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comprarnos algo decente para asistir a la recepción de mañana en el ministerio y no he
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buenaspersonas los dos, porque lo protestante no quita lo decente
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ofrecen, untraje muy decente y cómodo, un cuerpo bien nutrido,y un semblante pacato
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única decente que había enla villa
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un hombre honrado, y el origen de cuantotenía decente y limpio
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Cervanteshabía encontrado en un tan no decente lugar como el
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pago de su paterno consentimiento ybeneplácito en la nada decente unión de
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delpueblo de Guaduas y único albergue decente en todo el
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la gente decente, contra la ciudad, escada día más visible; el gobernador de La Rioja
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acontecimiento; en quesólo se pone la mesa decente para los convidados; en que creen
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cabe en casa? no es decente
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sudisposición esta suma habría puesto la casa sobre un pie decente; peroel duque no
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nobleza, orgullo, dignidad,pobreza decente y laboriosa, y una cierta elegancia en la
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las relaciones con una persona decente
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privilegio de entraren la sociedad de la gente decente?
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derecha y silenciosa,levantando con mano cuidadosa y decente
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nada más: unasituación decente para la familia
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¿Vivía allí una familia decente, bien educada y feliz?
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—Lo que toda persona decente hubiera hecho en su lugar
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porción delindividuo, cuyo nombre evita toda decente péñola
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había limpiado, quedando muy decente ydesapareciendo las manchas sin el empleo de la bencina
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Eso es, muy bien; ¿le parecía decente poner los ojos en una
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haciéndote el pulcro y el decente; ¡todos hanmanipulado y de
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cada cual debe portarse como quien es, y túeres un caballero decente y juicioso»
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Usted es una persona decente que ha venido á menos, y tiene todo el aquél de
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todos los tiempos, que a su muerte handejado un caudal decente
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Por otra parte, me había impresionado mucho, en aquellos días lejanos, la revelación de un tropo compostelano -Congaudeant Catholici-, en que una segunda voz era situada sobre la del cantus firmus con el papel de adornarla, de darle las melismas, las luces y sombras que no fuera decente agregar directamente al tema litúrgico, cuya pureza, así, quedaba salvaguardada: especie de guirnalda colgada de una severa columna, que nada le restaba de su dignidad, pero le añadía un elemento ornamental, flexible, ondulante
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No sería decente
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La gente no se convertirá en ángeles porque apelen a la parte noble de su naturaleza; sólo una fuerza juiciosa la obligará a ser relativamente decente con su vecino
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Sin duda alguna, Gutiérrez quedaría encantado con ella, y su sentimiento paternal aseguraría a Lupe ciertas ventajas financieras, que le ayudarían en los días de su vejez, y a Luz la posibilidad de encontrar un partido decente
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sobre todo sabiendo, como yo sé, cuan decente es el pobre y cuan escrupuloso acatador de la ley
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, aún no ha conseguido ofrecer una explicación decente del por qué se llevó la pistola aquel día
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¡Lo llaman una cura! ¡Y encima dicen que están haciendo algo decente! ¡Cerdos!
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No es la única vestida de bailadora flamenca, por supuesto, pero en ella resulta más natural que en las otras señoras de pelo blanco y cintura triste que ni siquiera hablan un español decente
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Al principio Gustavo sostuvo que era inadmisible medir a hombres y mujeres con la misma vara, no sólo dentro de la moral del Ejército, sino en la de cualquier familia decente, porque existen diferencias biológicas innegables y una tradición histórica y religiosa que ningún movimiento de liberación femenina conseguiría borrar
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–¿Qué quieres? ¿Que no haya diferencia entre los pobres y la gente decente?
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Los planes de Reeves eran tan burgueses que no se atrevía a comentarlos ni con Samantha, construirían una casa con un jardín de rosas y mientras él ganaba el pan como abogado ella cocinaba tartas y criaría niños, todo correcto y decente
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Se debatía en un conflicto insoluble entre el deseo, siempre renovado con poderosos bríos por esos dos cuerpos opulentos y generosos, y su propia severidad que lo inducía a considerar el matrimonio monógamo como el único camino posible para un hombre decente
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Sólo usábamos ropa más o menos decente para ocasiones muy especiales, que también las había, no todo era lamento; celebrábamos las fiestas religiosas, las bodas, a veces un bautizo
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Supuse que Rodrigo ni siquiera contaba con una cama decente y dormía en un camastro de soldado; con razón tú te habías adaptado tan rápido a las comodidades de mi casa
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Tan pronto salió el libro de la imprenta, Nicolás lo sostuvo amorosamente en sus manos, recuperó su perdida sonrisa de hiena, se puso ropa decente y anunció que había llegado el momento de entregar La Verdad a sus coetáneos que permanecían en las tinieblas de la ignorancia
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También la prevenía contra el amor y el matrimonio, con la misma majadería con que insistía para que Jaime se buscara una novia decente y se casara, porque se estaba quedando solterón
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Se-gún Severo del Valle y la señorita Matilde Pineda, un ochenta por ciento de la gente detestaba al gobierno y lo más decente sería que el Presi-dente renunciara, porque el clima de tensión se había vuelto insoporta-ble y en cualquier momento reventaría como un volcán
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Queriendo, le puedo dar de todo, casa decente, empleada, cuenta abierta en la tienda
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Por veinte mil dólares podía hacerse construir una casa bastante decente, y por cien mil dólares una lujosa mansión
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Las solteronas clamaban: ¡eso ya era el colmo, una persona decente ni podía
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La Dirección de Correos, que hoy constituye una posición decente, era en aquellas calendas una verdadera mina, y ahondando en ella, el señor Campos, a pesar de su oscuridad política, había conseguido manejando cartas, y no de baraja, allegar un capitalejo que en lo sucesivo sirvió de tema de maledicencia al envidioso vulgo
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-¿No fuiste tú quien dijo a Campos que me proporcionara una posición decente?
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-Es muy posible que el Gobierno tenga la alevosa intención de indultar a Vinuesa y aun darle una mitra -dijo con gravedad un individuo de aspecto decente, furibundo patriota cándido que tenía dos tiendas y un buen nombre que no hace al caso-; yo creo cuanto ha dicho el amigo Regato, porque el Gobierno es en la superficie liberal y en el fondo absolutista
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-A las doce del día -gritó el más decente de todos-
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Hela aquí, en pocas palabras: su madre era una liberta de condición decente pero modesta, que se enamoró de Tiberio Graco, quien también se enamoró de ella
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pero le tengo por la persona más decente que ha calentado una poltrona ministerial
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-¡Veinte años! -exclamó Calpena-, ¡y a los veinte años, en posición decente, encontrarse aquí
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—¿Quieres decir, querido Varrón, que un hombre decente casado debe andar fornicando con la mitad de las hembras de Roma?
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Beltrán así de su silencio como de su falta de apetito, y el uno de ellos respondió que delante de tan gran señor no era decente que ellos, infelices mendigos, hablasen ni comiesen
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con un joven decente que "compró carro y todo"
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«Lo único que tienes que hacer antes de empezar tu nuevo trabajo es encontrar un sastre decente -le había dicho Tara la última vez que hablaron-
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–Diciendo que se trata de un problema interno de los rusos y que en San Petersburgo se puede contratar a pistoleros por menos de lo que vale un reloj decente de pulsera
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Alojado estoy en un decente parador, y por la ventana de mi cuarto, que da a la plaza, veo el lindo frontispicio del Ayuntamiento
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Muy pronto esta reacción es desaprobada: y no pasará mucho tiempo antes de que el niño alcance la «madurez» del adulto medio y pierda la capacidad de discriminar entre una persona decente y un hombre ruin, hasta tanto este último no haya cometido algún acto manifiesto
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Es mucho mejor que el día comience a medianoche, cuando toda la gente decente está durmiendo; y en realidad es eso lo que hacemos
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Y, ¿cómo ha contestado la religión a sus “preguntas fundamentales”? ¿Cuáles son las respuestas? El conjunto de la humanidad, ¿es más ético, más virtuoso, más decente y bondadoso debido a la existencia de la religión, o el estado en que se encuentra la humanidad es más bien un testimonio del fracaso de miles de años en que solamente se habló de la bondad y de la virtud?
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(Se trataba de la misma empresa que, en la entrevista para escoger a la editora de libros infantiles, había incluido la pregunta «¿Te consideras decente?»
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Esto me lo contó después la propia editora, que acabó contratada porque había respondido con un sí meridiano y sin asomo de titubeo, no tanto porque se considerase decente como porque necesitaba el trabajo
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Teniendo esto en cuenta, se comprueba que en el sistema solar interno no hay ningún cuerpo decente sin atmósfera que cumpla ese propósito
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—Mi hija será decente y debe tener educación
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Leer y escribir es muy decente
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Como las arcas municipales estaban vacías después de la guerra, Manuela Laguna había puesto el dinero esperando que aquella generosidad ayudara a limpiar los pecados de la familia, mientras su hija se casaba con el hombre rico y decente que ella deseaba
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Mientras tanto, intentaba algo que merecía la pena: lavar el automóvil de Víctor, un Lada de cuarenta años, con los cables sueltos y una radio conectada al tablero; lo reparaba él mismo con repuestos que encontraba en cualquier depósito de chatarra y que no robaría ningún ladrón decente
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Simón se vestía de cuero y parecía decente
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En general, la gente es decente, pero una mala persona puede provocar muchas dificultades a todo el mundo
72.
Cuando llevaba demasiado tiempo colgado en el armario me inventaba una excusa para que fuésemos a un restaurante decente sólo por el placer de vérselo puesto
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Las carteras no abultaban mucho en 1931, pero el deporte era una distracción barata, un buen modo de no pensar en lo que uno no podía permitirse, y la tienda del Pelirrojo siguió siendo un negocio decente
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La pertenencia a la Asociación conllevaba el abono de una cuota trimestral y la entrega de un porcentaje de las ganancias profesionales, pero entre las contrapartidas había una póliza de seguro de enfermedad bastante decente
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Llamó al portal poco antes de las once de la mañana, cuando la gente decente debería estar en la iglesia
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Quería que su mujer y su hijo tuvieran un hogar decente en el que vivir mientras él estaba de viaje
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Al fin y al cabo quizás sea una forma más decente de combatir, si es que los hombres deben combatir, que la refinada hipocresía de los demás
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El nuevo director militar, un hombre decente y candido, de modales amables, representaba el polo opuesto de su predecesor
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Dos sombreros de magos improvisados habían sacado todos los sacrificios hechos para que ella tuviera una buena educación, para que fuera feliz como cualquier muchacha decente que se apreciara a sí misma
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–¿Pero por qué? Hay una población más que decente de judíos en Long Island
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Al salir de allí, pensaba en la conveniencia de procurarse pronto una casa de huéspedes decente y no muy cara, apropiada a la pensión que disfrutaba, pues de ningún modo se exce-dería en sus gastos
82.
Ninguna mujer decente compra vestidos a un pariente de delincuentes
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—No es de buena educación mirar así a una mujer decente —señaló—, pero lo comprendo
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La célula, como cualquier casa decente, tiene una puerta con timbre, es decir, en términos científicos, un receptor
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¿Cómo? ¿Que había un perro de raza muy pequeña, no más grande que mi cabeza, ni aun en la edad adulta, y que a pesar de su débil constitución y de su apariencia artificiosa, poco madura, relamida, y a pesar de ser incapaz de dar un salto decente, pudiera como se decía, desplazarse en el aire sin ningún trabajo aparente, descansando? Pretender convencerme de tales-cosas me parecía un abuso a mi ingenuidad de cachorro
86.
–Ya les gustaría -se mofó el presidente-, pero la realidad es que no han sido capaces de construir una central nuclear decente
87.
Me encontraba en el mostrador de la tienda de televisión de la calle, para comprar una radio decente para Maudie
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Un hombre llamado Chou Yengbo fue el primero en recibir una recompensa científica, y no la habría conseguido si no se le hubiese ocurrido hacer unos cuantos cursos de ciencia elemental antes de descubrir que, en aquellos tiempos, ni siquiera una licenciatura le proporcionaba a uno un trabajo decente en la provincia de Shensi
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De modo que los instrumentos de la Victoria difícilmente iban a proporcionarles alguna recompensa decente
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El café, sin nombre, porque no encontraron quien les pintara un cartel decente, comenzó a circular en boca de militares poderosos y de los hombres de negocios que querían trabar conocimiento con ellos
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Parece un salvaje y no hace mucho era una persona decente
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Se consideraba una tiradora decente, pero nunca se le había ocurrido que tener un conocimiento era completamente distinto a transmitir ese conocimiento a los demás
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Mientras comían el plato principal, Von Leinsdorf animó al hombre a que divagase acerca de las riquezas sin explotar de Oriente Medio mientras él engullía rápidamente su plato, al estilo inglés, intentando terminar su primera comida decente desde hacía días antes de que la droga hiciera efecto
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–Ya estoy decente -le dije, y volvió a mirar en mi dirección
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Y a esta historia pronto le pisó los talones otra; que zarparía en el Corazón de un Sueño, al mando del capitán Yann, un barco de maderas negras con las cubiertas pintadas de rojo carmesí, con una reputación más o menos decente (lo que quiere decir que sólo pirateaba en aguas distantes), y que la partida tendría lugar en cuanto el señor diese la orden
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Es un figón casi decente, que derrota al resto de sus congéneres, como ortigas creadas en los barrios hormigueantes y a los que no puede uno aventurarse sin positivos riesgos
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Una vez allí me poseyó un aplomo que para sí quisiera la más decente esposa a la que el marido sorprende en una visita no esperada pero que tiene todos los rasgos de la normalidad: un viejo amigo al que ya no hacía falta presentar porque por culpa de mis invenciones en el diario de casada habían llegado a conocerse; que pinta, y porque pinta requería mis servicios de marchante, aunque ya supiera Danie que su pintura no era de mi gusto ni convenía a mi prestigio representarlo, pero había que escucharlo no obstante, y que se encontraba ya fuera de toda sospecha para la traición matrimonial, no porque hubiera dejado de ser una fijación erótica en mi vida, sino porque su edad le impedirla entrar en conquistas improcedentes
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Por ejemplo, todos los días, cuando voy al hipódromo en el coche, no hago más que sintonizar diferentes emisoras en la radio, buscando música, música decente
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Pero sobre todo, fue él quien le indicó el camino de una vejez decente en el barrio de Gracia, cuando en su burdel de toda la vida la declararon demasiado usada para los gustos modernos, y quisieron mandarla a una casa de jubiladas clandestinas que por cinco pesetas les enseñaban a hacer el amor a los niños
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De modo que la señora Prudencia Linero tuvo que conformarse con ese criterio, y el oficial la ayudó en los trámites ¿e inmigración y aduana y del cambio de dinero, y la puso dentro de un taxi con la indicación azarosa je que la llevaran a un hotel decente