1.
Con la venida de la Casa deAustria a España—decía yo—se inauguró un sistema de intoleranciascontrario a las doctrinas de paz y caridad y verdadera libertadproclamadas por Jesucristo
2.
—Y es usted recién venida, y el objeto de la pública
3.
llegado y pues que era de necesidad que llegara, bien venida
4.
en eso se estaba cuando meanunciaste la venida del otro
5.
enérgicas órdenes para que cesara el fuego de la división recién venida de Guarromán, y el fuego
6.
En punto, que tú vienes con tu mala venida,
7.
parte se confirmaba la venida del enemigo con cuotidianos correos, y los curas se estaban durmiendo ó en
8.
Generales enemigos y les preguntase la causa de su venida: con dificultad se halló quien fuera, pero
9.
enriquecíanse losprados con su venida
10.
había dejado elgobierno sin tener ellos aviso de su venida
11.
El cuatralbo, queestaba avisado de su buena venida, por ver a los
12.
Pasado el gran acontecimiento de la venida del P
13.
felicitarla por la venida de su cuñado; y fuécon tal tino, que no se hallaba el Comendador en casa
14.
habíaadelantado más de una hora su venida á la ciudad
15.
Pero una orden venida de abajo acabó con estosjuegos, restableciendo el silencio
16.
antes de la fundación de Cádiz y de la venida de Hércules fenicio,que erigió sus
17.
mal, porqueme recordaba las peripecias de la venida, y me veía,
18.
aquellos cuadros estupendos del Magdalena, que a la venida
19.
capitular con el jeque, demás de la reputación,y no tener por tan cierta la venida tan presta
20.
sitiada,cuyo gobierno se extendía por esta Provincia, con el aviso que tuvo dela venida del ejército de los Catalanes, levantó el sitio con la mayorparte de su ejército, y caminó la vuelta de ellos, con deseo de
21.
Turbó la paz y sosiego delejército su venida, por las competencias del gobierno entre Rocafort yél se levantaron; pero antes de escribir las causas y razones que losunos y los otros tuvieron de competir, será bien dar una larga relacionde lo que sucedió á Berenguer, desde que le prendieron hasta su vuelta
22.
A todospareció peligrosa la detencion, y que debia el infante partir luego,porque el ejército no se enfriase en el gusto que tenia de su venida, yRocafort no
23.
La venida del infante D
24.
comercio, i detrás de él todo el reino, consu espulsion i con la venida de los genoveses
25.
Tales fueron los frutos que cogió España de la espulsion de los judíos,i venida i
26.
Pues ido el enemigo ya, y venida
27.
Alegre está Garay con la venida
28.
Vá á las horcas de Chaves, sabiendo la venida del Virey, y
29.
Clara no había podido determinar en su entendimiento lo que para ellapodía resultar de la venida de Lázaro
30.
Así existieron las cosas hasta la venida delmemorable don Miguel Tacón, quien abrió tres puertas más y sustituyólos puentes levadizos con puentes fijos de piedra
31.
chillando:«Nina, bien venida seas; pero antes de que entres en
32.
El diablo ha sido la trompeta y la venida de los hombres dearmas; más parece que los llamaron con campanilla
33.
venida de un lugar ycasada con un casi escribiente feo y viejo
34.
21 La mujer cuando pare, tiene dolor, porque es venida su hora; masdespués que ha parido un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo deque haya nacido un hombre en el mundo
35.
occidente, así será tambien la venida del Hijo del hombre:
36.
39 Y no conocieron hasta que vino el diluvio, y los llevo á todos; así serátambien la venida del Hijo del
37.
Y VENIDA la mañana, entraron en consejo todos los príncipes de lossacerdotes, y los ancianos del pueblo,
38.
Occidente, así será tambien la venida del Hijo del hombre
39.
1 Y VENIDA la mañana, entraron en consejo todos los príncipes de lossacerdotes, y los ancianos del
40.
8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará elSeñor, juez justo, en aquel dia; y no solo á mí, sino tambien á todos los queaman su venida
41.
7 Pues, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor
42.
12 Esperando y apresurándoos para la venida del dia de Dios, en el cual loscielos siendo encendidos, serán
43.
18 Y se han airado las naciones, y tu ira es venida, y el tiempo de losmuertos, para que sean juzgados, y
44.
Y Venida la mañana entraron en conšejo todos los principes de los Sacerdotes, ylos Ancianos del pueblo contra Iešus, para entregarlo à muerte
45.
occidente, así será tambien la venida del Hijo del hombre
46.
39 y no conocieron hasta que vino el diluvio, y llevó á todos: así serátambien la venida del Hijo del
47.
27 Empero venida la catorcena noche, y siendo llevados en el Adria, los
48.
Cristo en su venida
49.
7 PUES, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor
50.
Presintieronéstos la venida de los enemigos, y viéndose
51.
tienen alguna confusanoticia de la venida del Redentor al
52.
entendieron, les explicó el fin de su venida; pero elenemigo
53.
queavisasen al cacique principal de los Zamucos de su venida, y
54.
supieron su venida y se juntaron para se defender
55.
Los del valle de Xauxa, sabida la venida de los enemigos,
56.
«¡Oh! ¡Si esto es estar loco, bien venida sea la locura!»
57.
cual cantar decian édeclaraban la venida que Uscovilca habia
58.
Noticioso el monarca de la venida del buen Catelan, ó de los presentesque Catelan traia, ora fuese por
59.
«Creo, sí, creo con toda mi fe en la venida del Mesías
60.
Pues Juan anunciaba la venida de un hombre,
61.
Volví a la sala en que los monjes esperaban la venida de su maestro
62.
Ese hombre era el sumo sacerdote de los esenios, y había venido a anunciarles la venida del Mesías a fin de que, en cumplimiento de la profecía, todo el pueblo regresara a su tierra…
63.
Y ahora, con la venida del buen tiempo, con el sol radiante que todo lo iluminaba y calentaba…
64.
Cierto aspecto indefinible de elegancia venida a menos, que se observaba en la casa que yo buscaba, diferenciándola de las otras (aunque todas estaban construidas sobre el mismo patrón y parecían esos intentos primitivos de colegial torpe que aprende a dibujar casas), me recordaba todavía más a mis antiguos huéspedes
65.
El vicario dice que tiene la esperanza de que vendrá y será usted bien venida
66.
-Mi venida no se relaciona con nuestra religión, Princesa
67.
Richard y Ann charlaron, rieron, recordaron incidentes pasados y para ambos la paz fue bien venida
68.
Dicen que en los años anteriores a mi venida al mundo no nacieron suficientes hembras en nuestro pueblo y por eso mi padre tuvo que recorrer largos caminos para buscar esposa en otra tribu
69.
-Mi venida no se relaciona con nuestra religión, princesa
70.
Sentada en un tosco banco de madera en el andén, con su bulto en el regazo y los ojos espantados, Blanca esperó durante horas la llegada del tren, rezando entre dientes para que el conde, al volver a la casa y ver el destrozo en la puerta del laboratorio, no la buscara hasta dar con ella y obligarla a entrar en el maléfico reino de los incas, para que se apresurara el ferrocarril y por una vez cumpliera su horario, para que pudiera llegar a la casa de sus padres antes que la criatura que le estrujaba las entrañas y le pateaba las costillas anunciara su venida al mundo, para que le alcanzaran las fuerzas para ese viaje de dos días sin descanso y para que su deseo de vivir fuera más poderoso que esa terrible desolación que comenzaba a embargarla
71.
Parecía una vieja meretriz entrada en años y venida a menos, que con afeites y maquillajes pretendiera cubrir sus miserias y las cicatrices que el tiempo, la vida y los hombres habían dejado en su alma
72.
Además de los clientes habituales del aperitivo, de la gente venida para la feria, otros muchos aparecían para escuchar y comentar las novedades
73.
Pero en las callejas suburbanas había otros, en los que se mezclaban trabajadores del puerto, gente venida de las plantaciones, y las mujeres más baratas
74.
Pero era eficaz en su propósito, que consistía en mantener la honestidad de Seúl bajo la amenaza de una súbita destrucción venida del cielo
75.
–No necesitas invitación, y siempre eres bien venida, Yodoko-sama
76.
–Sé bien venida -dijo él, con una reverencia, iniciando el ritual
77.
Venida la noche y él no, yo hube miedo de quedar en casa solo, y fuime a las vecinas y contéles el caso y allí dormí
78.
Venida la mañana, los acreedores vuelven y preguntan por el vecino; mas a esta otra puerta
79.
La mañana venida, mi amo se fue a la iglesia y mandó tañer a misa y al sermón para despedir la bula
80.
En cuanto al motivo de mi venida a este país
81.
Y a su paso se alzaban por sí mismas las tapas de las marmitas, y salían de ellas voces alegres que decían: "¡Bien venida sea nuestra señora! ¡bien venida!" Y en la segunda sala estaban alineadas las bandejas que contenían pasteles excelentes, y tortas ahuecadas, y otras cosas buenas y tiernas que halagaban la vista del espectador
82.
Y de todas las bandejas, y del fondo de las artesas que contenían el pan reciente, exclamaban voces dichosas a su paso: "¡Bien venida! ¡bien venida!" Y el aire mismo parecía agitado en torno de ellas por estremecimientos de dicha y resonaba con exclamaciones de júbilo
83.
Consta en la Subsecretaría que tienes a tu lado a una parienta próxima recién venida de Cuba, una joven ilustradísima que posee todos los conocimientos y títulos para ejercer el magisterio en condiciones insuperables
84.
—Y ustedes quieren adelantar su venida
85.
—Según nuestra tradición, su venida se producirá en algún momento antes de la fecha de la sentencia, estableciendo un reino de justicia, y en los últimos días justo antes de la lucha de Isa Al-Maseeh (Jesús) contra el Dajjal
86.
Los mazdeístas creían en la primera pareja humana, en el Diluvio Universal, en el Arca que salvó a una pareja de animales de cada especie, en el Cielo, en el Infierno, en la venida a la Tierra de un redentor de la humanidad y en el Juicio Final, tras una batalla entre los demonios de Angra y los ángeles de Ahura Mazda, creían además en la existencia de una Trinidad divina (Ahura Mazda, Mitra y Anahita, la esposa de Ahura Mazda y madre de Mitra)
87.
Cuando al gobierno se le hincharon las narices y lo ejecutó, sus desalentados seguidores se consolaron inventando la parusía o segunda venida
88.
Este Román de la Higuera, jesuita de Toledo, se ocupaba en buscar documentos para demostrar la venida del apóstol Santiago a España
89.
Por cierto, que otro jesuita muy sabio de nuestro tiempo y sacrificado por los rojos, el padre García Villada, ha demostrado la poca consistencia de la tradición de la venida a España del apóstol Santiago
90.
En cuanto a la nueva venida del Hijo del Hombre, nadie en la tierra ni en el cielo puede pretender hablar
91.
La forma de los castilletes, ruedas, canastillas, fuentes de luz, morteros, lluvias de estrellas, torbellinos, combinando con esto los colores de las luces, le permitiría expresar todos los episodios de la historia patria, desde la venida de los godos hasta la ida de los franceses en la guerra de la Independencia
92.
»Entonces la profecía de la venida del Gran Cthulhu se cumplía otra vez
93.
—«Y como le preguntasen al Señor sus discípulos sobre las señales del fin del mundo y su venida, respondió lo siguiente: "Empezaréis a oír el estruendo de guerras; mirad, no os alborotéis, pues es menester que suceda esto; pero no será el fin todavía
94.
Todo esto produjo ya antes de la venida de Cristo una fermentación místico-religiosa, que fue después en aumento
95.
A medida que crecía la depauperación y la alienación, cada vez más gente empezó a hacer predicciones sobre la segunda venida de Cristo
96.
Taipikala, según Daniel, quería decir, «Piedra de en medio» o «Piedra central», y allí, en Taipikala, se había producido el nacimiento del primer ser humano, hijo de una diosa venida del cielo, llamada Oryana, y de alguna clase de animal terrestre
97.
Una legión de horribles, cientos de ellos, medio desnudos o ataviados con trajes áticos o bíblicos o de un vestuario de pesadilla, con pieles de animales y con sedas y trozos de uniforme que aún tenían rastros de la sangre de sus anteriores dueños, capas de dragones asesinados, casacas del cuerpo de caballería con galones y alamares, uno con sombrero de copa y uno con un paraguas y uno más con medias blancas y un velo de novia sucio de sangre y varios con tocados de plumas de grulla o cascos de cuero en verde que lucían cornamentas de toro o de búfalo y uno con una levita puesta del revés y aparte de eso desnudo y uno con armadura de conquistador español, muy mellados el peto y las hombreras por antiguos golpes de maza o sable hechos en otro país por hombres cuyos huesos eran ya puro polvo, y muchos con sus trenzas empalmadas con pelo de otras bestias y arrastrando por el suelo y las orejas y colas de sus caballos adornadas con pedazos de tela de vistosos colores y uno que montaba un caballo con la cabeza pintada totalmente de escarlata y todos los jinetes grotescos y chillones con la cara embadurnada como un grupo de payasos a caballo, cómicos y letales, aullando en una lengua bárbara y lanzándose sobre ellos como una horda venida de un infierno más terrible aún que la tierra de azufre de cristiana creencia, dando alaridos y envueltos en humo como esos seres vaporosos de las regiones incognoscibles donde el ojo se extravía y el labio vibra y babea
98.
Por la venida del gran legislador:
99.
Estando, pues, en la ciudad, sin saber qué hacerme, pues a don Fernando no hallaba, llegó a mis oídos un público pregón, donde se prometía grande hallazgo a quien me hallase, dando las señas de la edad y del mesmo traje que traía; y oí decir que se decía que me había sacado de casa de mis padres el mozo que conmigo vino, cosa que me llegó al alma, por ver cuán de caída andaba mi crédito, pues no bastaba perderle con mi venida, sino añadir el con quién, siendo subjeto tan bajo y tan indigno de mis buenos pensamientos