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caverna de Alí-Baba bien podría encontrarse en los sillares de nuestro vecino peñón de
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había descubierto por casualidad, investigando otro caso de corrupción local, la caverna de
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oculta la luz, y sólo una claridadmortecina se refleja sobre las paredes y pilares de la caverna
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vean en esa caverna un manto deterciopelo y una encomienda de Santiago
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aquella obscura caverna, enmedio de un silencio más impresionante que todas las
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dientes afuera; suinterior es siempre lóbrego, con una obscuridad de caverna, en la que seagitan
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pies de ancho, cuando oí gritar alas crías y me dije: «Están cerca de la caverna, en el
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en medio de la caverna defendía a las doshermanas de los rigores del frío del invierno,
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años su residencia de invierno en la caverna de Luitprandt
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tardaron en huir de la caverna, desvaneciéndose en el azulinfinito
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de un feroz entusiasmo, y blandiendo su cetro, se lanzó fuera dela caverna
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Aveces un cazador ó un bandolero penetraba en la caverna y turbaba
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de haber penetrado en la caverna yexaminado el dolmen bajo
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emoción del queve ante la boca negra de una caverna y se
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á partirde la caverna, eran utilizados en estas aglomeraciones
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angustioso, porque en el profundo seno de su alma,como en una caverna recién iluminada,
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lecontuvo unos instantes en el umbral de la caverna; pero
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Salió, y cuando iba en busca de la puerta por el pasillo, que oscurísimocomo la caverna de
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Y aquí, en esta lóbrega caverna sin salida, terminaban lasexcursiones mentales
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Aunque pareciera inconcebible, casi había olvidado al perverso Dragón de la caverna
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Pesadamente apoyado en el hombro de Brandon, permanecía ojeroso al frente del grupo, fija la mirada en la nada mientras el joven lo guiaba por el dentado y silencioso interior de la caverna
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Despacio y lleno de reparos, Ramiro dio el par de pasos que lo separaban del borde de la caverna y, con gran precaución, dejó caer su corpachón
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El juglar estaba ya en la boca de la caverna, nuevamente medio engullido por las sombras
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Bayard se soltó despacio del joven caballero para arrodillarse en el ya inundado suelo de la caverna
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En la famosa parábola de la caverna Platón imaginó unos prisioneros amarrados que sólo veían las sombras de los pasantes y que creían que estas sombras eran reales, sin llegar nunca a suponer la compleja realidad que descubrirían con sólo girar la cabeza
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Supongamos que llevamos un contador Geiger y un trozo de mineral de uranio a algún lugar situado en las profundidades de la Tierra: por ejemplo una mina de oro o un tubo de lava, o una caverna excavada a través de la Tierra por un río de roca fundida
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Una fracción del contaje restante procede de la radiactividad natural de las paredes de la caverna
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Pero evidentemente no era verdad, ¿en qué enciclopedia se habla de Lovezzolo? ¿Estaría empezando a penetrar en la caverna?
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Había una gran cantidad de desperdicios en el suelo de la caverna: huesos de animales y hombres, armas rotas y trozos de piel
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—Aquí hay otro —dijo el coripi que había llevado a Tanar hasta la caverna, arrojando sin contemplaciones al sari sobre el suelo de piedra, a los pies de los coripis que hacían guardia ante la entrada
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De acuerdo con el plan establecido, los tres comenzaron a escalar sin vacilaciones por el extremo más alejado de la caverna
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Estaba cerrada, y era inútil buscar en la caverna, pues seguramente Stalletti habría salido inmediatamente después de la huida de Sybil
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El cielo raso remeda una bóveda de caverna, verdecida irregularmente por hongos y filtraciones
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Así, aquella tarde, en nuestra casa, con el sol último de la serranía, nos descifró un arisco y hermoso poema dedicado al bisonte de la caverna de Altamira y una canción de cuna para su nieto recién nacido, delicia de balanceo musical, ave rara en su jardín de esparto y duros vientos
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Marchó con él al campo en busca de un lugar tranquilo en el que leerlo, y por fin halló una caverna en la que se introdujo creyendo que se trataba de un refugio antiaéreo vacío
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El aire era húmedo y bastante cálido, incluso en la caverna
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Arilyn sofocó una sonrisa mientras se disponía a salir de la caverna
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Los tres recorrieron la isla de la cima a la playa, registrando por orden y escrupulosamente las más pequeñas anfractuosidades de las peñas que hubieran podido ser la entrada de alguna caverna; pero su búsqueda resultó infructuosa
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—Y en ocasiones, cuando se sabe, ya es demasiado tarde, se trata de La Puerta del Destino, La Caverna del Desastre —dijo Tommy
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-Estos hombres que nos han guiado conocen la caverna en que se guarecen los "águilas" que retienen a Talmá
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A los pocos minutos Hadgi salía de la caverna y se reunía con Abei que lo esperaba detrás de un grupo de plantas
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Los sartos superaron en pocos instantes la distancia y después de descargar sus arcabuces se lanzaron a la caverna empuñando "cangiares" y pistolas
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—¿En la caverna de los tiburones? —preguntó el rey de los pescadores con una sonrisa irónica—
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Apenas la caverna quedó iluminada con las linternas, manifestóse en sus aguas una viva agitación
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Descendió por la escalera que daba la vuelta a la roca y entró en la galería, deteniéndose sobre el pozo que desembocaba en la caverna de los tiburones
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Pasando de barco en barco, no obstante el incesante fuego de las espingardas y de las carabinas de los pescadores, llegaron delante de las rocas, pero como habían varado a babor, no habían descubierto aún la entrada de la caverna
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El «Bangalore» levó anclas y salió de la caverna, izada en el palo de mesana la antigua bandera de maharajá: tres perlas azules en campo blanco
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Estaban a unos diez pasos de la diminuta colina, y empezaban a ver una hendidura que podía ser la entrada de alguna caverna, cuando uno de los exploradores lanzó un grito, llevándose las manos a la garganta
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Después entró en la caverna seguido del capitán y de Sai-Sing
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Al atravesarlo, se encontraron en una espaciosa caverna que recibía alguna luz de una estrechísima hendidura abierta en la bóveda
51.
Con un empujón vigoroso la haremos encajar, y nadie podrá entrar en la caverna
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En aquel momento el jefe de los isleños, que se había alejado dirigiéndose a la última caverna, reapareció en la galería, diciendo a Sun-Pao:
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Un cuarto de hora después llegaron a la caverna central, deteniéndose al borde del torrente que poco antes corría por una profunda excavación
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—El agua entraba en la caverna por aquel agujero; los hombres de Kin-Lung deben de haber levantado en alguna parte un dique para desviar el torrente
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Estaban todos porque los demás, que debían sigilar la caverna, se habían reunido
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Debe de haberlos herido en un acceso de furor, tal vez a traición, mientras descansaban en la caverna y después debe haberse precipitado al mar
57.
Ong entraba en aquel momento en la caverna exclamando:
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Man-Sciú y Ong desaparecieron en la galería tenebrosa en el mismo momento en que Sun-Pao aparecía en el umbral de la caverna, escoltado por cuatro guerreros fieles
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Dicho lo cual, Sun-Pao salió de la caverna y se internó por el sendero seguido por sus hombres, desapareciendo entre las rocas
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Mientras el joven salía, el tha-ybu volvió a entrar en el corredor, después en la segunda caverna y con una sacudida despertó a Lin-Kai
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Ong le esperaba en la caverna
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Más allá de la playa se alargaba y se encogía una hendidura que aparecía penetrar en alguna caverna submarina
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—Pero tú, Cantubí, ¿qué has dicho de una traición, y de una caverna marina?
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Se había levantado vivamente y miraba con gran atención al nadador, el cual parecía que intentaba dirigirse precisamente hacia la caverna
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Hecho esto encendieron varias antorchas que colocaron a lo largo de la galería, y comenzaron el transporte de todos sus utensilios, los cuales amontonaron en la última caverna
66.
Antes de abandonar definitivamente la caverna, Vicente y el doctor obstruyeron la galería con grandes piedras, a fin de impedir que otras personas descubrieran la existencia del canal e intentaran explotarlo
67.
Al otro lado de la caverna se prolongaba el túnel en línea recta, con una ligera inclinación hacia el sudoeste
68.
Acaso haya algún topo por ahí, en el fondo de esta caverna, que tenga alguna comunicación con la superficie de la tierra
69.
El tiburón, con el vientre desgarrado y el hocico destrozado, sacó medio cuerpo fuera del agua y después de sumergirse rápidamente, desapareciendo en los abismos de la gran caverna, tras una línea sangrienta
70.
No venían del lado del canal, sino, al parecer, del extremo opuesto de la caverna
71.
La canoa había penetrado en el interior de una caverna de dimensiones muchos menores que la anterior, pero erizada también de rocas y sembrada de escollos
72.
Por la caverna se extendía penetrante olor a gas, que hacia estornudar con frecuencia a los cuatro hombres
73.
Apenas hubieron traspasado la abertura que les sirvió de entrada en la caverna, chocó la canoa contra un gran bulto que sobrenadaba en las aguas del canal
74.
En tiempos pasados debió de ser esta caverna el fondo de algún volcán, porque esas cristalizaciones maravillosas sólo se observan de ordinario en el interior o en los cráteres de los volcanes
75.
Las sacudidas y los estruendos continuaban, mientras las bóvedas, cada vez más agrietadas, se desplomaban cayendo sobre la caverna enormes bloques, que rebotaban y se desmenuzaban por lo violento del choque, haciendo retemblar el suelo
76.
-¿Luego entonces este túnel tiene comunicación con la caverna grande?
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Prestándose ánimos y ayuda pudieron llegar felizmente a la entrada de la caverna, atravesando aquella parte del canal
78.
Llevaron las dos antorchas y pronto su luz quedó proyectada mediante dos reflectores de níquel en dirección de la salida de la caverna
79.
-Enciende otra antorcha y ve explorando la salida de la caverna,
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Con unas cuantas remadas impulsaron la balsa hacia aquella amplia caverna y dieron la vuelta a la embarcación
81.
La corriente de la oleada ha debido empujarlos a una caverna lateral señalada en el plano del capitán Gottardi
82.
Uno de ellos tenía al lado un enorme tambor, un hauk, adornado con plumas y crines, y de vez en cuando lo golpeaba haciendo resonar las bóvedas de la caverna
83.
Un grito desgarrador resonó en la caverna
84.
Los dos indios salieron de la caverna y se encaminaron, volviendo a recorrer en sentido inverso la galería
85.
Tomó una antorcha y estaba a punto de examinar las paredes de la caverna cuando una espantosa detonación se oyó resonar en lontananza
86.
Windhya se detuvo porque en el extremo opuesto la caverna estaba todavía inundada por gran cantidad de agua
87.
En aquel momento se oyó en la lejanía una detonación, que repercutió muchas veces en las galerías y en la amplia caverna
88.
El agua que se había introducido a través de las galerías estaba acumulada en aquella caverna a causa de la pendiente del terreno y era todavía tan profunda que no permitía a los cuatro indios tocar el fondo
89.
Por la parte de la galería que comunicaba con la primera caverna se oían voces
90.
Cuando llegaron a la caverna se detuvieron, ya que el agua les llegaba hasta el cuello
91.
–Nos espera en la gran caverna
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Eragon sintió que ascendía unos centímetros por encima del suelo de la caverna
93.
Y los marineros se desplomaron frente a la entrada de la caverna, mientras de sus frentes heridas manaba abundante sangre, ya que habían sido atravesadas por las balas
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El muchacho se fue hacia la caverna, y al poco tiempo volvió tirando del grueso cable embreado
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Se arremangaron los pantalones, encontrando sumergidos los bancos arenosos que costeaban el acantilado; así, pues, se dirigieron hacia la caverna, delante de la cual hallaron todavía embarrancado el palo y los restos a él adheridos
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El marinero y su acompañante penetraron en el segundo corredor, que era bajo y estrecho como el primero, pero que descendía más rápidamente, y se encontraron en una segunda caverna, también circular, pero más amplia que la primera, pues medía una circunferencia de cuarenta metros, por lo menos
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Aquella caverna debía de encontrarse casi al nivel del mar, pues se oían dentro rumores prolongados, producidos sin duda alguna, por los olas, que se estrellaban al pie de la roca
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Una serpiente, lanzándose por encima de las plantas trepadoras que obstruían el ingreso en la caverna, había clavado sus dientes venenosos en la pantorrilla izquierda del desgraciado marinero
99.
Media hora después llegaban a la caverna, cuya entrada estaba enteramente cubierta por las plantas trepadoras
100.
Entraron en la segunda caverna y se llevaron la momia, enterrándola al pié de un árbol; enseguida descargaron la carreta, haciendo rodar los recipientes del nuevo almacén