Verwenden Sie „ínsula“ in einem Satz
ínsula Beispielsätze
ínsula
1. A continuación, separe los labios de la cisura lateral, rechace el lóbulo temporal y en el fondo, reconozca el lóbulo de la ínsula
2. — Si eso hay —dijo Panza—, yo renuncio desde aquí el gobierno de laprometida ínsula, y no
3. dada la mejor ínsula que el mar ciñe y rodea! ¡Ohhumilde con los soberbios y arrogante con los
4. gobernador de una ínsula, y no delas de por ahí, sino la mejor que pueda hallarse
5. El daño está en quela dicha ínsula se entretiene, no sé
6. eso, confiad en Dios y en el señor don Quijote, que os ha dedar un reino, no que una ínsula
7. renta de la tal ínsula, y se descuente de mi salario gatapor cantidad
8. cualque ínsula, ocon un condado de buen parecer
9. la palabra y promesa que vuestramerced me tiene hecha de darme el gobierno de una ínsula, sería
10. porque en lo de la promesa de la ínsula se ha de contar desde eldía que vuestra merced me la
11. su ínsula y en la de su estado, y empuñará sugobierno, que con otro de brocado de tres altos lo
12. años, y ya nihabrá ínsula ni ínsulos en el mundo que me conozan; y, pues se dicecomúnmente
13. quefuese a gobernar la ínsula, con otras cosas bien consideradas
14. habíande guardar con Sancho en el gobierno de la ínsula prometida, otro día, quefue el que
15. puedo dar os doy, que es una ínsula hecha yderecha, redonda y bien proporcionada, y
16. ese mesmo día habéis de ir al gobiernode la ínsula, y esta tarde os acomodarán del traje
17. — Es costumbre antigua en esta ínsula, señor gobernador, que el que viene atomar posesión
18. — Señor, allí esta escrito y notado el día en que Vuestra Señoría tomóposesión desta ínsula, y
19. dice el epitafio: Hoy día, a tantos de tal mes yde tal año, tomó la posesión desta ínsula el señor
20. Yo, señor, soy médico, y estoyasalariado en esta ínsula para serlo de los
21. esta ínsula, tomad luegoesos cien reales, y mañana en todo el día salid desta ínsula desterrado
22. — Y ¿adónde se toma el aire en esta ínsula?
23. a pedir a mi marido el duque le diese un gobierno deuna ínsula, de muchas que tiene
24. confusos y no acababan de atinar qué seríaaquello del gobierno de Sancho, y más de una ínsula,
25. sartas de perlas, si se usan en esa ínsula
26. — ¡Arma, arma, señor gobernador, arma!; que han entrado infinitos enemigosen la ínsula, y
27. Sucedió, pues, que, no habiéndose alongado mucho de la ínsula del sugobierno —que él nunca
28. gobernador de una ínsula, mandando a sussirvientes y a sus vasallos, hoy se había de ver
29. enemigos de noche, y, habiéndonos puesto engrande aprieto, dicen los de la ínsula que salieron
30. queridoyo dar con el gobierno al través, y ayer de mañana dejé la ínsula como lahallé: con las
31. gobernador, no que de una ínsula, sino de todo elmundo; y, con este presupuesto, besando a
32. porejemplo, si el uno es barrigudo, como el gobernadorde la ínsula Barataria, y el otro seco
33. camino de su ínsula, un obispo en gira pastoral, o losseñores de
34. y aquí el buen entendedor no es el dela ínsula Barataria, si no el público y casi casi la autoridad
35. -Ama de Satanás, el sonsacado, y el destraído, y el llevado por esos andurriales soy yo, que no tu amo; él me llevó por esos mundos, y vosotras os engañáis en la mitad del justo precio: él me sacó de mi casa con engañifas, prometiéndome una ínsula, que hasta agora la espero
36. -Todo eso se puede llevar y conllevar -dijo el del Bosque-, con la esperanza que tenemos del premio; porque si demasiadamente no es desgraciado el caballero andante a quien un escudero sirve, por lo menos, a pocos lances se verá premiado con un hermoso gobierno de cualque ínsula, o con un condado de buen parecer
37. fuese a gobernar la ínsula, con otras cosas bien consideradas
38. Con el felice y gracioso suceso de la aventura de la Dolorida, quedaron tan contentos los duques, que determinaron pasar con las burlas adelante, viendo el acomodado sujeto que tenían para que se tuviesen por veras; y así, habiendo dado la traza y órdenes que sus criados y sus vasallos habían de guardar con Sancho en el gobierno de la ínsula prometida, otro día, que fue el que sucedió al vuelo de Clavileño, dijo el duque a Sancho que se adeliñase y compusiese para ir a ser gobernador, que ya sus insulanos le estaban esperando como el agua de mayo
39. Siendo esto así, como lo es, que si acaso viniere a verte cuando estés en tu ínsula alguno de tus parientes, no le deseches ni le afrentes; antes le has de acoger, agasajar y regalar, que con esto satisfarás al cielo, que gusta que nadie se desprecie de lo que él hizo, y corresponderás a lo que debes a la naturaleza bien concertada
40. Dios te guíe, Sancho, y te gobierne en tu gobierno, y a mí me saque del escrúpulo que me queda que has de dar con toda la ínsula patas arriba, cosa que pudiera yo escusar con descubrir al duque quién eres, diciéndole que toda esa gordura y esa personilla que tienes no es otra cosa que un costal lleno de refranes y de malicias
41. De cómo el gran Sancho Panza tomó la posesión de su ínsula, y del modo que comenzó a gobernar
42. Desembolsó el uno, recibió el otro, éste se salió de la ínsula, y aquél se fue a su casa, y el gobernador quedó diciendo:
43. -Y ¿adónde se toma el aire en esta ínsula?
44. No quedaron arrepentidos los duques de la burla hecha a Sancho Panza del gobierno que le dieron; y más, que aquel mismo día vino su mayordomo, y les contó punto por punto, todas casi, las palabras y acciones que Sancho había dicho y hecho en aquellos días, y finalmente les encareció el asalto de la ínsula, y el miedo de Sancho, y su salida, de que no pequeño gusto recibieron
45. -Sí -respondió Sancho-, y de una ínsula llamada la Barataria
46. De estos esperaba usted la ínsula que ambicionó su compatriota Sancho Panza, y la ínsula no parece, y D
47. Por lo que algunos le dijeron, supo que los asuntos de la cofradía desbordaban el estricto marco de las tiendas de la ínsula, por lo que acabó recorriendo todo el vecindario, enterándose así de una increíble historia de flagrante coacción
48. Allí, en el vértice de la ínsula de Aurelia, estaba el local de la cofradía de Lucio Decumio que éste había regentado durante veinte años
49. Mayor sorpresa que él con estas hechuras del infalible progreso, tuvieron sus hijas viéndole venir de la ínsula sin una mota ni nada que se le pareciese; tampoco traía regalos, que con la visita al Regente tuvo que dejarse allá las ollas de arrope y dos cajitas de bizcochos de Almagro
50. Mariano despertó en el ex-gobernador de la ínsula, se distrajo este observando los latidos de la nueva revolución que en otoño se estaba preparando ya contra la que triunfara en estío