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bermejo Beispielsätze
bermejo
1. —jura y perjura el hombre gordo y bermejo, atiempo que se enjuga la exudación de la frente—
2. exploraciones del río Bermejo, y se internó en el Chaco,creyendo que eran de oro los
3. bermejo, los ojos bailadores y algo saltados, puntoso ycolérico en demasía, amigo de ladrones y
4. El pañuelo bermejo, por debajo del cual asomaban los
5. La tarde declinaba y el sol descendía bermejo como un escudo de metalcandente, cuando
6. era la navegación del Bermejo, grande arteria comercial, que,pasando por las
7. En el rio Bermejo se derrama,
8. Egipto, y en el mar Bermejo, y en el desierto por cuarenta años
9. 29 Por fé pasaron el mar Bermejo como por tierra seca; lo cual probando los
10. el mar Bermejo, y en el desierto por cuarenta años
11. 29 Por fé pasaron el mar Bermejo como por tierra seca, lo cual probando los
12. accidente, porque los Chiriguanásdel río Bermejo, que antes se
13. El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, tras la cacería que tuvo lugar en febrero de 2009 y en la que también participó el entonces ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo
14. La polémica que se generó tras la publicación de las imágenes hizo que Bermejo dimitiera de su cargo a finales de ese mismo mes
15. La marquesa de Bermejo había aparecido en una ventana del primer piso, en unión de los siervos armados de fusiles
16. Le dirás que se lo envía la Marquesa de Bermejo
17. -¿Sois vos el amigo de la Marquesa de Bermejo?
18. -Involuntariamente hemos comprometido a la marquesa de Bermejo
19. No le fue fácil encontrar el palacio de la Marquesa de Bermejo; pero, finalmente, logró dar con él
20. —¿Crees que mi hija es una puta para hacer esas cosas con ella? —gritó Shemayah mientras forcejeaba con los hombres que lo sujetaban, con el rostro bermejo
21. Los infieles perecerán en las lagunas de Guad-el-Gelú como en las aguas del mar Bermejo pereció Faraón, cuando iba en perseguimiento de los hijos de Israel, conducidos por Moisés o Mouçá
22. El que parecía el jefe, un individuo de bigote bermejo y ademanes militares mal disimulados bajo la rústica indumentaria, fue reconocido por el contador Olmedilla; y ambos se retiraron a hablar aparte mientras nuestra tropa se congregaba a la sombra de los pinos
23. En ocasiones, los dos observaban una gran elevación que se alzaba más abajo, a quinientos pasos siguiendo la orilla misma del río; y el del bigote bermejo parecía referirse al lugar con muchas explicaciones y mucho detalle
24. En ese momento asomó por ella un hombre, en el que reconocí al del bigote bermejo que por la tarde había estado conferenciando con el contador Olmedilla
25. En octubre de 2007, con su compañera de partido fuera ya del Ministerio de Vivienda, el entonces ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, pasó a ocupar ese mismo inmueble
26. «Envidio al ex ministro Bermejo porque ya es un ex ministro»
27. Era febrero de 2009 y pocos días antes su compañero, el ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo, presentó su dimisión por motivos personales
28. Bermejo ya era un ex
29. cuando el moral se convirtió en bermejo;
30. Las hojas de los árboles que bordean la acera viran del negro al bermejo, y del bermejo al rosa
31. Apartando la mirada del torrente bermejo en que estaban suspendidas las estrellas calcinadas, el Ratón parpadeó y una vez más tuvo conciencia de la cabina
32. Y de la desaparición de Martín Bermejo hay rastros que no llevan a ningún sitio: la investigación policial es completamente negativa, pero en el ánimo de quienes mejor le conocieron el desaliento justifica el pesimismo…
33. Antes de que Martín Bermejo subiera las escaleras que conducían al tercer piso del número veintisiete del Paseo de Gracia, en el centro de Oceda, invirtió no menos de tres meses en la cuidadosa preparación de lo que había ideado, casi todo relativo al aspecto que debía ofrecer en aquella ocasión y a los términos en que convenía expresar sus pretensiones
34. Los malos sueños de Martín Bermejo reiteraban el conflicto de la vida, o ésa era la sensación en la resaca de los despertares: algo oscuro y poderoso que lo secuestraba, como si en la emoción del sueño, casi siempre aniquiladora, persistiera la convulsión de un miedo a todo lo que resultara más necesario y crucial en su existencia, como si el mal sueño se nutriera de las insondables amenazas que contrariaban la realidad en que debía vivir
35. Martín Bermejo lleva en Oceda esa existencia desaparecida que lo borra de los demás sin que nadie se percate, y en sus empeños involucra lo más profundo de sus sentimientos, sin que al desvarío pueda contraponerse la razón de un consejo, la orientación con que el sentido común restablece el equilibrio del entendimiento
36. En un día comparable al domingo en que Martín Bermejo fue a hacer su petición en el tercer piso del número veintisiete del Paseo de Gracia de Oceda, Inma Dorada se acercó, con la decisión de quien lleva toda la tarde dando vueltas sin rumbo fijo y al fin resuelve definitivamente lo que debe hacer, a la puerta del Convento de Santa Ula, que en Solba regentan las Madres Concisas
37. No se trata de justificar la coincidencia de los destinos ferroviarios de Inma Dorada, Eliseo Mercal y Martín Bermejo, no haría ninguna falta, pero verlos juntos en aquella noche de la Estación de Armenta tiene el sentido de esa inducción que corroboran sus antecedentes, y habida cuenta de que Inma ya se estaba dejando morir por aquellas fechas, de que Eliseo se mataría al mes siguiente y de que Martín Bermejo desaparecería no mucho después, no están de más algunas consideraciones que reduzcan esa cualidad de recurso demasiado socorrido que tiene el azar, y sirvan para entender algo del corazón de los Príncipes, que también es de lo que suelen hablar los cuentos
38. Fue Martín Bermejo quien encontró a Eliseo Mercal tumbado en la vía paralela a la de maniobras, a la izquierda del andén y al final del mismo, y a Inma Dorada desvanecida al pie de una salida de la Estación, la que estaba más cerca de la Consigna
39. Puestos los tres de acuerdo, se habían sentado a la barra del bar y, mientras aguardaban a que el experto barman Nicanor Bermejo les preparara la especialidad de la casa, Javier dirigió una curiosa mirada al salón, que venía a ser un patio interior rodeado por una galería a la que se accedía por una escalera semicircular
40. El sol era una naranja difuminada en el horizonte, que irradiaba franjas de púrpura y bermejo a través de las nubes grises
41. Los ojos le brillaron con más intensidad mientras unos zarcillos de humo bermejo emergían de la hendidura del casco
42. caballero bermejo con la aprobación y
43. Tras algunas sesiones más con sus correspondientes palizas por parte del esbirro pelirrojo -cuentan que también judas fue bermejo, y así haya terminado sus días mi verdugo como aquél los concluyó-, y sin que yo llegase a revelar nada digno de mención, me dejaron más o menos en paz
44. Repasaron con curiosidad profesional los cuerpos muertos de los nuestros, la cubierta manchada de sangre, y el del bigote bermejo se quedó observando un rato el cadáver de
45. Era un hombrecillo bermejo como un hurón, que chupaba incesantemente un cigarro sin encender y puntuaba su conversación con gestos y guiños
46. La nota de Swinburne, de todos los poetas, la blanca muerte y el bermejo parto
47. Era alto, tenía el pelo de un llamativo color bermejo y, por su apariencia y comportamiento, siempre daba la impresión de ser mayor de lo que en realidad era; incluso a los catorce años tenía un éxito envidiable con las mujeres
48. Por la mañana oyeron misa, comieron, y vino el Caballero Bermejo ante Beaumains con sus sesenta caballeros, y allí le ofreció su homenaje y lealtad en todo tiempo, y hacerle servicio él y sus caballeros
49. entonces el Caballero Bermejo de las
50. Entonces el Caballero Bermejo de las Landas Bermejas se armó con gran prisa, dos barones le pusieron las espuelas en los talones, y fue todo bermejo como la sangre, armadura, lanza y escudo