1.
Tal vez esas sean las voces que me encuentro en mis horas de insomnio
2.
fresco de la mañana; los ojos acusando insomnio y
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lágrimas y del insomnio
4.
noche de insomnio, noche de fiebre y terror en quede todos los rincones de la estancia
5.
Una mañana, con los ojos hinchados por el insomnio, le entregó un papelá su secretario
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quesuelen compensar el insomnio y a los que excita allí la bella
7.
Las horas pasaban lentas en el insomnio, rebelde al cansancio
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extraordinario que causa el insomnio después de las
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En un día de esos en que un insomnio prolongado, o un contratiempo de lavíspera
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semblantetraía las señales del insomnio y la fiebre
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insomnio, como una ablución de rocio
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abandono y de insomnio
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las que despertara, entre fantasmas de fiebrey de insomnio, la indignación contrahecha por las
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El recuerdo de la noche pasada en el tren, noche de insomnio
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de las ventanascerradas se adivinaba el insomnio de los ojos
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Sintió de pronto todo el peso del insomnio y la inapetencia,
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Allá en su fuero interno, durante largas noches de insomnio y
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cuya escitacion resultan: laimpaciencia y la cólera, el insomnio, las sensaciones vivas,
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En las enfermedades no febriles, el insomnio, que es análogo al queproduce la
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insomnio, con particularidad en los niños débiles ydelicados
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Guichard y llevaba los ojos hinchados de llorar, la cabeza aturdida por el insomnio y el corazón
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movimiento del tren, fuese el insomnio de lasvísperas nupciales, fuese el hábito de acostarse en
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Una noche de insomnio robustece
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Los chilenos se dividen entre los que celebran frente al local de la Federación de Estudiantes (FECH) en la Alameda y los que sufren una noche de insomnio
25.
Dantés entregó al patrón el mando de su barco, y fue a su vez a reclinarse en la hamaca, pero a pesar del insomnio de la noche anterior no pudo cerrar los ojos ni un instante
26.
Realmente había algo de inhumano en la feroz sed de placeres del coronel, y aquella su resolución crónica de no volver a casa hasta la madrugada tenía mucho de la horrible lucidez del insomnio
27.
Sabe usted, hace bastante tiempo que padezco insomnio
28.
Los detalles, con fotos a color y vividas imágenes de televisión, recorrieron el país, cautivando durante meses la imaginación de innumerables mujeres y provocando una oleada de insomnio en la población masculina
29.
Vagaba demacrado por las noches de insomnio y los días de humillaciones
30.
Según dijo el director, pálido de insomnio y con una barba de dos días, los vigilantes de turno en ese sector presentaron valerosa resistencia, pero no tuvieron alternativa y entregaron sus armas
31.
Los días de aprendizaje y las pruebas a las que fueron sometidos con el fin de unificar sus declaraciones ante cualquier imprevisto fueron exhaustivas y tanto Manfred como Helga conocían a la perfección los antecedentes de sus familias ficticias, el cómo, dónde y cuándo se habían conocido y los detalles de sus personas; circunstancia que les produjo, sobre todo a Helga, una violenta situación y que ésta recordaba con precisión, alguna que otra noche de insomnio
32.
Me tumbé cual flor de cráter e invertí mi insomnio en tiritar con ideas que me superaban con creces
33.
El año anterior —le había explicado la señora Clementina Vasile Cozzo— había sufrido un período de insomnio tan terrible que no había manera de que durmiera, pero, por suerte, sólo le había durado unos meses
34.
Estaba desfigurada por enfermiza palidez; sus ojos miraban todo con febril extravío, y el desmelenado cabello así como el vestido en desorden indicaban largas horas de insomnio, de lucha y de amargura
35.
Decía el Epístola con sutil ingenio: «Esta mañana, después de una horrible noche de insomnio y fiebre, el General debió de saltar del lecho con una idea salvadora
36.
El recreo terminaba, el cielo se alejaba para recibir la noche, el mar se movía debajo de nosotros y alzaba las peñas del acantilado, y los presos me miraban, con una reprensión indignada, culpándome de los interrogatorios de la Policía, culpándome de encontrarse allí, tosiendo de frío, defecando en cubos, comiendo restos, enfermando de los pulmones y de la tripa, los presos me miraban, Margarida, y yo gritaba Es mentira, juro que es mentira, aguanté casi un año de golpes y de insomnio y no he entregado a nadie
37.
La primera vez que se quejó de su dolencia fue el 13 de noviembre último; pasó una noche de insomnio y calentura y al siguiente día se quedó en cama
38.
Por la noche, el insomnio renovó en ella los suplicios de los días más tristes de su existencia, y el sueño la sumió en las tenebrosas cavidades de la idea trágica
39.
Debe de haber sido algo enloquecedor entrar en la habitación, pero su insomnio frustró este intento
40.
A poco llegó el señor Leal, también desgreñado, la boca torcida, borrachos de insomnio los ojos y el pensamiento, tartajosa la palabra, el ánimo espantable; y encarándose con Ibero como si tuviera éste la culpa del fracaso de la cosa, le escupió estos terminachos:
41.
Durante muchas noches de insomnio y fiebre oía el terrible disparo
42.
Se dirigió a la sala de espera, donde lo recibieron Horace y Colette, trastornados por la desesperación y el insomnio
43.
Cuando ésta cumplió seis años, Olvido, vencida por el insomnio y la angustia, decidió alejarla del pueblo
44.
Se detuvo la brisa que solía asediar al pueblo cuando llegaba la tarde, surgió una quietud que se coló por los ombligos de sus habitantes y les produjo insomnio
45.
Después, el insomnio empapó el cuerpo y la memoria de Olvido
46.
Había tenido que enseñar a Santiago el funcionamiento de la emisora de radio y, en muchas ocasiones, era el muchacho quien se ocupaba de pinchar el canto gregoriano o de leer los consejos religiosos que le dejaba escritos el padre entre folios y folios de insomnio, que la luz de la oración y del alba lograban resumir
47.
Al cabo de años de insomnio y malas noches, por fin dormía a pierna suelta, y fue justo cuando debía haber estado despierto
48.
Nina Drayton estaba convencida de que su insomnio estaba directamente relacionado con la muerte de su padre hacía algunas décadas
49.
El insomnio y la indiferencia por el alimento, que le capacitaron para escribir los Principia en diez y ocho meses, se vengaron de él
50.
La repugnancia por el alimento y su insomnio casi total, agravados por una temporal manía persecutoria, le llevaron a un estado peligroso cercano al colapso mental total
51.
Con frecuencia, después de haber trabajado infructuosamente durante semanas en algún problema, Gauss encontraba la solución clara después de haber pasado una noche de insomnio
52.
Entre los trabajadores nocturnos la prolongada concentración provoca muchas veces insomnio, y por ello, al pasar los años, se ven obligados, aunque con repugnancia, a trabajar por las mañanas
53.
Prefiero el insomnio
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nos convencen, en las noches de insomnio, de que esa colección de
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A la mañana siguiente, tras horas de insomnio y reflexión, entró en el dormitorio de Laura y, con aire paciente, expuso sus ideas
56.
Aquellas noches fueron de insomnio y tortura, imaginando a mi amor en los brazos de otro… Juré vengarme
57.
Sarah había descubierto está feliz coincidencia cuando, durante uno de sus habituales ataques de insomnio, bajó en mitad de la noche y encontró a Miriam y a Marcus viendo Retorno al pasado
58.
Una noche, después de luchar con el insomnio, cayó en un sopor que más parecía borrachera que sueño, y allá de madrugada despertó de un salto, como si se hubiera desplomado sobre él la elegante cimera de la cama en que dormía
59.
La noche anterior se había enfrentado al problema del insomnio sin solución química y sin éxito
60.
Ebrio de insomnio y de vertiginosa dialéctica, Nils Runeberg erró por las calles de Malmö, rogando a voces que le fuera deparada la gracia de compartir con el Redentor el Infierno
61.
–Quiero decir -recogió el monóculo- que el insomnio y el ansia asociados al café, así como la delgadez y la inhibición viril… Y las migrañas y las almorranas, o incluso los abscesos que se pueden producir… todo eso…
62.
Pero se trata sólo de médicos: el dictador padece insomnio
63.
Anirul vio por el rabillo del ojo que un guardia salía de la habitación de una dama de compañía, y le irritó que sus mujeres perdieran el tiempo copulando durante sus horas de vigilia, sobre todo porque estaban enteradas de sus ataques de insomnio
64.
Nuestra conversación la habrá libertado en parte de las tensiones que le producían insomnio; aprovéchese para dormir rápidamente
65.
Fue un insomnio provechoso
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Pero él la tranquilizó: era otra vez el insomnio, como siempre, y se volvió a morder la lengua para que no se le saliera la verdad por las tantas goteras que tenía en el corazón
67.
Al cabo de seis meses, sin una mínima señal, se encontró dando vueltas en la cama hasta el amanecer, perdido en el desierto de un insomnio distinto
68.
Encontraron al capitán en el comedor, en un estado de desorden que no estaba de acuerdo con la pulcritud de sus hábitos: sin afeitarse, los ojos inyectados por el insomnio, la ropa sudada de la noche anterior, el habla trastornada por los eructos de anís
69.
A veces, algún viejo de los que sufren de insomnio y van de buena gana a la ventana si oyen un ruido, se asomaba a mirar a la huerta y veía su sombra entre la de las ramas de la higuera, proyectada en el suelo por la luna
70.
Acababan de dar las diez cuando Ann y yo entramos en el comedor para desayunar, después de una noche de insomnio
71.
El año anterior -le había explicado la señora Clementina Vasile Cozzo- había sufrido un período de insomnio tan terrible que no había manera de que durmiera, pero, por suerte, sólo le había durado unos meses
72.
Eso proporcionará unas cuantas noches de insomnio al Señor de las Sanguijuelas y a su Cabra
73.
¡Nueve minutos! ¡A las dos de la tarde! ¡Y el tren salía a las tres! Por la noche, mientras Maigret se encontraba en el tren, bajo la litera de un hombre atormentado por el insomnio, el procurador cenaba en casa de los Rivaud
74.
¿Compasión de él, dice? ¿Mala conciencia? Sí, cuando en sus noches de insomnio debía ver tantos muertos bocabajo en el fango, tantas trincheras igual que pozos de carne corrompida en el llano del Turia y tantas mujeres y niños aplastados bajo las bombas o ametrallados en las afueras de los pueblos, tantos amaneceres de fuego y esmeralda, campesinos asesinados con los testículos en la boca, muchachas con la cabeza rapada y un tiro en la nuca, cráneos chafados de aristócratas, curas acribillados en las cunetas y columnas de hombres harapientos cruzando la frontera, arrastrándose en la nieve, corriendo entre la alta hierba hacia la bomba que estallaría muchos años después; espiando sus cuerpos desnudos abrazados sobre la playa al amanecer, entre los fusilados, o afanándose todavía en la cama, sus bocas chocando y él agazapado detrás del agujero, siempre a salvo y seguro sobre ruedas: un repugnante futuro bajo palio-refugio envuelto en los tufos del incienso y los espejismos, la mentira y el terror, el hedor de sus propios orines y de su caca que al final ya no era capaz de controlar, una vida de triste párpado y de silencioso pus en la pupila y un agujero para mirar, para acaudillar las alegrías y las penas de los demás
75.
Como en un espejo, sus cuerpos idénticos se enredaban en una belleza sin límites, casi perfecta, antinatural, que todavía hoy me visita en las noches de insomnio
76.
En el ankang le suministran todo tipo de medicamentos que hacen que enferme, se le caiga el pelo, sufra de espasmos, insomnio, irritabilidad y pérdida de memoria
77.
Paseaba durante horas por la orilla del mar escuchando el melancólico reclamo de las gaviotas y pasaba noches de insomnio devanándose los sesos a causa de la soledad y la miseria a las que estaba condenado
78.
Entonces pasé una noche de insomnio cuando estaba a punto de empezar a escribir el capítulo cuatro, en el que Wang-Mu y Peter entran por primera vez en contacto con el planeta Viento Divino (al principio con una ciudad que llamé Nagoya porque ésa fue la ciudad japonesa donde mi hermano Russel sirvió en una misión mormona allá por los setenta)
79.
Por la mente de Alison desfiló todo el panorama de los planes que había ido haciendo durante sus noches de insomnio: las clases de latín en alguna ciudad universitaria; la pesca de mariscos; Anacleto ganando un jornal y ella cosiendo para fuera, sentada en un cuarto de pensión… pero sólo dijo:
80.
Esta vez no fue a causa del insomnio, sino debido a un descubrimiento aterrador
81.
Por esa razón hacía años que Harry había dejado la terapia contra el insomnio
82.
Abandonó el lecho con la cabeza ligera, a causa del insomnio y asombrado por la percepción de Debra, que tan claramente había captado aquella experiencia y calado en su alma, describiendo emociones que él consideraba intraducibles en palabras
83.
—¡Vaya ojeras, chico! ¿Has sufrido insomnio las últimas noches? —preguntó Cristofano—
84.
El insomnio vino mucho después
85.
Cada vez mas enfermo de insomnio, buscaba en el vino ese sucedáneo del descanso que es el aturdimiento
86.
Todo el tiempo, sin embargo, ora débil, ora poderosamente, sombras de su vida de ajedrecista penetraban en ese sueño, y, finalmente, se disolvió y era ya de noche y estaba en el hotel sumido en pensamientos de ajedrez, insomnio de ajedrez y meditaciones sobre la drástica defensa que había inventado para oponerse a la apertura de Turati
87.
Luzhin permaneció despierto largo tiempo después que su esposa se durmiera… En realidad, eran las horas de la noche, las horas de insomnio en la seguridad del dormitorio cerrado, las únicas en las que podía pensar sin temor de perder una nueva jugada de la monstruosa combinación
88.
Sería otra noche de insomnio, pero, ¿qué les quedaba? Nada
89.
En resumen, se trata de lo siguiente: durante su estancia en la cárcel el jefe padeció de insomnio crónico
90.
No se trataba de simples episodios de insomnio, sino de accesos prolongados y peligrosos
91.
—¿Sugiere que el prolongado insomnio dificultó la circulación sanguínea en el cerebro de su jefe, que a su vez provocó la formación del tumor?
92.
No había pensado en un plan concreto, pues era el insomnio lo que me hacía actuar
93.
Cuando resultó evidente que podía pensar y dominar sus nervios a pesar de la escasa proporción de azúcar en la sangre, y del reflejo del hambre, añadió el insomnio y el dolor -un dolor intenso, continuo, prolongado y variado-
94.
—Corren tiempos de insomnio —dijo el catador de ideas
95.
Un insomnio de proporciones tan alarmantes es una verdadera enfermedad
96.
Tres semanas de adrenalina, noches de insomnio y malabarismos con los números
97.
El insomnio de la locura y el azoro
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El insomnio era también su incendio
99.
A partir de las siete el café produce insomnio