1.
en buena hermandad y puestos a secar entre desperdicios, en medio de un abominable campo
2.
hermandad de la banda del sud en esta capital; elSr
3.
Alcalde de hermandad de labanda del norte en esta capital; el Sr
4.
—Quiere decir que es usted de la hermandad de los bobos—
5.
La hermandad de la porra no es tan antigua como el mundo,
6.
112-113), que esta hermandad antes me
7.
La Santa Hermandad, instituída por los Reyes Católicos con el objeto deperseguir y
8.
que elProvincial de la Santa Hermandad le diese el cargo de secutor, el cualera
9.
LA HERMANDAD DE LOS NIÑOS PERDIDOS
10.
cuando un día de los comienzos de 1591 se presentó en la casade la hermandad el
11.
Tenía el gremio de confiteros su hermandad de cofradía, la cual llegó encierta época
12.
que saliese á la hermandad y cofradía de losestudiantes bajo la advocación de las
13.
procesión siguió con la Hermandad de los Sastres, la desan Diego, los capuchinos, los
14.
Fué, á creer á los analistas, el rosario de la hermandad de la Virgen dela Alegría de
15.
en la hermandad á que pertenecían, sino en todo elbarrio, principalmente en los
16.
La Hermandad de los Niños Perdidos,
17.
que la Santa Hermandad tiene que ver con los que pelean enel campo, y en esotro no me
18.
Alojaba acaso aquella noche en la venta un cuadrillero de los que llaman dela Santa Hermandad
19.
suspies, poner en alboroto a la Santa Hermandad, que había muchos años quereposaba; quiso,
20.
con licencia de laSanta Hermandad; decidme: ¿quién fue el ignorante que firmó mandamiento
21.
Pues bien; esta hermandad desea
22.
del Señor—consistía en una hermandad educadora anejaal
23.
En un principio la hermandad lo compraba todo;
24.
Al mismotiempo la hermandad
25.
unacofradía, hermandad, o lo que sea, que llaman las Hijas de la
26.
¿para qué?para llevarla ahora a las reuniones de esa hermandad,
27.
ameterse con la hermandad o lo que sea
28.
en las juntas de la hermandad
29.
lo referentea la hermandad, no reconocía en ella autoridad para
30.
es muyimportante para la hermandad, que tiene gran influencia;
31.
despertadorde los Reyes y Príncipes cristianos, paraque unánimes, con el amor y hermandad que
32.
del partido, imaginaron en seguida formar una Hermandad bajola invocación del
33.
positivo para las masas, es negativo para la Hermandad, y esto permite que sus
34.
—Pues yo venía á decir á ustedes si quieren honrar con su presencia lafunción que la Hermandad de la
35.
UN amigo quería meterme en la hermandad del habla, que es una Ligaconstituida
36.
10 Amando la caridad de la hermandad los unos para con los otros:
37.
hermandad y amistad deser todos unos; y por ello se hicieron
38.
hermandad los unos con los otros
39.
Pizarro, quien fué elfundador de la aristocrática hermandad y
40.
misma suerte, me han hecho experimentar con el paso de los años, más que un sentimiento de hermandad
41.
Chloe estaba hablando por teléfono con una de sus hermanas de la hermandad,
42.
Durante un corto lapso, la guerra, su hermandad y todos los problemas que lo acuciaban se disiparon en la nada
43.
Si era así, tan inusitada resolución debería inscribirse en los anales de la hermandad
44.
No pertenecía a un miembro de la hermandad, sino a un individuo armado hasta los dientes y dotado de una larga barba que lo emparentaba con los osos
45.
No tenía la menor idea de que hubieran destacado tan hacia el sur a otros miembros de la hermandad
46.
–¿Cuántos sois? Ignoraba que la hermandad tuviera jurisdicción en estos confines
47.
Guardaban el recinto dos caballeros, que interceptaron el paso a su compañero de hermandad
48.
–No es la hermandad en sí, sino los principios que inculca
49.
El leviatán había mencionado una confrontación con una de las divinidades responsables del nacimiento de su hermandad, una trifulca de la que, al parecer, había salido mal librado
50.
Si te envío en cumplimiento de un peregrino empeño, no conseguiré salvar a la hermandad de las insidias de aquellos que viven más pendientes del poder y la celebridad que del Código y la Medida
51.
No era aquello lo que el soldado ansiaba oír, si bien también él había de cumplir su misión: la hermandad precisaba de las lanzas y cualquier demora podía ser fatal
52.
Huma solía recordar las palabras de Crynus referentes a la virtual derrota de su hermandad y la inminente rendición de Vingaard
53.
Es el adalid de la hermandad
54.
Mi postrer creencia en la hermandad del hombre murió el día de mi llegada a Londres, cuando los ocupantes del vagón del metro se negaron a apartarse para que entrasen otros pasajeros
55.
Alojaba acaso aquella noche en la venta un cuadrillero de los que llaman de la Santa Hermandad Vieja de Toledo, el cual, oyendo ansimesmo el estraño estruendo de la pelea, asió de su media vara y de la caja de lata de sus títulos, y entró ascuras en el aposento, diciendo:
56.
Entristecióse mucho Sancho deste suceso, porque se le representó que los que iban huyendo habían de dar noticia del caso a la Santa Hermandad, la cual, a campana herida, saldría a buscar los delincuentes, y así se lo dijo a su amo, y le rogó que luego de allí se partiesen y se emboscasen en la sierra, que estaba cerca
57.
-Venid acá, gente soez y malnacida: ¿saltear de caminos llamáis al dar libertad a los encadenados, soltar los presos, acorrer a los miserables, alzar los caídos, remediar los menesterosos? ¡Ah gente infame, digna por vuestro bajo y vil entendimiento que el cielo no os comunique el valor que se encierra en la caballería andante, ni os dé a entender el pecado e ignorancia en que estáis en no reverenciar la sombra, cuanto más la asistencia, de cualquier caballero andante! Venid acá, ladrones en cuadrilla, que no cuadrilleros, salteadores de caminos con licencia de la Santa Hermandad; decidme: ¿quién fue el ignorante que firmó mandamiento de prisión contra un tal caballero como yo soy? ¿Quién el que ignoró que son esentos de todo judicial fuero los caballeros andantes, y que su ley es su espada; sus fueros, sus bríos; sus premáticas, su voluntad? ¿Quién fue el mentecato, vuelvo a decir, que no sabe que no hay secutoria de hidalgo con tantas preeminencias, ni esenciones, como la que adquiere un caballero andante el día que se arma caballero y se entrega al duro ejercicio de la caballería? ¿Qué caballero andante pagó pecho, alcabala, chapín de la reina, moneda forera, portazgo ni barca? ¿Qué sastre le llevó hechura de vestido que le hiciese? ¿Qué castellano le acogió en su castillo que le hiciese pagar el escote? ¿Qué rey no le asentó a su mesa? ¿Qué doncella no se le aficionó y se le entregó rendida, a todo su talante y voluntad? Y, finalmente, ¿qué caballero andante ha habido, hay ni habrá en el mundo, que no tenga bríos para dar él solo cuatrocientos palos a cuatrocientos cuadrilleros que se le pongan delante?
58.
Para los hyksos eran, sin más, gente asimilada a los modos y maneras de la tierra de Jemet que no podía pretender la hermandad con los aamu
59.
Naturalmente, aquellos tipos de la Hermandad del Sol eran probablemente colegas de Arlene
60.
Mi indecisa ex amiga había mordido el anzuelo y había caído en la pseudoreligión que los de la Hermandad propagaban
61.
Vaya jeta, teniendo en cuenta lo que sentía hacia mí últimamente y cómo me trataba desde que había empezado a asistir a las reuniones de la Hermandad del Sol
62.
En realidad, la Hermandad tenía bastantes cosas contra mí
63.
Los periódicos habían publicado muchos artículos sobre todo lo que se había encontrado en el edificio que la Hermandad poseía en Texas
64.
Cuando la policía llegó allí, encontró a los miembros de la Hermandad agitados, afirmando haber sido víctimas de un ataque de los vampiros
65.
En cambio, Steve y Sarah Newlin, los líderes de la iglesia de la Hermandad en Dallas, estaban desaparecidos desde aquella noche
66.
—Tenía el carné de la Hermandad en la cartera y llevaba una lata de gasolina
67.
—Dicen que no tenían ni idea de que fuera miembro de la Hermandad
68.
No se le conoce relación con la Hermandad del Sol
69.
—Nos ha traicionado ante la Hermandad —dijo Stan
70.
El acudió a la Hermandad, y no al revés
71.
—¿Qué ha pasado con la Hermandad?
72.
Fue entonces cuando la Hermandad abrió fuego y cuando murieron los humanos
73.
No vieron a ninguno de los soldados de la Hermandad del Leopardo, lo cual los tranquilizó un poco, porque parecían bastante más temibles que los guardias bantúes
74.
Alexander debió admitir que no habían visto al comandante y que, en efecto, los miembros de la Hermandad del Leopardo parecían peligrosos
75.
En cualquier caso, ningún balazo sonó en el patio y un instante después los diez soldados de la Hermandad del Leopardo tenían la punta de una lanza en la garganta: las discretas mujeres pigmeas habían entrado en acción
76.
Gregory Reeves, quien de todos modos nunca participó en las ilusiones ingenuas de quienes anunciaban la Era de Acuario, un tiempo de supuesta hermandad y paz, replicaba con el ejemplo del péndulo, que va y viene en una y otra dirección
77.
De unos clavos en los muros colgaban trajes anticuados, boas de plumas, escuálidos pedazos de piel, collares de piedras falsas, sombreros que habían dejado de usarse hacía medio siglo, enaguas desteñidas con sus encajes raídos, vestidos que fueron ostentosos y cuyo brillo ya no existía, inexplicables chaquetas de almirantes y casullas de obispos, todo revuelto en una hermandad grotesca, donde anidaba el polvo de años
78.
—Y ahora ¿qué hará con ellos la Santa Hermandad?
79.
Cuarenta y ocho horas después, cuatro alguaciles de la Santa Hermandad se llevaban amanillado del convento a Blas, el jardinero, que había servido fielmente a San Benito a lo largo de casi veinticinco años
80.
El fraile no perdonaba a la priora el incumplimiento de su promesa y lo único que le mantenía en una actitud inoperante era la esperanza de que, finalmente, las gestiones que ella había llevado a cabo dando parte de la huida a quien correspondía, que era al obispo Carrasco, y subrepticiamente y sin que éste lo supiera a la Santa Hermandad, dieran el fruto apetecido
81.
Por ello, María Rafols, a la cabeza de la hermandad femenina que capitaneaba, aceptó en un primer momento -aunque pensara lo contrario, como más tarde se demostrará- que las hermanas se ocupasen sólo de las mujeres y los niños enfermos
82.
En este texto reproducido por el padre Martín Descalzo, recogido de un documento de 1816, queda muy clara la labor de la hermandad femenina
83.
La aceptación de María Rafols es comprensible ya que siempre estará a disposición de las necesidades de la Hermandad
84.
Dato éste que viene a reforzar las hipótesis que apuntábamos sobre la decisión de María Rafols de renunciar a la presidencia de la Hermandad
85.
Poco antes, los miembros de la hermandad habían visitado al capitán Buller y le habían dado los dos nombres
86.
Esta cruz, que habían llevado muchos miembros de la hermandad, simbolizaba a aquellos penitentes que estaban preparados para hacer un sacrificio en el nombre de Cristo
87.
Uno de ellos, entonces joven capitán de Artillería y hoy general (retirado) de nuestro Ejército y Presidente de la Hermandad de la División Azul, Víctor María Castro Sanmartín ha tenido la amabilidad de poner por escrito sus recuerdos los cuales aparecen en el Anexo nº 14
88.
la Hermandad Nacional de la División
89.
La hermandad de la porra no es tan antigua como el mundo, no; pero entradilla en años es
90.
Viviría como habían vivido los otros coatíes antes que apareciesen los perros con esa idea de la Hermandad de las Bestias
91.
Era en realidad vergonzoso que varones tan eminentes como aquellos intachables jueces de policía, anduviesen cual cuadrilleros de la Santa Hermandad, corriendo a caza de un Argüelles, de un Martínez de la Rosa, de un Calatrava
92.
Durante la época de persecución, es notorio que conservó cierta pureza a estilo de catacumbas; pero el triunfo desató tempestades de ambición y codicia en el seno de la hermandad, donde al lado de hombres inocentes y honrados había tanto pobre aprendiz holgazán que deseaba medrar y redondearse
93.
Salió a la nevada calle, pasaron por delante de las tiendas que circundaban el muro exterior de la casa de viviendas de Aurelia hasta el vértice del edificio triangular, en donde estaba lo que parecía una taberna y era en realidad la sede de la Hermandad de las encrucijadas, encargada del buen estado y la vida espiritual de las intersecciones de las calles del barrio, y en particular del altar a los Lares y la gran fuente que manaba perezosamente en medio de una cortina de estilizados carámbanos, por el frío que hacía aquel invierno
94.
Llegados, entrada la noche, a media legua de Pipaón, pueblo perteneciente a la hermandad de Peñacerrada (que hermandades y cuadrillas son allí las divisiones territoriales), hizo alto la columna al amparo de unas casas destruidas, y D
95.
Martín tenía órdenes de destruir, o molestar por lo menos, a todas las columnas carlistas que llevaran provisiones a Peñacerrada, y, por último, de hacer un esfuerzo para ocupar a Baroja, lugar al Norte de dicha plaza, y perteneciente a su hermandad
96.
Como país montuoso, en los habitantes de la hermandad dominaban [112] las ideas de retroceso, así como en las tierras bajas crecía lozana la planta de la libertad
97.
Resolvió Espartero quitar al enemigo el único punto fortificado que aún conservaba en la región alavesa, la villa de Labraza, cabecera de la hermandad de su nombre en la cuadrilla de Vitoria, guarnecida de viejos muros y de robustas torres, de las cuales hizo el carlista punto de apoyo para remediar en lo posible la pérdida de Peñacerrada, y asegurar sus comunicaciones con Estella
98.
En medio de la gallarda procesión vi el estandarte de la Hermandad de los Recueros, y al término de ella se me aparecieron el que venía como Prioste y otros dos que hacían de secretario y seise, a su lado un cura, que hacía el abad, de luenga capa los paisanos, el cura con balandrán, los cuatro caballeros en lucidos alazanes
99.
Al punto comprendí que los vecinos de Atienza, en obsequio mío y de mi esposa, reproducían la carnavalesca y tradicional procesión llamada la Caballada, con que la Hermandad de los Recueros conmemora, el día de Pentecostés, un hecho culminante de la historia de Atienza
100.
Y en cuanto cogió el cetro, quiso premiar la bizarría y tesón de los arrieros de Atienza concediéndoles el privilegio de llamarse caballeros, y el de constituirse en Hermandad o Cofradía para practicar entre sí la caridad y ayudarse en los trabajos de la