1.
poco habíamos formado ya un solo latido y un solo cuerpo
2.
Desde hacía rato le golpeaba en los oídos el latido delas carótidas
3.
horas de sol y de calor era cuando la selvadormía, sin un estremecimiento, sin un latido, con una
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y el corazon redobla su latido;
5.
latido de la conciencia nacional
6.
sucorazón un acelerado latido
7.
complaciéndoseen el latido del pequeño tizón del cigarro,
8.
corazón un latido más de los normales; al revés de PitoSalces,
9.
de tal modo, que el latido
10.
este latido del corazón, rebasaba el hambre, el odio y la agonía
11.
¿Había pasado de una indiferencia apática a otra clase de ataraxia? Mi corazón nunca había latido, nunca había resonado antes de conocerla
12.
Tenía los ojos desorbitados y su tez había palidecido; en sus sienes destacaba el latido de las venas y su voz, ronca, se tornaba cada vez más grave
13.
Y, sonriente, se apartó de él, pues le había parecido oír el latido de su propio corazón cuando se había parado a su lado y le había tocado las manos
14.
Y el sol me entra por entre las piernas, me calienta los testículos, se trepa a mi columna vertebral, me revienta por los pectorales, oscurece mis axilas, cubre de sudor mi nuca, me posee, me invade, y siento que en su ardor se endurecen mis conductos seminales y vuelvo a ser la tensión y el latido que buscan las oscuras pulsaciones de entrañas caladas a lo más hondo, sin hallar límite a un deseo de integrarme que se hace añoranza de matriz
15.
Sentía suave y rítmico, muy lento, el latido de su corazón
16.
Las normas que rigen la vida de la dehesa vienen directamente de la ley natural y, por el rumbo contrario, los usos que gobiernan el latido del corral están escritos, con mejor caligrafía que sintaxis, en un reglamento
17.
Tras hundirle la estaca, estoy segura de que tuve un momento, un segundo, un latido de tiempo en el que pensé: «Toma ya, zorra»
18.
La ilusión persiste pese a las pruebas en su contra, como el latido del corazón, el perfecto funcionamiento de los pulmones, la temperatura corporal estable
19.
a las aguas, al bosque, a ese ligado latido
20.
Una vez excluida toda sensación, se inspira y se retiene el aire durante un latido cardíaco
21.
Haral permaneció inmóvil, con las manos cruzadas detrás de una cabeza que, indudablemente, estaba funcionando en esos momentos igual que la suya, con el incesante latido de la sirena indicándoles que en cualquier momento el muelle podía hallarse expuesto al vacío
22.
Notaba el latido de mi vetusto corazón en cualquier esquina de mi cuerpo: en la sien, en las muñecas, en mis piernas, en el cuello
23.
pasos en la escalera? No pudo oír nada, excepto el latido de su corazón
24.
Con un golpe y un latido en los huesos de la tierra,
25.
Sintió un nudo en la garganta, y el corazón —que todavía estaba acelerado a causa de la lucha—, desbocado: le latía tan deprisa que un latido no se distinguía del siguiente
26.
Luego el brillo desapareció y las explosiones cesaron y el único sonido que persistió fue un fuerte zumbido en los oídos de Nikita y el latido de su corazón
27.
Al depositar sus materiales químicos en una intrincada masa de tubos y chimeneas, a veces daban origen a parodias naturales de castillos o catedrales góticas en ruinas, desde donde negros y abrasadores líquidos latían según un ritmo lento, como si los impulsara el latido de algún poderoso corazón
28.
El corazón de Blackthorne se retrasó un latido
29.
El latido del corazón me retumbaba en los oídos
30.
Me sentí fascinado por lo que veía, y advertí, al aumentar mi concentración, que podía apreciar el poder que emanaba de él, un latido grave que surgía acompasado con el de su corazón
31.
Y, al escuchar con atención en el silencio, no pude captar ningún pensamiento en sus mentes, ningún latido en sus corazones, ningún movimiento de sangre en sus venas
32.
¿Pero a qué vienen estas consideraciones hechas ante la hoguera del rencor? Aunque me daba lástima del relojito, y lo estrechaba contra mi pecho escuchando su latido que iba a extinguirse, arrojelo al fin, y las mil piezas de su máquina ingeniosa repercutieron sobre el suelo
33.
Entre todos hicieron de la vida política una ocupación profesional y socorrida, entorpeciendo y aprisionando el vivir elemental de la Nación, trabajo, libertad, inteligencia, tendidas de un confín a otro las mallas del favoritismo, para que ningún latido de actividad se les escapase
34.
Rosamond intentó hablar, pero el latido acelerado de su corazón parecía llegar hasta los mismísimos labios, en los que las palabras se le ahogaban
35.
Cada latido del corazón, al forzar a la sangre a correr por las heladas arterias, producía una pulsación penetrante y congojosa
36.
Cerró los ojos, donde sentía un dolor como de latido
37.
Acechó el pulso de la sangre en el cuello, el latido casi imperceptible del corazón, la línea curva y suave que iba de sus músculos dorsales a la cintura y se ensanchaba en las caderas
38.
Dos tronidos sordos resonaron en la ciudad mientras al este se extendía la capa de cielo carmesí, y al primer estallido lo siguió otro al cabo de un latido de corazón
39.
Pero era más que un planeta; era el latido vivo de un imperio de veinte millones de sistemas estelares
40.
Cuando el hombre y la mujer desviaron la vista, contemplaron un espectáculo completamente distinto, que aceleró el latido de sus corazones
41.
La luz roja brillaba intensamente y un latido de energía salió disparado de su cuerpo en dirección a Mystra
42.
El latido del tiempo se esfumó en una pesada gota de silencio
43.
Percibía el latido de la ciudad sobre ellos
44.
Sintió que el corazón estallaba dentro de su pecho en un latido enorme, como si hubiera querido darle una última y estruendosa señal de su presencia allí antes de dejar de latir para siempre
45.
El corazón ya solo era una sucesión de contracciones cortas y desesperadas, sin el familiar consuelo del latido sistólico
46.
Si quisiéramos resumir la tragedia de esos años, podríamos decir que fue la falta de fantasía la que los destruyó -no se había imaginado nada mejor para acelerar el latido de los corazones
47.
El latido de su
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latido, una sucesión de sonidos repetidos, acompasados, tic-tap
49.
Había ira en su rostro, y la sangre cruzaba por sus venas con un latido sordo, acompasado
50.
–Es una música extraña… Parece deslizarse por debajo del latido del corazón, y por encima
51.
Se puso en cuclillas en la oscuridad e intentó controlar la respiración y el latido del corazón
52.
Tenía un lacerante latido en la cabeza y aún le mortificaba más la sensación de que piernas y brazos le estaban siendo descoyuntados
53.
Sé que el mundo va hacia ella con cada latido del gran rock y el gran roll
54.
Ellie se esforzó en dominar el fuerte latido de su corazón y deseó que Valerie no lo oyera
55.
A veces, por las noches, siento una terrible necesidad de palparme los pechos y de oír el latido tranquilo y seguro de mi corazón
56.
Con el brazo de Billy alrededor de sus hombros y su cabeza reposada sobre su amplio pecho, podía oír el latido del corazón de él, eso seguro
57.
En aquel momento, Stride sintió que el mundo se detenía y que todo ruido y movimiento se iban reduciendo como en una caja de música, hasta que sólo pudo oír el ronco sonido de su respiración y sentir cada latido de su corazón golpeándole el pecho, como si quisiera atravesarlo
58.
Corny podría oírse su propio latido tronando en su sangre
59.
Amfortas oyó voces que le llegaban desde la calle, estudiantes que se voceaban mutuamente; quedó todo en silencio después y Amfortas pensó que podía oír el latido de su corazón cuando, repentinamente, el doble se apretó la sien haciendo una mueca de dolor, y Amfortas fue capaz de distinguir la acción del doble distinta a la suya propia mientras las pinzas cauterizantes le agarraban el cerebro
60.
El corazón del detective perdió un latido
61.
–Agarró las finas sedas y halló el latido de su corazón -
62.
Y debajo, en lo hondo, escuchó lo que pensó que era el único latido de un corazón enterrado
63.
Atrayéndome con cada latido
64.
Recordaba la forma en que el mundo se había oscurecido a su alrededor Mientras el latido del corazón se convertía en un ruido sordo que iba increscendo, como los tambores al final de una representación
65.
Sólo entonces me di cuenta de que no oía el latido de su corazón ni el susurro de su respiración
66.
El corazón de Peg pareció detenerse en mitad de un latido
67.
No se habían cruzado una palabra mientras duró el diálogo con la patrulla sanitaria, ni tenían la menor idea de qué iba a ser de sus vidas, pero ambos sabían que el capitán estaba pensando por ellos: se le veía en el latido de las sienes
68.
No cambió su suave expresión, pero algo en sus ojos pareció paralizarse, como si estuvieran fijos en el filo de un cuchillo esperando el último latido de la muerte
69.
– El latido de su corazón se extendió por su cuerpo como para borrar la confusión
70.
Se está a gusto escuchando, desde debajo de las sábanas, con una mujer viva al lado, viva y desnuda, los ruidos de la ciudad, su alborotador latido; los carros de los traperos que bajan de Fuencarral y de Chamartín, que suben de las Ventas y de las Injurias, que vienen desde el triste, desolado paisaje del cementerio y que pasaron —caminando desde hace ya varias horas bajo el frió— al lento, entristecido remolque de un flaco caballo, de un burro gris y como preocupado
71.
El corazón de James se saltó un latido
72.
El sonido era como el latir lento de un corazón, y con cada latido, los remos se movían al unísono, los cien hombres remando a una
73.
Se había negado a cambiárselo, diciendo que necesitaba ese latido particular para conservar el sentido del tiempo
74.
Y entonces el prolongado latido del sonido dub de Sión
75.
Una pauta la barría, un doble latido en cada pulso orientado hacia su derecha
76.
El sonido era como el latir lento de un corazón, y con cada latido los remos se movían al unísono, los cien hombres remando a una
77.
Pero los elixires y los encantamientos ya habían funcionado: el dolor, que unas horas antes ofuscaba la vista y hacía estallar el cráneo, había desaparecido, cedido, sólo había quedado de él un latido sordo y una sensación de opresión en las sienes
78.
(En líneas generales, podemos considerar un latido un segundo, un cienlatido un minuto, un diezmes un año, un cienmes una década y un milmes un siglo
79.
La barrera tiene sólo unos tres palmos de ancho y solamente dura aproximadamente un cuarto de latido: algo de más duración requeriría demasiada energía
80.
Y nada parecía respirar; ni siquiera existir algo que tuviese un pequeño latido, una simple y diminuta vibración
81.
Me encojo de hombros y trato de ignorar el acelerado latido de mi influenciable corazón
82.
Notó en el cuello de Tamar un débil latido en el que antes no había reparado
83.
Sigo sintiendo el latido del bebé
84.
El latido de un corazón comunal… Pero ese corazón no late para usted, ¿no es así profesor?
85.
Buscó un prisionero flemático con un buen latido cardíaco y le pidió que se acostara en el polvo y contara los latidos para marcar el tiempo de la distribución para después trabajar sobre cómo reducir ese tiempo
86.
Fischer?, desde luego no en el encerado parqué de Suhrkamp; no, era un local alquilado por Luchterhand); ligeros de pies como siempre, Anna y yo, nos buscamos y encontramos bailando, a los acordes de una música con ritmo de nuestros años jóvenes -¡Dixieland!-, como si sólo bailando pudiéramos salvarnos de aquella barahúnda, de aquella inundación de libros, de todas aquellas personas importantes, escapar así ágilmente a su cháchara -”¡un éxito! Böll, Grass y Johnson son los ganadores…”- y al mismo tiempo superar, girando rápidamente, nuestro presentimiento: ahora acaba algo, ahora empieza algo, ahora tenemos un nombre, y eso con piernas elásticas, muy apretados o a la distancia de las yemas de los dedos, porque aquel murmullo de los salones de la Feria -”’Billar’, ‘Conjeturas’, ‘Tambor de hojalata’…”- y el susurro de aquella fiesta -”por fin ha nacido la literatura alemana de la posguerra…”- o bien partes militares “a pesar de Friedridh Sieburg y el ‘Frankfurter Allgemeine Zeitung’, hemos logrado romper el frente…”- sólo podían oírse de pasada, locos por la música y sueltos, porque el Dixieland y el latido de nuestros corazones eran más fuertes, nos daban alas y nos hacían ingrávidos, de forma que el peso del novelón -setecientas treinta páginas- se había suspendido en el baile y nosotros ascendíamos de edición en edición, quince, no, veinte mil, y entonces Anna, cuando alguien gritó: “¡treinta mil!”, y conjeturó contratos con Francia, el Japón y Escandinavia, de pronto, como estábamos sobrepasados por el éxito y bailábamos desprendidos del suelo, perdió su combinación de tres volantes, ribeteada con una tira de ganchillo, cuando el elástico cedió o perdió, como nosotros, toda inhibición, con lo que Anna, liberada, flotó sobre la prenda caída, la empujó con la punta del pie libre hacia donde teníamos espectadores, gente de la Feria, lectores incluso que, por cuenta de la editorial (Luchterhand), celebraban el que era ya un best-seller gritando:
87.
No había sido consciente del dolor mientras escuchaba hablar a Vancha, pero ahora el latido se intensificó
88.
Quizá lo delató un cambio en el latido de su corazón o la tensión de un músculo
89.
El asta hundida en su espalda palpitaba con cada latido del corazón
90.
Una débil pulsación parecía temblar dentro, como el latido de un corazón
91.
Sharon era consciente de todas las vibraciones de su cuerpo: sentía el movimiento de los pulmones, el latido de la sangre en las venas, el pálpito del corazón a flor de piel
92.
Sus dedos le masajearon las sienes, aliviando el latido que había llegado a aceptar como parte de la consciencia
93.
Se sentía casi el latido del corazón de la ciudad, mientras el trabajo continuaba día y noche para enviar por medio del ferrocarril el material de guerra a los dos frentes de batalla
94.
oxígeno y ese tenue latido, ese eterno susurro que es la respiración del océano, sumergiéndose con manos entrelazadas hasta el casco abandonado del portaaviones japonés, ahora recubierto de una selva de vegetación, marina y poblado por una multitud densa y fascinante de criaturas bellas y extravagantes