1.
la honestidad su gran baza mediática
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amparados en un renovado anonimato y, lo que constituye su mejor baza, en una crecida
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peroraba nadie metía baza; era capaz de discutir con el lucerodel alba, y hasta con los moradores
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lo que acaeció en el cerco de Baza, i la forma quetuvo la reina para mantener todo el
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baza mayor quita menor,y de seguro que en aquel juego, la menor es siempre la dolencia, yla
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El golpe de estado blindó a la Corona: actuando al margen de la Constitución, usando la última baza de poder de un Rey sin poder -la que tenía como jefe simbólico del ejército y heredero de Franco-, el Rey paró el golpe y se convirtió en el salvador de la democracia, lo que colmó de legitimidad a la monarquía y la convirtió en la institución más sólida, más apreciada, más popular, más resguardada contra la crítica y, en el fondo, más poderosa del país
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Aun sin admirar a los Furnan por haber jugado esa carta, tampoco podía oponerme a su baza
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—Madame, si cuando está usted jugando, alguien le pregunta por qué ha jugado el as, o por qué jugó el valet, al que gana la reina, en lugar del rey, con el que hubiera hecho la baza
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Bartok fue bastante cortés al atender a Morgan, pero su cortante respuesta dejó bien en claro cuál era su opinión sobre los aficionados que metían baza
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La mejor baza para los españoles era que en algunos puntos (especialmente frente al IIº/262) las líneas enemigas estaban muy lejos de las españolas y, por tanto, el espacio a cubrir por los asaltantes eran lo suficientemente largo y tan completamente despejado como para permitir a las armas españolas (especialmente a Ias "máquinas", como se les llamaba a las ametralladoras) sacar la máxima eficacia de su tiro rasante
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Pero como es comprensible, la oposición no podía perder esa baza tan pronto, y mientras se convocaban manifestaciones de la comunidad judía venezolana en las calles de Caracas y otras ciudades del país, la propaganda antichavista volvió a rescatar las historias sobre las supuestas alianzas de Chávez con el yihadismo terrorista
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Con aquel excelente objetivo a la vista, el señor Troy vio la oportunidad de meter baza en la conversación por vez primera
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Sin dejar meter baza a nadie, Agustín desembucha: «Según expone Gioberti en su Primato, el redentor, el jefe, el príncipe de la nación italiana, en la esfera del pensamiento, debe ser el Papa, cabeza visible de la Iglesia católica
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Los de Baza mataban sin piedad a cuantos andaban todavía en el trajín de acarrear muebles para la hoguera
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Oyó Santiuste que gritaban: ¡Baza, Baza! Iban a salir los Cazadores de este nombre para rechazar a los moros, que ya zancajeaban dando alaridos de peña en peña
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Sale Baza con mágica presteza; le siguen fuerzas de Llerena, Granada y Zamora
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Por el momento, hay que reconocer que nos va ganando por una baza, y ya sabe usted, Watson, que no tengo por costumbre abandonar la partida en esas condiciones
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Otra baza para el doctor
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Se lo dice usted todo y no me deja meter baza
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La sorpresa era mi mayor baza en ese momento
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El dinero siempre era la mejor baza
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Y en Baza encontramos la misma provisión en 1521
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Pero una vez que metieron baza esos científicos…
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Y desde San José de Costa Rica, donde se encontraba en viaje oficial, aprovechó una comparecencia diplomática para meter baza en la batalla que la Casta disputaba a 8
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Como de todos modos la pelea era inevitable, Garion decidió meter baza antes de que la voz de la joven se elevara hasta el punto en que le resultara imposible oírla
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Los había engañado a todos: la desaparición fue una baza que nadie había previsto
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Pero la mención del director del KGB parecía constituir una baza a favor de Rostov en ese juego
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Mi baza es
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El cazador intentó meter baza en sus pensamientos
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Por el contrario Negrín tiene una baza: el Ejército del Ebro expresa con su capacidad de resistencia que la República no ha perdido aún la guerra
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El sargento encargado de los suministros no tardó en aparecer con un montón de papeles en la mano y comenzó a hablar sin dejarle meter baza
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Ori no quiso perder la ocasión de meter baza y se detuvo en la puerta
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Por el contrario, los informes de McCarthy demostraron que eran los abogados litigantes quienes estaban financiándola, y Barry sabía muy bien cómo utilizar aquella baza en su favor
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Pero la baza más fuerte que Atenas había sabido conservar en la mano era la dracma, que había permanecido, en medio de tantas vicisitudes, casi inalterada
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En aquel momento, la diablesa de cabellos rojos tuvo que meter baza
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fue para que su director obtuviese información con la consiguiente baza que jugar ante el Congreso?
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¿Y por qué desarmarlo? Podría ser una baza para nuestros problemas de verdad
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Hasta que jugó la baza de Marcus, había estado columpiándose antes incluso de que empezasen a conversar
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—A su lado, Hoshino metió baza con precipitación
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Viendo que el capitán parecía estar algo indeciso, Tyler metió baza en la conversación:
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Denna puso otra carta en la mesa y recogió la baza
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En el mundo de Fane, donde la complejidad se daba por sentada, esa habilidad suponía una baza inestimable
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Zárate hizo el gasto, charlando de mil cosas que trajo por los cabellos, y Rafael metía baza en todas, expresando opiniones graciosísimas, ya sobre las nuevas teorías de la degeneración, ya Página 102 de 125
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Y si por una parte el protocolo se opone, los curas quieren meter baza en el asunto
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–Sólo tiene usted una baza que lo favorece: mi íntima convicción
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El gorila metió baza en nuestra conversación
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Una reconciliación fingida entre las dos y, después, poner en práctica aquel plan que, ahora, se encontraba en un callejón sin salida y en el que Mónica constituía un seguro, una última baza por si todo salía mal
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–Piénselo rápido porque sería interesante una gestión familiar para que el Ministerio de Asuntos Exteriores metiera baza en el asunto
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En el juego de las cargadas, persona que no hace ninguna baza
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no dejar meter baza
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Evidentemente, es imposible suponer que se haya pasado por alto a la única baza dudosa
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Eso dio lugar a un instante de vacilación en su chorro de ira, suficiente para que el entrenador pudiera meter baza:
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–¿Quieres subir a la habitación? – Se sacó de la manga la baza del sexo
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¿Por qué no? Es la baza con la que hay que jugar, tratándose de Jake
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Y como Blaze contaba con la baza del sexo, el descaro era lo más cercano a un as con lo que podía jugar
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Nynaeve renunció a meter baza en algún resquicio de la avalancha de palabras —quizá debería haberle arrojado el corazón de la manzana— y se limitó a gritar:
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Que la aldea de los artesanos estuviera en el desierto, para él era una baza más
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mete baza haciendo su papelito sobre que cada cual ve las cosas a su modo y que no hay que cerrar los ojos y la táctica de Nelson de poner el ojo ciego en el catalejo y redactar una acusación contra un país entero y Bloom intentando apoyar la moderación y joderación y sus colonias y su civilización
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Y sabía que era su mejor baza
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Las grandes intrigas que vinieron luego y, sobre todo, aquellas negociaciones entre Eichmann, Becher y los judíos, todas las historias de rescate de judíos a cambio de dinero, de camiones, sí, estaba más o menos al tanto, e incluso hablaba de ellas, e incluso conocí a algunos de los judíos implicados, y también a Becher, un hombre inquietante que había ido a Hungría a comprar caballos para las Waffen-SS y se hizo a toda velocidad, por cuenta del Reichsführer, con la mayor fábrica de armamento del país, las Manfred-Weiss Werke, sin avisar a nadie, ni a Veesenmayer, ni a Winkelmann, ni a mí, y a quien el Reichsführer encargó más adelante tareas que o bien duplicaban o bien contradecían las mías y también las de Eichmann, algo que, según acabé por entender, era un sistema típico del Reichsführer, pero que, in situ, sólo valía para sembrar cizaña y confusión; nadie coordinaba nada, Winkelmann no tenía influencia alguna ni sobre Eichmann ni sobre Becher, quienes no le informaban de nada; y debo admitir que yo no me portaba mucho mejor que ellos, que negociaba con los húngaros sin que lo supiera Winkelmann, con el Ministerio de Defensa sobre todo, en donde había establecido contacto con el General Greiffenberg, el agregado militar de Veesenmayer, para ver si el Honvéd no podría también darnos sus batallones judíos de trabajo, incluso con garantías particulares de un régimen especial, a lo que, por supuesto, el Honvéd se negó categóricamente, con lo cual sólo nos quedaban, como obreros potenciales, los civiles reclutados a principios de mes, los que se pudieran quitar de las fábricas, y sus familias, es decir, un potencial humano de escaso valor, y ésa fue una de las causas por las que tuve que acabar por considerar aquella misión un fracaso total, aunque no fue la única causa, ya hablaré de ello, incluso a lo mejor hablo un poco de las negociaciones con los judíos, porque eso también, en última instancia, repercutió más o menos en mis atribuciones o, para ser más exacto, utilicé, no, intenté utilizar esas negociaciones para que fueran adelante mis propios objetivos, con muy poco éxito, lo admito de buen grado, por todo un conjunto de razones, y no sólo la que he mencionado ya, también estaba la actitud de Eichmann, que se volvía cada día más difícil de tratar, y Becher también, y la "WVHA, y la gendarmería húngara, todo el mundo ponía de su parte, ¿sabéis?; en cualquier caso, lo que quería decir más exactamente es que si alguien desea analizar las razones por las que la operación de Hungría dio unos resultados tan magros para la Arbeitseinsatz que, bien pensado, era mi preocupación primordial, hay que tener en cuenta a toda esa gente, y a todas esas instituciones, que desempeñaban cada cual su papel, pero también se censuraban mutuamente y a mí también me censuraban, de eso no se privaba nadie, podéis creerme; en resumen, aquello era un follón, un auténtico lío, con lo que, en último término, la mayoría de los judíos deportados se murieron, enseguida quiero decir, los gasearon antes de haber podido siquiera ponerlos a trabajar, pues muy pocos de los que llegaban a Auschwitz eran aptos, unas bajas considerables, un setenta por ciento quizá, nadie está demasiado seguro de nada, por culpa de las cuales se creyó después de la guerra, y resulta comprensible, que ése era el mismísimo propósito de la operación, matar a todos esos judíos, a esas mujeres, a esos ancianos, a esos niños mofletudos y rebosantes de salud, y por eso no había forma de entender por qué los alemanes, siendo así que estaban perdiendo la guerra (pero el espectro de la derrota no estaba quizá tan claro por entonces, desde el punto de vista alemán por lo menos), seguían emperrados en las matanzas de judíos, movilizando recursos considerables de hombres y de trenes sobre todo, para exterminar a mujeres y niños, y, como no había forma de entenderlo, se atribuyó a la locura antisemita de los alemanes, a un delirio de asesinato que se hallaba muy lejos del pensamiento de la mayoría de los participantes, pues, de hecho, para mí como para tantos otros funcionarios y especialistas, se trataba de bazas esencialmente cruciales, encontrar mano de obra para nuestras fábricas, unos cientos de miles de trabajadores que nos permitieran quizá darle la vuelta al curso de las cosas, no queríamos judíos muertos, sino bien vivos, válidos, varones de preferencia, ahora bien los húngaros querían quedarse con los varones o, al menos, con buena parte de ellos, así que de entrada ya empezábamos mal, y además estaban las condiciones de transporte, deplorables, y Dios sabe cuánto me peleé con Eichmann al respecto y él siempre me contestaba lo mismo: «No es responsabilidad mía; es la gendarmería húngara la que llena y dota los trenes, no nosotros», y además estaba también la testarudez de Höss en Auschwitz, porque entre tanto, quizá como consecuencia del informe de Eichmann, Höss había vuelto, como Standortálteste, en lugar de Liebehenschel, a quien habían arrumbado en Lublin, así que estaba la incapacidad obstinada de Höss para cambiar de sistemas, pero de eso hablaré quizá más adelante y con más detalle; recapitulando, pocos de nosotros deseaban deliberadamente lo que sucedió y, sin embargo, me diréis, sucedió, es cierto, y también es cierto que a todos esos judíos los mandaban a Auschwitz, no sólo a los que podían trabajar, sino a todos, es decir, con conocimiento, sin lugar a dudas, de que a los viejos y a los niños los gasearían, así que volvemos a la pregunta inicial: ¿por qué esa obstinación en dejar a Hungría vacía de judíos, en vista de las condiciones de la guerra y todo lo demás? Y, claro, sólo puedo adelantar hipótesis, porque aquello no era mi objetivo personal, o, más bien, en ese aspecto no puedo concretar mucho, sé por qué querían deportar (por entonces decíamos evacuar) a todos los judíos de Hungría y matar en el acto a todos los que no fueran aptos para el trabajo, y era porque nuestras autoridades, el Führer, el Reichsführer, habían decidido matar a todos los judíos de Europa, eso está claro y lo sabíamos, igual que sabíamos que los que fueran a trabajar morirían también antes o después, y el porqué de todo esto es una cuestión de la que ya he hablado mucho y para la que sigo sin respuesta, la gente, por entonces, creía todo tipo de cosas acerca de los judíos, la teoría de los bacilos, como el Reichsführer y Heydrich, esa teoría a la que aludió Eichmann en la conferencia de Krummhübeí, aunque para ellos me parece que debía de ser un punto de vista intelectual; la tesis de las sublevaciones judías, espionaje y quinta columna a favor de los enemigos que se iban acercando, y era una tesis que obsesionaba a buena parte de la RSHA y tenía preocupado incluso a mi amigo Thomas; temor, también, a la omnipotencia judía, en la que algunos creían aún firmemente, lo que, por lo demás, causaba equívocos cómicos, como aquel de primeros de abril, en Budapest, cuando hubo que sacar de sus casas a muchos judíos para que quedaran disponibles sus viviendas y la SP pedía que se crease un gueto y los húngaros se negaban porque temían que los Aliados bombardeasen las zonas de alrededor del gueto y el gueto no lo tocaran (los americanos habían bombardeado ya Budapest mientras yo estaba en Krummhübel); y entonces los húngaros diseminaron a los judíos y los pusieron cerca de los blancos estratégicos militares e industriales, lo que inquietó sobremanera a nuestros responsables, pues, si los americanos bombardeaban, pese a todo, esos blancos, ésa sería la demostración de que el judaismo mundial no era tan poderoso como se creía, y debo añadir, para atenerme a la justicia, que, efectivamente, los americanos bombardearon esos blancos y, de paso, mataron a muchos civiles judíos, pero yo hacía mucho que había dejado de creer en la omnipotencia del judaismo mundial, porque, en caso contrario, ¿por qué se habían negado todos los países a quedarse con los judíos en 1937, y en 1938, y en 1939, cuando todo cuanto queríamos nosotros era que se fueran de Alemania, lo cual, en el fondo, era la única solución razonable? Lo que quiero decir, volviendo a la pregunta que hacía antes, porque me he desviado un poco, es que incluso aunque la meta final fuera indudable, la mayoría de los que intervinieron en esto no trabajaban para cumplir esa meta, no era eso lo que les interesaba y, por lo tanto, no era lo que los movía a trabajar de forma tan enérgica y encarnizada, sino que era toda una gama de motivaciones, e incluso Eichmann, estoy convencido, se comportaba con mucha dureza, pero estoy seguro de que en el fondo le daba igual que matasen a los judíos o que los dejasen de matar, a él todo lo que le importaba era demostrar de qué era capaz, estar en el candelero y también dar salida a las capacidades que había desarrollado; lo demás le importaba un carajo, y tanto la industria como las cámaras de gas, por cierto; lo único que no le importaba un carajo era que nadie se descojonara a su costa, y por eso se ponía tan gruñón en lo de las negociaciones con los judíos, pero ya volveré sobre esto, porque no deja de ser interesante; y lo mismo les pasaba a los demás, todos tenían sus razones, el aparato húngaro, que nos ayudaba, quería que los judíos salieran de Hungría, pero le importaba un carajo lo que pudiera pasarles, y Speer, y Kammler y el Jagerstab querían trabajadores y presionaban encarnizadamente a las SS para que se los consiguieran, pero les importaba un carajo lo que pudiera pasarles a los que no podían trabajar, y además había montones de motivaciones prácticas, yo por ejemplo, sólo tenía que ocuparme de la Arbeitseinsatz, pero no era, ni mucho menos, la única baza económica, como supe cuando conocí a un experto de nuestro Ministerio de Alimentación y Agricultura, un joven muy inteligente a quien le apasionaba su trabajo, que me explicó una noche, en un viejo café de Budapest, el aspecto de la cuestión relacionado con los alimentos; y lo que pasaba era que, tras perder Ucrania, Alemania tenía que enfrentarse a una grave carencia de abastecimientos, sobre todo de trigo, y por lo tanto, había mirado hacia Hungría, que era una gran productora, y, según él, por cierto, ésa era la razón principal de nuestra pseudoinvasión, asegurarnos esa fuente de abastecimiento de trigo y, por lo tanto, en 1944 les estábamos pidiendo a los húngaros 450
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El opinaba, como me había dado a entender Thomas, que no quedaba más que una solución, acabar con la alianza contra natura entre las democracias capitalistas y los estalinistas y jugar a fondo la baza del baluarte europeo contra el bolchevismo
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—Que no quieren meter baza
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Había llegado el momento de jugar su última baza
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¿Siente usted curiosidad?Si la siente se la callará, no me regalará esta baza