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    friso Beispielsätze

    friso


    1. En la línea divisoria con el zócalo, aparecía un nuevo friso conteniendo los


    2. estatua, por lomenos, en medio de una plaza o en lo alto dealgún friso entre


    3. friso, componiendo la parte de cornisa lossolerones inferior y


    4. Se pensó después en una cenefa que hiciera el papel de friso en todo lolargo del


    5. En el friso, representados en alto relieve,


    6. Alzo la vista hacia el friso de aquella biblioteca pública que se asienta en medio de la plaza como un templo antiguo: entre sus triglifos se inscribe el bucráneo que habrá dibujado algún arquitecto aplicado sin recordar, probablemente, que aquel ornamento traído de la noche de las edades no es sino una figuración del trofeo de caza, pringoso aún de sangre coagulada, que colgaba el jefe de familia sobre la entrada de su vivienda


    7. En el friso había varios garabatos, obra de indocto pincel, a los cuales se atribuían intenciones de querer expresar los signos del zodiaco; y por debajo de ellos corría, también pintada, una soga, símbolo de unión y fuerza


    8. La humedad casi ha destrozado el friso en algunas habitaciones, y las ratas han hecho lo propio en otras


    9. Empuja la puerta de la salita de recibir que comunica con la calle de los Doblones, con sus estampas marinas en las paredes y su friso de madera oscura, cruza la estancia y entra en el despacho principal


    10. No dirás que un friso es superficial porque tiene sólo dos dimensiones

    11. El mármol terminaba a unos seis o siete metros del suelo, pues las paredes tenían cubierta esa parte con un friso de oro macizo


    12. Esta cela está rodeada a su vez de una columnata períptera formada por dieciséis columnas dóricas que sostienen un entablamento con friso de triglifos y metopas, coronado por una balaustrada


    13. La repetición incansable del guerrero daba al recorrer el friso de izquierda a derecha una vívida sensación de movimiento


    14. Al mirar por segunda vez uno advertía que las posiciones sucesivas podían ser vistas como una progresión temporal y que al final del friso eran mucho más numerosas las figuras caídas, como si el guerrero hubiera vencido por sí solo a todo el ejército


    15. Una serie de viñetas de mármol, del tamaño de dos hombres, cubría el zócalo y, según los carteles, aquel célebre friso de figuras ilustraba la lucha de los dioses griegos con los gigantes, crónica de un intento de golpe de Estado y, con ello, el escenario perfecto para un encuentro con Vogelaar: Zeus había incomodado a Gea, encerrando a sus primitivos hijos, los titanes, en el Tártaro, una especie de prisión de Playa Negra en la prehistoria


    16. El friso hablaba de la invariable lucha por el poder, siempre con los mismos recursos


    17. A la izquierda, las partes visibles del friso sobre estelas y zócalos; a la derecha, el templo con la escalinata; arriba, la galería de columnas, el paso hacia la sala de Télefo, donde Jericho y la joven esperaban obtener el dossier, un dossier que jamás recibirían y que tampoco necesitarían ya


    18. En la parte posterior de la puerta había cornisas y hornacinas tan perfectamente trabajadas que era difícil comprender cómo podían haber sido hechas sin la ayuda de maquinaria moderna y lo mismo podía decirse del friso de la fachada principal, con su impresionante Dios de los Báculos en el centro


    19. Por lo visto, en la parte inferior del friso, en una cuarta banda de adornos que no me había llamado la atención, podían distinguirse con toda claridad las cabezas de dos Cuvieronius, una en cada extremo de los cuatro metros del dintel y, en algún otro lado, una cabeza de toxodonte


    20. Que ahora atacaban en un frenético friso de caballos con sus ojos estrábicos y sus dientes limados y jinetes desnudos con manojos de flechas apretados entre las mandíbulas y escudos que destellaban en el polvo y volviendo por el flanco contrario de la maltratada tropa en medio de un concierto de quenas y deslizándose lateralmente de sus monturas con un talón colgado del sobrecuello y sus arcos cortos tensados bajo el pescuezo tenso de los ponis hasta haber rodeado a la compañía y dividido en dos sus filas e incorporándose de nuevo como figuras en un cuarto de los espejos, unos con rostros de pesadilla pintados en sus pechos, abatiéndose sobre los desmontados sajones y alanceándolos y aporreándolos y saltando de sus ponis cuchillo en mano y corriendo de un lado a otro con su peculiar trote estevado como criaturas impulsadas a adoptar formas impropias de locomoción y despojando a los muertos de su ropa y agarrándolos del pelo y pasando sus cuchillos por el cuero cabelludo de vivos y muertos por igual y enarbolando la pelambre sanguinolenta y dando tajos y más tajos a los cuerpos desnudos, arrancando extremidades, cabezas, destripando aquellos raros cuerpos blancos y sosteniendo en alto grandes puñados de vísceras, genitales, algunos de los salvajes tan absolutamente cubiertos de cuajarones que parecían haberse revolcado como perros y algunos que hacían presa de los moribundos y los sodomizaban entre gritos a sus compañeros

    21. Pronto quedó en el agua una sola persona, que llevaba un gorro de goma blanco y un bañador con un friso de pétalos que Henry debería haber reconocido antes


    22. La mujer tenía buen gusto: el yeso que cubría su brazo izquierdo estaba decorado con un friso de figuras funerarias egipcias marrones y rojizas


    23. Este edificio era ligeramente más pequeño, y su friso no representaba escenas de batalla, pero a pesar de todo la semejanza era notable, y su aparición en pleno South Worfordshire fue para Dundridge la demostración definitiva de que quienquiera que hubiese diseñado Handyman Hall era un cleptómano de la arquitectura


    24. Varias figuras del friso estaban decapitadas, y las granadas antitanque habían perforado enormes agujeros en la pared


    25. Pero las diminutas figuras eran serafines y querubines, en lugar de dioses del Olimpo, y la inscripción del friso estaba en hebreo


    26. Suez podía ya presentirse en el friso de indeterminados puntos móviles y saltarines, que podían percibirse en el lejano reflejo de la hondonada del Canal


    27. Justo encima de la cabeza del cardenal Mascheroni, en lo alto del friso que embellece el baldaquín del tronillo, está acuclillada una gallina blanca, la cual, visceralmente conmovida por las continuas sacudidas que la pose declamatoria y el ímpetu de su gesticular transmiten al sitial del purpurado, o por molestia y hastío de aquella altura que le impide una operación más terrestre, desde lo alto de su superioridad, asomando bien el trasero, acierta con una rosada emisión en el cráneo pelado de Mascheroni, interrumpiendo su discurso


    28. El recibo detallado de algún tributo, a salvo en el archivo correspondiente; el destello de un metal raro y precioso, extraído de alguna montaña inenarrablemente lejana, en alguna puerta palaciega; el retrato de algún humilde contribuyente -un árabe, un etíope, un nativo del Gandara-, con su sumisión congelada para siempre en el dibujo del friso, todas esas cosas hablaban con perfecta elocuencia de la naturaleza intemporal del poder persa


    29. El mueblista bávaro, encargado de amueblar el hotel, había variado la decoración de las habitaciones, y por tres de los lados de aquel cuarto puso, a lo largo de la pared, estanterías bajas, rematadas con vitrinas de cristales, en los cuales, según el sitio que ocuparan y por un efecto imprevisto, se reflejaba este o aquel cuadro fugitivo del mar, desarrollando así un friso de claras marinas, interrumpido únicamente por los listones de la armadura de madera


    30. Pero en esa alma, en aquel lugar que a las seis de la tarde contenía la expectación vaga y temerosa del momento de la llegada y la imposibilidad de imaginarme al director había ahora muchas cosas: los extirpados granos del rostro de aquel director cosmopolita (en realidad, naturalizado ciudadano de Mónaco, aunque era, como él decía, en su afán de usar expresiones distinguidas, sin darse cuenta de que eran defectuosas, de “originalidad” rumana), su ademán al pedir el lift, el propio ascensor, todo un friso de personajes de teatro guignol surgidos de aquella caja de Pandora llamada Gran Hotel, personajes innegables, inamovibles y esterilizantes, como todo lo que se ha movilizado ya

    31. Y, sin embargo, la suposición de que algún día podría ser amigo de una de esas muchachas, que esos ojos cuyo desconocido mirar venía hasta mí algunas veces acariciándome sin saberlo, como rayo de sol que se posa en una pared, llegasen a dejar penetrar, por milagrosa alquimia, entre sus inefables parcelas la noción de mi existencia y hasta algún afecto, de que quizá alguna vez me fuera dado estar entre ellas, formar parte de la teoría que iba desarrollándose sobre el fondo que ponía el mar, me pareció suposición absurda; suposición que contuviese en sí tina contradicción tan insoluble como si delante de un friso antiguo o de un fresco que figure el paso de una comitiva se me antojara posible el que yo, espectador, fuese a ocupar un sitio entre las divinas procesionantes, que me acogían con amor


    32. ¡Admirable poder de la raza que desde el fondo de los siglos crece y empuja en el moderno París, inclusive en los pasillos de nuestros teatros, tras las ventanillas de nuestras oficinas, en un entierro, en la calle; a una falange intacta que estilizando el tocado moderno, absorbiendo, haciendo olvidar, disciplinando la levita, permanece, en suma, idéntica a la de los escribas asirios que, pintados en traje de ceremonia en el friso de un monumento de Susa, defienden las puertas del palacio de Darío! (Una hora más tarde, Bloch había de figurarse que era por malignidad antisemítica por lo que el señor de Charlus se informaba de si llevaba un nombre judío, cuando era sencillamente por curiosidad estética y por amor al color local


    33. Un aplomo del gusto, no en el orden de lo bello, sino de los modales y que en presencia de una circunstancia nueva hacía captar enseguida al hombre elegante —como a un artista al que se le pide que toque un trozo de música que no conoce— el sentimiento, el movimiento que la circunstancia reclama, y adaptar a ella el mecanismo, la técnica que mejor le convienen; luego permitía a ese gusto actuar sin la traba de ninguna otra consideración, que a tantos jóvenes burgueses hubiera paralizado, tanto por el temor de ponerse en ridículo a los ojos de los demás, faltando a las formas, como de parecer solícitos en exceso a los de sus amigos, y que en Roberto era sustituido por un desdén que desde luego no había sentido nunca en su corazón, pero que había recibido por herencia en su cuerpo y que había sometido las maneras de sus antepasados a una familiaridad que, según éstos creían, no podía menos de lisonjear y fascinar a aquel a quien se dirigía; por último, una noble liberalidad que, como para nada tenía en cuenta tantas ventajas materiales (los gastos que hacía en profusión en este restaurante habían acabado por hacer de él, aquí como en otros sitios, el cliente más de moda y el favorito máximo, situación que subrayaba la solicitud para con él no sólo de la servidumbre, sino de la juventud más brillante), le hacía pisotearlas, como los divanes de púrpura efectiva y simbólicamente hollados, semejantes a un camino suntuoso en que sólo hallaba agrado mi amigo en cuanto le permitía venir hacia mí con más gracia y rapidez; tales eran las cualidades, esenciales todas a la aristocracia, que detrás de aquel cuerpo, no opaco y oscuro, como lo hubiera sido el mío, sino significativo y límpido, trasparecían como a través de una obra de arte el poder industrioso, eficiente, que la ha creado, y hacían que los movimientos de la rápida carrera que había desarrollado Roberto a lo largo de la pared fuesen inteligibles y encantadores como los de unos jinetes esculpidos en un friso


    34. Y de sobra sabía yo también que no era sólo una obra de arte lo que admiraba en el juvenil jinete que desarrollaba a lo largo de la pared el friso de su carrera; el joven príncipe (descendiente de Catalina de Foix, reina de Navarra y nieta de Carlos VII), al que acababa de dejar por mí, la situación de alcurnia y de fortuna que ante mí se inclinaba, los antepasados desdeñosos y desenvueltos que sobrevivían en el aplomo y en la agilidad, en la cortesía con que acababa de extender en torno a mi cuerpo friolento el gabán de vicuña, todo esto, ¿no era como unos amigos más antiguos que yo en su vida, por los que yo hubiese creído que deberíamos estar siempre separados, y que, por el contrario, sacrificaba a mí en virtud de una elección que sólo puede hacerse en las alturas de la inteligencia, como esa libertad soberana de que eran imágenes los movimientos de Roberto y en la que se realiza la perfecta amistad?


    35. el escenario, rodeado de un acueducto cubierto, y el friso que, en la rampa que sube al escenario, representa los trabajos de Heracles, no los menciona siquiera


    36. ¿Era exacta la visión nostálgica que yo tenía de aquellas muchachas? ¿No sería diferente si hubiera podido mantener inmóvil junto a mí por un momento a una de las que sólo veía, desde lo alto de mi ventana, en la tienda o caminando de prisa por la calle? Para valorar lo que me hacía perder la reflexión, es decir, la riqueza que el día me deparaba, habría sido preciso interceptar en el largo desfile de aquel friso animado a alguna muchachita portadora de la ropa o de la leche, hacerla pasar un momento, como la silueta de un decorado móvil entre los montantes, en el marco de mi puerta, y retenerla ante mis ojos no sin pedirle algunas señas que me permitieran volver a encontrarla un día e igual que ahora: esa ficha definitoria que los ornitólogos o los ictiólogos fijan en el vientre de los pájaros o de los peces antes de ponerlos en libertad para poder seguir sus migraciones


    37. Yo conozco muy pocos libros suyos, pero ¿no es un motivo escultórico y simple, digno del arte más antiguo, un friso interrumpido y luego continuado en el que se representan la venganza y la expiación, el crimen del padre de los Karamázov dejando embarazada a la pobre loca, el movimiento misterioso, animal, inexplicable, con el que la madre, involuntario instrumento de las venganzas del destino, obedeciendo tan oscuramente a su instinto de madre, quizá a una mezcla de resentimiento y de gratitud física por el violador, va a dar a luz en casa del padre de los Karamázov? Esto es el primer episodio, misterioso, grande, augusto, como una creación de la mujer en las esculturas de Orvieto


    38. Adorno a manera de friso


    39. fres, franja, y este de friso)


    40. En el friso esculpido están representados los muchachos y las muchachas, los jóvenes y los ancianos de Atenas, y todos ellos se mueven con la gracia, la dignidad y la libertad de los dioses

    41. El que tiene la columna de ocho módulos o diámetros a lo más de altura, el capitel sencillo y el friso adornado con metopas y triglifos


    42. Paneb había pintado el friso de cañas protectoras en lo alto de todas las paredes, con una precisión y regularidad sorprendentes


    43. La parte superior de las paredes y el zócalo se hallaban adornados con un friso de flores de loto


    44. No heredar por derecho de primogenitura, partición por igual o derecho inglés del último nacido, ni poseer a perpetuidad una extensa propiedad de suficiente número de acres, varas y brazas, medida agraria legal (valoración £ 42), de turberas de pasto en torno a una residencia baronial con casa de portero y avenida de entrada, ni, por otra parte, una casa a la italiana o villa semiindependiente, denominada Rus in Urbe o Qui si Sana, sino adquirir por contrato privado con pleno usufructo una casa residencial con techo de bálago en forma de bungalow, de dos pisos, orientada hacia el sur, coronada por veleta y pararrayos, conectado con tierra, con el porche cubierto de plantas trepadoras (yedra o vid americana), puerta del vestíbulo verdeolivo, con elegante acabado de carrocería y brillantes dorados en la puerta, fachada de estuco con molduras doradas en los aleros y el abuhardillado, elevándose, si era posible, sobre una suave cuesta con agradable perspectiva desde terraza con balaustrada de pilares de piedra sobre prados interyacentes, inocupados e inocupables, en medio de 5 ó 6 acres de terreno propio, a tal distancia de la más próxima vía pública como para hacer visibles las luces de la casa de noche y a través de un seto vivo de carpe cortado según las reglas de la topiaria, situada en un punto dado a no menos de 1 milla legal desde la periferia de la metrópoli, dentro de un límite de tiempo no mayor de 5 minutos de una línea de tranvía o de tren (por ejemplo, Dundrum, al sur, o Sutton, al norte, teniéndose informes por experiencia de que ambas localidades se parecían a los polos terrestres en ser climas favorables para personas tísicas), bienes raíces a ocupar, por arrendamiento enfiteútico, por una duración de 999 años, consistiendo la casa y dependencias en 1 salón con ventanal en mirador (2 arcos), termómetro adherido, 1 salita, 4 alcobas, 2 cuartos de servidumbre, cocina con azulejos con horno y despensa, antecocina con armarios roperos en la pared, librería de estanterías abiertas de roble ahumado conteniendo la Encyclopaedia Britannica y el New Century Dictionary, panoplias de armas antiguas medievales y orientales, gong para las comidas, lámpara de alabastro, de cuenco, colgada, aparato automático de teléfono de vulcanita con guía adyacente, alfombra Axminster de nudo con fondo color crema y orla entrelazada, mesita de juego con pata central y garras, chimenea con instrumentos macizos de latón y reloj cronómetro de bronce dorado sobre la repisa de la chimenea, hora garantizada con carillón de catedral, barómetro con carta higrográfica, cómodos divanes y rinconeras tapizados en peluche rubí con buenos muelles y centro hundido, tres biombos japoneses y escupideras (estilo club, cuero brillante color vino, brillo renovable con un mínimo de trabajo usando aceite de mostaza y vinagre) y araña piramidal de prismas, en el centro, percha de madera curvada con un loro tan manso como para subirse al dedo (lenguaje expurgado), papel de pared con relieve a 10 chelines la docena con franjas transversales de diseño floral en carmín y friso de remate en lo alto, escalera con tres tramos seguidos en ángulos rectos sucesivos, de roble barnizado en fondo claro, peldaños y contrapeldaños, balaustrada y pasamanos con revestimiento de paneles, tratado con cera alcanforada, cuarto de baño provisto de agua caliente y fría, bañera y ducha: retretes a medio piso provistos de ventana opaca oblonga, asiento levantable, lámpara de pared, palanca de la cadena de latón, apoyos para los brazos, taburete para los pies y oleografía artística en la cara interior de la puerta: ídem, sencillo: habitaciones de la servidumbre con instalaciones sanitarias e higiénicas separadas, para cocinera, criada para todo y ayudante (salario, subiendo por incrementos bienales automáticos de £ 2, con cuota anual de seguro comprehensivo de fidelidad de £ 1 y cotización de retiro basada en el sistema de los 65 años después de 30 años de servicio), recocina, bodega, despensa, fresquera, dependencias, carbonera y leñera, con estantes para el vino (espumoso y no espumoso) para invitados distinguidos, si se les invitaba a cenar (de etiqueta), instalación de gas de monóxido de carbono


    45. Por encima de las columnas griegas, en el centro de una especie de friso que se extendía a lo largo del edificio de cuatro plantas, justo debajo de la gruesa sombra del tejado, había una divisa grabada apenas legible: DEO ET PATRIA


    46. En el pasillo había una gruesa alfombra roja y las paredes estaban revestidas con un friso de madera tallada


    47. Pasada la mitad del ascenso comenzaron a verse las figuras esculpidas en el friso saliente, tan grandes que sólo se entendían desde una buena distancia


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    friso in English

    frieze

    Synonyme für "friso"

    borde cornisamento franja faja banda orla ribete