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pestilente примеры предложений
pestilente
1. Rta: el espíritu del hombre esta a su lado todo el tiempo, pero esta a su lado, NUNCA POR DENTRO , y nunca muere, tiene vida eterna, quien muere es el hombre con su mente podrida, su cuerpo pestilente, y su saco de huesos y tripas;
2. Envista de esto se mandaron á lo último todos los enfermos á las fuentes,y sin otra medicina que beber de aquella agua, todos convalecieron yvolvieron sanos: y esto comiendo carne salada, por falta de dietas, ypan de pestilente harina
3. Qué buen olor que emana de la boca! Ajo pestilente digna de los exorcistas más citados de los Cárpatos
4. madrigueras de la civilización, abiertas en fango pestilente yse
5. epidemia pestilente que hacía gran estrago en todos, y lo peorera
6. No era un trabajo agradable, llevar la comida a las que estaban castigadas sin comer más que un rancho escaso y pestilente; por eso una mañana, cuando se dispusieron a bajar quejándose de tener que hacerlo, y Mercedes se ofreció a sustituirlas, cedieron a la novata, con gusto y para siempre, aquel cometido enojoso
7. »Pasó aquella noche en un rincón de una taberna pestilente en compañía de criminales e individuos de dudosa reputación
8. Pero tenía que resignarse a respirar en el seno de aquella pestilente atmósfera mientras estuviese en aquel cuarto
9. Y entre aquellas ruinas surgía un hedor insoportable y pestilente, debido a los numerosos cadáveres sepultados bajo ellas y que los asediados, molestados sin cesar por los sitiadores, no habían tenido ocasión de sacar para enterrarlos
10. En la base del árbol había despojos de peces corrompidos que exhalaban un pestilente olor, el cual hizo taparse las narices al buen Carmaux
11. Para mayor castigo, cayó una plaga de ranas que infestaron el suelo con una baba pestilente
12. Una letra demencial y pestilente
13. Manfred y Esther fueron avanzando por el pestilente camino que les conduciría hasta su puesto de combate, siguiendo las instrucciones del plano, que iluminaban de vez en cuando con el potente haz de luz de una linterna
14. Nuestro rey Roegner murió hace algún tiempo de un aire pestilente y la reina no quiere otro marido
15. Estrella gritaba despavorida, tratando de liberarse del férreo brazo que la empujaba con fuerza a meterse en la repugnante barca reventada de pecadores, aclarando a gritos que, cuando conoció a Martín, ella desconocía que él era casado; pasándole todas las culpas a su compañero, quien por otro oscuro demonio era arrastrado a las tinieblas, entre una sudorosa y pestilente masa hedionda a orina y excrementos, que tropezaba y caía huyendo de los tridentes demoníacos que pinchaban sus cuerpos
16. Mientras inventaba platos, ni siquiera había comprobado si Hood le servía aquellos comestibles, pero ahora vio todos los platos que había pedido, formando una pila tan alta que amenazaba con derrumbarse y poner a flote el arca en un pestilente mar de carnes, dulces y estofados
17. Luego, los abucheos se convirtieron en una verdadera lluvia de basura, excrementos, estiércol, fango pestilente del Tíber y cosas podridas
18. Los muebles eran rescoldos humeantes; las cenizas que había entrevisto formaban una alfombra de olor pestilente
19. –Se trata de un pozo pestilente
20. Fue tan solo impulso interno el que le lanzó, como una diversión, a la Matemática, y en el año 1679, teniendo 37 años (cuando también tenía planteadas seguramente en su cabeza o sobre su mesa sus descubrimientos e invenciones esenciales), escribió al pestilente Hooke
21. Se arrodilló sobre el suelo cubierto de pestilente líquido, y tiró de una de las piedras que formaban el muro
22. No quise desairarle y apuré el pestilente cuenco, procurando cerrar los ojos y contener la respiración
23. Durante todo el trayecto los incomodaba un hedor pestilente
24. De la chusma hemos escapado, de todos esos vocingleros y moscardones que escriben, del hedor de los tenderos, de la agitación de los ambiciosos, del aliento pestilente -: puf, vivir en medio dula chusma,
25. El joven notó que un ardor lo invadía y que su cuerpo desprendía un aire gélido y pestilente
26. El humo se mezclaba con las emanaciones de los sucios cuerpos formando una neblina desagradable y pestilente
27. En ese terrible mundo de penumbra el niño quedó aislado del mundo en un pequeño recinto que pronto se convirtió en una pestilente cloaca llena de gusanos e insectos
28. Beatriz colgó en seco y se echó a llorar con la náusea de los recuerdos atroces: la comida infame, el muladar del baño, los días siempre iguales, la soledad espantosa de Maruja en el cuarto pestilente
29. Alguien tenía que asumir el mando para no hundirse, y había sido ella, en un espacio lúgubre y pestilente de tres metros por dos y medio, durmiendo en el suelo, comiendo sobras de co~ cina y sin la certidumbre de estar viva en el minuto siguiente
30. Le pusieron una capucha que debía ser la más sucia y pestilente que encontraron
31. –¡Pero el hedor! ¡El aire es pestilente!
32. Sí, al cabo del tercer día Cristo hubiera sido un desecho monstruoso incapaz de erguirse, pestilente y ciego
33. El señor Flawse no la complació en ninguno de los diagnósticos y al despertarse a la mañana siguiente la señora Flawse se encontró a su marido sentado, fumando una pipa pestilente y mirándola con fruición sin disimulo
34. La elenoina soltó un rugido de rabia y una sustancia verdusca y pestilente empezó a brotar de la herida
35. Hawkmoon le gritó a Oladahn para que le siguiera por una estrecha calleja, pero la bestia ya les perseguía, medio corriendo, medio batiendo las alas en el aire, produciendo un angustioso sonido sibilante que les pisaba los talones, y exhalando un terrible olor pestilente de su cuerpo
36. El resumen consiste en que los nipones, desde 1940, sacaron por la fuerza a miles de miembros de las tribus del frío y limpio interior de la isla, los llevaron al caliente y pestilente borde, y los obligaron a trabajar
37. Entonces se levantó una ráfaga de viento pestilente y desapareció
38. Asomados por las escotillas abiertas, avanzábamos entre los pequeños arbustos; después, por el lecho de un río lleno de agua estancada y de barro pestilente
39. Mientras subía la escalera le alertó un pestilente olor a medicinas
40. Aparte de los jadeos de los miembros de su equipo, en la estancia reinaba el silencio absoluto… aunque en el ambiente flotaba un hedor tremendo, el pestilente olor a algo muerto ya hacía tiempo…
41. En cambio, ¡con qué gusto hubiera trepado por los escalones negros, malolientes y escurridizos de la modistilla retirada, con qué gusto habría pagado más caro que un proscenio abonado el derecho de pasar en aquel quinto piso los ratos que Odette iba allí, y aun los ratos en que no iba, para poder hablar de ella, vivir con personas que ella trataba, sin que Swann las conociera, y que precisamente por eso le parecía que guardaban una parte real, inaccesible y misteriosa de la vida de su amante! Mientras que en aquella pestilente y deseada escalera de la modista, por no haber en la casa otra escalera de servicio, se veían todas las noches, a la puerta de cada cuarto, encima del felpudo, sendas botellas sucias y vacías para el lechero, en la escalera magnífica y desdeñada que Swann iba subiendo había a uno y a otro lado, a distintas alturas, ante la anfractuosidad que formaba en el muro la ventana del portero o la puerta de una habitación, representando el servicio interior a ellos encomendado, y rindiendo pleitesía a los invitados, un portero, un mayordomo, un tesorero (buenos hombres, que vivían todo el resto de la semana muy independientes, cada uno en sus habitaciones propias, comiendo allí y todo, como tenderos modestos, y que quizá pasarían el día de mañana a servir a un médico o a un industrial), muy atentos a las instrucciones que les habían dado antes de endosarse la librea, que rara vez se ponían, y que no les venía muy ancha; manteníanse tiesos, cada uno bajo el arco de una puerta o ventana, con una brillante pompa, entibiada por la simplicidad popular, como santos en sus hornacinas; y un enorme pertiguero, como los de las iglesias, golpeaba las losas con su bastón al paso de cada invitado
42. Estaba ciego, y otros lo alimentaban con una pestilente carroña que traían volando desde lejos
43. La devastación que trajo el Gran Resplandor todavía deja sus secuelas entre nosotros, lo mismo que abre surcos en la tierra y hace caer lluvia ácida y pestilente
44. El humo que se levantó por encima del templo de Set esparció un hedor pestilente
45. Me despertaron al alba los trinos de los pájaros y el pestilente olor de un orinal lleno a rebosar que habían dejado frente al pabellón de lady Tomillo
46. Interrumpieron los demás el trabajo que hacían sus cuchillos en el cuero crudo y pestilente de donde sacaban tiras, y se quedaron mirando interrogativamente al vaquero de las graciosas ocurrencias
47. El día que arrojó el mono al pozo, no vio su cara atrapada en el fondo: sólo los adoquines que lo empedraban, y el fango, húmedo y pestilente
48. Pues se dice en el Oficio del exorcismo, que cuando se la salpica, toda suciedad queda purificada, todo daño ahuyentado, y ningún espíritu pestilente puede morar allí, etc
49. En cuanto a la segunda duda, de si las brujas tuvieron su origen en estas abominaciones, podemos decir con San Agustín que es cierto que todas las artes supersticiosas se originaron en la pestífera asociación de los hombres con los demonios, pues así lo dice en su obra Sobre la doctrina cristiana: todo este tipo de prácticas, ya sea de supersticiones triviales o nocivas, nacieron de una vinculación pestilente de los hombres con los demonios, como si se hubiese formado un pacto de amistad infiel y crédula, y todos deben ser repudiados por entero
50. Y dadas las importantísimas y saludables materias que contiene este Tratado, que, aunque sólo fuese por la honorable condición, sabiduría y buenos oficios de estos dignísimos y honrados Inquisidores, podría muy bien ser considerado útil y necesario, es preciso ejercer todos los cuidados diligentes para que este Tratado se distribuya con amplitud entre los hombres sabios y henchidos de celo, para que con ello cuenten con la ventaja de tantas y tan bien consideradas orientaciones para el exterminio de las brujas, y que también se ponga en manos de todos los rectores de iglesias, en especial de quienes son hombres honrados, activos y temerosos de Dios, que por la lectura se vean estimulados a despertar en todos los corazones el odio contra la pestilente herejía de las brujas y sus sucias artes, de modo que todos los hombres buenos se vean prevenidos y salvaguardados, y se pueda descubrir y castigar a los malhechores, para que a la plena luz del día la merced y la bendición caigan sobre los rectos y se haga justicia con quienes hacen el mal, y así, en todas las cosas, se glorifique a Dios, a Quien vayan todos los honores, alabanzas y gloria"