlas luego en un haz de antorchas, en un solo tronco rojinegro que tenía fugaces esguinces de torso humano; pero pronto se rompía lo amasado y el ardiente cuerpo, sacudido de convulsiones amarillas, se enroscaba en zarza ardiente, hincada de chispas, sonora de bramidos, antes de estirarse hacia la ciudad, en mil latigazos zumbantes, como para castigo de una población impía
73.
palabras halagüeñas, haz lo que quieras; en cuanto a mí, me refugio en Dios y si
74.
-Pues haz cuenta -dijo don Quijote- que los granos de aquel trigo eran granos de perlas, tocados de sus manos
75.
Pues haz cuenta, Anselmo amigo, que Camila es fínisimo diamante, así en tu estimación como en la ajena, y que no es razón ponerla en contingencia de que se quiebre, pues, aunque se quede con su entereza, no puede subir a más valor del que ahora tiene; y si faltase y no resistiese, considera desde ahora cuál quedarías sin ella, y con cuánta razón te podrías quejar de ti mesmo, por haber sido causa de su perdición y la tuya
76.
Los micrófonos que venían empuñando con el brazo estirado también estaban envueltos en un capuchón impermeable, y en toda esa profusión de plástico se reflejaba el haz de los reflectores incorporados a las cámaras, volviéndolo todo una acumulación móvil de estructuras como de cristal blando y crujiente
77.
Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque, viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte; y préciate más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio
78.
“Soluciónalo, haz algo
79.
–Ni un alma, querida mía; la casa está vacía la mitad del día; ven y haz todo el ruido que quieras; te lo agradeceré
80.
En fin, haz lo que quieras
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Haz que adquiera un poco de experiencia, le había dicho Kohan, Y luego había añadido: cuídala
82.
–¡Cómo! ¿No te gusta mi grapadora? ¿Qué tal el cartabón? – cambió la dirección del flexo para que el haz de luz rebotara en el techo-
83.
En la bañera también encontramos varias fustas y bastoncillos de paseo sujetos en un haz mediante una larga tira de cuero
84.
Mientras tanto, haz que sirvan a la comitiva de Muley-el-Kadel café, helados y pasteles, y suplícales que dejen las armas y descansen hasta que su capitán haya acabado de comer conmigo
85.
Los dos marineros bajaron la escalera y poco después regresaban llevando cada uno un haz de cañas muy secas
86.
-Yo alcanzo a divisar un haz de luz que penetra en mi prisión
87.
–Saranguy –dijo el capitán, en el momento que entraba con Bharata, –si tienes hambre, haz que te indiquen la cocina; si quieres dormir, escoge la habitación que más te guste; y si quieres cazar, pide el arma que te plazca
88.
–Ponte ante la puerta y haz fuego sobre el primero que intente subir la escalera –ordenó el cazador de serpientes
89.
Era una sensación ilógica, lo sabía, pues el primer haz de luz que cayera sobre ellos significaría no su fin, sino el del hombre que tuviese la linterna en la mano
90.
– ¡Los tiburones! Haz fuego o harán volcar la embarcación
91.
Haz que nos traigan las mejores botellas y déjanos comer en paz
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Haz lo que debas, y que la bendición de Gûntera te acompañe
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distraído con las partículas doradas flotando en el haz de luz de los ventanales
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Llama a Torson y Flint y haz que lleven sus gabarras hasta esa costa
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El haz de luz recortó un círculo en las tinieblas y apareció una bóveda estrecha
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- Haz lo que quieras, con tal que seas prudente
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Haz que salga todo bien, volví a rogarle a mi madre
98.
Desapareció su mano en el interior y apareció de nuevo apretando en ella un saquito de terciopelo negro que guardó en el bolsillo de su chaleco en tanto cerraba la reforzada puerta y movía nuevamente las ruedecillas de la combinación, luego regresó a la mesa y, tras encender la lámpara que sobre ella había, aflojó las cuerdecillas que cerraban la embocadura de la bolsa y, bajo el haz de luz, volcó el contenido del saquito sobre la negra superficie de cuero
99.
Manfred y Esther fueron avanzando por el pestilente camino que les conduciría hasta su puesto de combate, siguiendo las instrucciones del plano, que iluminaban de vez en cuando con el potente haz de luz de una linterna