1.
Para el rebelde, este decreto fue muy grato
2.
No murió don Manuel del pesar de que hubiese muerto su hijo, aunque bienpudo ser; sino que dos años antes, y sin que Manuelillo lo supiese, sesentó un día en su sillón, muy envuelto en su capa, y con la guitarra allado, como si sintiese en el alma unas muy dulces músicas, a la vez queun frescor húmedo y sabroso, que no era el de todos los días, sino muchomás grato
3.
más grato a los enamorados; entre los naranjos de la China, graciosas miniaturas del naranjo
4.
grato el regreso con las primeras lucesdel día, navegando en ligeras barquillas que
5.
¡Y qué grato es el pasearse por ellas en los hermosos días de laestación de las flores
6.
¡Es tan grato recibir parabienes, enhorabuenas,
7.
laconciencia, y el grato recuerdo de tu bondad le arrancará del JockeyClub
8.
¡y el principio es tan grato!
9.
El agua que mana de entre las peñas cae con grato estruendo en unestanque natural, cuyo suelo está
10.
plantas era grato a los ojos
11.
Era grato escuchar el pío, pío de los ateridos
12.
entonces buena fortunacon las mujeres; por más que grato
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con gozo indecible, percibiendo enlos labios el mismo grato sabor que algunos santos
14.
experimentar el grato efecto delregreso y la inevitable relación
15.
que meofrece me parecerá bien grato en comparación a lo que
16.
Un grato aroma de
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prácticaaboliendo el canto en latín, que no es grato al vulgo, sustituyéndolocon toda clase de
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en los oídos como un eco grato del mundo exterior
19.
y siempre hallaba en él grato recibimiento
20.
sidoparticularmente grato a los gobernantes y recompensado
21.
El papel de agredido es siempre el más grato y
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por unosminutos el grato ambiente de la popularidad
23.
Ulises se explicó el grato recuerdo que deja este puerto en la
24.
Es este precioso signo delcomercio más grato a
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deja en reposo grato a las almasinocentes y castas, y mata y destruye todo incentivo en las almas
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lo muy grato que les seria el dominio deun dueño que aseguraba libertarlos de la opresion en que
27.
En los días de nuestra narración presentaban el grato aspecto de unejército joven, lleno de
28.
él grato, en Madrid, y hubode irse a vegetar a León, entre el Gobierno civil y la
29.
Quedose Lucía sola, cerrados ya los ojos, embargadas por grato sopor laspotencias
30.
«La eterna rivalidad entre la infantería y la caballería», exclama el Adelantado, riendo, Es evidente -pienso yo- que cierto clero urbano debe parecer singularmente ocioso, por no decir tarado, a un ermitaño con cuarenta años de apostolado en la selva; y queriendo serle grato me doy a apoyar sus decires con ejemplos de sacerdotes indignos y mercaderes del templo
31.
No hay alarde, no hay fingimiento edénico, en esta limpia desnudez, muy distinta de la que jadea y se vence en las noches de nuestra choza, y que aquí liberamos con una suerte de travesura, asombrados de que sea tan grato sentir la brisa y la luz en partes del cuerpo que la gente de allá muere sin haber expuesto alguna vez al aire libre
32.
–¡Qué grato parece estar tranquila y no tener que estar siempre cuidando los modales! El hogar es un sitio agradable, aunque no sea magnífico -dijo Meg, contemplando el cuarto con expresión tranquila, sentada en compañía de su madre y Jo la tarde del domingo
33.
Ella sonrió sin decir nada, y con la ayuda de Hanna hizo el trabajo abandonado por las chicas, manteniendo grato el hogar y la máquina doméstica en suave marcha
34.
Sé que no es grato el asunto y os sugiero que lo dejéis a la primera sangre
35.
Querido amigo mío: Estoy altamente reconocido a la generosidad de usted, y sólo me permitirá acusarle por no haber seguido por el mismo camino que nosotros traíamos, y en el que el encuentro con usted nos hubiera sido sumamente grato, y nos habría proporcionado la ocasión de darle las gracias personalmente por todo lo que hizo esa noche
36.
Para ello dispondrás de medios suficientes y serán bienvenidas todas aquellas aportaciones que consigas de comerciantes, mercaderes, gentes del Call y, en fin, de todos aquellos cuyo dinero sea grato pero no así su nombre
37.
Me es muy grato descubrir con cuánta frecuencia coinciden nuestras opiniones
38.
¡Cuán grato es el destierro! Comeremos los dos el dulce pan de la emigración, lejos de indiscretas miradas, libres y felices fuera de esta loca patria perturbada donde ni aun los corazones pueden latir en paz
39.
¡Puedes estar tranquilo, a ese respecto, y nada nos sucederá que no sea grato!" Y añadió: "¿Quieres ser mi esposo y amarme mucho?" Y el príncipe Hossein exclamó: "¡Ya Alah! ¿qué si quiero? ¡Pues si daría mi vida entera por pasar un día, no ya como tu esposo, sino como el último de tus esclavos!" Y tras de hablar así, se arrojó a los pies de la bella gennia, que le levantó y dijo: "¡Puesto que así lo quieres, te acepto por esposo y soy tu esposa para en lo sucesivo!" Y añadió: "¡Y ahora, como ya debes tener hambre, vamos a tomar juntos nuestra primera comida!"
40.
Y con mental propósito de aceptar el grato convite, pasó a otro asunto
41.
Sospechando que ello no habría de ser grato a mi querido hijo, renuncio por ahora a satisfacer este anhelo de mi corazón
42.
Ahora, por vez primera, entendí que apenas había un solo rincón a lo largo del camino que no hubiera revestido de belleza, que no hubiera convertido inconscientemente en un lugar muy grato a mi corazón, debido a que de un modo u otro lo relacionaba con Margaret Sherwin
43.
Era su más grato esparcimiento salir muy temprano a la compra, con la muchacha o sin ella, y de paso hacer la visita de mesones, viendo y examinando la carga y personas que venían de los pueblos
44.
De mediano talante estuve toda la mañana, pues el grato efecto de la visita al Castillo se me convirtió en amargura viendo a María Ignacia muda y cavilosa, metida en sí, cual si una idea pesimista esclavizara su pensamiento
45.
Pero si grato fue el emisario del Rey Francisco, mayor encanto tuvo este para mí, contribuyendo no poco a mi satisfacción la sorpresa, porque me habían hecho formar del esposo de Isabel idea muy distante y muy distinta de la realidad
46.
Embelesada contempló esta labor humilde, hablando con algunos de los trenzadores, y pensó un momento que sería quizás grato para ella trabajar el esparto a la puerta de su casita, libre de cuidados y sonrojos, comiendo lo que Dios se sirviera darle
47.
«Comprenderá usted, Adela -dijo el caballero-, que el objeto de esta entrevista no puede ser grato para mí
48.
Oyeron el grato sonido de la llave en la cerradura del maletero seguido de la tapa que se alzaba
49.
En la forma femenina resulta poco grato, y atrae una atención poco deseable
50.
» Y en este supuesto, que a medida que le daba vueltas en la cabeza se le hacía más negro, alzarse con la hija de aquel moribundo le pareció odioso, repugnante, tanto como amable y simpático y grato de añadidura a su posible fuga
51.
La llegada de los dos caballeros al día siguiente, a una cena muy tardía, aportó un grato aumento de la concurrencia y una muy bienvenida variación en las conversaciones, que una larga mañana bajo la misma lluvia sostenida había reducido a niveles muy bajos
52.
—Desde luego, debe comprender que está corriendo un peligroso y poco grato riesgo
53.
Cualquiera que entrase en esta morada no podía menos de experimentar un sentimiento grato y apacible inspirado por la calma profunda y por el silencio que allí reinaba y por la modestia y la unidad del color
54.
Y me supone un goce tan grato, en estas horas que son mis últimas horas, poder traer a la mente, cada vez que quiero, y mil veces al día, la imagen final que de él arrebaté al olvido de los acontecimientos
55.
Otro procedimiento grato al filósofo germánico es examinar las cuestiones en tres aspectos: el de la tesis, el de la antítesis y el de la síntesis
56.
Cuando el pensamiento es claro y sencillo resulta más grato y eficaz
57.
Pero Hetzel, con su especial instinto, se empeñó en rehacer la novela, encomendándome el nada grato trabajo
58.
Karl respondió, en medio del silencio mortal que reinaba en torno y entre algunas miradas de soslayo hacia el tío, en forma bastante circunstanciada, y en señal de agradecimiento trató de serles grato usando un lenguaje un tanto teñido por términos neoyorquinos
59.
-Mi estimado Culhwch, Falerno es un vino, el más grato de los vinos romanos
60.
Durante la tercera noche que pasó en la cárcel, un escorpión gris, en su camino por el suelo de tierra de la celda, descubrió un calor grato e inesperado en un rincón, donde se refugió
61.
Y así pasaron el resto de la tarde, disfrutando de este duelo intelectual que era tan grato para hombres acostumbrados a la práctica solitaria de sus más agudas facultades
62.
Los dirigía en el canto de viejas canciones populares y estribillos de anuncios comerciales de grato recuerdo, y en la interpretación de Recuerda cuando
63.
Por el contrario siempre encontré la intención deliberada de que nos lleváramos un recuerdo grato del país
64.
Los prisioneros nunca constituyeron un grato presente
65.
Todo lo demás es suave silencio, grato silencio
66.
Me di cuenta de que el vino me había vuelto ocurrente, y de que mis gestos y la manera de satisfacer la curiosidad del rey me estaban haciendo grato en su presencia
67.
Se volvió una mujer de incansables atardeceres y tercas batallas, que al final de los años setenta había probado el amor en varios frascos y se ganaba la vida haciendo un trabajo grato, por el que no le pagaban mal
68.
Juan que había dado albergue a una persona muy distinguida y bien nacida, de trato muy afable y en extremo grato a todos, de carácter noble y recto, delicadísima y adornada con instrucción tan vasta, que en casa de Lantigua todos estaban atónitos
69.
El cansancio y el grato calorcillo de la estancia me cerraban los ojos
70.
Se presentaban ante él con entera realidad; los podría haber alcanzado y tocado, sentía el peso de El libro de los mamuts y su lento deslizarse al salir del estante… Todo marchaba bien entonces; todo era grato y amable
71.
Hace varios días, recién llegados a la Estación Espacial Derrida, recibí en mi habitación, como ya hice constar en este grato Informe, la visita del depuesto y luego desaparecido Gobernador de la Estación Espacial Fermat IV, que quería mostrarme una gamba de goma encontrada en la paella
72.
Garañón abrió la puerta con una ganzúa y encontró la habitación vacía, ya que la Duquesa, en aquel preciso momento, como recordará quien haya leído este grato Informe, se encontraba en mi habitación, sentada en la piltra y hablando conmigo
73.
En el momento de redactar este grato Informe, la situación descrita ha empeorado sensiblemente
74.
Soñé que estaba de regreso en la Tierra, concluido con éxito el viaje, y que presentaba este grato Informe a las autoridades competentes, las cuales, habiéndolo leído y aprobado, me concedían la jubilación anticipada con goce de pleno sueldo
75.
Por esta razón, y a la vista de nuestra desesperada situación de carestía y de las graves convulsiones sociales a que dicha situación estaba dando lugar, el Almirante Sinegato decidió cancelar la visita mensual a su familia e intervenir en la nave mediante un simulacro de ataque proveniente del exterior, del modo expeditivo ya consignado en la parte correspondiente de este grato Informe
76.
–Tienes toda la razón -contestó ella antes de empujarlo por la borda y escuchar un grato chapoteo
77.
Por lo visto, el olor de la tenería no les resultaba más grato que a Chris, pues De Kere no tardó en ordenar a sus hombres que retrocedieran de regreso a la calle
78.
Tal vez porque había sido algo excepcional conservaba un recuerdo grato de aquel paseo, sobre todo de las copas que se había tomado en el Café Suisse, que no era una taberna cualquiera sino el mejor café de la ciudad
79.
Le resulta grato oír sonar las campanas, que hoy preceden a los seis toques del reloj
80.
Sean le mordió los labios… Dolor grato, excitante
81.
Después de un rápido acercamiento al cuerpo de Flynn, este aire, en comparación, era tan grato, tan dulce, como un ramo de tulipanes
82.
Parece que no se puede dudar del consentimiento de los de Orange, porque las enormes estrecheces que el Rey Cristianísimo les hace pasar y la imposibilidad de que su príncipe natural los defienda, los ha l evado a la desesperada salida de rebelarse contra esto y darse al Rey Cristianísimo, como advertía en mis anteriores, por lo que les sería infinitamente más grato someterse al dulcísimo dominio de Su Santidad, como el que han experimentado los súbditos de este Estado, sin desear nada mejor durante muchos cientos de años
83.
Y Luzhin canceló una sesión de ajedrez a ciegas que tenía programada y se marchó al lugar que acudió inmediatamente a su imaginación cuando el médico le habló de verdor; en su interior sintió un vago agradecimiento por el grato recuerdo que le indicó con tanta oportunidad el lugar necesario, resolvió todas las dificultades y le instaló en un hotel conocido, donde ya le esperaban
84.
Su padre acostumbraba decir a sus amigos que le resultaba particularmente grato, después de sus reuniones de negocios y sus conversaciones con gente de dudosa reputación, sumergirse en un ambiente genuinamente ruso para comer una genuina comida rusa
85.
¡Clic! Ése era el grato ruido que hacían las cosas cuando volvían a su cauce
86.
—Tienes toda la razón —contestó ella antes de empujarlo por la borda y escuchar un grato chapoteo
87.
Es grato poder ponerse un traje nuevo
88.
Mira el bajo y sonríe con melancolía, la sonrisa triste con que se recuerda algo grato que se ha perdido para siempre
89.
La puerta cedió con un crujido grave, dejando salir un grato aire caliente que envolvió a Constance con la placentera sensación de entrar en una morada acogedora en pleno invierno
90.
Pero puede que no hubiera considerado la maldad como un estado tan raro, tan extraordinario, que tan bien lo arrastraba a uno y donde tan grato era emigrar, de haber sabido discernir en su amiga, como en todo el mundo, esa indiferencia a los sufrimientos que ocasionamos, y que, llámese cómo se quiera, es la terrible y permanente forma de la crueldad
91.
Ahora, al contrario, desde que quería a Odette, le era tan grato simpatizar con ella y aspirar a no tener más que un alma para los dos, que se esforzaba por encontrar agradables las cosas que a ella le gustaban, y se complacía tanto más profundamente, no sólo en imitar sus costumbres, sino en adoptar sus opiniones, cuanto que, como no tenían base alguna en su propia inteligencia, le recordaban su amor como único motivo de que le gustaran esas cosas
92.
Este cuarto no daba frente al mar como el mío; tenía vistas a un rincón del dique, a un, patio y al campo; el mobiliario era también distinto, y había unos sillones bordados con filigranas metálicas y florcitas de color rosa, de las que parecía salir el olor fresco y grato que notaba uno al entrar en aquella habitación
93.
Reconocía yo esa clase de placer, que requiere, es cierto, un determinado trabajo del pensamiento replegándose sobre sí mismo; pero esfuerzo muy grato comparado con esas mediocres satisfacciones del abandono y la renuncia
94.
–¡Por el dios del trueno que resulta grato estar de nuevo entre los montañeses!
95.
Como advirtiera que el nombre de Morel era Carlos que se parecía a Charlus y que la propiedad en donde se reunían se llamaba los Encantos,46 quiso convencer a Morel de que como un nombre hermoso y grato de pronunciar es la mitad de una reputación artística, el virtuoso sin vacilar debía adoptar el nombre de Charmel, alusión discreta al lugar de sus entrevistas
96.
Y porque tras aquellos balaustres de mármol de distintos colores mamá leía aguardándome, cubierto el rostro por un velillo de tul, de un blanco tan desgarrador como el de sus cabellos para mí, consciente de que mi madre, ocultando sus lágrimas, lo había incorporado a su sombrero de paja no sólo para dar una impresión de ir más «vestida» ante la gente del hotel, sino sobre todo para parecerme menos enlutada, menos triste, casi consolada de la muerte de mi abuela; porque, sin haberme reconocido de inmediato, no bien la llamaba desde la góndola, mandaba hacia mí, desde el fondo de su corazón, su amor, que no se detenía sino donde ya no había materia para sostenerlo -en la superficie de su mirada apasionada que intentaba acercar lo más posible a mí, que procuraba realzar, en la punta de los labios, con una sonrisa que parecía abrazarme- enmarcado y bajo el dosel de la sonrisa más discreta de la ojiva iluminada por el sol de mediodía: por todo eso, aquella ventana ha dejado impreso en mi memoria el grato recuerdo de las cosas que participaron con nosotros, junto a nosotros, en cierta hora que sonaba, la misma para nosotros y para ellas; y, por admirables que sean sus parteluces, aquella ilustre ventana conserva para mí el aspecto íntimo de un hombre eminente con el que hubiéramos veraneado un mes en el mismo sitio, con quien hubiéramos trabado allí cierta amistad; y si, desde entonces, cada vez que veo la reproducción de esa ventana en un museo, tengo que aguantarme las lágrimas, es sencillamente porque me dice lo que más me llega al corazón: «Me acuerdo muy bien de tu madre
97.
Y al bajar a reunirme con mamá que me esperaba, a esa hora en que en Combray resultaba tan grato gozar del sol cercano en la oscuridad mantenida por los postigos cerrados, allí, del primer al último peldaño de la escalera de mármol que, como en una pintura del Renacimiento, no se sabía si se erguía en un palacio o en una galera, el mismo frescor y la misma sensación del esplendor de afuera los proporcionaba el toldo que ondulaba ante las ventanas constantemente abiertas y a través de las cuales, en incesante corriente de aire, la tibia sombra y el sol verdoso se escurrían como en una superficie flotante y evocaban la vecindad movediza, la luz, la espejeante inestabilidad de las aguas
98.
Lo dijo porque se dio cuenta de que esto le sería más grato a la mujer a quien amaba, quizá también por ignorancia o porque sabía, además, que la enfermedad era de todos modos incurable, y es fácil resignarse a abreviar el martirio de los enfermos cuando lo que lo abrevia aprovecha a uno mismo; quizá también por la estúpida idea de que aquello agradaba a la Berma y, por lo tanto, debía de serle saludable, idea que le pareció justificada cuando recibió un palco de los hijos de la actriz, dejó por eso a todos sus enfermos y la Berma le pareció en la escena tan extraordinaria de vida como moribunda le pareciera la víspera
99.
No comprendiendo nada, mira con sigilo por la rendija de la puerta, ¿y qué ve? Alrededor de la mesa sentados unos monstruos: uno, con cuernos y hocico de perro; otro, con cabeza de gallo; allí, una bruja con barba de chivo; allá, un arrogante y afectado esqueleto; aquí un enano con cola; acá, un animal medio grato, medio grulla
100.
Elena conservará de él un grato recuerdo