1.
paciencia es una virtud sumamente útil para el cazador, con su ayuda no deja un palmo de
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la presión del cazador que puede l egar a aplastarla
3.
Estaba cabizbajo como los quepierden dinero, como el cazador impaciente que se desperna de monte enmonte sin ver pasar alimaña cazable; como el artista desmemoriado aquien se le escapa del filo del entendimiento la idea feliz o la imagenque vale para él un mundo
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Dentro de los cóncavos y amoratados huecos de losojos, acechaban las pupilas de Mauricia con ferocidad de pájaro cazador
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si el amo de casa es cazador, no faltanperdices y codornices cantoras en sus jaulas, y
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cañaverales, el cazador ojealos patos desde el fondo de la barca, de la
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á estos, es decir, en lasllanuras, se presentan al cazador, como un bocado esquisito, los
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sentido del cazador, ni el olfato,ni los órganos de la audición
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joven sigueconfiando en la desaparición del cazador y en la
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Buscaba la gloria siguiendo el camino de sus aficiones, y por esto sehabía dedicado á cazador,
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—Mi hijo es cazador alpino, lo que llaman «diablo azul», y está en losVosgos
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Una faisana, ligeramente herida por un cazador, cae en el
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Quién que haya leído El Cazador y laPerrilla,
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Se sentó en un escalón y allí permaneció en la oscuridad, emboscado comoun cazador al acecho
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Pero expliquemos la situación del cazador, por si los permenores delsuceso nos fueren más tarde de alguna
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no se distinguían más seres vivientesque el cazador, la miruella y un hombre que cerca de la casa
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Hecha, pues, la puntería á placer del cazador (como que apoyaba laextremidad del cañón de la escopeta en
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El Cazador y el Hurón
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Un día, el mismo cazador de brujas
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que un cazador de brujas vestido de rojo había entrado en su territorio
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cazador, y en Venerie había mucha caza, lo que le
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Cual suele el cazador ir por el coto,
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Que el cazador que entra por un coto,
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El más bravo le vino a un cazador encima, a
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El cazador se subió a un árbol, sin que lo
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¡Abajo el cazador, sin tronco a que
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herida, la echa con fuerzaque lo aturde, sobre el cazador
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El cazador le dispara las
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—Soy un cazador legal—decía con zumbona gravedad a los guardas cuandoéstos
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reptil y arañaba con suspatas los duros dedos del cazador
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El cazador lanzó un juramento sordo antes de
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amantes el grave trastorno que habían causado con su fuga enla vivienda del cazador
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pared, una liebre vieja yrubia, traída por el cazador Heinrich para venderla en el
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Se separaron, y el anciano cazador, muy pensativo y cabizbajo, anduvo unbuen
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cazador en disposición de fumarse una pipa, con la nariz rojacomo un ascua y la barba
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Materne, el cazador, asomando su gran nariz aguileña por encima de unarama de
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—¡Este es mi hombre!—se dijo el cazador, mientras apoyaba en el hombrola
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No obstante, el cazador Materne, antes de regresar a los parapetos,quiso
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—¡Es curioso cómo la edad acorta la vista!—dijo el cazador
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—Voy allí en seguida—respondió el cazador
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sueleclavar orgullosamente el cazador en la puerta del hórreo
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Aveces un cazador ó un bandolero penetraba en la caverna y turbaba
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—Soy cazador en seco, compadre, pero esto es el diluvio, y unbombardeo
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cabaña, que se llamaba el Reposo del Cazador
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Como perseguida fiera 225 entró en mi casa: pues bien, al cazador se la
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plumeo de un abanico que se abre, pero el cazador pareció
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en el cazador, inmóvil y olvidado de ellas
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suprimir, ladeclaraba el cazador indispensable al buen servicio de la casa
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de hostilidad encubierta porparte del cazador; en rigor, ni hostilidad podía llamarse; más
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ejercía el cazador en el circuito de los Pazos ibahaciéndose extensivo a toda la comarca; a
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montar, con un pie en el estribo y una mano asidaa las crines de la yegua, y mirando al cazador
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felicidad espiritual paraun cazador de raza: era el minuto de las anécdotas cinegéticas y,
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cuando en cuando se volvía para cerciorarse de que leacompañaba el cazador
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Pero el cazador, con el dedo ya en el gatillo, secontiene y no dispara
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Aunqueel cazador iba como el
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eranalcanzadas por los dientes del cazador
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El cazador de lasllanuras
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atiende el cazador a los pasos de la presa que sele escapa; después todo quedó en silencio y no se
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lo que el cazador para las liebres o para los corzos: un mal encuentro
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cazador, ni había manejado otrasarmas que las de adorno en los
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cuero inglés, y todo elequipaje, en suma, de un cazador de
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era el cazador, que siendo tan diestro como yolo era en el tiro al
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cazador que atrae conel silbato a los zorzales bobalicones para que se ahorquen en la percha
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Habíalos comprado en Argelia a un cazador
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En sus tiempos había sido gran cazador; pero yano le
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fatigado cazador, mientrasque en las cumbres de los
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El cazador se había convertido en presa
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En ese momento se despertó el cazador
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Kazem Kan sacó la cartera del bolsillo y deslizó unos billetes debajo de la alfombrilla en la que estaba sentado el cazador
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Al caer la tarde llegaron a la casa del cazador
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Dos ejemplares rojos se destacaron para dar un escarmiento al intruso, si bien empezaron a hacer acto de presencia los seguidores de Huma y se invirtieron los papeles: la pieza a cobrar se convirtió en el letal cazador
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¿Era el hombre malvado, el secuaz de Belial que se alzará para ser el señuelo del cazador para el pueblo y la destrucción para todos sus vecinos? Si tal era el caso, ello significaba que se acercaba el tiempo
73.
La constelación (no zodiacal) de Orión, el cazador, está perfilada por cuatro estrellas brillantes y cortada por una línea diagonal de tres estrellas que representan el cinturón del cazador
74.
Todas estas estrellas supergigantes azules y blancas que han salido apenas del cascarón en Orión están destinadas dentro de unos cuantos millones de años a convertirse en supernovas y a formar un castillo continuado de fuegos artificiales cósmicos en la constelación del cazador
75.
La viuda Plumeau salio corriendo mientras el capitan y el cazador, provistos de una vela, levantaban la trampa y bajaban a la cueva
76.
Tanar abarcó toda la escena de un solo vistazo y comprendió que se encontraba ante un cazador solitario que había fallado en su intento por lisiar a su presa en las patas traseras
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—Algún cazador furtivo —dijo Dick—
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Sigue en Tomé pero, cual cazador furtivo, aparece a ratos en Concepción
79.
Caza el cazador, adoctrina el fraile, gobierna el Adelantado
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Lo que se cuenta es que un cazador, tan devoto de las ánimas como lerdo en el manejo de la escopeta, se dio de repente con dos conejos juntos y distraídos; ante tan grata visión se echó el arma a la cara y dijo: ¡benditas ánimas del purgatorio, si mato a los dos, os doy uno a vosotras! Entonces disparó, mató a uno y, mirando para el que escapaba, dijo: ¡qué barbaridad!, ¡cómo corre el conejo de las ánimas!
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—Es un cazador furtivo, que entra y sale continuamente de la cárcel, y a quien creo capaz de cualquier cosa
82.
El mar es la casa del marino como el monte es el hogar del cazador
83.
A decir verdad, esos verdugos eran también inconsecuentes, pues perseguían con su aborrecimiento al cazador de perros, apodado por los niños del barrio Gallofa[95] (que en español
84.
Encaramado en un pequeño estribo de la parte posterior del carro, con la nariz a la altura del techo de las jaulas el cazador podía vigilar su territorio de caza
85.
Y de pronto, a una señal del cazador, el viejo árabe tiraba de las riendas y el carro se detenía
86.
El cazador había divisado una de sus miserables presas escarbando febrilmente en un cubo de basuras, arrojando de vez en cuando miradas enloquecidas hacia atrás, o bien trotando velozmente a lo largo de una pared con ese aire apresurado e inquieto de los perros mal alimentados
87.
Si a pesar de estas precauciones, como les ocurrió varias veces a Pierre y a Jacques, el cazador descubría en presencia de ellos un perro errante, la táctica era siempre la misma
88.
Jacques y Pierre, antes de que el cazador pudiera acercarse bastante a su presa, empezaban a gritar: «Gallofa, Gallofa», con un tono tan agudo y tan terrible que el perro salía pitando y en pocos minutos estaba a salvo
89.
Que les guste la repetición, con algo de instinto lúdico y cazador, pero con mucha capacidad de trabajo y que les guste relacionarse con su dueño
90.
El cazador de pieles había vuelto con historias de bosques y ciervos y flores por todas partes; pero había estado bebiendo mucho y mucho era lo que se le perdonaba
91.
Al principio, juzgaron que la columna que sostenía el mundo era ciertamente el emperador, que su poder se había derrumbado, que el tigre era An Lu-shan, que el corazón del joven cazador era la capital y que el anillo de la princesa era el sol naciendo, es decir, el este
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Como alegra la caza al cazador, así el buen inquisidor sentía inaudito alborozo ante la aparición de un grave caso de dogma
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—Enfrentar a las tribus —comentó, triste, el cazador
94.
Trabajaba un poco durante el día, pero solía pasar las noches en compañía de amigos, particularmente en la del marqués Escandón, que, habiendo sido en tiempos un famoso cazador de faldas, se había casado con una mujer que, vigilándolo mucho, le había dado numerosos hijos y poco dinero
95.
Y en la situación en que la joven se encontraba, aquel viejo cazador de faldas le pareció el único que estaba en condiciones de ayudarla
96.
El coronel Race salió del despacho con el paso elástico y silencioso del cazador
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—Es que, por regla general, todo es sencillo —replicó el cazador
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—¿Verdad que es emocionante? —preguntó la señora Clipp con el entusiasmo de un cazador de leones, mientras Victoria ajustaba las ropas de la cama sobre sus robustas formas
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-Es un cazador furtivo, que entra y sale continuamente de la cárcel, y a quien creo capaz de cualquier cosa
100.
-Quería colgar de estas aves un mensaje, con la esperanza de que algún cazador las matara, cosa muy probable, pues en los Sunderbouns hay millares de aficionados que concurren anualmente para esperar el paso de las bandadas