1.
DIOS No quiere, ese tipo de enseñanza y aprendizaje tipo loro, que esta en las memorias de almacenamiento de datos, ni en los programas universitarios, diseñados con patrones pre-establecidos por intereses, con supremos intereses diseñados para producir utilidades sectarias, y no bienestar para la mesa de todos, programas académicos basados en las ambiciones personales de todos sus diseñadores, programas con desprecio por lo humano y colocando el valor supremo a la mercancía y al comercio, la enseñanza, el aprendizaje educativo, la preparación de la humanidad en las aulas universitarias, NO puede estar sujeta a los modelos económicos basados en la comercialización del mundo consumista, porque el hombre quedará atrapado dentro de una cárcel de subsistencia y supervivencia, donde pierde el valor, por el sentido de la vida, el valor humano, que debe estar por encima de todo y No en la utilidad monetaria
2.
Cada día, sin embargo, se hace sentir más la necesidad de aumentar elrepertorio de los teatros madrileños, creciendo rápidamente la corte enpoblación y bienestar; la afición á este linaje de espectáculos, mayortambién cada día, contribuyó no poco á ello; y por último, lo que es másimportante, y lo que exigió más enérgicamente la satisfacción de eseplacer, fué el estrecho lazo que unía á los teatros con ciertosestablecimientos benéficos, casi convirtiendo la asistencia á estosespectáculos en un deber religioso
3.
Me hubiera gustado abandonarme a esa sensación de bienestar, pero Milos me
4.
obtuve un gran bienestar, realmente, ensartando unas piezas con otras, obteniendo formas,
5.
deseosos de propagar ese bienestar a las generaciones sucesivas, enviaban a sus vástagos a
6.
percibiendo la serenidad y el bienestar que exhala la naturaleza cuando no se halla perturbada
7.
necesidades de los habitantes del planeta, con el objetivo de lograr el bienestar
8.
demás, debido a que todo el mundo disfruta de contribuir con su trabajo al bienestar
9.
contribuyan a mejorar la salud y el bienestar interior y exterior de sus habitantes
10.
basan el bienestar de unos cuantos en el sufrimiento de otros seres humanos
11.
transmitir a los demás ese bienestar y ayudarles a que sean felices, porque se siente
12.
En ese estado de bienestar interior uno se
13.
Esto le hace sentir bienestar
14.
bienestar que produce y busca recibirlo
15.
es reacio a dar, es capaz de reconocer la presencia de amor y el bienestar que
16.
bienestar de la persona querida
17.
aureola de luz que transmitía una gran sensación de paz y bienestar
18.
desmantelando el estado del bienestar sin que la sociedad
19.
Se supone que los partidos deben representar y promover el más amplio interés público, el bienestar de la nación como un todo
20.
de bienestar y paz interior, fuentes reales de la verdadera felicidad
21.
La voz del ego perturba constantemente el estado natural de bienestar del cuerpo
22.
una sensación de bienestar, de paz vívida, aunque sutil
23.
(dopamina, relacionado con el bienestar general),
24.
sensación de bienestar, equilibrio, control y estabilidad
25.
3, con lo cual, los niveles de inflamación celular es-tán controlados, desprendiendo salud y bienestar
26.
Buscando el bienestar Indicadores de salud interesantes que considerar
27.
Este reposo y bienestar explican la constancia y el júbilo con que loshombres se ofrecen al sacrificio»
28.
Desde el momento en que Teresa estuvo á mi ladosentí un dulce bienestar, la fiebre desaparecía por instantes;pero se me figuraba ver que las mejillas de miamada tomaban tintes rojizos, que sus labios estabancomprimidos y ardientes, que sus ojos brillaban con unfuego extraño
29.
Las gallinas, conel bienestar que les producía el calor del sol de abril, yla reciente comida que les había distribuido su buenaama, se entregaban al dulce far niente, habiendo hechocon sus patas hoyos en la tierra, en los que se estirabany solazaban
30.
sexual e identidad de género, y que se cree un instituto social de bienestar para
31.
ella, fue el bienestar del niño
32.
La división sexual del trabajo y la propia noción del trabajo, tienen evidentes consecuencias, tanto para comprender la constitución de los regímenes de bienestar, como para poner la noción de régimen de bienestar al servicio de la comprensión de los efectos variables que las sociedades de mercado tienen en las relaciones de género
33.
Esta investigación incorpora el género como una dimensión central del análisis de los regímenes de bienestar, en tanto las prácticas de asignación de los recursos se organizan en torno a la división sexual del trabajo
34.
Dicho de otro modo, la mercantilización, la desmercatilización y la desfamiliarización del bienestar tienen lugar en mundos sociales genéricamente construidos, de allí que la constelación de las prácticas de asignación de los recursos varíe según la división 32
35.
Al mismo tiempo, los cambios en las prácticas de la asignación de los recursos tienen efectos en la división sexual del trabajo a lo interno de cada régimen de bienestar
36.
Por eso, caracterizar la división sexual del trabajo en los distintos regímenes de bienestar, constituye, entre otras, una herramienta para la formulación de políticas públicas
37.
Si entendemos el bienestar como una capacidad para el manejo de los riesgos sociales, ¿cómo se produce esta capacidad? Ya el análisis de la estratificación nos hizo volver la mirada hacia los sistemas de dominación, que tienen implicaciones directas en la distribución de las capacidades en la sociedad
38.
Precisamente, el concepto de régimen de bienestar provee este nivel intermedio de análisis
39.
En América Latina, Carlos Barba (2005) plantea que los regímenes de bienestar aluden a sociedades concretas y son expresiones de paradigmas de política
40.
Con relación a los Estados de bienestar, Richard Titmus (1958) inició esta línea de trabajo al distinguir a los países según los tipos de Estados residuales o universales que tuvieran
41.
La asignación autorizada estatal de los recursos es la práctica más estudiada en el marco de los regímenes de bienestar
42.
“Estado” de bienestar, es decir, como si todo régimen de bienestar comprendiera un Estado de bienestar
43.
Los Estados de bienestar dan forma también a la interacción entre las familias y los mercados laborales por medio de la definición de los criterios de acceso a la distribución autorizada de los recursos: los hombres tienden a reclamar dicho acceso en tanto trabajadores y las mujeres en tanto esposas y madres
44.
dImEnsIonEs constItutIvas dE los rEgímEnEs dE bIEnEstar
45.
La pregunta inevitable es entonces ¿cómo afecta a los regímenes de bienestar la distribución de capacidades, es decir, la estratificación inicial?¿En qué medida los regímenes de bienestar reproducen una determinada estratificación y en qué medida la transforman?
46.
Este criterio puede ser la necesidad, propia del régimen de bienestar liberal (por ejemplo, el caso de Estados Unidos o Australia); la participación en regímenes contributivos asociada a ocupaciones y puestos de trabajo (como el magisterio o las fuerzas armadas), propio del régimen corporativo (por ejemplo el caso de Francia o Alemania); y la pertenencia a una comunidad, la condición de ciudadanía, propia del régimen social democrático (por ejemplo el caso de los países escandinavos)
47.
Su principal limitación es una sobregeneralización, la cual ubica a toda la región latinoamericana bajo un mismo régimen de bienestar
48.
No necesariamente implica mejoras en el bienestar ni en la capacidad para la movilidad social (Paternain, 2005)
49.
Esping-Andersen son, en realidad, variantes de una misma familia: la de los regímenes estatales de bienestar
50.
Sin embargo, en buena parte del mundo, incluidos muchos países de América Latina, los Estados están prácticamente ausentes, los mercados laborales frecuentemente excluyen a la mayoría de la población y el bienestar descansa en gran medida en las familias y en las redes sociales de apoyo (Gough y Wood, 2004)
51.
Hasta al momento, el análisis de los regímenes de bienestar ha considerado a la familia como una categoría residual
52.
Las distintas prácticas de la producción del bienestar se combinan a partir de las decisiones tomadas en el marco de las interdependencias familiares y de las estructuras de oportunidades, en gran medida dadas por los mercados laborales y la inversión pública
53.
Así, la familia absorbe las “fallas” del mercado y la presencia o ausencia del apoyo estatal por medio de una expansión o reducción del bienestar
54.
Por ello, desde las familias, es posible reconstruir los regímenes de bienestar "en operación"
55.
Domesticar la incertidumbre en América Latina el bienestar como capacidad para manejar incertidumbre es el resultado de estas constelaciones que a veces son sinérgicas y, al menos en América Latina, la mayoría de las veces no
56.
Las promesas de mayor bienestar realizadas por los gobiernos en el marco de la doble transición hacia el mercado y hacia la democracia no se han hecho realidad
57.
Lejos de esto, la región presenta complejas condiciones económicas y sociales que amenazan el bienestar de una gran mayoría de la población
58.
Y son los mercados laborales, familias y políticas sociales reales los que dan lugar a regímenes de bienestar con personalidad y rasgos propios
59.
Estos rasgos contrastan con los mercados laborales extendidos y su capacidad de proveer ingresos suficientes, que según los análisis sobre los regímenes de bienestar, producen los países centrales21 (Gough y Wood, 2004)
60.
Además, esto quiere decir que, a diferencia de los estudios realizados en los países centrales, el trabajo con información agregada en el plano nacional presenta serias limitaciones para conocer la articulación de las esferas en la producción del bienestar, es decir que la desigual distribución de los ingresos genera una segmentación de los regímenes de bienestar que funcionan en cada país
61.
El uso del tiempo es relevante para abordar la división sexual del trabajo y la producción familiar del bienestar
62.
Existe un amplio debate sobre los mayores o menores niveles de bienestar alcanzados por los hogares con jefaturas femeninas
63.
Si se mide el bienestar en términos de ingresos, los hogares con jefaturas femeninas enfrentan peores condiciones que los hogares con jefaturas masculinas
64.
Para abordar las políticas sociales, en el marco de los regímenes de bienestar, necesitamos determinar los grados de desmercantilización del bienestar que las políticas permiten
65.
En su conjunto, estos indicadores nos permiten reconstruir el papel de la política social en el marco del régimen de bienestar
66.
Estos datos ocultan o desdibujan las interacciones cotidianas que están detrás de la producción del bienestar, generado a través de la distribución de los ingresos y del trabajo no remunerado, y desplegado por personas y recursos que no necesariamente coexisten bajo un mismo techo
67.
El siguiente capítulo explora las diferencias entre las prácticas de asignación de recursos y las constelaciones o combinación de prácticas del bienestar al que dan lugar estas constelaciones
68.
Regímenes de bienestar actuales
69.
Tres son las dimensiones que nos permiten operacionalizar el régimen de bienestar en tanto constelación de prácticas de asignación de los recursos: mercantiles, públicas y familiares
70.
Lo primero que debemos determinar es el grado de mercantilización de la fuerza de trabajo alcanzado en un determinado régimen de bienestar
71.
Regímenes de bienestar: dimensiones de análisis Fuente: Elaboración propia, 2007
72.
En este análisis interesa, por lo pronto, conocer el grado de desmercantilización del bienestar a partir de la valoración del acceso de la población a los servicios a través de la política pública por un lado, y del consumo privado, por el otro
73.
La tercera dimensión es el grado de des familiarización del bienestar, es decir, la autonomía existente entre el acceso a los recursos y la disponibilidad del trabajo femenino no remunerado (Orloff, 1993)1
74.
La pregunta es: ¿en qué grado el bienestar deja de estar sujeto a la disponibilidad de mujeres dedicadas tiempo completo a la atención de otros integrantes de la familia?
75.
A partir de estas dimensiones, el análisis reconstruye los regímenes de bienestar en tanto constelaciones de prácticas que asignan los recursos a través del mercado, de la división sexual del trabajo y del Estado (Esping-Andersen, 2000)
76.
La revisión de los indicadores se centra en cuatro innovadores esfuerzos en el estudio de los regímenes de bienestar: el novedoso estudio de Esping-Andersen de 1990; el trabajo pionero de Filgueira (1998) sobre los Estados de bienestar en Latinoamérica antes de la crisis de los años ochenta y los estudios conducidos por Gough y Wood (200) y Rudra (2005) sobre regímenes y Estados de bienestar, respectivamente, en países del Sur del planeta
77.
1, los indicadores utilizados para medir la desmercantilización del bienestar refieren al gasto social y a la cobertura de los servicios, estos son mejores y más abundantes que los indicadores empleados para valorar empíricamente las restantes dimensiones
78.
Quienes han investigado los regímenes de bienestar en un gran número de los países del Sur, estén estos en África, Asia o América Latina, han empleado medidas más sencillas para su estudio, en particular, el gasto y la cobertura que, además, están disponibles para la mayoría de los países y son datos públicos
79.
En general, los estudios de la combinación de prácticas del bienestar, no han considerado la mercantilización de la fuerza laboral
80.
indicadores usados para el agrupamiento de los regímenes de bienestar entre
81.
- Remesas como porcentaje del PIB (Gough) Desmercantilización del bienestar
82.
Para medir el grado de mercantilización del bienestar, se utilizaron once indicadores que permiten determinar el grado en que los mercados laborales nacionales absorben y proporcionan trabajo asalariado, así como el grado en que remuneran la fuerza laboral
83.
Regímenes de bienestar en américa latina: dimensiones, indicadores y relación entre dimensiones e indicadores directas e indirectas Relación
84.
Finalmente, el desempeño del bienestar, como una capacidad para el manejo de los riesgos, puede ser el resultado de varias combinaciones de prácticas del bienestar
85.
En general, la valoración del desempeño del bienestar, permite un acercamiento al desarrollo humano
86.
Tres fueron los tipos de régimen de bienestar identificados en la región latinoamericana
87.
Los países que conforman el tercer conglomerado comparten entre sí, menores grados de mercantilización de la fuerza de trabajo, escasos grados de desmercantilización y altos grados de familiarización del bienestar
88.
Regímenes de bienestar en américa latina: conglomerados de países identificados Brasil
89.
fica y geopolítica, así como las relaciones entre los vecinos, puede influir pero no es condición necesaria para identificar las similitudes en las prácticas de la producción del bienestar
90.
citos que justifican la comparación de países dentro o entre los regímenes de bienestar
91.
1 Mercantilización del bienestar Para esta categoría, cinco indicadores fueron encontrados estadísticamente significativos: la proporción de la población económicamente activa asalariada; los trabajadores independientes no calificados; el producto bruto por habitante; la población bajo la línea de pobreza y una de las variables de control, la proporción de la población rural
92.
bienestar, debería ser distinto, tanto el conjunto de variables a considerar como el modelo estadístico a realizar6
93.
2 Desmercantilización del bienestar Siete indicadores fueron encontrados estadísticamente significativos: la cobertura de la educación privada, los/as trabajadores/as asalariados/as con seguridad social, los/as funcionarios/as públicos/as, así como los cuatro indicadores de la inversión social (el gasto social, el gasto social como porcentaje del producto interno bruto, el gasto en salud y educación)
94.
En general, la desmercantilización del bienestar es mayor en los conglomerados 1 y 2 y comparados entre sí, esta es mayor en el conglomerado 1 que en el 2, excepto en materia de educación y de seguridad social
95.
Por el contrario, existe un grado de indistinción de las prácticas de asignación de los recursos que, adaptando la noción empleada por Gough (200), llamaremos informalización del bienestar
96.
Es cierto que lidiamos con la debilidad, que se explicó más arriba, de los indicadores que permiten valorar el papel de las comunidades en la producción del bienestar
97.
Cuando las políticas públicas enfatizan sobre la formación del capital humano, como en Chile y Argentina, y existe un menor énfasis en la desmercantilización de la protección de los riesgos –claramente la seguridad social–, estamos ante un régimen de bienestar estatal-productivista
98.
En cambio, cuando las políticas enfatizan la protección social, como en Brasil, Costa Rica, México, Uruguay y Panamá, estamos ante un régimen de bienestar estatal-proteccionista