Verwenden Sie „monacal“ in einem Satz
monacal Beispielsätze
monacal
1. espíritu de Córdoba hasta 1829 es monacal yescolástico; la conversación de los
2. un voto monacal bien cumplido
3. Iconografía española[90], opinaba que lo que pareció al cura de los Palacios ropa monacal porcomparación de la sociedad en que
4. una existencia deaislamiento monacal con todas las
5. El pelo corto, pero con la barba monacal de siempre
6. Una serie de bancos se alineaban colocados unos tras otros; frente a ellos se alzaba una tarima en la que se podía ver una mesa cubierta con un damasco rojo y tras ella el sillón monacal del conferenciante, tal era el mobiliario
7. Después, en el silencio monacal de su cuarto, él deseaba fervientemente poder amarla, y se reprochaba con lágrimas no conseguir más que una ternura que se le enfriaba con el primer canto del amanecer
8. Sir Perraine yacía en un angosto camastro en una habitación de austeridad monacal, con el rostro mortalmente pálido, sudando copiosamente
9. Cayley puso en juego toda su tranquila y persuasiva influencia en su favor, y gracias a sus esfuerzos las mujeres fueron finalmente admitidas a los estudios en el aislamiento monacal de la medieval ciudad de Cambridge
10. Ha pasado años en aquel vertedero, cavando zanjas, comiendo basura, guardando un silencio monacal, salvo la comunicación esencial y los cánticos habituales, ¿y todo por qué? Por nihil, eso es
11. Su figura delgada y los ojos brillantes mostraban que el abad se aferraba con fuerza a los fundamentos de la vida monacal
12. Vivía en la más absoluta pobreza, alternando la oscura celda monacal, en la que apenas dormía unas horas, con la cueva situada en la cercana ladera del monte Viorna, a la que solía retirarse para hacer penitencia, y por último la biblioteca
13. Benoît, que no creía que una logia masónica tuviera nada en común con una comunidad monacal, se quedó sorprendido ante la exigencia espiritual que impulsaba a aquel hombre, ante su respeto a una Regla que parecía considerar su bien más preciado
14. Pero lo peor era que aquella inalcanzable belleza ponía en peligro la imagen de Faroni, para quien Gregorio sabía que el amor era fácil, y aunque intentó despreciarla, convenciéndose de que no era su tipo, o que le faltaba espiritualidad o que sus tetas eran insignificantes, o bien que su alta condición de artista le exigía un renunciamiento casi monacal y que aquella mujer venía a ser lo que las sirenas para el incauto marinero, todo fue en vano, porque su recuerdo lo perseguía como un dolor imperceptible, que a veces se alzase con alguna súbita punzada
15. ¡Qué lejos estaba entonces de Olga, a la que se ligó cuando huyó del movimiento porque la encontraba limpia de toda esa insoportable limpieza! Después del primer beso le dijo que antes había sido sionista monacal y que con ella se convertía en sionista a secas