1.
El movimiento ylos ruidos iban devolviendo animación a la casa
2.
Eljardín estaba oscuro, desierto; no se percibían más ruidos que el caercontinuo de la lluvia sobre los enarenados paseos y las alegresrisotadas de la murmuración de la servidumbre que comía reunida en unacocina de la planta baja
3.
En su imaginación oía ruidos de animales
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Los gemidos y los ruidos de cama siguieron durante un buen rato, de pronto el
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Se retorcía y hacía ruidos
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Cerró la puerta al entrar, quería evitar que se oyeran ruidos desde el exterior
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los ruidos de la calle
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De Venezuela pasó, de nuevo, llena el alma detristezas y emociones viriles, a la Babel moderna de los rubiosmocetones y las nevadas inclementes: a New York, a esa ciudad de lasansias, de las regatas, de los afanes, de las prisas, a ese hornocolosal donde se sazona el egoísmo y se pierden entre espirales de humoy ruidos de maquinarias, los besos y las lágrimas
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Al silencio del jardínlos ruidos de la calle
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imprecaciones,carcajadas, cantares, ruidos; son de cadenas que
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alegre cascabeleodominaba los ruidos de la plaza y las voces enérgicas del postillón entraje de la
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Todos los ruidos habían cesado en el
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silenciosamente, sofocando los ruidos de su tropa, abandonaba la funesta y para ellos maldita
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Novillo y Apolonio recobraron laalmohada de ruidos y vaivenes, y se adormecieron de nuevo
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fueron acallándose los ruidos y siguió claro y solemne
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con cierto recogimiento, acallandolos ruidos y con la puerta de la bóveda
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bordean las riberas se curvan y entrelazanformando bóveda, y los ruidos de fuera no penetran en este
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ni la sobresaltaban, hasta el puntode turbarle la razón, los ruidos
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La falta de movimiento hacía que los ruidos fueran escasos:
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No llegan hasta allílos ruidos de la población
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ruidos con el estallido penetrante de suscornetines
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Escuchaba por primera vez estos ruidos pavorosos, y aunque había leídoen las crónicas antiguas muchas descripciones del estruendo de las armasinventadas por los hombres, nunca pudo suponerlo tal como era en larealidad
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Desde el principio de su fuga le preocupaban más los ruidos del aire quelas agresiones de los enemigos que marchaban sobre la tierra
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cuando escuchábanse sordos ruidos, y enel silencio sonaba
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través de todos los ruidos y cuyo sonidovibra largo tiempo, la
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Los ruidos del campo se habíanapagado por completo
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losolores y todos los ruidos de la romería, parándose á cada instante yfijando su
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Los ruidos de abajo, todos losrumores de vida
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estación y hasta lapercepción de ciertos ruidos
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atodos los ruidos del mundo, tanto si vienen de la China como de París
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que nacen con los ruidos del dia al espirar,
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En el silencio profundo del claustro, al que no llegaban los ruidos dela calle, el compañero
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Su reserva y suausteridad la alejaban de los placeres y ruidos del
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cambian, pasos que sealejan; los ruidos todos que preceden al reposo
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constante, a través del cual los ruidos llegabanamortiguados y confusos
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Y sólo se decidió a bajar cuando vio cerrada la puerta y sonaron trasella los ruidos
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seguía, regocijada, todos los ruidos del «santo», adivinando susignificación
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Al escuchar entonces el grave tañido de la campana, que sonaba lento yacompasado, indicando la oración, todos los ruidos cesaron; todosaquellos corazones en que rebosaban la felicidad y la ternura seelevaron a Dios con un voto unánime de gratitud, por los beneficios quese había dignado otorgar a aquel pueblo tan inocente como humilde
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Ana pasaba horas y más horas en la soledad de su caserón: a su lechollegaban los ruidos
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refuerzo del silenciollegaba a los oídos un rumor tenue de los ruidos de Vetusta
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eraenjambre de ruidos interiores
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recordando los ruidos de la alegría y del placer quelatieron aquí, o preparándose a retumbar con
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alimenticia, el espanto de un caballo, las luces ylos ruidos sin
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veces los ruidos del patio atraían la atención de ambos y seasomaban a la balaustrada
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dominaban las tinieblas y las olas obscuras, en suconcierto continuo de ruidos y de murmullos
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ruidos del bulevar, en un teatro o en una fiesta, suimaginación se
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Y en los ruidos que persistieron durante toda la
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escuchar ruidos de instalación en eltecho y debajo de sus pies
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través de laatmósfera por encima de los otros ruidos más
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Al otro lado del trapiche, aunque eran mayores si cabe labatahola y la algarabía, por decirlo así, de los ruidos
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Todosestos ruidos y rumores llegaron a los oídos de Cecilia, a tiempo que laprocesión desembocó en la calle de O'Reilly, viniendo por la deCompostela
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el cual los ruidos más levesadquieren proporciones
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su estridencialos confusos ruidos de la noche
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seoían más ruidos que el viento de la noche al gemir en los castaños, y elhondo sollozo del agua
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los tristes ruidos exteriores, el quejidoconstante de la presa, el gemir del viento en los árboles
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un espantosoestruendo, formado por los más discordantes y fieros ruidos que puedendesgarrar el
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se escapaban escandalosos ruidos debesos, persecuciones y
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alfombras,devoraban todos los ruidos
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Los ruidos de la casa no llegaban hasta ellas, y los
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viento, que casi nunca dejaba de soplar fuerte en la torre,producía ruidos extraños,
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—¿No oyes entre los ruidos del agua algo parecido a un lamento?
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rumor a lo lejos y se estremeció, se abstrajocuanto pudo de los ruidos de la sala y
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seescuchaba ninguno de los gratos ruidos que acrecientan el misterio de lanoche y
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Los ruidos de lo exterior se fueronapagando
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pasillo depunta a punta, atenta a los ruidos de la escalera
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Dios y tan apartado de los ruidos, delas miserias y hasta del
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siempre, y con los ruidos de su lenguaje,desde el fiero de la
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oírse y a respirarse los ruidos de la actividad campesina,el
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ruidos de la plaza el curso de la tragediaque se desarrollaba en su redondel
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Intentaba rezar otra vez,aislarse en su oración, para no escuchar los ruidos de
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intensidad los ruidos dela muchedumbre y los ecos de la música
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la distancia, sinoporque los ruidos, que llegaban al oído de los
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En el oido hay ruidos imaginarios, sensaciones como de golpes, yzumbidos con
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Se perciben ciertos ruidos anormales en el acto de la respiracion, entreotros, el
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turbaban el silencio los ruidos característicos del campo; yael campanilleo de una
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lentamente los árboles; los andenes estaban casivacíos; no se oían más ruidos que el
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Pasó este día y el siguiente en una profunda ansiedad y prestó el oído á todos los ruidos del
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fue amortiguando el escándalo de aquella bacanalcampesina; se extinguieron los ruidos de
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Durante un rato, lo único que se oyó en la mesa fueron los ruidos que hacía Strathcoe al sorber y masticar; los ojos del sirviente iban del uno al otro sin descanso mientras engullía la comida
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Antes de que ninguna de las dos jóvenes tuviera ocasión de contestar, una voz resonó en los árboles y se oyeron ruidos furtivos en torno al campamento
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Tras lo que le pareció una eternidad, los ruidos se fueron perdiendo en la distancia y el silencio las rodeó a ambas
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Al irse acercando, los ruidos se tornaron más fuertes y se alternaron con intermitentes rugidos que la hicieron temblar
83.
Desde abajo llegaban voces y ruidos apagados, pero no se oía nada en las cercanías
84.
El mago escuchó los roces y tenues ruidos en la escalera, a sus espaldas, y se quedó muy quieto
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A menos que las grutas poseyeran la facultad de amplificar los ruidos
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El malévolo adversario estaba, por ahora, lejos, ya que los ruidos diversos que producía le llegaban mitigados, si bien tal situación podía cambiar en una exhalación
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Tenues ruidos resonaban en la negrura
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Escuché los ruidos que producían los hombres al empuñar sus armas, apagar las hogueras y disponerse a comenzar la escalada
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Luego, hace menos de un siglo, las ondas de radio que salen de la Tierra se habrán vuelto más potentes, más intensas, menos parecidas a ruidos y más semejantes a señales
90.
Para entonces nuestras regiones inferiores estaban tan congeladas que todos nos re-movíamos incómodos en los asientos tratando de recuperar la sensibilidad, haciendo ruidos como un grupo de hipopótamos disfrutando de un revolcadero en un pantano especialmente apetecible
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En ocasiones oía ruidos en el corredor, al otro lado de la puerta, voces que hablaban en un idioma que no entendía, pasos cuyos propósitos ni siquiera podía suponer
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En las espesuras se opera el relevo de los ruidos, la isla da Santa Prisca se hace una con su reflejo invertido, y el cielo se apaga en el fondo del río
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Ruidos extraordinarios: Mister Eversleigh canta la canción
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Shu Mai se asomó a la abertura que había dejado la pasarela, que a pesar de los ruidos de la ciudad hizo un considerable estruendo al dar contra la superficie
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En la playa, jadeando apenas, frotaba a Jacques enérgicamente, entre grandes carcajadas, después se volvía para orinar con brío, siempre riendo y felicitándose del buen funcionamiento de su vejiga, golpeándose el vientre con los «Bueno, bueno» que acompañaban todas sus sensaciones agradables, entre las cuales no establecía diferencias, fuesen de excreción o de nutrición, insistiendo igualmente y con la misma inocencia en el placer que le procuraban, y constantemente deseoso de compartir ese placer con su prójimo, lo que provocaba en la mesa las protestas de la abuela, que admitía que se hablara de esas cosas e incluso lo hacía ella misma, pero «no en la mesa», como decía, aunque tolerase el número de la sandía, fruta con una sólida reputación de diurético, que Ernest adoraba y cuya ingestión empezaba con risas, pícaras guiñadas dirigidas a la abuela, variados ruidos de aspiración, regurgitación y blanda masticación, y después de las primeras mordidas directas de la tajada, toda una mímica en que la mano indicaba varias veces el trayecto que la hermosa fruta rosada y blanca recorrería desde la boca hasta el sexo, mientras la cara exhibía un regocijo expresado con muecas, revuelo de ojos acompañados de «Bueno, bueno
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ruidos y llamadas que procedían del patio
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El cielo se ponía cada vez más verde y se agrandaba mientras los ruidos de la ciudad, más sordos, se iban alejando
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Y cada uno de esos olores, aun antes de que empezara la lectura, arrebataba a Jacques a otro universo lleno de promesas ya [cumplidas] que empezaba a oscurecer la habitación donde se encontraba, a suprimir el barrio mismo y sus ruidos, la ciudad y el mundo entero, que desaparecería totalmente no bien empezada la lectura con una avidez loca, exaltada, que terminaba por sumirlo en una embriaguez total de la que no conseguían sacarlo ni siquiera las órdenes repetidas
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Se acercaban al barrio de Grand y como aquél quedaba un poco en alto, una ligera lluvia les refrescaba y al mismo tiempo barría todos los ruidos de la ciudad
100.
Todos salen a la calle, se aturden a fuerza de hablar, se pelean o se desean y bajo el cielo rojo de julio la ciudad, llena de parejas y de ruidos, deriva hacia la noche anhelante