1.
sensación de sufrimiento, dolor, angustia, tormento, inseguridad, ansiedades, depresiones, aquí también están otros que causan dolor al portador de los mismos como la envidia, el egoísmo, el rencor, el remordimiento
2.
malestar, una sensación parecida al remordimiento de un pecado que yo mismo hubiera
3.
número desaforado de cabezas, sin contención ni mesura y sin el más leve remordimiento,
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que recogen el remordimiento
5.
expectativa, el remordimiento, la culpa, y la ira son disfunciones del estado de la conciencia atrapado en el
6.
»El remordimiento, el dolor de herirla tan hondo y en tantos sitios a lavez, produjo en mí una súbita reacción
7.
remordimiento y por otros demonios más feos y tiznados,rompen en maldiciones y
8.
El remordimiento, un
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»Al escuchar sus palabras sentí el aguijón del remordimiento y
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y con el remordimiento de mi amor!—
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una tortura y un remordimiento en lo quehay de más santo en el
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Aquella aspiración y aquel remordimiento estaban representadaspor dos mujeres
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derechos con la vozdel remordimiento; en la sociedad, por medio deelocuentes protestas, y de
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remordimiento, tu infierno en lavida, el castigo de Dios antes
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sin remordimiento, a todas lasseducciones de la ciudad?
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remordimiento por los días que quizás aún la suerteme habría
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que antes, con la ternura de la gratitud y laamargura del remordimiento!
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acusación, o el remordimiento del delito? CuandoFerpierre le
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remordimiento lo había acompañado durante largo tiempo,ante
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manera? Sin el remordimiento de la culpa, ¿habríapensado en la
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remordimiento laaquejaba: ¡la muerte de los 26 oficiales fusilados en Mendoza!
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mi un remordimiento dejar de socorrerte—al verte en tan lastimero estado
23.
corazón un vago remordimiento alpensar en el mezquino móvil
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emplean bien el día y nosienten el remordimiento de haber
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La culpa, el remordimiento, elcastigo, eran las rocas que
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remordimiento, había prometido a Su Divina Majestad ingresar ala Orden del
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odioreligioso, exaltado por su remordimiento, le contraía el corazón cuandoatravesaba
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de su torre para creer en la igualdad (no de laalegría, sino de la desesperación ó del remordimiento), tendría quedejar su castillo, meterse en el sombrío convento del augusto valle ygolpearse la frente contra el
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de la tentación, ¿quiénla consolaría cuando viniese el remordimiento tardío? ¿cómo llamar
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másterribles, sobre todo más peligrosos, que los del remordimiento; lacastidad de Ana, su
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macho, supongo queserá el macho, tiene una idea, un remordimiento, improvisa una pasión que
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delito, en su dobledelito, en la muerte de Quintanar sobre todo, al remordimiento, que erauna
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del remordimiento, pero hacíandudar de todo, de que hubiera justicia, crímenes, piedad, Dios,
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Recordaba con remordimiento los animales de lujo de la estancia de supadre, novillos enormes, con el lomo plano como una mesa, casi sincuernos, de reducido esqueleto y exuberantes carnes, verdaderas«montañas
35.
Recordaba con remordimiento aquel breve diálogo en el parqueimprovisado, durante el cual habló
36.
¡Pero el remordimiento de haberaccedido yo a tu locura! ¡La
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recordar el pasadocomo un remordimiento, revelaban los vicios
38.
De tarde en tarde, el remordimiento y el miedo se apoderaban
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serenidadmostró un vago remordimiento
40.
—El remordimiento la agobia, dijo un tercero
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remordimiento y un motivode alarma
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El remordimiento y la cólera le hacían imaginar tremendas
43.
mirada en laque se confundían el odio y el remordimiento
44.
Un granremordimiento, un remordimiento vivo y cruel empezó a entrar en
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apóstata, áquien el remordimiento de la conciencia le decía lo
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Hablaba de la profesión taurina con cierto remordimiento, a pesar de losaños
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remordimiento le llenaban deavisperos el cerebro
48.
¿Se comprende ahora el remordimiento del padre? Porque Celinina tornara á la vida, hubiera él
49.
Este remordimiento latedia y noche
50.
¡Pero, hombre, qué atrasado está usted! ¡A cuántos he visto yo, y de los más nobles, más elegantes y más ricos, hacer lo que le aconsejo a usted, y eso sin esfuerzos, sin vergüenza, sin remordimiento! ¡Pero si esto es algo que se ve todos los días! ¿Qué quiere que hagan las entretenidas de París para mantener el tren de vida que llevan, si no tuvieran tres o cuatro amantes a la vez? No hay fortuna, por considerable que sea, capaz de sufragar por sí sola los gastos de una mujer como Marguerite
51.
¿Qué será de la pobre chica si aireamos ahora las trapisondas de su padre? Y, en cuanto a esta señorita tan silenciosa y tan opulenta que llevamos en el coche, ¿no resultaría moralmente culpable de encubrimiento de homicidio? ¿En qué escándalos no se vería envuelta cuando se propagase que durante seis años la mantuvo un delincuente, ya a cambio de su complicidad, ya a cambio de otros favores que prefiero no especificar? Esta apetecible señorita está ahora, gracias a ti, libre de toda sospecha y el remordimiento por haber causado la muerte de Isabel se ha disipado con la noticia de su pronto restablecimiento
52.
—Arthur —proseguí—, ¿cree que el asesino puede ser el mismo señor Crawford y que ha muerto de un ataque al corazón por la emoción que le ha causado todo? Tal vez se haya suicidado por remordimiento
53.
¿Fue eso lo que produjo el remordimiento de la señorita Johnson? ¿Era ella la que había escrito los anónimos?
54.
¿Qué han hecho ellas? ¿Qué hemos hecho nosotros?» Suárez entiende que tales preguntas son absurdas, «el tributo lógico de la egolatría instintiva», pero que pese a ello las formule prueba que se las hizo muchas veces y que, aunque no hubiera leído a Max Weber, muchas veces el remordimiento lo mortificó con el reproche ilusorio de que el diablo había venido a cobrarse su parte del trato y de que el yermo abrasado que lo rodeaba era el fruto de la egolatría instintiva que le había permitido llegar a ser quien siempre quiso ser
55.
Míster Murdstone la miró con expresión sombría y como de remordimiento durante un minuto; después dijo, volviéndose hacia mí, pero mirándome a los pies, en lugar de mirarme al rostro:
56.
Leonardo será un remordimiento peor, porque vive, si estar en manos de la Inquisición es vivir, y usted puede librarle de una muerte deshonrosa
57.
En el fondo de las pasiones, más allá del placer, hay siempre un poco de remordimiento; por esto el Evangelio, ese recurso eterno de los desgraciados, nos ha dado por sostén a nosotras, pobres mujeres, la hermosa parábola de la pecadora y de la mujer adúltera
58.
Por tanto trazamos vírgenes imperfectas, sorprendidos al no hallar al final aquellos ojos vacíos —sino, por el contrario, dolor y remordimiento
59.
—Es el remordimiento que la persigue
60.
Lo había llamado, explicó, porque le quedaban algunas cosas por enseñarle y no deseaba partir con el remordimiento de una tarea inconclusa
61.
Si lo sorprendiera en una traición -ni Dios lo quiera- como me ocurrió con Diego, no me consumirla en llanto, como entonces, sino que lo mataría sin el menor remordimiento
62.
Matilda, dejo- ven, encarnaba, sin el menor remordimiento de conciencia, la imagen de una rica heredera que vive austeramente, bienhumoradamente su fortuna, porque lo elegante es vivir el gran dinero así
63.
De la misma manera que Matilda no tuvo nunca remordimiento de conciencia por ser rica y disfrutar austeramente de la fortuna de su padre, no tuvo remordimiento tampoco a la hora de dejar a los hijos en casa con Juan y con Antonio y llevarse a Emilia de asistente personal
64.
No obstante su entusiasmo por su nuevo proyecto, Matilda sintió, a su manera franca de tratar las cosas, un remordimiento no expresado, una sensación de que faltaba una cierta perfección, la perfección del proyecto común de los dos
65.
…No me tendré por liberado más que el día en que, a ejemplo de los asesinos y de los sabios, haya limpiado mi conciencia de todas las impurezas del remordimiento
66.
No eran más que estupideces, unas imágenes distorsionadas del dolor y el remordimiento, el remordimiento por no haberme precipitado hacia el hogar junto al que yacía mi padre, y haber hundido el puñal en mi pecho
67.
Sentía que con su llegada había un ciclo que terminaba en mí y que, como le sucediera a mi padre, no me quedaba más que acostarme, olvidar Monsanto y morir como mueren las quintas de Benfica y las viñas vírgenes de la infancia, y todo se aprieta en el interior de nosotros idéntico al malestar del remordimiento
68.
Y al sufrimiento de su cuerpo se añadía la congoja de su alma, una congoja máxima, una caótica mezcla de triunfo y remordimiento, un denso y continuo asombro de que él, un sacerdote de Dios, hubiera alzado la mano para matar a sus semejantes
69.
Los calmados no están hechos ni satisfechos para y con el infierno; pero tampoco los sanguíneos ni los que sufren repentinos ataques de remordimiento de conciencia
70.
—El remordimiento, por ejemplo
71.
Quisiera no sentir remordimiento ni inquietud alguna por la escena que acaba de dejar atrás, entre los escombros del callejón
72.
Sus pensamientos fueron a parar a un puñado de asuntos relacionados con el asesinato que se habían quedado en el aire y no pudo evitar sentir cierto remordimiento de conciencia
73.
El inútil remordimiento que siguió a este acto, pues en apariencia la amaba tiernamente, lo sumió en la melancolía y la desconfianza
74.
Delia no me estaba echando en cara este incidente, simplemente compartía su preocupación conmigo, pero yo cada vez que oía una de estas historias me hundía un poco más en las arenas movedizas del remordimiento
75.
Como mínimo, sentía una punzada de remordimiento cada vez que iba a visitarle
76.
¿Conoces el Remordimiento, el de los rasgos envenenados,
77.
Un lecho que el remordimiento jamás ha frecuentado
78.
En épocas anteriores de odio endémico, tales intolerancias se habrían resuelto con resolución, con enseñanza y con el cultivo del remordimiento
79.
Después de un momento comprendió que era una expresión de remordimiento
80.
El remordimiento era el fluido que los mantenía vivos, despiertos, conservando en ebullición toda la química de sus cuerpos, un veneno imperceptible y fácil de ingerir que les aceleraba los golpes del corazón, les latía en el pulso y les daba un brillo especial a sus pupilas
81.
Dejas plantados a los amigos y te vas a correrla sin el menor remordimiento
82.
el remordimiento por los pecados, la negación del cuerpo
83.
Y a todos estos atracones les seguía un remordimiento muy grande que me hacía sentir fatal conmigo misma: me sentía fracasada, fea, gorda… así que corría al baño y vomitaba
84.
¡Sin ningún remordimiento! ¡Inocentemente! ¡Sólo porque tiene hambre y ningún deseo de morirse! 65
85.
Lady HELENA ATREIDES, Meditaciones privadas sobre la necesidad y el remordimiento
86.
Mo llevaba escrito en la frente el remordimiento cuando se giró hacia el chico
87.
Hizo un ademán en dirección al establecimiento, con una expresión llena de remordimiento
88.
Mas, en lugar de las recriminaciones que de memoria habíase aprendido; en lugar de las disculpas que Marcelino hubiera debido presentarle, acaeció lo que acaece siempre que una mujer se ha entregado por amor y un tunante la ha seducido por vicio; las recriminaciones nacen enclenques, se enredan con las lágrimas, tropiezan con los besos, y el seductor triunfa, vuelve a jurar, a prometer; las dos juventudes se atraen con secreta fuerza incontrastable, y la mujer se entrega de nuevo experimentando un goce mayor, más duradero e intenso, precisamente porque ahora viene amasado con el remordimiento
89.
Por eso ahora no sentía el menor remordimiento
90.
Sabía que a tales horas estaría ya preocupada por mí y sentía remordimiento por haberla tratado así, confiando en que Muso le comunicaría pronto que había tenido que ir a cumplir una misión
91.
Pero se equivocó: a pesar del desencanto de ambos, a pesar del arrepentimiento de él por su torpeza y del remordimiento de ella por la locura del anís, no se separaron un instante en los días siguientes
92.
El que llevara consigo a la cautiva que se había escapado de allí añadía fuerza incontestable a sus alegaciones, de modo que Mohamed Beyd no tardó en sorprenderse a sí mismo confraternizando amistosa y jovialmente con un hombre al que habría matado sin remordimiento alguno, de haberse tropezado con él en la selva media hora antes
93.
Aquella protección a unos científicos que causaron el sufrimiento y el dolor sin el menor remordimiento repelió a muchos de los americanos que intervinieron en su protección y ocultamiento
94.
Buena parte del remordimiento y el terror desaparecieron entonces de su mente, y fue recobrando la calma
95.
Con todo, cuando llegó la hora de «sacrificar» al hijo del senador Graco Manlio Escévola, me pudo el remordimiento, por lo que acabé intercediendo por su vida delante del emperador
96.
Eso significaba que sus pecados no serían engullidos por la diosa La Que Come Suciedad y, puesto que ellos serían incinerados junto con sus víctimas, cargarían con sus culpas todo el camino hacia el otro mundo al que fueran y continuamente seguirían sufriendo un intolerable remordimiento por toda la eternidad
97.
Tuvieron que pasar tres años hasta que logró sobreponer¬se, y aún así, padecía accesos de remordimiento de vez en cuan¬do, una enfermedad que, con toda seguridad, se había vuelto crónica
98.
Pero recordó entonces a Charlie y sintió pena y remordimiento
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¡El remordimiento por haber asesinado con sus manos al piloto Murphy, su amigo y compañero en Dominicana de Aviación! No contento con mandarlo matar, el Chivo, para borrar las pistas de la historia de Galíndez, tuvo el refinamiento macabro de hacer de Tavito un asesino
100.
Se encarnizaría con ellos, como con el general Román, a quien torturó cuatro meses antes de anunciar que se había suicidado de remordimiento por su traición (el cadáver nunca fue hallado), y con Modesto Díaz, a quien, si seguía vivo, debía estar maltratando todavía