1.
que más valía concentrarse en la sopa que estaba absorbiendo, procurando adivinar los
2.
marmitas de sopa en casa de mi vecina
3.
Pedía su sopa castel ana, su ajoarriero, y por supuesto su ración de
4.
Retomó entonces la elaboración de la sustanciosa sopa, con trozos flotantes de
5.
ofendido por la sopa fría y que va a sacar el mayor provecho de la situación, un "yo" que disfruta cuando
6.
En el rato que estuvieron solos, antes de que entrara Papitos con elservicio y la sopa, Maxi endilgó a su mujer algunas frases enteramenteceñidas al endiablado asunto que constituía su demencia
7.
anunciarque estaba la sopa en la mesa; y al disponerse todos
8.
Estando en esto, avisó Catana que estaba servida la sopa
9.
por lotanto, de los maimones, sopa, torta y bollo
10.
ya le tienes en el comedor, dando palmadas y pidiendo la sopa
11.
¡Soberbia sopa! Flotaban en su superficie las lunas
12.
puesta,y entre el husmillo de una sabrosa sopa deanguila, queda todo en
13.
Y esta sopa económica para el pueblo y la fundación del hospital, danidea bien
14.
La clásica sopa de manteca con huevos humeaba ya en el
15.
No ves más que la sopa en el plato—
16.
Después de la sopa trajeron el pescado
17.
Estaba á esta hora vigilando el hervor del caldero, para que susacompañantes no metiesen en la sopa las lanzas con que extraían lospeces, y vió cómo un hombre de los que iban vestidos con túnica y velosse
18.
una olla en laque humeaba una sopa de coles
19.
perecer de hambre por la sopa y el pan que todoslos días reciben en la puerta de todo
20.
están con las puntas de loscigarros; nos darán luego una sopa que llaman de hierbas, y
21.
salieron del palacio de Alcudia y sedirigieron a sus moradas, donde les aguardaba la sopa de
22.
recoger la sopa en el Asilo de San Bernardino
23.
Hexe-Baizel no tardó en traer la sopa, y los sitiados hicieron círculoalrededor de la
24.
agua necesaria para los platos de sopa que sequiera obtener; se echan las hierbas julianas, y cuando están
25.
SOPA DE ACEDERAS Y HUEVOS
26.
para que loscriados pudieran decir: «La sopa está en la mesa!
27.
conformarse, vencidotal vez por el perfume de la sopa que
28.
la sopa en el Sagrado Corazón, nohabía ya remedio para él; en
29.
hijo como por las incorrecciones de su esposa, sirvióla sopa a todos los comensales,
30.
—¡Y la sopa no estaba en el programa!
31.
) Señora, la sopa
32.
juguetes puede idear la más fecunda imaginación tirolesa; el estanque del Retiro lleno de sopa de
33.
elcomedor, completamente olvidado de que la sopa, el cocido y
34.
Mientras una vecina preparaba sopa en una cacerola, otra lo sirvió y lo ofreció a los presentes en una bandeja
35.
Recordaba el miedo, el hambre, la sed después de la guerra, cuando tuvo que esconderse, el plato de sopa en casa de un amigo, un religioso que le había abierto su corazón
36.
La comadrona cargó con el cesto de chuscos de pan y con la olla de una sopa que las presas se negaban a comer, caldo tibio y sucio donde flotaba la repugnancia
37.
También su compañero de juego ha reservado el valor energético de los higos del desayuno para aguantar el hambre, porque rechazarán el rancho en el comedor, sopa de lechuga, maloliente y fría, o guiso de garbanzos, cuatro garbanzos bailando en agua sucia, peores aún que las populares «lentejas de Negrín» que se comían durante la guerra
38.
Había cinco, pero ¿a quién le interesaba por ejemplo aquel enano jorobado de nombre La Révelliére-Lépeaux?, ¿o el simiesco y gordo Reubell? ¿Y qué decir de Carnot, tan vulgar y avaro que cuando quería presumir de rumboso como gran cosa invitaba a sus amigos a tomar sopa?, ¿o del insignificante Letourneur? En medio de este cuarteto decadente y muy poco atractivo, Barras destacaba más que nunca
39.
La cocinera se inclinaba sobre el fogón y revolvía el interior de un enorme puchero que parecía estar lleno de sopa
40.
Por la mañana se le entrega un cántaro de agua, una sopa que sólo tiene de ella el nombre y una ración de pan basto que tiene que comerse en seguida, si no quiere verlo devorado por las grandes ratas de mar que en aquellas horribles mazmorras abundan
41.
Y aquellos niños que sólo conocían el siroco, el polvo, los chaparrones prodigiosos y breves, la arena de las playas y el mar llameante bajo el sol, leían aplicadamente, marcando los puntos y las comas, unos relatos para ellos míticos en que unos niños con gorro y bufanda de lana, calzados con zuecos, volvían a casa con un frío glacial arrastrando haces de leña por caminos cubiertos de nieve, hasta que divisaban el tejado nevado de la casa y el humo de la chimenea les hacía saber que la sopa de guisantes se cocía en el fuego
42.
Muéstrase, desde la sopa al café, decidor y jovial el buen PRIOR, arrancándose a contar salados chascarrillos andaluces de buena ley; y el CONDE, aunque con pocas ganas de conversación, y como atacado de tristeza o nostalgia, se esfuerza en cumplir la tiránica ley de cortesía, riendo todos los chistes incluso los del Alcalde, el cual, después de un impertinente disputar sobre cosas triviales, barre para su casa, sosteniendo la supremacía de las pastas españolas para sopa entre todas las del mundo, incluso las italianas
43.
Por fortuna, veinte veces había recibido Dantés acostado al carcelero, ya fuese por misantropía, ya por cansancio, y en este caso generalmente aquel hombre dejaba sobre la mesa el pan y la sopa y se iba sin hablarle
44.
—Es decir, que me desprecias, y haces mal; ahora que lo he encontrado, nada me impide ir bien vestido, puesto que conozco lo buen corazón; si tienes dos vestidos me darás uno; yo lo daba antes mi ración de sopa y de albaricoques cuando tenías mucha hambre
45.
A su debido tiempo, mientras se estaba sirviendo la sopa, se oyó la voz de Len que decía en el recibidor:
46.
¡Miren con que delectación se toma la sopa!
47.
Jacob Radnor declaró que el día de la muerte de mistress Pengelley, al llegar él inesperadamente a la casa sorprendió a mister Pengelley en el acto de colocar la botella de veneno en un estante y que el plato de sopa de mistress Pengelley se hallaba sobre una mesa vecina
48.
Comieron sopa de alcachofas, servida de una sopera, pastelón de pescado y tarta de manzana
49.
Aghur tomó una sopera de cangi, sopa muy densa de arroz, y se la llevó a Manciadi, que se puso a comer con voracidad de lobo
50.
Parecía curada de su estado de sonambulismo perenne y hasta tuvo el ánimo para comprarse ropa elegante; sin embargo, no alcanzó a lucir su nuevo ajuar, porque el señor Guevara sufrió un ataque fulminante y murió sentado en el comedor, con la cuchara de sopa en la mano
51.
el de su propio sudor, con los aromas de la cocina, ajo, sopa, pan recién horneado y con un hedor extraño de barro podrido
52.
Ésta es una sopa de robusto sabor campesino que hace sudar los párpados y despierta los instintos más bajos, así como el deseo de recitar poesía
53.
El hombre ha vivido por más de cien años con la dentadura completa y el pelo negro, sin dejar ni un solo día de retozar con alguna muchacha frutal, gracias al ginseng, que toma a puñados y a una sopa fabulosa cuya receta consiguió Miki Shima para estas páginas:
54.
Mientras yo procuraba hacer durar mi sopa y él devoraba una langosta, me contó que no siempre sus parroquianos eran mujeres
55.
Le mencioné mi infalible sopa de callampas salvajes, que administrada con la debida frecuencia es un afrodisíaco celestial, pero aquel joven no tenía vocación por la cocina y pude ver que el diálogo comenzaba a aburrirlo
56.
Más de un cocinero fue decapitado sin preámbulos porque su sopa de nidos de golondrina no surtió el efecto deseado en el emperador
57.
SOPA DE LA RECONCILIACIÓN
58.
Me coloco mi mejor vestido, me pinto las uñas de rojo y sirvo la sopa decorada con crema agria en platos calientes
59.
Apio La marquesa de Pompadour inventó una sopa de apio para encender a Luis XV cuando el fuego de la pasión se reducía a tristes cenizas, pero en realidad su buen nombre como afrodisíaco viene del tiempo de los griegos y romanos
60.
El emperador Nerón lo tomaba en sopa diariamente para mejorar su voz, pero no hay evidencia de que tuviera el menor efecto en su caso
61.
el baño… Pero volvamos a la comida y a la sopa
62.
Una real sopa es al cuerpo lo que la paz es al alma
63.
Es una sopa transparente y liviana como un beso en la frente, ideal para preceder un plato principal
64.
obvias, sopa de la reconciliación, cuya receta se encuentra bajo el título "Si non e vero"…)
65.
Ésta es una versión sencilla de la célebre sopa francesa
66.
Muela todo en la licuadora y sirva la sopa bien
67.
Es una sopa fría de tomates, típica de España, para la cual hay muchas recetas, pero ésta es de preparación
68.
Para dos amantes discretos puede preparar la mitad de la receta, seguida por una sopa y un postre
69.
Encendieron lumbre, y se pusieron a cocer el volátil más craso, para preparar una buena sopa al pobre enfermo
70.
Los Robinsones hicieron una gran provisión de dicha fécula, tostando una parte de ella para que les sirviera de sopa
71.
La joven vaciló ante aquella sopa de vampiros donde flotaban coágulos oscuros, pero se la tomó para no hacer un desaire a sus anfitriones
72.
Aquí nadie se muere de hambre, porque al pisar el límite del desaliento, siempre se tiende una mano amiga, decía José Leal para explicar las ollas comunes en las que un grupo de vecinos echaba lo que cada quien podía aportar a la sopa de todos
73.
Durante la sopa, que Irene Beltrán no probó, el Sargento mencionó algunas estadísticas sobre las víctimas del tránsito en esa región, sin dejar de examinar a su anfitriona con rabillo del ojo
74.
Siguieron en silencio hasta que estuvo lista la sopa
75.
Una multitud de hombres, mujeres y niños, cubiertos con el polvo de la victoria, entró en la mansión del dictador y se lanzó a la piscina, dejando el agua como sopa, al son del jazz tocado por un negro en el piano de cola blanco que decoraba la terraza
76.
Otras mujeres estaban preparando ollas de sopa, calabazas con agua y tortillas de maíz, porque la batalla iba para largo
77.
Inicié una lucha contra piojos, pulgas y mugre, pero dio por resultado que empezaron a desaparecer ratones, cucarachas y otros bichos que servían para la sopa; entonces dejamos de enjabonar y fregar
78.
Preparar la magra sopa común para españoles e indios llegó a ser un desafío mucho mayor que el de los sorpresivos ataques de Michimalonko
79.
Los huesos servían para dar sabor a la sopa y se hervían una y otra vez, hasta que se disolvían en el caldo, como ceniza
80.
A veces parecía genuinamente conmovido y con su propia mano le daba cucharadas de sopa, pero el día que le hundió la cabeza en una batea llena de excrementos, hasta que ella se desmayó de asco, Alba comprendió que no estaba tratando de averiguar el paradero de Miguel, sino vengándose de agravios que le habían infligido desde su nacimiento, y que nada que pudiera confesar modificaría su suerte como prisionera particular del coronel García
81.
¡Fue su perdición! Sigfrid, rápido como una centella, se levantó, se colocó tras la silla de Breitner y, cogiéndolo de los pelos, le metió la cara en la sopa ardiendo
82.
Allí era fácil pasar inadvertido, pues la cola de más de cien menesterosos —que aguardaban escudilla en mano a que saliera un lego que, ayudado por dos acólitos, repartiría la sopa de los pobres, desde que el conde Suñer y su esposa regalaron la casa de la canonjía para este menester— era nutrida
83.
Apenas se habían sentado los dos hombres cuando ya la mujer les alcanzaba sendos cuencos de espesa sopa en la que flotaban algunas bolas de carne; en el de Ahmed había también una cuchara
84.
Miró en torno y siguió tomando la sopa
85.
Si estaba encendido el sistema impulsor la comida empezaba con una sopa
86.
Daba la casualidad que justo cuando se estaba repartiendo la sopa a mediodía en la misma planta, sonó la sirena entrecortada y los de la fila que todavía no habían consumido, se quedaron sin alimento
87.
Este cucharón de sopa era elemental
88.
Se vivía atemorizado porque justo cuando se repartía, podía resonar la sirena y adiós a la porción de sopa, había que dejar todo y emprender la corrida
89.
Los camareros llevaron el jerez y la sopa
90.
Un poco de sopa, pescado y verdura
91.
Derramo el plato de sopa
92.
Miro los hilos de sopa que corren por el mantel blanco
93.
Fueron las dos a la cocina en busca de tazas de sopa para los heridos, las cuales recogieron de manos de las ilustres cocineras señoras de Orbegozo, de Arana y de Mac-Mahon
94.
Aún oigo las olas de Peniche en Tavira, Margarida, las olas de ese invierno, aún oigo la sirena de la fábrica de conservas que llama a los obreros y la espuma bajo las losas, y me acuerdo de la forma en que los presos me quitaban las energías mezclándome barbitúricos en la sopa, y me llamaban, cuando yo estaba solo, imitando la voz del director de Santo Tirso, la voz de Alice, la voz de mi padre, que me obligaban a regresar al pasado a fin de interrumpirme el presente, y no sólo los presos sino el que mandaba, y los guardianes, y el abogado que desparramaba hojas sobre la mesa de la sala de consultas, Hoy lo encuentro de mejor aspecto, señor mayor, tal vez podamos trabajar en el sumario, y no sólo el abogado sino mi familia, y tú, Margarida, que te escuchaba conversar con ellos, y yo, que me negaba a dormir por miedo a que me vaciasen un cargador en el corazón, yo que asentía Realmente tengo un aspecto estupendo, doctor, ustedes no han conseguido abatirme, y él Antes de comenzar con las tonterías, señor mayor, quería preguntarle si aceptaría entrevistarse con el coronel Gomes y su abogado, y yo ¿El coronel Gomes?, y él Entró ayer en la cárcel, el señor teniente ha permitido que nos entrevistemos para hablar, y yo, juntando los fragmentos del puzzle, ¿El coronel Gomes es quien dirige la trama, doctor?, y el barco salvavidas callado, y la sirena callada, y hasta las olas calladas contra los muros del fuerte, y el coronel Gomes que extendía la palma hacia mí, con pantalones de sarga, tiritando bajo un abrigo viejo, Buenos días, Valadas, ¿ya no se saluda a los amigos?, y yo A los amigos sí, mi coronel, el problema es que usted no es un amigo, y su abogado Por el amor de Dios, señor mayor, el señor coronel Gomes tiene gran estima por usted, y el coronel Gomes Fui yo quien le avisó de que la Policía lo buscaba, y yo La mandó a mi casa, diga mejor que la llamó por teléfono y la mandó a mi casa, y el coronel Gomes No estoy aquí para escuchar insinuaciones groseras, no estoy aquí para escuchar insultos, y mi abogado Le pido disculpas, señor coronel, el señor mayor no ha querido ofenderlo, casi un año de cárcel deja los nervios destrozados, y el coronel Gomes, más sereno, Que se retracte y olvidaré este episodio, y su abogado a mí Lo que nos interesa es establecer una estrategia común, decidir lo que puede decirse y lo que no, que el Delegado del Ministerio Público es duro de roer, y yo, En el juicio no diré ni pío, y no dije nada, condenaron al coronel Gomes a once años y lo expulsaron del Ejército, el comodoro Capelo, promovido a almirante, dio testimonio, me pareció ver a Alice entre el público, en una de las filas traseras, entre su madre y su marido, pero cuando miré con atención eran otros los espectadores y no ellos o los lugares estaban vacíos, el juez postergó mi sentencia por consejo de los médicos, regresamos a Peniche en una furgoneta blindada, y el coronel Gomes, a mí, Once años, Valadas, yo no duro once años, cuando salimos del Tribunal reparé en su mujer, una señora que lloraba, y yo Espero que no dure, mi coronel, que ya tengo adversarios de sobra, y al llegar a Peniche tronaba, el cielo se hendía con heridas de relámpagos que recortaban la villa, que recortaban el mar, tomando las sombras fosforescentes antes de esconderse en sus pliegues de tinieblas, un barco, casi en la línea del horizonte, flotaba sobre nubes que supuraban lágrimas rojas, las casas se desmoronaban, los almacenes de los pescadores y las traineras ancladas se deslizaban hacia la plaza, el farallón, amputado, mostraba sus visceras de pizarra, liberaba enjambres de aves aterradas, y a la mañana siguiente el coronel Gomes se ahorcó en la celda, y cuando lo vi, antes de que lo cubriesen con el abrigo y un saco de arpillera, no me pareció verlo morado ni con la lengua fuera, sino con las pupilas apagadas en una expresión amable, de modo que pensé Se ha dormido, no se ha ahorcado ni nada, se ha dormido, a pesar del verdugón en el cuello y de los hombros crispados, pensé Se ha dormido, ha fingido que se ahorcaba para intentar engañarme, y entonces me acerqué a él, le puse el pulgar en la frente y estaba fría y con manchas color de vino en la raíz del pelo, y las botas en el extremo de las piernas, Margarida, se me figuraron vacías como los zapatos de los mendigos
95.
Me acordé de su madre con la máquina de pedal arrimada a la ventana, me acordé del murmullo de los tilos, me acordé de la sopa que la vieja comía mientras seguía remendando, de los hilos que se le enmarañaban en el pelo, y el hijo, acercándose a mí, Hola niña, y yo ¿Por qué motivo no me dibujaste el mar?, mi hermano Fernando dormía en la habitación, desde que cortaron las trepadoras sobraba luz en el jardín, un silencio diferente moraba en los arbustos, la ausencia de la palmera ensanchaba el horizonte, viviendas de tejados de pizarra, casas de la Rua Emilia das Neves y de la Estrada de Benfica hasta los castillitos de Portas y el barrio de negros en Damaia, lo que quedaba del Colegio Lusitano transformado en taller de tonelero y refugio de mendigos, con perchas sepultadas en la hierba, el cañaveral del riachuelo, atascado de basura, junto a las vías del tren donde ningún tren pasaba y donde el cadáver del mozo de cordel se pudrió semanas y semanas, Hola niña, y yo No me has dibujado el mar porque el mar no existe, qué mentira el mar, has escondido las olas con los dedos y has hecho galerías y girasoles y mariposas, un mirlo se posó en lo alto de la jaula en la que la zorra se extendiera con el hocico pegado al cazo, La pequeña se ve enseguida que no es mi hija, no insistas, gritó mi padre en el despacho, yo debería acabar con ella y contigo, y sollozos, y bofetadas, y más gritos, y mi hermano Jorge Padre tiene esas cosas, ya le conoces las manías, y él Claro que el mar no es mentira, niña, soy yo que no sabía explicarlo, si tuviese un lapicero te lo mostraría, nuestra madre me trajo la comida con un chichón en la frente y la mejilla herida, dejó la bandeja encima de la cama, bajó las escaleras sin hacerme una caricia, sin besarme, y yo ¿Nuestra madre no es mi madre, Jorge?, el cadáver del mozo de cordel se había dilatado hasta el punto de reventar la camisa, fueron los alumnos de la escuela quienes dieron con él descomponiéndose, y mi padre La pequeña no sale de aquí, exijo que no salga de aquí, exijo que nadie la vea, que nadie piense, que nadie hable, el mirlo alzó el vuelo desde la jaula y yo Si nuestra madre no es mi madre no tengo madre ni padre, puse un aria de ópera en el gramófono y él agarró un lápiz y empezó a garabatear una playa en la pared, dunas, peñascos, toldos de bañistas, paquebotes, y yo, en cuanto comenzó a cantar el tenor después de los violines, El mar es verde, tienes que pintarlo de verde, y mi hermano Jorge Aunque no fueses de ellos serías mi hermana, hermanita,
96.
Añade que las necesidades humanas, eterna ley, despertaban al fin en el pobre español los naturales apetitos, sacándole del sueño de austeridad ascética, y al llegar esta situación, encontraba más fácil pedir a la intriga que al trabajo la mísera sopa y el trajecito pardo con que remediarse del hambre y del frío
97.
En aquel corro vocinglero solían introducirse algunos diputados, como Fermín Gonzalo Morón, amigo de Milagro; Madoz, íntimo de Centurión, y Oliván e Iznardi, que a sus ventajas de comer la sopa en todas las situaciones, unía ya la de ser representante del país en todas las legislaturas
98.
Lloyd salió del salón sin decir una palabra, mientras al presidente le retiraban el cuenco de sopa
99.
Puesto un mantel en media mesa, en un santiamén les dio de comer la moza, sirviéndoles sopa fría, carne y garbanzos del cocido a medio hacer, tortilla improvisada, como remedión, higos y nueces de postre
100.
Voluntariamente se había subscripto a esa medalla del tamaño de un plato de sopa de la cual el criminal había hablado, pero un desagradecido banco tenía una visión menos favorable, y el Killer regresó a las sombras de la cuales había emergido