1.
Sin haber podido eliminarlo de sus vidas, pudieron prescindir de
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de un supuesto derecho empresarial que le permita prescindir, en cualquier momento y sin ninguna restricción, de cualquier periodista que no se apegue a sus llamados principios editoriales, Ese derecho fue reivindicado en un pasado muy cercano, para cerrar espacios informativos y despedir a periodistas que, en su momento, fueron considerados "enemigos" de las concepciones editoriales e informativas de los medios
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historia y de otros asuntos, puede un autor prescindir de lacorrupción literaria de su
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prescindir de él cuando le diese la gana leera inalienable
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No puedo prescindir de traer al caso
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consideraral hombre aislado, y prescindir de las relaciones quele ligan con otros seres
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Y ya, perdido en mis meditaciones, suelo prescindir de lo
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] Veremos al tratar de las ideas, que nuestro entendimiento lastiene de dos clases muy diferentes: unas que suponen el espacio, y nopueden prescindir de él, como son todas las geométricas; otras que nose
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En ambos casos está sometido á las leyes generales de la razon; perocon la diferencia de que en el órden puramente ideal, ha de atender áesas leyes y á nada mas; pero en el real, no puede prescindir de losobjetos considerados en sí, y está condenado á sufrir todos losinconvenientes que por su naturaleza le ofrecen
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Es evidente que puedo prescindir del olor sin destruir ninguna de lasotras sensaciones que de ella emanan
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Resulta pues demostrado que la idea de la extension es la única base dela geometría: y que esta idea es un fondo comun en el cual basta limitaró prescindir, para obtener cuanto forma el objeto de dicha ciencia
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compuesto; tampoco se trata de prescindir de loselementos esenciales para completarla, que son las
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derepresentaciones sensibles, debe prescindir de ellas; lo que equivale áponerse en cierta lucha con una condicion á que se halla sometidonaturalmente en el ejercicio de sus funciones
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; solo se quiere prescindir de estacapacidad en sus relaciones con el ser sensible
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Es evidente que aun cuando conozca esta composicion, puedo prescindir deella y considerar
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incurrimos sin pensarlo en eldefecto de mezclarlas en la misma explicacion; queremos prescindir
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imposible, cual es, el prescindir de laconciencia
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prescindir de esta diferencia
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Yo también he intentadomuchas veces prescindir de ella
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Los vecinos de Croydon, con una urbanización excelente, creenque deben prescindir
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podido prescindir de peldaños paraentrar en ella
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prescindir, hay otra ocupación más del momentotodavía, en la
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porsuprimir el café, y concluyó por prescindir del vino en las comidas
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deGobernadorcillos, hay que prescindir de este requisito, indispensablesegún las disposiciones vigentes para ocupar aquel puesto
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Las más de las personas cumplen su deber sólo con visible esfuerzo, de tan mal talante que aquel por quien se sacrifican prefiere prescindir de tal manifestación de simpatía
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Una fortuna de quinientos mil francos de renta es en Francia una fortuna enorme; pues bien, querido amigo, quinientos mil francos de renta no bastarían para cubrir gastos, y vea por qué: un hombre con tales ingresos tiene tamb ién una casa montada, caballos, criados, coches, cacerías, amigos; generalmente está casado, tiene hijos, toma parte en las carreras, juega, viaja, ¡qué sé yo! Todas esas costumbres están arraigadas de tal manera, que es imposible prescindir de ellas sin pasar por estar arruinado y sin armar un escándalo
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que declaró ante el juez instructor el teniente coronel Tejero decidió prescindir del prometido amparo del CESID, contó o inventó sus dos encuentros con Cortina y le acusó de haberle empujado al golpe y de ser su enlace con Armada, y el 21 de mayo, tras ser interrogado por el juez instructor, el comandante Cortina ingresó en la cárcel bajo la acusación de haber participado en el golpe
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Podían prescindir del par de alas inferiores en caso necesario y depender únicamente de las superiores para propulsarse
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Aquella noche en él, sí, aquellas raíces oscuras y enmarañadas que lo ataban a esa tierra espléndida y aterradora, a sus días ardientes y a sus noches rápidas que embargaban el alma, y que había sido como una segunda vida, más verdadera quizá bajo las apariencias cotidianas de la primera y cuya historia estaba hecha de una serie de deseos oscuros y de sensaciones poderosas e indescriptibles, el olor de las escuelas, de las caballerizas del barrio, de la lejía en las manos de su madre, de los jazmines y la madreselva en los barrios altos, de las páginas del diccionario y de los libros devorados, y el olor agrio de los retretes de su casa o de la quincallería, el de las grandes aulas frías, donde a veces entraba solo, antes o después de las clases, el calor de sus compañeros preferidos, el olor a lana caliente y a deyecciones que arrastraba Didier, o el del agua de colonia con que la madre de Marconi, el alto, lo rociaba abundantemente y que le daba ganas, en el banco de su clase, de acercarse todavía más a su amigo, el perfume del lápiz de labios que Pierre había robado a una de sus tías y que olían entre ellos, perturbados e inquietos como los perros que entran en una casa donde ha pasado una hembra perseguida, imaginando que la mujer era ese bloque de perfume dulzón de bergamota y crema que, en el mundo brutal de gritos, transpiración y polvo, les traía la revelación de un universo refinado{178} y delicado, con su indecible seducción, del que ni siquiera las groserías que lanzaban a propósito del lápiz de labios llegaba a defenderlos, y el amor de los cuerpos desde su más tierna infancia, de su belleza, que le hacía reír de felicidad en las playas, de su tibieza, que lo atraía constantemente, sin idea precisa, animalmente, no para poseerlos, cosa que no sabía hacer, sino simplemente para entrar en su irradiación, apoyar su hombro contra el hombro del compañero y casi desfallecer cuando la mano de una mujer en un tranvía atestado tocaba durante un momento la suya, el deseo, sí, de vivir, de vivir aún más, de mezclarse a lo que de más cálido tenía la tierra, lo que sin saberlo esperaba de su madre y que no obtenía o tal vez no se atrevía a obtener y que encontraba en el perro Brillant cuando se tendía junto a él al sol y respiraba su fuerte olor a pelos, o en los olores más fuertes o más animales en los que el calor terrible de la vida se conservaba, pese a todo, para él, y del que no podía prescindir
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—Para la agencia la democracia no es más que algo superfluo que se le exige al resto del mundo, pero de lo que se puede prescindir cuando conviene a sus intereses
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Le habría sido imposible a Monseñor prescindir de uno sólo de aquellos hombres para tomarse el chocolate y así ocupaba su alto sitio bajo la admiración de los cielos
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Empezó a efectuar una serie de comprobaciones internas de las que muy bien habría podido prescindir y miró a sus compañeras
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Mai, tan progresista, tan pacifista, tan equivocada, comprendía muy bien en cambio a su propio padre, que decidió prescindir para siempre de la existencia del miliciano López al hacerse novio de la hija menor de un alférez provisional que jamás descubrió que su yerno era hijo de un rojo
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Sintió un leve disgusto; una persona tan inteligente como el Thero debía comprender sin duda que tal cosa era totalmente impensable, puesto que implicaría prescindir de una octava parte del suministro alimentario del mundo
35.
Era la pausa de la tarde, durante la cual todo trabajo cesaba en Marte durante veinte minutos; el Ejecutivo en Jefe había impuesto esta regla en bien de la productividad, aunque todo el mundo habría preferido prescindir de ella para salir del trabajo veinte minutos antes
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—Me causa admiración —dijo de nuevo Hagen— lo que aún dicen entre sí los Hunos: creo que bien quisieran prescindir del que guarda la puerta y del que ha traído a los Borgoñones la horrible noticia
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—¿Estarías dispuesto a prescindir de los beneficios de este año?
38.
Naturalmente, la anulación de las leyes de Marco Livio Druso ha permitido prescindir de la composición senatorial del jurado y Quinto Vario se aprovecha de ello para encandilarle, prometiéndole que si hace lo que él diga será miembro del Senado en cuanto se elijan los nuevos censores
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Loarre propuso prescindir de Collado, y continuar las diligencias del empréstito en otras casas; la misma idea expresó Beramendi, y nada dijo del extremo recurso de Ultramar
40.
¿Puede prescindir del desayuno?
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-Creo que podríamos prescindir de Dolores -dijo Holmes-
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Para ellos fue digno de celebrar el prescindir para siempre de la mano férrea del recaudador judío Barchilón, que disfrutaba esquilmándoles
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Por supuesto, no podríamos prescindir enteramente del buey
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De la acción gravitatoria podéis prescindir por los motivos ya expuestos
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La observación de Bartholino no se conformaba con ninguna de las dos teorías corrientes sobre la luz; luego había que prescindir de ella, en lo posible
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Es lo que pasa cuando una ha hecho casi quince mudanzas en diez años: que se hace budista zen por necesidad y aprende a prescindir de lo accesorio
47.
¿Por qué no, entonces, el último paso de prescindir por completo de las computadoras? Vamos, señor, el Proyecto Número es una empresa en marcha; el progreso no se detiene
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Decidió prescindir del almuerzo y volvió a los cuadernos
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Smith el buen juicio y las agradables maneras de las que casi no podía prescindir, y una disposición para conversar y para ser alegre, que realmente la sorprendieron
50.
–De lo del Día de la Aflicción ni oyó hablar porque salió con aire aturdido y con el abrigo de invierno -explicó, después de lo cual nos planteó una de sus construcciones retóricas (en aquel caso, «zeugma»), que tuvimos que identificar antes de prescindir de su presencia
51.
Y si bien los magos de su corte habían confeccionado el camisón mágico, temía que fuese peligroso llevarlo a causa del estado imprevisible de la magia y, como había estado proponiéndose desde hacía casi una semana, se prometió prescindir de él en adelante
52.
No intento morir, pero sí prescindir del mundo, y esto hace que mi carta parezca la de un suicida
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Isserley fue caminando hasta el sendero principal y, con un suspiro de alivio al poder prescindir de las gafas durante un rato, miró hacia la casa de Esswis
54.
—Gracias de todos modos, Su Majestad, pero creo que puedo prescindir de la altisonancia de títulos adicionales
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Dicho así, parece algo que ni siquiera es demasiado grave -ser tragados de nuevo por la ciénaga de una existencia ordinaria- y yo durante años no fui capaz de comprender su gravedad, pero el secreto es acercarse más aún, mirar de cerca, ya sé que da asco, pero es necesario que me acompañes hasta ahí, Gould, tápate la nariz y ven a ver de cerca, el estudioso seguro que tenía un padre, míralo más de cerca, un padre severo, estúpidamente severo, pendiente durante años de doblegar a su hijo haciendo que le pesara su continua y desmesurada ineptitud, y eso hasta el día en que ve el nombre de su hijo en un periódico, impreso en un periódico, no importa el motivo, el hecho es que los amigos empiezan a decirle Felicidades, he visto a tu hijo en el periódico, da asco, ¿verdad?, pero él está impresionado, y el hijo encuentra lo que nunca tuvo fuerzas para encontrar, es decir, una venganza tardía, y esto es algo impresionante, poder mirar a tu padre fijamente a los ojos, una redención como ésta no tiene precio, ¿qué importa haber intrigado un poco con tus ideas, olvidado ya todo nexo real con su origen, ante el hecho de poder ser hijo de tu padre, por fin, hijo reglamentariamente autorizado y aprobado? No hay precio demasiado elevado por el respeto de tu padre, créeme, ni, si lo piensas un poco, por la libertad que nuestro estudioso encuentra en el primer dinero, dinero de verdad, con el que una cátedra arañada en una universidad de la periferia empieza a llenarle los bolsillos, arrancándolo del dictado cotidiano de la indigencia, e inclinándolo por la pendiente de los pequeños lujos que al final, por fin, finalmente confluyen hacia la codiciada casa en el campo, con estudio y biblioteca, una nimiedad, en teoría, pero una enormidad, realmente, cuando se eleva, en el reportaje del periodista de turno, hasta apartada madriguera del estudioso que en ella encuentra un refugio ante la deslumbrante vida que lo asedia, vida que en realidad es sobre todo imaginaria, pero allí, en la realidad del refugio, imprevistamente demostrada, y por tanto verdadera, y por tanto impresa para siempre en la mente del público, que desde ese momento tendrá una mirada hacia el estudioso de la que él ya no podrá prescindir, porque es una mirada que, renunciando a cualquier comprobación, regala, a priori, respeto y consideración e impunidad
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Puedes prescindir de eso cuando no lo conoces
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Thorn fijó su atención en la autopista, dispuesto por todos los medios a prescindir mentalmente de la presencia del muchacho
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Aunque profundamente emocionado y hondamente agradecido al generoso reconocimiento que rápidamente le habían acordado, no podía prescindir de lanzar una ojeada retrospectiva sobre su carrera
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La guerra francoprusiana fue causa de que tuviera que prescindir de su viaje de verano en 1870, y permaneció en Berlín pronunciando conferencias sobre las funciones elípticas
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De aquellos lonches que compartimos en La Tiendecita Blanca durante los casi dos años que tardó usted en concluir sus estudios de leyes, recuerdo vívidamente algunas cosas sin importancia: que el pianista era tuerto y a menudo se quedaba dormido en medio de sus interpretaciones, provocando las risas de la clientela; que una vez le trajeron su copa de helado de chocolate y usted se indignó, porque los mozos sabían que usted tomaba una bola de vainilla y una de chocolate (y la de chocolate abajo), y aquella tarde le sirvieron dos bolas de chocolate, lo que motivó que usted se parase furioso y se dirigiese a la oficina del administrador a exigir una explicación, incidente que fue zanjado con la suspensión por un mes, sin goce de haber, del descuidado que osó prescindir de su bien conocida bola de vainilla; que la mesa del fondo estaba siempre reservada para usted, con un pequeña tarjeta que decía Don Tomasito, y pobre de quien se sentara allí, pues entonces intervenían enérgicos los mozos y hasta el personal de seguridad; que una tarde, mientras dábamos cuenta de nuestros dulces y nos contábamos los últimos chismes políticos y sociales, irrumpió de pronto un niño descalzo pidiendo limosna y, cuando los mozos se lo llevaban a empujones, intervino usted poniéndose de pie y ordenó que lo sentaran a una mesa y le sirvieran todo lo que el pobre niño limosnero quisiera, a cuenta del cuaderno de su familia, detalle que mereció mi más rendida admiración y, sospecho, a juzgar por sus caras, considerable malestar entre los mozos, que seguramente pensaron: ¿y por qué carajo el gran Tomasito no nos invita lonche a nosotros y sí a este pájaro frutero que llenecito está de piojos?; y, por último, que nunca me permitió pagar la cuenta, nunca, pues, en rigor, tampoco le traían a usted la cuenta:
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Pero cuando treinta alemanes salieron de detrás del seto con las manos arriba, tuvieron que llevárselos consigo, pues no podían prescindir de ningún hombre
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Como puede verse en retrospectiva, Simonds habría debido prescindir de esos bombardeos y haber aprovechado el impulso del momento
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Hacía un tiempo lo bastante caluroso para poder prescindir del saco, y el Chacal cambió su fina camisa a rayas por la burda camisa a cuadros que llevaba en la mochila
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Algunas de las actitudes que tuvieron que desarrollar en Islandia suponían aprender a prescindir de los cerdos y las cabras y reducir la importancia de las vacas, aprender a tener más cuidado del frágil entorno de Islandia y adoptar una actitud más conservadora
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Había decidido prescindir de algunos clientes diseminados por el Bandal y seguir hacia Viñales en la dirección de Balbar y Sandela intentando atender los urgentes requerimientos de don Birlo
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Si se le encargaba realizar tina salida de negocios o irse de viaje, aunque fuese como una distinción semejantes encargos se habían hecho, casualmente, muy frecuentes en los últimos tiempos, siempre sospechaba que se le quería alejar del despacho para examinar su trabajo o, simplemente, porque creían que podían prescindir de él
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¿Y por qué no añadir este caso a tantos otros en los que el menor defecto formal anula un proceso, aunque sea justo? ¿Los conventos son, pues, tan esenciales para la constitución de un Estado? ¿Instituyó Cristo a los monjes y a los religiosos? ¿La Iglesia no puede, acaso, prescindir de ellos en absoluto? ¿Qué necesidad tiene el Estado de tantas vírgenes enloquecidas, y la especie humana de tantas víctimas? ¿No se percibirá nunca la necesidad de reducir la abertura de estas simas donde van a perderse futuras generaciones? ¿Todas las oraciones rutinarias que allí se hacen, valen acaso lo que una limosna que la conmiseración da a un pobre? Dios, que creó sociable al hombre, ¿aprueba que se le encierre? Dios, que lo creó tan inconstante y frágil, ¿puede autorizar la inseguridad de sus votos? Estos votos, contrarios a la inclinación general de la naturaleza, ¿pueden nunca ser cumplidamente observados excepto por algunas criaturas mal constituidas en las que los gérmenes de las pasiones están marchitos, y que con razón serían consideradas como monstruos si nuestras luces nos permitieran conocer tan fácilmente y tan bien la estructura interior del hombre como su forma exterior? ¿Todas estas ceremonias lúgubres que se observan en la toma de hábito y en la profesión de éstos, al consagrar un hombre o una mujer a la vida monástica y a la desgracia, suspenden acaso las funciones fisiológicas? Al contrario, ¿no se despiertan éstas en el silencio, la sujeción y la ociosidad con una violencia desconocida a la gente del mundo ocupada en una multitud de distracciones? ¿Donde se ven mentes obsesionadas por espectros impuros que las siguen y las perturban? ¿Donde este profundo fastidio, esa palidez, ese enflaquecer, todos los síntomas de la naturaleza que languidece y se consume? ¿Donde las noches son turbadas por los gemidos, los días empapados de lágrimas derramadas sin motivo, precedidas de una melancolía que nadie sabe a qué atribuir? ¿Donde la naturaleza, sublevada por una sujeción para la que no está hecha, rompe los obstáculos que se le oponen, tórnase furiosa y lanza la economía animal a un desorden que no tiene ya remedio? ¿En qué sitio la tristeza y el mal humor han aniquilado todas las cualidades sociales? ¿Donde no existe padre, ni hermano, ni hermana, ni amigo? ¿Donde el hombre, al considerarse sólo como ser de un instante fugaz, trata las relaciones más dulces de este mundo como un viajero los objetos que encuentra, sin afección? ¿Donde está la sede del odio, del hastío y de los enervantes? ¿Donde el lugar de la servitud y del despotismo? ¿Donde los odios que nunca se extinguen? ¿Donde las pasiones encubiertas en el silencio? ¿Donde la morada de la crueldad y de la curiosidad? Nadie conoce la historia de estos asilos, decía a continuación el señor Manouri en su defensa; nadie la conoce
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Pero voy a prescindir de esto y voy a considerar ahora que el escrito del estudiante tuviese aceptación
69.
No precisamente para Blumfeld, pues éste no es caprichoso; por más hermosos que sean el honor y la gratitud, Blumfeld puede prescindir de ellos; pese a todo aguantará en su puesto mientras haya alguna posibilidad de hacerlo, en todo caso tiene razón y la razón debe finalmente, aunque a veces tarde en ocurrir, ser reconocida
70.
El trabajo se hacia tan bien, que muchos de los contratantes ya no podían prescindir de el nunca mas
71.
Pearson había eliminado su necesidad de Eddie Bennings -pensaba prescindir de él en cuanto volviese a Montmartre-, pero ahora tendría que mantener esa vía abierta
72.
Tal vez pudiera prescindir del engaño y encontrar algo real en lo que creer
73.
¡Decían que Mogshack deseaba que todos los Estados Unidos fueran sometidos a sus cuidados! ¡Bien, pues puede prescindir completamente de mí!
74.
La topografía difícil, el pésimo estado de la vía de acceso y el fuerte invierno obligaron a prescindir de volquetas y camiones, y tuvieron que transportar gran parte del mobiliario a lomo de mula
75.
Pero si los planes de Fukuda pasaban por prescindir de mí, tal y como podía colegirse de los argumentos esgrimidos por Czollek, otro tanto podía decirse de Norah
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El verano transcurrió plácidamente, en tareas de reconstrucción de la capital arrasada, que hubo de prescindir de cualquier lujo, pues era preciso enviar ayuda a las partes del reino más castigadas por Abd al-Karim, allá en el oriente de Alaba
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Ahora bien, si las destrucciones le son tan útiles que en modo alguno puede prescindir de ellas, y si no puede llegar a sus creaciones sin abrevar en esas masas de destrucción que le prepara la muerte, desde ese momento la idea de aniquilación que achacamos a la muerte no será ya real; no habrá aniquilamiento comprobado; lo que nosotros llamamos fin de un animal que tiene vida no será entonces un fin real sino una simple transmutación, cuya base es el movimiento perpetuo, verdadera esencia de la materia, admitida por todos los filósofos modernos como una de sus primeras leyes
78.
Al fin, después de seis o siete años de decadencia y miseria, el joven fue encontrado muerto en su cama, junto a la cual había un papel, dirigido a las autoridades, en el que declaraba haber asesinado a su padre por heredarle y afirmando que, cuando había ido a tomar alguna cantidad para su gasto ordinario, habían encontrado el espíritu de su padre sentado sobre los sacos de dinero, y amenazándole con la muerte instantánea si tocaba a una sola moneda, por lo que se vio obligado a prescindir del dinero, sin atreverse a gastar un céntimo
79.
Casi ninguno de los pronósticos de futuro del siglo XX se había resignado a prescindir de la navegación aérea individual, urbana, y dirigida por rayos láser, pronósticos en los que la imagen de la ciudad estaba dominada, a todos los niveles, por vehículos volantes; sin embargo, los que ahora había estaban casi todos en manos de instituciones estatales y municipales, de algunas empresas de taxis muy exclusivas y de millonarios como Tu Tian
80.
Me lo ordena también [218] la sociedad y esta ley de recíproco respeto de la cual no podemos prescindir
81.
Hay cosas en la vida de las que preferirías no tener que prescindir, como el chocolate, por ejemplo; pero sabes que, a la hora de la verdad, podrías hacerlo
82.
–¿Estarías dispuesto a prescindir de los beneficios de este año?
83.
Para colmo, ella había perdido una libreta de racionamiento y tuvieron que prescindir de azúcar durante dos semanas
84.
A la vez, permitía prescindir de las fuerzas del orden, los medios y las autoridades municipales, que tenían noticia del acontecimiento cuando era ya demasiado tarde para impedirlo
85.
Esto permitía prescindir de esfuerzos mentales mayores, tales como el aprendizaje de memoria por parte de la pareja
86.
Ratas blindadas grandes como aerocoches era una imagen de la que podía prescindir alegremente
87.
En aquellas circunstancias, con un asesino o bien paseando por las calles del burgo o bien tendido en la prisión sin haber sido juzgado, no se podía prescindir ni del notario ni del corregidor
88.
El señor Hoxey no quiere prescindir de ti
89.
Si se podía prescindir de las trazas de pasos, eso no debió desagradar a Cayley… En suma, la ventana abierta y algunas ramitas rotas debían bastar; sobre todo, la ventana abierta, pero muy suavemente
90.
La escena provocó la sonrisa de Luther, le confirmó su acierto y le hizo sentirse orgulloso de su decisión de prescindir simplemente de todo aquel jaleo
91.
Es la prueba de la economía independiente que domina la sociedad hasta el punto de recrear para sus propios fines la dominación de clase que le es necesaria: lo que equivale a decir que la burguesía ha creado un poder autónomo que, mientras subsista esta autonomía, puede hasta llegar a prescindir de la burguesía
92.
Empobrecidas, asediadas, maltratadas por todas las desgracias posibles, las gentes de la ciudad viven en una especie de alucinación colectiva que las empuja a resistir con una tenacidad inesperada y a prescindir de todas las normas morales que hasta entonces han obedecido
93.
Ni siquiera los Conitos, unos pasteles famosos en todo el país que se enorgullecían de su larga historia, podían prescindir de la incorporación de savia nueva que hiciera posible un desarrollo dialéctico apto para responder a las exigencias de las distintas generaciones
94.
Y más tarde, cuando todo el mundo estaba sentado en la gran mesa, tuvo la misma sensación que cuando se vuelve a casa después de los maitines para encontrar la mesa festiva con un carnero de dorados cuernos hecho de manteca, un jamón, y una pirámide virginal de requesón pascual, y uno deseaba comerlo inmediatamente y prescindir del jamón y de los huevos
95.
Tengo el gusto europeo de valerme de mis propios pies cuando es posible prescindir del automóvil, y caminé despaciosamente, topándome durante mi marcha con la ciclista –una niña fea y rechoncha con trenzas, seguida de un inmenso San Bernardo con órbitas como pensamientos–
96.
Habían decidido prescindir de los servicios del Tiburón Crupier hacía unas cuantas partidas, y ahora solia permanecer en un rincón mientras echaban la partida
97.
Y en aquellos casos en que se cree que no es posible prescindir de jefes y carneros-guías, hácense hoy ensayos tras ensayos de reemplazar a los hombres de mando por la suma acumulativa de listos hombres de rebaño: tal es el origen, por ejemplo, de todas las Constituciones representativas
98.
Cuanto mayor es el peligro, tanto mayor es la necesidad de ponerse de acuerdo con rapidez y facilidad sobre lo que hace falta; el no malentenderse en el peligro es algo de que los hombres no pueden prescindir en modo alguno para el trato mutuo
99.
Cuando emergieron en el estanque interior del refugio, ella había decidido prescindir de todo medio físico de comunicación, pese a que los equipos de la Sede estaban cuidadosamente apantallados para evitar su detección
100.
Jack había mandado con Padeen, además del contramaestre y todos los marineros expertos de que podía prescindir, a Davies El Torpe, que obedecía en todo a Stephen