1.
En el atrio de la Catedral se colocó un tablado con dosel, bajo el cual se situaron Bolívar, Santander y Anzoátegui A tiempo que la multitud los aclamaba, los oficiales levantaban los sables, la tropa sus lanzas y los cañones disparaban salvas desde San Francisco, Al toque de silencio, ordenado por el clarín, siguió el discurso de don José Tiburcio Echeverría, Gobernador de la provincia de Santa Fe, y concluido éste, la joven Dolores Vargas París, una de las 20, coloco sobre la cabeza del Libertador la corona, al paso que las bandas ejecutaban himnos, las tropas presentaban armas y la multitud, estimulada con chicha y aguardiente, prorrumpía en estridentes vítores
2.
las tribunas, losujieres, el dosel, el retrato del rey; ni tenía alma
3.
de ladrillo y de hierro, el eterno dosel de lamoderna Bilbao, los
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el paisaje, bajo su dosel deluces eléctricas! La sabiduría de los
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dosel, en que los terciopelos colorados se mezclan con los galones y las cordonaduras
6.
de la Inquisición y del Rey bordadassobre el morado dosel que exornaba los sitiales
7.
tenían sus nidos en el dosel depiedra de las esculturas de los muros, y el alternado
8.
Vió el pueblobajo un dosel obscuro moteado de
9.
Sabía que, en otros tiempos, había sido la habitación de la madre de Víctor y que había en ella una hermosa cama de dosel y varios muebles antiguos y señoriales que armonizaban con el estilo de la casa
10.
Se sentaron sobre el tronco de un árbol caído bajo el dosel de florecillas rosadas
11.
—En la cama de la habitación de invitados, en la del dosel
12.
Un gran lecho con dosel, un arcón de cuero repujado para guardar la ropa, un bargueño, dos sillones frailunos de roble macizo con brazos de madera de cerezo terminados en garras de león, esto en cuanto al mobiliario se refería
13.
En los lustrosos bancos se sentaban algunas señoras de edad: las luces del altar, al reflejarse en los oropeles de un luengo cortinón rojo que servía de dosel a la Virgen, brillaban, estrellas tembladoras de aquella dulce oscuridad, indicando a dónde debían dirigirse los piadosos ojos
14.
El pobre hombre estaba tumbado en una gran cama con dosel y las dos damas parloteaban murmurando entre ellas mientras le ponían unas tablillas en la pierna y lavaban con cuidado su cuerpo desnudo lleno de heridas
15.
Y así, fue aquel día de Año Nuevo el primero en que los cónsules asumían su cargo sin la protección del sagrado templo de Júpiter Optimus Maximus, y se había erigido un altar provisional bajo un dosel al pie del podio de piedra ennegrecida en que antes se alzaba el antiguo templo, y en ella hicieron los nuevos cónsules su ofrenda y juraron su cargo
16.
—En Roma procuro no estar al sol, por eso el año pasado hice que me instalaran un dosel en el tribunal de pretor
17.
Bajo el dosel, de pie, le acompañaba Cayo Mario
18.
Un rostro demacrado y aguileño nos miraba con ojos penetrantes, que acechaban en sus hundidas cuencas bajo el dosel de unas pobladas cejas
19.
La iglesia enlutada cobijaba el cuerpo de don Carlos bajo un gran dosel con las armas reales
20.
No le faltaron ni el cetro a sus pies, ni la espada, ni los estandartes de su padre y su imperial abuelo en los cuatro ángulos del dosel, guardados por cuatro reyes de armas y cuatro maceros
21.
En cuanto Donald cerró los ojos, una diminutas luces rojas aparecieron en el dosel de cada cama, al mismo tiempo un resplandor emanó de los doseles, envolviendo a todos en un brillante halo violeta
22.
Tras la mesa presidencial, flanqueado por dos impasibles soldados de Guardias de Corps y sobre un sillón vacío, el joven Fernando VII preside la asamblea —con inquietante displicencia, es la impresión de Lolita Palma— desde el lienzo colgado bajo el dosel del oratorio de San Felipe Neri, entre columnas jónicas de escayola y cartón dorado
23.
Ante su insistencia, se había extendido sobre él un improvisado dosel
24.
Ya sólo recibía bajo el dosel púrpura a los de postín que le enviaba el barítono, pues exigían los encantos de la prostituta de los ojos de oro; y a aquellos que le recordaban al hacendado por el pelo de tumba, el olor a aceite o la voz de copla
25.
Se vio llena de sangre, el dosel púrpura moteado por la tragedia
26.
Las estrellas entraron en la habitación e iluminaron un presagio: el dosel púrpura danzaba como en los tiempos del prostíbulo, y en una esquina, dorada, Clara Laguna reía y se ajustaba la liga en un muslo invisible
27.
Volvió los ojos hacia el norte y pensó en lo que le habría gustado ver el cielo a través del alto dosel
28.
Los troncos rectos y oscuros sostenían un dosel bajo formado por muchas ramas que terminaban en agujas bajas que bloqueaban el paso de la luz del sol y reducían el crecimiento de los matorrales y los arbustos
29.
Empezó a caer una lluvia glacial que se filtraba a través del dosel de árboles
30.
A mediodía, cuando apareció el teniente Price, vestido como un cadáver, en el dosel escarlata del paracaídas que los hombres venían arrastrando, Jim juntó las revistas y volvió al Bloque G
31.
Había ido allí para estar a solas con los espíritus, bajo el dosel protector de la Tienda del Mundo que aquella noche parecía suspendido de la brillante estrella polar, en el norte
32.
Y bajo el firmamento cual un dosel suspendido,
33.
Primero miraba el elegante dosel, pero enseguida cerró los ojos para fingir que dormía en caso de que Jolene abriera la puerta y espiara
34.
Subí a la enorme cama con dosel de Matthew y él ajustó las sábanas alrededor de mi cuerpo antes de apagar las velas con los dedos
35.
Salomé, en túnica de interior, estaba arrellanada en un asiento provisto de un dosel, pues la luz intensa estropeaba el cutis de las mujeres
36.
Me condujeron hasta su alcoba y tomé asiento junto a la enorme cama con dosel en la que se perdían los miembros descarnados y resaltaba un rostro de un amarillo antinatural
37.
Por encima del dosel de la selva clareaba, pero bajo él estaba oscuro y apenas se veían veinte pasos más allá
38.
Se detuvieron bajo un dosel que dominaba a los soldados en formación y contemplaron cómo la puerta de la ciudad se abría
39.
Pero claro, bien pensado, se dijo Dennis mientras se internaban bajo un oscuro dosel de árboles, ¿no era la Tierra un lugar extraño? ¡Causa y efecto parecían allí ineludibles, sin embargo la entropía parecía conspirar siempre para atraparte!
40.
A través de una fina corona, la luz del sol se filtraba en el pabellón de brillante dosel
41.
No pasó mucho tiempo antes de que entrasen en una elevada cámara, en un ángulo de la cual había un hombre reclinado sobre un soberbio asiento cubierto por un alto dosel
42.
dosel de luceros tiene,
43.
El dosel de la jura, reducido
44.
En la puerta de entrada habíase levantado un dosel bajo el cual había tomado asiento el inquisidor general rodeado de la mayor parte de la nobleza y caballeros de Goa
45.
A su lado estaba su secretario, y, al pasar los presos por delante del dosel, éste publicaba sus nombres y llamaba a uno de los circunstantes, que en seguida se adelantaba colocándose al lado del reo
46.
Era una instalación grande de tres árboles, tan juntos que sus ramas se entrelazaban en un único dosel en lo alto
47.
Antes de que Grace pudiera empezar a traducir, Malu se levantó; ella estaba todavía tartamudeando su interpretación cuando él salió de debajo del dosel
48.
Los hombres de la isla lanzaron antorchas al dosel derribado, que se convirtió en una hoguera mientras seguían a Malu hasta la canoa
49.
El dosel había desaparecido, igual que gran parte de la solemnidad
50.
Pensó en el hiperestésico muñón de dedo que tenía en el pie izquierdo, recordando una vez más cómo las luces del guardacostas barrieron los puntales del puente, la vítrea y cegadora mirada del reflector cuando lo sorprendió, de pie en la cubierta de proa bajo un dosel de mangles con el pie encima de la cornamusa y sujetando el cabo del ancla con la mano
51.
el sol que se filtraba por el dosel de árboles proyectaba un intrincado dibujo moteado
52.
–En Roma procuro no estar al sol, por eso el año pasado hice que me instalaran un dosel en el tribunal de pretor
53.
–¡Y eso hice! – exclama indignado mientras señala las cortinas estampadas, con la parte superior cubierta por un dosel tapizado con el mismo estampado
54.
Baedecker se arquea en posición fetal, tira de la argolla, ve el dosel de plexiglás volando en un silencioso acto de levitación y espera una eternidad de 1,75 segundos hasta que la carga del asiento eyector se dispara y él sigue al dosel, pero demasiado tarde: el avión choca contra ramas gruesas, tala troncos de pinos, la sección de cola se estrella contra la base del asiento eyector; no es un impacto directo, sino un bofetón que lo hace girar
55.
Y luego, durante dos segundos interminables, cuelga bajo el dosel de seda según los designios de Dios y del hombre, deslizándose como un turista en un ala delta arrastrada por una lancha, sólo que abajo no hay agua, sino tocones y ramas destrozadas, diez mil estacas punji creadas en tres segundos por el violento impacto del avión, y llamas por doquier, llamas que se elevan en derredor, lenguas afiladas que le lamen el traje y las correas y los pies inmovilizados, y en dos segundos más aterrizará en esa confusión de estacas afiladas y fuego voraz, aterrizará sobre esos tobillos rotos, astillándose los huesos, el cuerpo y el paracaídas, chisporroteando en el incendio, asándose la piel como una mantis hirviente cuyo caparazón revienta en las llamas
56.
–¿De verdad quieres bajar flotando bajo un dosel, para aparecer en todos los sensores?
57.
Después se dirigió hacia el dosel del huppah, en donde le esperaba el rabino con un tallít sobre los hombros
58.
La destructora acción de los años, que ha cubierto de orín el metal, ha roto y carcomido la piedra de este monumento, entre cuyas hendiduras crecen algunas plantas trepadoras que suben enredándose hasta coronarlo, mientras una vieja y corpulenta encina le sirve de dosel
59.
Casi siempre, con el aire contrito y hastiado que cultivaba, caía postrada y abominablemente deseable en un sillón rojo, o en una chaise longue verde, o en una poltrona de tapizado a rayas, con un banquillo para los pies y dosel, o en un sillón giratorio,
60.
Hicieron el amor en la cama con dosel que Hart Thorin jamás podría compartir con su querida
61.
Era un limpio establecimiento con unas cuadras muy seguras, una sala que olía a hierbas recién cortadas y una gran chimenea encendida… pero no le hizo demasiada gracia la enorme cama con dosel que tendría que compartir con sir John
62.
Por suerte tuvo la presencia de ánimo suficiente para mantener firme la palangana de agua y arrojar todo el contenido a lo que a sus ojos era la mayor zona de llamas en el dosel
63.
La lluvia golpeó con suavidad en el dosel de hojas de lo alto mientras el abuelo de Richard aguardaba
64.
Se alejó entre los árboles, escuchando el chirriar de los grillos, observando las estrellas a través del dosel de hojas
65.
Bronson había llamado al gerente desde el aire, y fueron recibidos, si bien no con alfombra roja, dosel y ordenanzas de librea, en forma tal que producía una impresión semejante
66.
Cohen cruzó el salón gigantesco en dirección al trono, que estaba debajo de un tremendo dosel decorativo
67.
Una mullida alfombra cubría el suelo, y las camas no eran como las corrientes camas mortuorias, sino incluso magníficas, de cerezo barnizado con adornos de cobre y con un dosel sin cortinas
68.
Señalé las estanterías, la cama con dosel de terciopelo, a Devi
69.
¿Tal vez porque sabía que podían encontrar huellas suyas en el dormitorio? ¿O en el cajón de la mesilla de noche que contenía el lubricante? ¿O en uno de los postes del dosel? ¿O en el espejo? ¿O en el rotulador?
70.
Cohen caminó la inmensa extensión hacia el trono, que estaba bajo un vasto dosel ornamental
71.
Al salir, nueva irritación al volverme a rozar la cabeza el paño del dosel
72.
Sí, allí estaba Davos, bajo su tenue dosel de bruma vespertina
73.
Y porque tras aquellos balaustres de mármol de distintos colores mamá leía aguardándome, cubierto el rostro por un velillo de tul, de un blanco tan desgarrador como el de sus cabellos para mí, consciente de que mi madre, ocultando sus lágrimas, lo había incorporado a su sombrero de paja no sólo para dar una impresión de ir más «vestida» ante la gente del hotel, sino sobre todo para parecerme menos enlutada, menos triste, casi consolada de la muerte de mi abuela; porque, sin haberme reconocido de inmediato, no bien la llamaba desde la góndola, mandaba hacia mí, desde el fondo de su corazón, su amor, que no se detenía sino donde ya no había materia para sostenerlo -en la superficie de su mirada apasionada que intentaba acercar lo más posible a mí, que procuraba realzar, en la punta de los labios, con una sonrisa que parecía abrazarme- enmarcado y bajo el dosel de la sonrisa más discreta de la ojiva iluminada por el sol de mediodía: por todo eso, aquella ventana ha dejado impreso en mi memoria el grato recuerdo de las cosas que participaron con nosotros, junto a nosotros, en cierta hora que sonaba, la misma para nosotros y para ellas; y, por admirables que sean sus parteluces, aquella ilustre ventana conserva para mí el aspecto íntimo de un hombre eminente con el que hubiéramos veraneado un mes en el mismo sitio, con quien hubiéramos trabado allí cierta amistad; y si, desde entonces, cada vez que veo la reproducción de esa ventana en un museo, tengo que aguantarme las lágrimas, es sencillamente porque me dice lo que más me llega al corazón: «Me acuerdo muy bien de tu madre
74.
Y porque, detrás de sus balaustradas de mármol de diversos colores, mamá leía esperándome, envuelto el rostro en un velillo de tul de un blanco tan desgarrador para mí como el de su pelo, pues sentía que mi madre, ocultando sus lágrimas, lo había puesto en su sombrero de paja, más que para presentarse más «vestida» ante la gente del hotel para parecerme a mí menos de luto, menos triste, casi consolada; porque, sin reconocerme en seguida, en cuanto yo la llamaba desde la góndola me enviaba, desde el fondo de su corazón, su amor, que no se detenía sino allí donde ya no encontraba materia para sostenerlo, en la superficie de su mirada apasionada que acercaba a mí lo más posible, que procuraba elevar, adelantándola a sus labios, en una sonrisa que parecía besarme en el marco y bajo el dosel de la sonrisa más discreta de la ojiva iluminada por el sol del mediodía; por eso aquella ventana adquirió en mi memoria la dulzura de las cosas que tuvieron, al mismo tiempo que nosotros, junto a nosotros, su parte en cierta hora que sonaba, la misma para nosotros y para ellas; y, por llenos de formas admirables que estén esos ajimeces, aquella ilustre ventana conserva para mí el aspecto íntimo de un hombre de genio con el que hubiéramos pasado un mes en un mismo veraneo y hubiera contraído con nosotros cierta amistad, y si después, cada vez que veo la reproducción de esa ventana en un museo, tengo que contener las lágrimas, es simplemente porque me dice sólo lo que más puede emocionarme: «Me acuerdo muy bien de tu madre»
75.
Con paso vacilante, tuvo que recorrer un buen trecho, dado que, al igual que Lyra, había dormido en las habitaciones situadas debajo del desván, destinadas a la servidumbre, pues a ninguno de los dos le habían gustado aquellas majestuosas camas con dosel
76.
Cuando al fin terminó de leer el acta de acusación, el monje sentado en el centro, cuya cátedra dorada estaba cubierta con un dosel de tela negra, ordenó:
77.
El morisco trasladó a su familia a la planta baja y cedió a los recién llegados la alta, en una de cuyas habitaciones todavía quedaba una gran cama con lo que debiera haber sido un magnífico dosel
78.
Después, estaba también el jardín y el dosel de las hojas del grosellero que parecía cubrirlo todo; flores ardiendo como chispas sobre las profundidades verdes; una rata retorciéndose entre larvas bajo una hoja de ruibarbo; la mosca zumbando y zumbando en el techo del cuarto de los niños, y platos y platos de inocente pan con mantequilla
79.
El dosel de la civilización ha sido quemado
80.
Después se hizo a un lado para que yo entrase y recorriese lo que me pareció un cuarto de kilómetro de alfombra hasta una cama enorme, con dosel, que semejaba a aquella en la que murió Enrique VIII
81.
Rhage miró alrededor del curto antes de concentrarse en la lujosa cama con dosel
82.
trono (|| asiento con gradas y dosel)
83.
Se metió en la cama, pero cuando iba a correr las cortinas del dosel, Seamus dijo:
84.
Allí, bajo la pálida luz de las estrellas, bajo el dosel de los pabellones de diamante, estaba Dafne, sonriendo
85.
Se levantó del enorme lecho de dosel e hizo sus abluciones en un lavamanos dorado
86.
Una suave brisa sopló desde el mar y pasó bajo el dosel haciendo ondear las lonas y llevando consigo el olor a pescado podrido
87.
–Valeroso nos advierte de un peligro -le dijo Pianjy a su esposa, tendida en un lecho con el dosel decorado con incrustaciones de marfil y las patas en forma de pezuñas de toro
88.
Un ejército de escribas, sentados bajo un dosel, ocupaba un piso del edificio
89.
Akenatón y Nefertiti aparecieron en el gran dosel de oro fino con objeto de recibir el tributo de los países de Kharu y de Kush, del Occidente y del Oriente
90.
El intendente, presa de dudas, verificó por segunda vez la calidad de la cama real, la solidez de los sillones, se aseguró de la excelencia de los alimentos que serían servidos durante la comida del mediodía y corrió por el puente, con un odre de agua fresca destinada al león y al perro, instalados bajo un dosel al abrigo del sol
91.
Karia señaló un dosel rojo de cinco lados que se alzaba en el lado sur de la gran sala
92.
Chewbacca detuvo la nave en el aire cuando ya habían recorrido una cierta distancia por debajo del dosel arbóreo, y después la hizo bajar lentamente en un descenso tan suave como impecable
93.
Volvió los ojos hacia la noche y pensó en lo que le habría gustado ver el cielo a través del alto dosel