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    Verwenden Sie „regala“ in einem Satz

    regala Beispielsätze

    regala


    1. en todo momento imágenes de la dolce vita en la que se regala hasta el más modesto de los


    2. cuando Don Jacobo me regala alguna de ellas, en esas extrañas épocas en que


    3. Las echaban arriba con el penol de la verga de trinquete y lasaseguraban en la regala


    4. al coronamiento de la regala en el


    5. Aloja, y regala en su casa al Dean, y su altivez le precisa á


    6. del que regala, porque todos quierenser los primeros en la feria de las exhibiciones,


    7. lasaseguraban en la regala


    8. justo que mientras aquél engulle y se regala, sean paraéste todos


    9. regala, como tambien el Señor á su Iglesia


    10. Irala: los regala, y qué les previno? —51

    11. Una señora se acerca al viajero y le regala una cesta de cerezas


    12. El niño que le meó al viajero desde el balcón se llama Marcial y ahora, claro es, es ya un hombre hecho y derecho, un hombre de cerca de cincuenta años; su hijo se llama también Marcial y regala un tarro de miel al viajero


    13. Presupongamos que esta liebre es Dulcinea del Toboso y estos galgos que la persiguen son los malandrines encantadores que la transformaron en labradora: ella huye, yo la cojo y la pongo en poder de vuesa merced, que la tiene en sus brazos y la regala: ¿qué mala señal es ésta, ni qué mal agüero se puede tomar de aquí?


    14. El helio-tropo, cuyo nombre en griego significa "con la cabeza vuelta hacia el sol", proclama sinceridad y devoción en el amor; se regala como promesa o alegato de fidelidad en caso de ser sorprendido en pasos sospechosos


    15. Luego Roran se deslizó hasta la cubierta con el brazo derecho enganchado en la regala para mantenerse firme en su lugar mientras el barco descendía seis


    16. Él lo era, y por eso, en lugar de relajarse, comprendió que, al margen de sus consideraciones anteriores, nadie regala nunca nada, y que por cada Eugenio Sánchez Delgado que nace en este mundo, en cada familia ha nacido antes un hijo mayor igual que Romualdo


    17. En la banda de estribor, bajo el arraigo de los obenques del palo mayor, la tablazón del casco y parte de la regala están astillados, señalando el lugar donde, tras la caza y la maniobra de abordaje —la tartana intentaba escapar, haciendo caso omiso a las señales—, la balandra corsaria se abarloó con su presa, el tiempo necesario para que los veinte hombres armados saltasen de un barco a otro


    18. Apoyadas las manos en la regala de la balandra, sin perder de vista la posición de velas y escotas propias respecto al viento que permite mantener a la tartana por el través, Pepe Lobo observa a su primer oficial moviéndose por la cubierta de la presa


    19. Pero cada cabo se veía adujado en su sitio, la jarcia firme recién embreada, el casco acababa de recibir una mano doble de pintura negra por encima de la línea de flotación, la regala y los pasamanos olían a aceite de teca, y la cubierta estaba recién fregada con lampazos y piedra arenisca


    20. Ricardo Maraña bajó con los Sánchez Guinea, dispuesto a ofrecerles una copa de oporto en la camareta, y ella se quedó apoyada en el ángulo entre el espejo de popa y la regala, protegiéndose del sol con la sombrilla abierta mientras contemplaba a poca distancia, entre la reverberación de luz en el agua, la imponente mole fortificada de la Puerta de Tierra, las velas de grandes y pequeñas embarcaciones yendo y viniendo por todas partes

    21. —No se puede ganar siempre —comenta Ricardo Maraña, que ha regresado a popa y se recuesta en la regala de barlovento con su flema habitual, los pulgares en el cinto donde todavía lleva el sable y las dos pistolas


    22. Encaramado sobre la regala, apoyada la espalda en un obenque y con otro catalejo en las manos, el contramaestre Brasero les cuenta lo que ve


    23. El primer oficial de la Culebra está de codos sobre la regala, junto a su capitán


    24. Cuando se van los tres jóvenes, les regala un gran trozo de hachís


    25. Dicho así, parece algo que ni siquiera es demasiado grave -ser tragados de nuevo por la ciénaga de una existencia ordinaria- y yo durante años no fui capaz de comprender su gravedad, pero el secreto es acercarse más aún, mirar de cerca, ya sé que da asco, pero es necesario que me acompañes hasta ahí, Gould, tápate la nariz y ven a ver de cerca, el estudioso seguro que tenía un padre, míralo más de cerca, un padre severo, estúpidamente severo, pendiente durante años de doblegar a su hijo haciendo que le pesara su continua y desmesurada ineptitud, y eso hasta el día en que ve el nombre de su hijo en un periódico, impreso en un periódico, no importa el motivo, el hecho es que los amigos empiezan a decirle Felicidades, he visto a tu hijo en el periódico, da asco, ¿verdad?, pero él está impresionado, y el hijo encuentra lo que nunca tuvo fuerzas para encontrar, es decir, una venganza tardía, y esto es algo impresionante, poder mirar a tu padre fijamente a los ojos, una redención como ésta no tiene precio, ¿qué importa haber intrigado un poco con tus ideas, olvidado ya todo nexo real con su origen, ante el hecho de poder ser hijo de tu padre, por fin, hijo reglamentariamente autorizado y aprobado? No hay precio demasiado elevado por el respeto de tu padre, créeme, ni, si lo piensas un poco, por la libertad que nuestro estudioso encuentra en el primer dinero, dinero de verdad, con el que una cátedra arañada en una universidad de la periferia empieza a llenarle los bolsillos, arrancándolo del dictado cotidiano de la indigencia, e inclinándolo por la pendiente de los pequeños lujos que al final, por fin, finalmente confluyen hacia la codiciada casa en el campo, con estudio y biblioteca, una nimiedad, en teoría, pero una enormidad, realmente, cuando se eleva, en el reportaje del periodista de turno, hasta apartada madriguera del estudioso que en ella encuentra un refugio ante la deslumbrante vida que lo asedia, vida que en realidad es sobre todo imaginaria, pero allí, en la realidad del refugio, imprevistamente demostrada, y por tanto verdadera, y por tanto impresa para siempre en la mente del público, que desde ese momento tendrá una mirada hacia el estudioso de la que él ya no podrá prescindir, porque es una mirada que, renunciando a cualquier comprobación, regala, a priori, respeto y consideración e impunidad


    26. Ninguna diversión, sin embargo, es mejor que la que nos regala la perra Lulú, que al comienzo era tímida con nosotros y nos tenía algo de miedo, pero ahora, nada más entrar a la casa con Martín, hace una exhibición escandalosa de su felicidad, sabiendo, claro está, que la meteremos en la piscina y le daremos los pollos a la barbacoa que nos han sobrado del restaurante Kansas y que a ella, Lulú la tímida, caniche blanca siempre bañada y perfumada, la hacen tan feliz, aunque después le provoquen unos estreñimientos de tres días, lloriqueando toda la noche en el cuarto de Inés, la madre de Martín, hasta que por fin, tras mucho dolor, expulse una enorme bola fecal, hecha de muchos pedacitos de pollo a la barbacoa, que no hemos debido darle, pero que ella ha comido eufórica porque la comida balanceada le hace bien pero es horrible


    27. Apoyado en la regala, Justin sujetó la caña con la mano izquierda, manteniéndola en posición vertical, mientras flexionaba los dedos de la diestra


    28. Tras arrimar a la regala de babor el último de los cadáveres, Jack el Murciélago lo cubrió con cubos y bayetas y, luego, habiendo trepado al techo del pabellón, dio unas palmaditas al espacio que quedaba libre a su lado


    29. Nau, impaciente, se puso a batir la regala con el cuchillo


    30. Dios Padre regala y distribuye la personalidad a cada una de sus criaturas

    31. Quien siempre regala corre peligro de perder el pudor; a quien siempre distribuye fórmansele, a fuerza de distribuir, callos en las manos y en el corazón


    32. —¿Y es Yron quien se lo regala a Tyros? — exclamó el jefe de la guardia del jong


    33. A lo largo de la jornada, todos los días, uno u otro subía de rato en rato a la regala, mirando por encima de las cañas, escrutando el horizonte en busca de la Königin Luise


    34. La Madre regala el don de la vida,


    35. No se regala la tierra que pisa un pueblo… La frase escuchada en labios de su progenitor comenzaba a tener un significado después de tanto tiempo


    36. —Extraño es vuestra merced —dijo Sancho—; presupongamos que esta liebre es Dulcinea del Toboso y estos galgos que la siguen son los malandrines encantadores que la transformaron en labradora; ella huye, yo la cojo y la pongo en poder de vuestra merced, que la tiene en sus brazos y la regala: ¿qué mala señal es ésta, ni qué mal agüero se puede tomar de aquí?


    37. –Te queda muy bien -le dijo, con la complacencia de quien regala algo


    38. gado por un momento en el aire y luego golpeó en la regala de la lancha


    39. Los cuatro hombres se identifican ante la secretaria, que les regala una sonrisa a cada uno, y se dirigen a los elevadores


    40. EL marinero desenrolló una escalerilla de cuerda por el costado del buque y saltamos por la regala

    41. Linux, un sistema operativo técnicamente superior, se regala, y BeOS está disponible por un precio nominal


    42. Es el tipo de cosa que se regala


    43. Mau se había cogido a la regala de la canoa para recuperar el aliento cuando Pilu salió a la superficie por el otro costado


    44. No había en la Queen Conch señales de vida, pero por encima de la regala, tendido sobre un banco encima del tanque de babor se veía el cuerpo de un hombre que parecía hinchado, y, desde el barco que corría a lo largo de la regala de estribor, otro hombre parecía inclinarse hacia el agua y meter en ella los dedos


    45. Los niños, silenciosos, permanecían pegados a Stephen, puesto que si bien aquél no era un viaje de saqueo con la galera llena hasta la regala de marineros dispuestos a lanzarse al abordaje, sino un mercante normal y corriente que comerciaba con productos de diversa índole de un lado a otro, la tripulación estaba compuesta por corsarios de tomo y lomo, para quienes la expresión feroz formaba parte de su equipaje, tanto como los cuchillos y las pistolas que llevaban al cinto


    46. El guardiamarina deja caer el hacha y apoya las manos en la astillada regala, exhausto


    47. Sin darse cuenta de lo que él mismo hace, Marrajo se incorpora tras el joven para sujetarlo por el faldón de la casaca e impedirle seguir, y en ese momento, descubiertos ambos como liebres en un prado, los tiradores de las cofas del tres puentes inglés, situado a pocas brazas por el través de estribor, se frotan las manos, claro, y empiezan a dispararles mosquetería, crac, crac, pam, pam, pam, y los abejorros de plomo silban por todas partes, chascando contra la regala, en los tablones rotos


    48. Cerró los ojos y se aferró a la regala mientras el agua caía sobre él


    49. Caja cubierta con encerados que se construyen sobre la regala de los buques, a lo largo de esta, y en que se acomodan o recogen los coyes de la tripulación


    50. Monedas que el padrino de un bautizo regala a los chiquillos presentes










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    regala in English

    give away give

    Synonyme für "regala"

    donar dar dedicar ofrendar legar dejar