Use "henar" in a sentence
henar example sentences
henar
1. Del río de Henares venían los camarones;
2. Y á las Ninfas de Henares y Pastores,
3. Alcalá de Henares, el día de la inauguración de la
4. Por este contorno todas las aguas van a dar al Tajo; atrás quedaron ya el Henares y el Tajuña, que desembocan en el Jarama; el Matayeguas cae al Ungría y éste se da al Tajuña; el Jarama es afluente del Tajo, con el que se encuentra poco más allá de Aranjuez
5. Pablo Balcón, el barbero que afeitaba y rapaba los jueves de 11 de la mañana a 11 de la noche, se fue a Alcalá de Henares
6. Los Budas, los bronces de Henares y el criado indio
7. LORENZO ARRIBAS, Josemi: Una relación disonante: las mujeres y la música, Ayuntamiento de Alcalá de Henares, Madrid, 1998
8. Donde dicen Castejón, que en el Henares está,
9. Se contaba también con la Caballería de Alcalá de Henares y con Cazadores de Figueras, que guarnecían aquella ciudad
10. Vi también la Invención liberal y arte del juego de axedrez, por Ruy López de [246] Segovia, clérigo, vecino de la Villa de Çafra, dado a la imprenta en Alcalá de Henares el año 1561, y otras joyas preciadísimas del arte de imprimir en los siglos XV y XVI
11. —Se pondrá bien —dijo Henar—
12. –Quiero otomanes y popelines, Odollo, seis piezas de cada -pedía Enio en el almacén brumoso de Tejidos Henares, mientras su mujer repasaba los cartones de las muestras acercándolos a los ojos y comprobando su tacto con la yema del dedo índice
13. En el listín de clientes Enio Henares figuraba con tres puntos lo que, en el baremo global, lo situaba entre los de tipo medio bajo, destinados a cubrir un pedido modesto pero suficiente, y presumiblemente en alza, con una periodicidad mensual
14. Saludó cordialmente a Gemnon y pareció complacido de conocer a Tarzán, a quien de inmediato empezó a interrogar respecto del mundo exterior a los valles de Onthar y Thenar
15. Tatiana Federovna Totana, de profesión puta retirada y holgazana y de vocación pensionista de clases pasivas con tendencia al puteo holgazán, tenía un hermano en el Tercio, otro estaba en Regulares y el más pequeño de todos, preso en Alcalá de Henares
16. La seguridad con la que me habló el doctor Esteban García-Albea en su despacho del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, a las afueras de Madrid, me impresionó
17. Uno de los más extraños grupos de incidentes, que no causó víctimas, comenzó en Alcalá de Henares el 15 de mayo cuando los izquierdistas atacaron a varios oficiales de la guarnición local del ejército y, a continuación, incendiaron la casa de uno de ellos
18. Chenar ordenó a los porteadores posar la silla en el suelo
19. Los dos hermanos dieron unos pasos por un corredor enlosado, al resguardo del sol, que Chenar, de piel muy blanca, detestaba
20. Nervioso, Chenar comprobó los pliegues de su largo traje de lino y ajustó el collar de tres vueltas de perlas de cornalina
21. Seguido de una corte de celadores, Chenar se alejó
22. En el ala del palacio reservada a Chenar, los empleados y el cuerpo de funcionarios tenían cara de pocos amigos
23. Aquella moral obsoleta, aquella voluntad de preservar el territorio egipcio, de afirmar la grandeza de una civilización, ¡desperdiciando una energía que habría sido tan útil en otras cosas! Chenar no había tenido tiempo de desbaratar la reputación de los consejeros militares del rey ni de probar su ingenuidad; aquellos militaristas sólo pensaban en guerrear, considerándose conquistadores ante los cuales todos los pueblos debían inclinarse
24. Si la expedición era un fracaso, Chenar se aprestaba a expulsar del palacio a todos aquellos incapaces
25. Incluso si las entrevistas con Chenar se espaciaban y a veces se volvían agrias, sentían un mutuo y real afecto
26. Chenar, cuyos adornos, de una riqueza enorme, habrían eclipsado a los atuendos más elegantes, apartó a los curiosos
27. Para Chenar, los asuntos del Estado; para Ramsés, una existencia común y brillante
28. Es por ello que, en calidad de amigo, considero que mereces una noche de adelanto sobre Chenar
29. Hábil, Chenar frenaba el juego
30. La reina, en las largas conversaciones con su marido, había tenido dudas sobre la capacidad de Chenar para gobernar
31. Tras los recientes hechos y las repetidas intervenciones de Chenar, el príncipe Ramsés sería designado para ser virrey
32. De Chenar dependía empujarlo al vacío, llevarlo a cometer faltas irreparables
33. En menos de un mes, Chenar había perdido la mitad de sus amigos
34. Insensible al halago, Ameni no dirigió ningún cumplido a Chenar y se contentó con introducirlo en la sala de audiencias del regente
35. Aunque hervía de indignación, Chenar logró contenerse
36. Vigilante y Matador dejaron de jugar y observaron a Chenar
37. Allí, el nombre de Chenar era desconocido
38. Chenar solicitó la posibilidad de permanecer algún tiempo en el templo y meditar, lejos de la agitación de la vida pública
39. –¿Cuáles son vuestras intenciones precisas, Chenar?
40. Ramsés acababa de advertir un abuso cometido por los escribas que trabajaban para Chenar
41. Chenar, que se había cuidado de intervenir, alentó a su hermano y le prometió preparar unos informes de los que hablarían a su regreso
42. El emisario de los merodeadores de las arenas informó a Chenar que el faraón y el regente estaban vivos y que el rey, gracias a una intervención divina, había encontrado una fuente abundante en el corazón del desierto
43. Con el rostro pulcro, el pequeño bigote cortado a la perfección, las manos cuidadas y los ojos brillando de inteligencia, Acha apreciaba la calidad de la cerveza que le era servida en la cabina del barco de Chenar
44. Durante la inauguración de un amplio espejo de agua, en el harén de Mer-Ur, donde las muchachas se bañarían a gusto y saborearían las alegrías del remo, Chenar saludó a Iset la bella, una de las invitadas de honor
45. Chenar se felicitaba de este nuevo paso en falso
46. El conjunto del dispositivo de Chenar estaba a punto
47. Sary añadió que el gran sacerdote de Amón y numerosos notables compartían la opinión de Chenar y lo apoyarían cuando hiciera valer sus derechos de sucesión al trono, después de la desaparición de Seti
48. Meba, el ministro de Asuntos Exteriores, había trabajado bien en la corte a favor del reinado de Chenar
49. Ameni estaba tanto más angustiado cuanto que Chenar, tras haber manifestado su pena con la ostentación necesaria, desplegaba una sorprendente actividad, contactando con los responsables de los diversos ministerios y tomando a su cargo la administración del país
50. Redactó una larga carta sobre papiro en la que relataba con detalle los propósitos de Chenar, y convocó al superior de los mensajeros reales, encargados de transportar el correo a Menfis