1.
Policarpa no quiso aceptar esta postura que comprometía su honestidad en el momento fatal, y dando la espalda a los soldados de la escolta, pronunció las conocidas frases que recogió la historia:
2.
Nariño vio entonces que había perdido la batalla y en última instancia envió con una escolta al conflictivo prisionero al cuartel general del Libertador, para que fuera este el árbitro de la situación planteada
3.
Esta circunstancia me permitió ir en la escolta que por el camino debía custodiar a tan
4.
Luego, cuando se alejaba la escolta, los sentimientos
5.
rodar de los coches y el barullo de losómnibus, les sirve de escolta
6.
Los cuarenta de la escolta tártara, que eran
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con su escolta cosaca hacia el Yamen delpríncipe Tong, a informarse de la residencia de la
8.
La escolta tuvo que quedarse en el antiguo palacio de caza de losemperadores, que casi era una ruina, y Gillespie se lanzó á través de lomás intrincado de la selva, aspirando con deleite el perfume devegetación prensada que surgía de sus pasos
9.
Por fin losseparan; el tambor cesa de batir, la escolta
10.
Iba delante la escolta de honor, compuesta de un destacamento dearcángeles cubiertos de
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los arcángeles tocando llamada, y losrubios soldados de la escolta divina descendieron de los
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General y su escolta cuando éste se puso encamino del castillo
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trasladarse á Ruan ( Rouen),le acompañó por el camino el referido gobernador,llevando escolta
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estaocasión, y aun agregó á la tropa varios oficialesdel Rey que le dieran particular escolta
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gobernadores de Santiago y Tucumán, que le ofrecen unagruesa escolta para su
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que ladiligencia tenía el mal gusto de llevar escolta, se decidió a
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escuderos de la escolta del rey y de sus nobles,hospedados por entonces en el vecino
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qué hago yo en Auvernia, en vez de ocupar mipuesto en la escolta del príncipe
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luengas plumas blancas, que sosteníasobre el arzón uno de los escuderos de su escolta
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saltaba al recibir los golpesdel doctor, y los hombres de la escolta seguían a duras
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anhelante de la escolta y, de vez en cuando,el grito del doctor: «¡Eh, Bruno! ¡Arriba,
22.
La escolta, los guerrilleros, el doctor, todo el mundo permanecíasilencioso
23.
Frantz, Kasper y los de la escolta, Marcos Divès, Materne, todosesperaban en la
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hombres de la escolta rodeaban a lasmujeres
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herrumbrosos; y tras esta escolta de honor,Neptuno, el de las
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Eran la escolta delos funcionarios del puerto
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El suboficial que mandaba la escolta
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Vió cómola escolta repelía con las culatas al grupo
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Desembocaban por ella el coche del general Vives con su escolta de acaballo, todos a galope tendido; y mientras, para abrir campo, losdragones del piquete interrumpían el movimiento de los quitrines deambas filas, en el paseo, entre los cuales se hallaba el de O'Reilly;dos flanqueadores con sable desnudo detenían y arrollaban a los quepretendían entrar o salir por la puerta del Monserrate, antes que suexcelencia el Capitán General
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llevaban papeles y tinteros, todos con escolta detricornios y
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el comandanteRamírez y el teniente de la escolta
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que con una corta escolta conducian preso á aquelrebelde: quienes, viéndose inopinadamente atacados en la
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todo el pelotón de jinetes la siguió,formando escolta en torno de ella
34.
El capitan que mandaba la escolta se situó en los puntos convenientes,el buen viajero se vió libre de los
35.
–Con el que quieras, con tal de que lo hagas rapido -dijo el jefe de la escolta
36.
Dijeron que me enviarían con una escolta de sagoths a buscar el precioso documento a su escondite, reteniendo a Dian en Phutra como rehén y liberándonos a los dos en el momento en que el documento le fuera devuelto a salvo a su reina
37.
Tuve que esperar hasta que el proceso de digestión liberó a mi escolta de su sopor
38.
Sin embargo, ahora que había sido derribada por la crisis palúdica, su regreso implicaba el mío; lo cual equivalía a renunciar a mi única obra, a volver endeudado, con las manos vacías, avergonzado ante la sola persona cuya estimación me fuera preciosa -y todo por cumplir una tonta función de escolta junto a un ser que ahora aborrecía
39.
Al solemne escudo de la casa de los Gallos le dan escolta más leones, Cifuentes es tierra de leones heráldicos; la casa de los Gallos está en la recoleta plaza de la Provincia, con la iglesia parroquial a un lado -la iglesia del Salvador, con el campanario partido por una bomba- y el antiguo convento de Santo Domingo al otro, en este convento está ahora la Casa de la Cultura
40.
A continuación seguían los altos oficiales con su escolta y el grueso de la columna con los legionarios dispuestos en cuatro filas, cada uno de ellos con su pesado bagaje a cuestas
41.
Para ir a lavar la ropa en el afluente del Seybouze, hacía falta una escolta de soldados
42.
Se adentraron en una muerta región de arenas, rocas y gravillas negras, guiados ahora por el activo Calla Huasi, que así dijo llamarse el eficiente oficial inca, y que a instancias de Chabcha Pusí había tornado la decisión de enviar a la mayor parte de su gente y los peor parados de los porteadores al Cuzco, y quedarse en compañía de tres soldados par servir de escolta al «Viracocha»
43.
Sin decir palabra dejó a la escolta y al escoltado y se metió en el cuerpo de guardia
44.
Dio a la escolta un recibo del escoltado y ordenó a éste que desmontara
45.
¿Me recibís ahí abajo? Estamos bien y la estación nos envía una escolta
46.
–La escolta está pasando por el punto de regreso -dijo Geran en voz queda desde el otro centro de operaciones-
47.
El grupo de naves seguía avanzando: la Luna Creciente iba en primer lugar, dirigiéndose hacia los confines del sistema, con su escolta mahe a bastante distancia y un torrente enloquecido de knnn cerrando el desfile
48.
–La escolta se mueve -dijo Chur-
49.
Nuestra escolta tc'a habla con el knnn
50.
Pero esa escolta no vale gran cosa
51.
Parecía haber escogido al hombre fuerte y silencioso como escolta especial suya y el hombre daba la sensación de que se daba cuenta de cuan grande era el privilegio concedido
52.
A sir Eustace se lo habían llevado en dirección opuesta con una fuerte escolta
53.
Este comprendió que se hallaban cerca del refugio y había que tomar precauciones, pues fuera de los cinco bandidos la escolta se componía de sartos fieles a Talmá, dispuestos a cualquier sacrificio para salvarla y no debían sospechar en ningún momento su complicidad con los bandidos
54.
-¡Abajo las armas! -les intimó uno de los de la escolta a los raptores
55.
Cuatro soldados de línea mandados por un vigoroso cabo de pelo rojizo, avanzaron con precaución en el espacio comprendido entre los dos barrancos donde había sido casi exterminada la escolta de Hossein
56.
Hizo señal a la escolta, compuesta de doce negros armados de espingardas y cimitarras, para que echasen pie a tierra, y luego subió por la amplia escalera del castillo, penetrando donde poco antes habían cenado el Barón y la Princesa
57.
Al amanecer, la escolta entraba en Argel, y se detenía delante de un enorme palacio guardado por un destacamento de soldados y marineros berberiscos
58.
—¡El gobernador y su escolta! Lamentaría que lo mataran los guarives
59.
–Hace un rato mandé un mensajero a los estanques con objeto de que traigan hasta aquí al cautivo en compañía de una fuerte escolta
60.
Cuando al despuntar la mañana la duquesa abandonó la estancia, dos esclavos la aguardaban, en tanto que en el patio su escolta bebía café, conversando con animación bajo una de las tiendas
61.
La escolta del León de Damasco estaba en el centro, con los arcabuces preparados, y con las mechas encendidas, y las cimitarras al cinto
62.
– ¡Sí! –contestaron al unísono todos los de la escolta
63.
Un murmullo amenazador surgió de entre los de la escolta
64.
Únicamente el capitán se precipitó en su socorro, pero los hombres de la escolta le hicieron detenerse
65.
–Que le acompañen cuatro hombres y que le maten si pretende engañarnos –ordenó Ben-Tael, dirigiéndose a los de la escolta
66.
La escolta avanzó tras él, desfilando por entre los jenízaros, que se habían apartado, exclamando:
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La escolta se detuvo y todos desenvainaron las cimitarras
68.
Mientras el rey de los pescadores de perlas y el francés se ponían de acuerdo y se daban a conocer sus futuros proyectos, el «Bangalore» seguía internándose en la laguna, seguido siempre por numerosa escolta de cocodrilos, casi todos grandísimos, armados de larguísimos dientes duros como el acero, con la lejana esperanza de que una inesperada desgracia les permitiera atracar junto al buque en espera de algún tripulante
69.
Lo levantaron cuatro hombres y partieron a la carrera, seguidos de los otros dos palanquines en que iban Durga y Maduri y de una escolta de cien hombres
70.
Continuaba rugiendo el huracán y la marcha de los conductores en vez de retardar aumentaba cada vez más: en cuanto cesaban los truenos oía Juan Baret la respiración anhelosa y la carrera de la escolta
71.
Puso en obra su idea, aun cuando tuviese pocas esperanzas de lograr su intención a causa de lo recio de las redes, de la falta de un arma cortante y de la escolta
72.
En aquel momento quitaron la manta que cubría el palanquín y vio; la escolta que rodeaba los tres vehículos, con las armas en la mano
73.
Los jefes de la escolta, reunidos delante de los palanquines conferenciaban con animación
74.
El jefe de la escolta, reconocible por el penacho de plumas de pavo real que le colgaba de un amplio sombrero de paja, se adelantó, exclamando:
75.
Tras haber atravesado varias calles, la escolta se detuvo frente a uno de los últimos bungalows que rodeaban al palacio real propiamente dicho, y en cuya puerta había un centinela
76.
Salieron del bungalow precedidos por el oficial y la escolta
77.
En aquel momento el rajá y su escolta, veinte jinetes de estatura gigantesca, entraban en el patio
78.
Un soberbio elefante, regalo del rajá y totalmente enjaezado, aguardaba frente a la escalinata, rodeado por la escolta de soldados de caballería
79.
El elefante se puso en marcha de inmediato flanqueado por la escolta
80.
A las seis de la mañana el paquidermo y la escolta atravesaron el bastión occidental, pasando por un grueso puente levadizo custodiado por una compañía de sikhs
81.
Tomaron las carabinas y se lanzaron fuera de la tienda, mientras los hombres de la escolta se emboscaban en medio de los arbustos, montando precipitadamente los fusiles
82.
Los prisioneros, bajo una fuerte escolta para sustraerlos a un posible ataque de la población, que al primer anuncio de la muerte del general se había lanzado a la calle pidiendo venganza, habían sido llevados precipitadamente al presidio del Pascia, que entonces se consideraba como el más seguro
83.
La escolta que velaba en los bastiones había exclamado al oír aquel grito:
84.
Salió a dar órdenes a su escolta para el regreso a la ciudad
85.
El jefe de la escolta los condujo rápidamente hasta "el palacio real", situado en la plaza principal
86.
El monarca ordenó que trajeran cuatro caballos y prepararan una escolta de cincuenta guerreros
87.
Una escolta de diez guerreros armados fue colocada en torno a la cabaña para mantener alejados a los curiosos
88.
"El gobernador, adivinando el objeto del ataque, hizo embarcar a los prisioneros en una chalupa que estaba oculta en la escollera, bajo buena escolta los hizo conducir a las lagunas ante las cuales estaba en crucero un navío español en espera de órdenes
89.
Apenas puesto el sol, una docena de embarcaciones, tripuladas por los oficiales de la guarnición y los notables del pueblo, abordaban la corbeta para dar escolta de honor a la tripulación
90.
Mientras sus hombres, ocupando los puntos estratégicos, bombardeaban las naves de la bahía, que eran ya las únicas que resistían, con una escolta de corsarios elegidos, entre los cuales iban Pedro el Picardo, Carmaux y Van Stiller, se dirigió velozmente hacia el centro de la ciudad
91.
El palacio fue en tiempos estandarte y orgullo de la dinastía omeya, y fue allí donde Rubén despidió a la escolta agradeciendo los servicios prestados y entregando al capitán una fuerte suma a repartir con sus soldados, diciéndole que habían llegado al final de su viaje
92.
Se me indicó que estuviera en Sant Cugat del Rec a una hora determinada y cuando me presenté, la galera estaba cerrada, los cocheros en el pescante, y la escolta lista y a punto de partir
93.
Darrell se reunió con ella en el palacio y volvieron al hotel con escolta policial
94.
– La escolta policial estaba formada por operativos vinculados a Interpol, elegidos a dedo
95.
Así pues, Strange eligió una —la que el rey creía que conducía a América— y rápidamente dio escolta a su majestad a través de varias habitaciones
96.
En esos momentos sólo operaban dos de ellas; dentro de pocas horas, el estelandés y su escolta ascenderían velozmente por esa enorme columna, en dirección a la Ciudad del Anillo que rodeaba el globo
97.
Allí estaban los halcones, los monteros y soldados de la escolta
98.
–Estarás al mando de la escolta
99.
Luego se puso en marcha, seguido de Miguel y de los samurais de escolta, los cuales se mantenían cuidadosamente apartados del campo de acción de su sable
100.
Y en cuanto terminaron las plegarias, abandonaron la mezquita, montó en su mula cada cual, y se pusieron a la cabeza de su escolta, saliendo de la ciudad y caminando por los campos