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—Señor Gómez Puente—dijo al oficial mayor, que adelantócuchilla y tenedor en
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trazando a la vezcírculos en el aire con el tenedor, se atragantó
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los dientes negros y amarillos, me alarga de su plato ycon su propio tenedor una
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Había dejado caer el tenedor, y una nubecilla roja pasó por su
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condición de tenedor de libros y degalán joven, y así, ya
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tenedor; pero Isidora, en quien el orgullo no daba lugar
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dominaba al buen tenedor de libros, que con el peso de
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Tenedor y el Cuchillo, que en cada número seanuncia muy
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Historia de la cuchara y el tenedor
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tenedor con sus dientes
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Y de allí sale el tenedor
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tenedor, y lallevan al baño de plata: porque es un baño
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—En la mesa y con el tenedor en la mano, quiero decir
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había llegado el tenedor de libros dela fábrica con un hombre desconocido, y los
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y ora uno, ora otro,se detenían de improviso en su yantar, dejaban caer el tenedor
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mesa, armada de un tenedor, colocando en los platos
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—Ahora no es como en el 70—decía, blandiendo el tenedor ó
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decir yrepeliendo el tenedor y el plato con un gesto de
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cura y yo quedamoscon el tenedor en el aire, contemplándole
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Tomó otra vez el tenedor y
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—Aquí están las instrucciones—dijo Carnicero, soltando el tenedor parasacar un papel de su
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Agregado á esto,que no se comprendió á su tiempo el negocio que reportaban lasinvernadas balleneras, instalando almacenes bien provistos, y que lacarencia absoluta de estos originaba la falta de competencia, siendopor lo tanto la consecuencia necesaria que los poquísimos productosse vendieran á precios subidos, puesto que la necesidad por partedel comprador y la escasez por la del tenedor, eran los elementos deaquellas
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–¿Y cómo llegó a esa conclusión? –le pregunté haciendo bailar mi tenedor en el plato
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–Tengo los ojos del pordiosero aquí –dijo poniéndose el tenedor en la frente
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Rosewicz, que en aquel momento estaba llevándose a los labios el tenedor con un pequeño trozo de trufa, alzó las cejas
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El anciano sonrió mientras, con calma, dejaba descansar su tenedor en el plato blanco
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En mitad de la comida tenía la lengua como una alarma contra incendios, pero contuve las lágrimas parpadeando repetidamente, dije que sí con la cabeza, y señalé mi plato con el tenedor un par de veces: «…me encanta»
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De cuando en cuando cogía su tenedor y jugueteaba con él, pasándoselo por entre los dedos como si hiciera prácticas de ilusionismo
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Apenas terminé puse el tenedor al lado de mi vaso de zumo de naranja vacío y dije: «Mi padre acaba de matarse en un accidente de aviación»
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En lugar de mirarlo, observé la mesa y cogí el tenedor que el camarero había traído para su almuerzo
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Cuando bajaba, el viejo tenedor brillaba con fuerza
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en tanto la pantera, con el cuchillo y el tenedor,
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—También a Virginia —dijo Bundle trazando espirales en el mantel con el tenedor
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Desde la cabecera de la mesa el granjero interrumpió sus operaciones de carga y descarga para apuntar con un tenedor a Gregory
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La división del trabajo que se le había ocurrido se hizo así: Traddles cortaba el cordero en lonchas; míster Micawber, que tenía mucho talento para todas las cosas de aquel género, las cubría de mostaza, de sal y de pimienta; yo las ponía sobre la parrilla y les daba vueltas con un tenedor; después las quitaba, bajo la dirección de míster Micawber, mientras que mistress Micawber hacía hervir y movía constantemente la salsa con setas en una escudilla
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Diciendo esto, cogió el tenedor sin que yo hiciera ninguna resistencia y se inclinó sobre la parrilla como si concentrara toda su atención en aquella operación delicada
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) Era un tenedor tremendo, sí, sí
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—Sí, el cabrón de Rogelio —contestó Rebe cogiendo el tenedor con la intención de clavarlo sobre la mesa
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Aarón dejó la cuchara y el tenedor, y acabó con un buen pedazo de queso, antes de pasar a ocuparse de otros asuntos
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Da lástima desbaratar esa obra de arte y cuando por fin me decido a hincarle el tenedor, todo se desmorona y un rábano en forma de abeja aterriza en mi regazo
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En los años de mi abuela se batían las yemas a mano con un tenedor, incorporando el aceite gota a gota, tarea que podía consumir una media hora de ejercicio aeróbico, contraindicado para un encuentro erótico porque provoca mal humor
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Muela las yemas duras con un tenedor (mejor aún en el procesador), agregue el aceite, luego el yogur, y las espinacas
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Muela los huevos con un tenedor, alíñelos, mezcle bien con la mayonesa y olvídese del colesterol
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Bata el queso con un tenedor y agregue
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Deshaga con un tenedor los higos
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Garrow terminó de masticar con deliberada lentitud y dejó con tranquilidad el tenedor en la mesa
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Regresó a su trabajo mientras Eragon levantaba el tenedor
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Con los orificios nasales muy abiertos para captar el aroma de la ternera, la madre echa un vistazo al tenedor cargado y dice:
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Después de que se haya marchado el camarero, cojo con el tenedor la mitad de mi filete de solomillo, me dispongo a metérmelo todo en la boca y Denny me dice:
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Cuando ella le contó de los paseos, los susurros y los gritos sofocados, Jean de Satigny se quedó petrificado, con el tenedor en la mano y la boca abierta
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En la mesa se dan patatas con la punta del tenedor y se limpian con la servilleta el uno al otro, abobados… Se miran todo el tiempo, ignoran a los demás
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¿Qué nombre le pondría? Mundinho proponía "El tenedor de plata"
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El general alzó lentamente el cuchillo yel tenedor y comenzó a cortar la carne en silencio
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Livia se sobresaltó y se quedó con el tenedor en suspenso en el aire
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Si se necesita algo con urgencia —velas, otra clase de tenedor, un paño grueso para agarrar una sopera caliente—, ¿podrán encontrarlo? En la mansión de lady Pole, en el número 9 de Harley Street, los problemas se multiplicaban por tres
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En el suelo, al lado de la silla de paja, había un tenedor
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Strange agitó el tenedor con impaciencia
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Los ocho hombres y las cuatro mujeres que en aquel momento estaban comiendo en la trattoria se quedaron en suspenso, algunos antes y otros después, con el tenedor en la mano mientras contemplaban a la muchacha que acababa de entrar
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Dejó el cuchillo y el tenedor sobre el plato y apoyó los codos sobre la mesa para inclinarse hacia delante
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La presidenta cogió el cuchillo y el tenedor
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La presidenta seguía con el tenedor alzado y un pedacito de tortita estaba goteando mermelada sobre la mesa sin que ella se diera cuenta
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Coge el cuchillo y el tenedor —insistió Julie—
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—Ramsés empuñó el mango del tenedor con deliberada rudeza
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Benigno se le cayó del tenedor un pedazo de calabacín que en él tenía, aguardando a que la boca callase para entrar
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Carnicero, a quien el peso de los años no estorba para seguir trabajando; allí toma su chocolate macho con bollo maimón; allí come su cocidito con más de vaca que de carnero, algo de oreja cerdosa y algunas hilachas de jamón que el vacilante tenedor busca entre los garbanzos azafranados; allí duerme la siesta, echando la cabeza sobre las orejeras del sillón; allí se le sirve la cena que empieza invariablemente en migas esponjosas y acaba en guisado de ternera, todo muy especioso y aromático; [170] allí cuenta el dinero que es, según dicen, el más constante de sus visitadores, y se desliza sin hacer ruido por entre sus dedos alcornoqueños, cual si por virtud rara también el oro se sometiese a tomar las apariencias del corcho o del pergamino en aquel imperio del silencio; allí recibe a los que van a ocuparle, y son por lo general clérigos o frailes, y allí está cuando entran Jenara, Pipaón y Micaelita
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-Aquí están las instrucciones -dijo Carnicero, soltando el tenedor para sacar un papel de su gaveta
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y el mundo se equivoca), nos aseguró que el escándalo que presenciábamos era obra del masonismo; que los soldados de la Guardia no entendían de Constituciones, ni sabían si la libertad se comía con cuchara o con tenedor, y que se sublevaban porque las logias les habían repartido dinero
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pero allí te las arreglaste con el tenedor, te las arreglaste con la servilleta, allí masticaste con la boca cerrada y sin los codos sobre el mantel,
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También se había puesto difícil comer porque el arroz se me caía del tenedor, y una de mis hermanas, que había nacido en Argel en la época en la que mi padre trabajaba en la fábrica de conservas y yo aprendí a leer francés, se sentó a la mesa conmigo, me anudó la servilleta, acomodó el pescado, empujó las espinas hacia el borde del plato, y me dio de comer haciendo gracias aunque yo la supiese presa del pánico por detrás de la sonrisa
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Pues el niño un tenedor
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Sentado a una mesa cubierta de blanco mantel y ya servida, un sacerdote grueso y cincuentón interrumpió los impacientes golpes que daba con el tenedor y saludó a su nuevo vicario
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Rosie descansó el tenedor en el plato y se echó hacia atrás
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La troceó con el tenedor antes de llevársela a la boca
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-Bueno, todo esto es muy interesante -atinó a decir, dejó en la mesa el tenedor y la servilleta y se levantó-, muchas gracias por la comida y por una información tan reveladora, ahora tengo que volver al palacio de visitantes
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La comida le pareció espantosa, y muy pronto dejó el tenedor
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–¿En serio? – El tenedor de Yvon cayó con estrépito sobre la mesa
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Unos pasos a la derecha, en el mismo patio, está la puerta de las dependencias comerciales que ocupan la planta baja, con otra puerta para géneros y actividad mercantil que da a la calle de los Doblones: el almacén de mercancías delicadas, la salita de recibir, el despacho principal y el de oficina, donde dos escribientes, un empleado, un tenedor contable y el encargado trabajan a la luz de quinqués de petróleo, inclinados sobre pupitres cubiertos de copiadores de cartas y libros de asiento, cargazones y facturas
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Se hubiera podido cortar el chuletón con un tenedor
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–¿Qué asunto? – pregunté, dejando el tenedor en la bandeja pues era zurda y Benton se interponía
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– Apoyó el tenedor en el plato, como lo hacen las personas corteses cuando terminan de comer
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–¿No siente calor en esa cosa? – pregunté, y señalé con el tenedor
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–Ayer bajé a la ciudad, mamá -dijo, clavando el tenedor y casi ahogando luego sus palabras con un considerable bocado
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En el siglo XIV, en España, existía una versión del tenedor, un impresionante instrumento, una broca de dos púas que los trinchadores utilizaban para inmovilizar la carne sobre la tabla de cortar
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El tenedor no ganó su puesto en la mesa junto a la cuchara hasta que comenzaron a usarlo Felipe III y el duque de Lerma
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"Cojan siempre las viandas con el tenedor"
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La mujer soltó el tenedor
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Y comer lo hacía sentirse mejor, pues el hecho de sentarse ante una mesa, con un cuchillo y un tenedor en las manos, le daba una reconfortante sensación de normalidad, hasta el punto de que casi le resultaba posible olvidar dónde se hallaba
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Norman observó que, entre bocado y bocado, la mujer apoyaba el tenedor en la mesa
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Él sostuvo el tenedor en su pequeño y apretado puño:
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Lento y prolijo, Brade cortó una hoja de lechuga con el canto del tenedor, dividió en dos el trozo, después en cuatro
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La musiquita del teléfono celular no llamó la atención a los que se hallaban sentados a las otras mesas; en una cafetería de la era espacial, un teléfono celular era algo tan normal como un cuchillo o un tenedor
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acedos el oficio, los amigos, los días y las noches, Tal se inquietó que determinó embarcar en un tres palos que salía por Pascua Florida del puerto que llaman Honfleur, y de donde era aquel que recordarás, almirante titulado, que vino a nuestro amo Merlín a desencantar el tenedor de plata que al comer con él volvía la carne pescado
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Aiden aprovechaba cualquier oportunidad para tocarla, le rozó los dedos cuando le pasó un tenedor, le quitó unas migas de la cara, le dio un empujón con el hombro cuando contó un chiste
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Aquellos huesos dispersos y mordidos por los nanuq los había recogido y enterrado con la calavera en una sencilla tumba de piedra, colocando un tenedor que había encontrado entre las piedras encima del montón de rocas, igual que le gustaba hacer a la gente real, e incluso la gente del Dios Que Camina con la que había pasado el verano, enviando herramientas útiles y posesiones queridas por los muertos al mundo espiritual, junto con ellos
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–¿Y eso? – preguntó Diamond mientras se introducía en la boca un tenedor lleno de judías y cebolla
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–Ah -dijo, mientras soltaba el tenedor
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–Pues al tercer tenedor de las letras, si yo las endosaba y le ocurría a usted una desgracia
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Se había quedado con el tenedor a medio camino, entre el plato y la boca
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Y el tenedor se puso de nuevo en movimiento