Verwenden Sie „rostro“ in einem Satz
rostro Beispielsätze
rostro
1. El retrato del Conde de Benavente,cuya armadura, banda y rostro recuerdan El entierro del Conde Orgaz,obra principal del Greco, es el cuadro donde esta influencia se ve másclara; pero en lo sucesivo esos grises persisten en los lienzos deVelázquez como un elemento nuevo ya para dar energía y realce a losnegros, ya para quitarles dureza y pesadez, y siempre para imprimir a latonalidad general un sello de placidez y elegancia incomparable
2. Luego don Quijote y los que venían con él no aguantaron las ganas de verle la cara al muerto y se pusieron a mirar las andas, y en ellas el cuerpo de Grisóstomo, cubierto de flores, vestido como pastor, de unos treinta años de edad, y, aunque muerto, mostraba que había sido de rostro hermoso y de disposición gallarda
3. Estando en esto, entró en la venta un pasajero con facha de cristiano recién llegado de tierras de moros, debido a su vestimenta, típica de persona que ha estado presa por ellos; de complexión robusta, de unos cuarenta años, con su rostro moreno, de barba y bozo bien cuidados, todo lo cual lo hacían ver de muy buena pinta
4. Entró luego tras él, encima de un jumento, una mujer vestida totalmente a la morisca, cubierto el rostro con una toca, un bonetillo de brocado en la cabeza, y vestida con un manto grande que desde los hombros a los pies la cubría, todo lo cual fue la admiración de las mujeres presentes, quienes, debido a que por esos lares no veían todos los días una extranjera con esa vestimenta, la rodearon con la curiosidad más grande del mundo tan pronto como su acompañante la apeó en sus brazos
5. inclinación a su rostro y una ojeada, capaz de fulminar un caballo en pleno galope, refulgió
6. Observa bien este rostro, Milos
7. Cubrieron el rostro de Ruano,
8. Los rasgos de su rostro se pusieron tensos, los
9. El interpelado asomó su rostro al
10. quienes se entrevistará llevarán el rostro cubierto por una máscara
11. de preocupación en su rostro
12. marca de esqueleto en el rostro y éste le sudaba
13. un deseo y lo esparció en la brisa que nos aflojaba el rostro
14. Héctor l egó a las doce y cuarto, tenía los ojos rojos y el rostro
15. En el mismo momento en que su rostro se
16. al recordar a aquel hombre que de modo inesperado dibuja en su rostro un
17. ¡Es esa la clave! Lo siento en mi rostro que enrojece con violencia
18. Los primeros síntomas aparecieron en el rostro de la hermosa Radaez
19. Entonces, con el rostro mirando hacia las
20. “Tiene el rostro de cualquiera de los héroes
21. El Rostro Oculto de la Mente
22. Comenzó a desatarla y una vez que se incorporó de la incómoda posición en que estaba, Juan pudo observar el rostro lloroso de Luciana
23. lleno de rabia, la golpeo en el rostro, el
24. rostro en su mente, y lloro, luego el
25. seca lágrimas en el rostro de su amada
26. Mirando Grailem la alarma en el rostro del Arct se vuelve a confusión en cuanto todo lo que ahora se puede ver es la pared del almacén y la puerta abierta
27. Cerré los ojos mientras las lágrimas corrían por mi rostro
28. Podía ver el dolor en su cara, pero el dolor que pensé que había visto en su rostro y el dolor real que él estaba sintiendo, eran diferentes
29. Reflejan la tensión en su rostro, en su ceño fruncido, o en
30. con su rostro distorsionado por el sufrimiento y su cuerpo manchado con la sangre de sus heridas? Los
31. Barbarita interrumpía un Padrenuestro para decir, todavía con laexpresión de la religiosidad en el rostro: «¿Rameaditas?, sí, y congolpes de oro
32. Lo más característicoen el concejal perpetuo era la expresión de su rostro, semejante a la deuna persona que está oliendo algo muy desagradable, lo que provenía decierta contracción de los músculos nasales y del labio superior
33. Desde que Jacintaapareció al extremo del corredor, Fortunata no quitó de ella sus ojos,examinándole con atención ansiosa el rostro y el andar, los modales y elvestido
34. Profundísima tristeza se revelaba en su rostro enjuto y granuloso
35. Le di cuenta de lo acordado con el banquero y con mi madre; y como miresolución era más poderosa que mis fuerzas, los desfallecimientos deéstas se reflejaban demasiado en el ritmo de mis palabras y hasta en elcolor de mi rostro
36. De estas pesadumbres públicas venían hablando el de la barbalarga, el anciano de rostro triste, y Juan Jerez, cuando este, ligadodesde niño por amores a su prima Lucía, se entró por el zaguán debaldosas de mármol pulido espaciosas y blancas como sus pensamientos
37. Ni a las mujeres está bien eso de cubrirse la frente, dondeestá la luz del rostro
38. Dos hijaslloraban abrazadas en un rincón: la mayor, más valiente, le acariciabacon la mano los cabellos, o lo entretenía con frases zalameras, mientrasle preparaba una bebida; de pronto, desasiéndose bruscamente de lasmanos de doña Andrea, abrió don Manuel los brazos y los labios comobuscando aire; los cerró violentamente alrededor de la cabeza de doñaAndrea, a quien besó en la frente con un beso frenético; se irguió comosi quisiera levantarse, con los brazos al cielo; cayó sobre el respaldodel asiento, estremeciéndosele el cuerpo horrendamente, como cuando entormenta furiosa un barco arrebatado sacude la cadena que lo sujeta almuelle; se le llenó de sangre todo el rostro, como si en lo interior delcuerpo se le hubiese roto el vaso que la guarda y distribuye; y blanco,y sonriendo, con la mano casualmente caída sobre el mango de suguitarra, quedó muerto
39. Era el rostro de facciones graciosas ymenudas, de tal modo que la boca, medio abierta en el centro y recogidaen dos hoyuelos a los lados, no era en todo más grande que sus ojos
40. «Si pues su existencia es necesaria á nuestrafelicidad, si do quiera que llevemos la nariz nos hemos de encontrarcon la fina mano, hambrienta de besos, que aplana cada díamásel maltrecho apéndice que en el rostro ostentamos ¿porqué no mimarlos y engordarlos y por qué pedir suantipolítica expulsion? ¡Considerad un momento el inmensovacío que en nuestra sociedad dejaría su ausencia!¡Obreros incansables, mejoran y multiplican las razas; desunidoscomo estamos merced á celos y susceptibilidades, los frailes nosunen en una suerte comun, en un apretado haz, tan apretado que muchosno pueden mover los codos! ¡Quitad al fraile, señores, yvereis cómo el edificio filipino tambaleará, falto derobustos hombros y velludas piernas, la vida filipina se volverámonótona sin la nota alegre del fraile jugueton y zandunguero,sin los libritos y sermones que [200]hacen desternillar de risa,sin el gracioso contraste de grandes pretensiones en insignificantescráneos, sin la representacion viva, cuotidiana, de los cuentosde Boccacio y Lafontaine! Sin las correas y escapularios,¿qué quereis que en adelante hagan nuestras mujeres sinoeconomizar ese dinero y volverse acaso avaras y codiciosas? Sin lasmisas, novenarios y procesiones, ¿dónde encontrareis panguinguis para entretener sus ocios? tendrán quereducirse á las faenas de la casa y en vez de leer divertidoscuentos de milagros, ¡tendremos que procurarles las obras que noexisten! Quitad al fraile, y se desvanecerá el heroismo,serán del dominio del vulgo las virtudes políticas;quitadle y el indio dejará de existir; el fraile es el Padre, elindio el Verbo; aquel el artista, éste la estatua, ¡porquetodo lo que somos, lo que pensamos y lo que hacemos, al fraile se lodebemos, á su paciencia, á sus trabajos, á suconstancia de tres siglos para modificar la forma que nos dióNaturaleza! Y Filipinas sin fraile y sin indio, ¿qué lepasará al pobre gobierno en manos con los chinos?»
41. Ánimo En El Rostro O Disposición Personal),
42. Estado De Ánimo En El Rostro O Disposición Personal), Características Morales O
43. En el rostro de Julio la mirada tranquila
44. Y el rostro de la anciana sonreía con expresión de dichosa
45. En el rostro de todas, hasta de Zoraida, había una
46. perdía así la elegancia de la actitud y ladistinción del rostro en
47. chocaba la satisfacción fútil que sereflejaba en el rostro de las
48. en lasque de vez en cuando aparecía el rostro avinagrado de una
49. esta palidez enel rostro y este cansancio en los ojos?
50. Mándalas hacia adentro, mándalas hacia fuera y el rostro torcido y triste de un hombre que me encontré