Verwenden Sie „riba“ in einem Satz
riba Beispielsätze
riba
1. la riba, mostrando por encima de ella las chimeneas y
2. doctor, desde la riba, veía elfondo de sus escotillas
3. la casaestaba atracado á la riba, tan hondo por el descenso de la
4. Por su parte, Riba dijo que había conseguido meterse en el túnel por los pelos
5. Habían conseguido túnicas para Bruria y Riba
6. Las mujeres y los niños estaban reunidos alrededor de Bruria y Riba, y hablaban sin parar de las muchas cosas que habían ocurrido en la región
7. La familia entera, salvo mi madre, Riba y los más pequeños, que serían un estorbo en la Casa de Oración, nos dirigimos colina arriba
8. En el pasillo secreto del Santuario, Riba se había quedado adormecida
9. Antes de que se la llevaran, Riba les susurró con emoción que en dos días llegarían a Menfis
10. Riba lanzó un suspiro por el fin de un prolongado sueño
11. —¿Creéis que Riba estará bien?
12. Llevaba algún tiempo alimentando un oscuro secreto con respecto a Riba, desde que se habían quedado solos en el Malpaís durante casi cinco días
13. ¿Alguna vez se recompensó a alguien tan espléndidamente por caer en la tentación? A Riba le llegaba el agua hasta la mitad del muslo, y se la echaba encima, de manera perezosa
14. La visualmente transgredida Riba siguió así durante varios minutos, inconsciente de la adoración que provocaba tras el montículo
15. Con nervios y también con cautela, Riba hizo lo que se le pedía
16. Riba había oído repetidamente que de la condesa de Karoo, que había llegado a Menfis hacía más de diez años, se decía que se había costeado el viaje vendiendo su pocilga
17. ¿Por qué entonces, se preguntaba Riba al sentarse, la trataba con semejante bondad una mujer de tal importancia?
18. Cogidas del brazo como tantas veces en Pazo do Riba, enfilaron el camino hacia el pueblo, compartiendo pensamientos, dudas, intercambiando consejos, historias y alguna que otra idea que bailaba por sus cabezas
19. Antes de salir de España habían tanteado el terreno en lo posible, y habían puesto sobre aviso a varias organizaciones sociales y políticas; incluso el alcalde de Pazo do Riba, sacudido como todos por la reciente muerte de Julia y movido por su recuerdo, había conseguido que el primer edil de un pueblo cercano a Visegrado con el que tenían previsto hermanarse próximamente facilitara en lo posible apoyo y asistencia a la comitiva española si la situación lo requiriese
20. El encontronazo en el café se había convertido en la comidilla que alimentaba los mentideros de todo Pazo do Riba y la situación parecía insostenible