1.
OSTROGODOS = los ostrogodos fueron la rama oriental de los godos, una tribu germánica
2.
En esta forma, la religión de la tribu tenía como creencia básica, al igual que las demás religiones, la de la inmortalidad de las almas
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colectivos pueden perdurar durante siglos en la psique de una nación o tribu, y alimentar un círculo intermi-
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miembros de la tribu, la nación o la raza participan de ellos en mayor o menor medida
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Yoshua, La Referencia Bíblica Se Halla En Bamidbar [Números] 13:8: De La Tribu
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exesiva distancia) á los Chapacuracas y Paiconecas hácia el sud,y las hordas de la tribu de los Baures hácia
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frente de cada tribu en caso deguerra
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TRIBU DE LOS SIRIONOS DE LA NACION GUARANÍ[1]
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Esta tribu, ménos numerosa que la de los Guarayos, habitaba en el senode las sombrías florestas que
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(tribu de los Moxos), y que es una de las mas hermosas y antiguas de laprovincia, contenia ya, en
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Tribu de los Sirionos de la nacion Guaraní
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tiendas cubiertas de fieltroo de pieles de carnero; y a veces asistía a la partida de una tribu, queen
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come mejor, género todoestómago, la golosa tribu de los gades
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losmamíferos, sobre los cuales la tribu divina de los pájaros
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característico de casta,lengua, nación y tribu que cada cual tiene
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rodeado de labulliciosa tribu, se lanza al piélago, levantando en
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tribu entera, seechaban en sus canoas que abandonaban al rápido
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comprenden, el orden y la asociación de tribu
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En las llanuras argentinas no existe la tribu nómade; el{39} pastor poseeel suelo con
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Sediferencia de la tribu
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por esto que los Querandís fuesen de orígen chileno:siendo al contrario la única tribu indígena de las
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quería a todo precio y empleó laastucia de una tribu india para descubrir su dirección
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En la tribu los más fuertes, los más hábiles, asumen la dirección
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cabeza, con flechas y ungran facón en la cintura, rodeado por una tribu salvaje que
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Era la vida de tribu: los machos descansando,por el privilegio de su
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Europa, como una tribu rica yalegre, trasladando la casa entera de un lado á otro del Océano, sinolvidar á los criados
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indiscutible, como ese doctor y suinmensa tribu que hicieron el
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entiempos de la vida de tribu
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tribu de los araucanos y tuvoque retirarse
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13 Porque [aquel] del cual esto se dice, de otra tribu es, de la cual nadie
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14 Porque notorio [es] que el Señor nuestro nació de la tribu de Judá, sobre
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14 Porque manifiesto es que el Señor nuestro nació de la tribu de Judá, en
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Seguía a la corte el populacho de la tribu, con cirio
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lasconsecuencias; lo que ocasionó el desprestigio de la tribu y
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Suspendemos aquí el detalle de las indicaciones del acónito en lainmensa tribu de
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El ómnibus que nos conduce es una lancha cañonera, y una tribu que andadentro de una casa de palo
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Algunos seeked refugio en los lugares de Quraiza tribu
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»Decían que los miembros de la tribu de Rubén, que habían golpeado a Jesús, hacían que se marchitara toda la vegetación que los rodeaba
39.
Durante cuatro días aparecían en las manos y los pies de los descendientes de la tribu de Simeón unas llagas sanguinolentas, porque habían flagelado a Jesús en la cruz
40.
Los miembros de la tribu de Leví, que le habían escupido, tenían dificultades para soplar
41.
Los de la tribu de Isacar, que habían atado a Jesús, estaban cubiertos de heridas incurables por todo el cuerpo
42.
Los miembros de la tribu de Aser, que golpearon a Jesús, tienen el brazo derecho más corto que el izquierdo
43.
Los de la tribu de Benjamín, que dieron a Jesús la esponja empapada en vinagre, no pueden erguir la cabeza y sufren de una sed constante; cuando hablan, les salen lombrices por la boca
44.
Ptolomeo II de Egipto llamó, al parecer, a setenta y dos escribas de Jerusalén, seis por cada tribu
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En la tienda donde le habían recibido estaban el jeque y varios hombres importantes de la tribu
46.
Entonces, el jefe, ante todos los miembros de la tribu reunidos en el campamento devastado, habló así:
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Entonces, toda la tribu levantó el campamento y se puso en camino
48.
Los mayores de la tribu se situaron a su alrededor y recitaron sus delitos hasta que lo dejaron
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Era evidente que se trataba del portavoz de la tribu
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Pero ¿por qué ésa? ¿Por qué no el efod entero? ¿Significaba eso que el hombre era de la tribu de Zabulón, puesto que había cogido el diamante? Tal vez quería poder demostrar quién era, y por esa razón se había llevado la piedra…
51.
Le enseñé el diamante que él me había dado, y que encajaba a la perfección en el engaste vacío de la tribu de Zabulón
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Perteneces a la tribu de Hooja
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Si lo hicieran serían expulsados de la tribu
54.
En su mente podía verlo siguiendo su rastro tras ellos e intentaba retrasar la marcha de Jude lo suficiente como para que el sari pudiera alcanzarlos antes de que llegasen al poblado del himeo y éste se acogiera a la protección de su tribu
55.
Resultaba evidente que Erast Petrovich seguía sin establecer buenas relaciones con la tribu de los conserjes
56.
—Sí, eres un buen representante de tu tribu, Tooqui —Luminara asintió distraída mientras comprobaba que las provisiones estaban bien atadas al lomo de su suubatar—
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Los gwurran eran una tribu fuerte
58.
Los mzabíes eran para Ernest los almaceneros del barrio, que, en efecto, venían del Mzab y vivían años enteros con nada y sin mujer en sus trastiendas con olor a aceite y canela, para mantener a sus familias en las cinco ciudades del Mzab, en pleno desierto, donde la tribu de heréticos, una suerte de puritanos del Islam perseguidos a muerte por la ortodoxia, habían aterrizado siglos atrás, en un lugar elegido con la seguridad de que nadie se lo disputaría, pues no había más que piedras, tan lejos del mundo civilizado de la costa como un planeta resquebrajado y sin vida puede estarlo de la Tierra, y donde se instalaron para fundar cinco ciudades, en torno a unos avaros puntos de agua, imaginando esa extraña ascesis de enviar a las ciudades de la costa a los hombres válidos para que ejercieran el comercio a fin de mantener esa creación del espíritu y sólo del espíritu, hasta que, sustituidos por otros, regresaran a disfrutar, en sus fortificadas ciudades de tierra y adobe, del reino por fin conquistado para su fe
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Y él, que había querido escapar del país sin nombre, de la multitud y de una familia sin nombre, pero en quien alguien, obstinadamente, reclamaba sin cesar la oscuridad y el anonimato, formaba parte también de la tribu, marchaba ciegamente en la noche junto al viejo médico que respiraba a su derecha, escuchando la música que llegaba a oleadas de la plaza, viendo otra vez el semblante duro e impenetrable de los árabes alrededor de los quioscos, la risa y la cara voluntariosa de Veillard, volvía a ver también con una dulzura y una pena que le encogían el corazón el rostro agónico de su madre cuando la explosión, caminando en la noche de los años por la tierra del olvido, en la que cada uno era el primer hombre, donde él mismo había tenido que criarse solo, sin padre, sin haber conocido nunca esos momentos en que el padre llama al hijo cuando éste ha llegado a la edad de escuchar, para confiarle el secreto de la familia, o una antigua pena, o la experiencia de su vida, esos momentos en que incluso el ridículo y odioso Polonio se agranda de pronto al hablar a Laertes, y él llegó a los dieciséis años, después a los veinte y nadie le habló y hubo de aprender solo, crecer solo, en fuerza, en potencia, encontrar solo su moral y su verdad, nacer por fin como hombre para después nacer otra vez en un nacimiento más duro, el que consiste en nacer para los otros, para las mujeres, como todos los hombres de ese país donde, uno por uno, trataban de aprender a vivir sin raíces y sin fe y donde todos juntos hoy, arriesgando el anonimato definitivo y la pérdida de las únicas huellas sagradas de su paso por esa tierra: las lápidas ilegibles que la noche cubría ya en el cementerio, debían enseñar a los otros a nacer, al inmenso tropel de los conquistadores ya eliminados que los habían precedido en aquella tierra y cuya fraternidad de raza y de destino habían de reconocer ahora
60.
En cuanto a los nuestros, no veían en ellos sino otra tribu de bárbaros, extranjeros e indeseables
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Por supuesto, no estaba dispuesto a correr el riesgo de que se aliaran con ninguna tribu de los aamu y decidió que lo más sabio sería controlar su crecimiento procediendo a la eliminación de todos los niños varones que pudieran nacer en el futuro
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Que el rey, el jefe de tribu, el presidente, o como quiera que se llamase quien gobernaba aquel gigantesco y hermoso país en el que abundaba el agua, los árboles se doblaban bajo el peso de los frutos, los animales pastaban verde hierba y en los elegantes y modernos edificios nunca hacía calor por más que el exterior el sol estuviese cayendo a plomo, estuviese empeñado en enviar a sus súbditos a la muerte con el único fin de apoderarse de una gigantesca extensión de un desierto en el que apenas crecía un triste matojo, se le antojaba tan incongruente, que por más que la mujer que tanto le amaba se esforzara en aclarárselo no le entraba en la cabeza
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Al poco de amanecer llegó a la conclusión de que probablemente se encontraba de nuevo en aquello que Liz le había explicado que se trataba de «las antípodas» puesto que la mayoría de las mujeres se cubrían como solían hacerlo las de su propia tribu aunque evidentemente ninguna de ellas fuera una auténtica khertzan
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Era la pequeña tribu de los incas, que vagaban sin rumbo buscando un lugar en el que rehacer sus vidas, y que le aseguraron que más allá de la cordillera no existían más que selvas impenetrables
65.
—Con el mismo tono podría haberme preguntado también si tuve que hacerlo adornada con huesos de pollo y dando tres vueltas antes en torno a él, pues era evidente que aquello eran las extravagantes costumbres de una tribu primitiva
66.
En la selva tropical de América del Sur hay una tribu llamada desana cuyos miembros consideran que en el mundo hay una cantidad fija de energía que fluye entre todas las criaturas
67.
Los orígenes de la realeza se remontan a tiempos prehistóricos, cuando los nómadas del norte de África dependían todavía de la lluvia para la fertilidad de sus pastos y sus rebaños, así como para su propia prosperidad, y los productores de lluvia desempeñaban un papel primordial en la vida de la tribu
68.
—¡Ah! —comentó el hada—, con el tiempo ése será un gran hombre, el jefe de toda la tribu
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Podía discutir con el Portavoz, y de hecho lo hacía más a menudo que cualquier otro elfo de la tribu, pero respetaba a aquel elfo de mayor edad pues le debía a él todo su conocimiento
70.
Probablemente ordenaría el sacrificio de Arilyn aunque no presentase una amenaza para la tribu
71.
La tribu estaba ya allí cuando se recibieron los refugiados de Cormanthor, los elfos que, transcurrido el tiempo, se convirtieron en la tribu elmanesa, y habían recibido el regalo de los plantones que habían traído del norte, pero las relaciones no habían seguido siendo cordiales entre tribus
72.
Temes que si elijo a Arilyn como compañera, el clan pueda no aceptar los hijos de una elfa de la luna en nuestra tribu
73.
Si no para ti misma, por el bien que harías a la tribu, al Pueblo —se corrigió
74.
De común acuerdo, habían decidido repoblar y formar un nuevo asentamiento en el Claro del Cisne, uno que aceptara por igual a miembros de la tribu elmanesa y Suldusk
75.
Sin embargo, el último Glengyle cumplió la tradición de su tribu, haciendo la única cosa original que le quedaba por hacer: desapareció
76.
fuera por la civilización no existiría una señora Boynton! ¡En una tribu salvaje
77.
Se dice que el gobernador moscovita del Turquestán prepara una expedición para castigar a la tribu de los bechs que se rebelaron contra el emir de Bukara
78.
El séquito se instaló bajo los árboles mientras Tabriz y los dos jóvenes eran conducidos a una vasta tienda en la que rodearon al jefe de la tribu seis muchachas
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Un cuarto de hora más tarde apareció el resto de la tribu
80.
El jefe de la tribu pareció comprender aquellas palabras, pues sonrió y dijo:
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Acaso su pensamiento recorría los años de su primera juventud, cuando siendo niño galopaba por los abrasadores desiertos de la Arabia en los veloces meharis, todavía en libertad; quizá pensara en la noche terrible en que una tribu enemiga había asaltado la tienda de su padre y, luego de haber matado a los guerreros que la vigilaban, lo habían raptado en un rápido corcel para convertirlo a él, el hijo de un jefe ya poderoso, en un mísero esclavo martirizado por un despiadado amo
82.
LA TRIBU DE LOS «BANDERAS NEGRAS»
83.
—Entonces habrá sido otro —dijo Sun-Pao, interviniendo-—, y tú, que eres el adivino de la tribu, debes descubrirlo
84.
El capitán se volvió hacia el que fuera rey de la tribu:
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Su discurso entrecortado y su entonación hacían evidente lo poco familiar que le era su lengua materna, lo que dejaba claro que no había crecido en su tribu, por lo que más bien era una forastera
86.
Se esforzó por mantener la conciencia, ya que veía que empezaba a fallarle la vista; lo último que quería era desmayarse frente a los hombres de la tribu
87.
Dicen que en los años anteriores a mi venida al mundo no nacieron suficientes hembras en nuestro pueblo y por eso mi padre tuvo que recorrer largos caminos para buscar esposa en otra tribu
88.
La reina de los antropófagos, rodeada por los capitanes y famosos guerreros de la tribu, debía de haber comenzado el sacrificio consagrado a las divinidades del mar
89.
Estaba de pie en la punta extrema de la escollera, con los brazos extendidos hacia la tribu que se agrupaba en la playa
90.
Kate quiso saber si se trataba de alguna divinidad, pero él la sacó de su error: era un amuleto sagrado que había pertenecido a su tribu desde tiempos inmemoriales
91.
Trataron de ayudar a nuestra tribu
92.
Al final de sus días Pedro Morales, rodeado de nietos que no hablaban palabra de castellano, se felicitaba por su descendencia, orgulloso de ser el tronco de esa tribu, aunque bromeaba diciendo que ninguno llegó a millonario
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Imaginaba que si pudiera reproducir esa pequeña tribu volvería a sentirse seguro y tranquilo; soñaba con sentarse a la cabecera de una larga mesa con sus hijos y amigos, como había visto tantas veces a los Morales
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Primero fueron dos parejas con sus niños, pero pronto la tribu aumentó, las puertas permanecían abiertas para quienes desearan llegar a ese oasis de drogas, modestas artesanías, yoga, música oriental, amor libre y olla común
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Lo identifiqué al punto, era el hombre que todos los sábados conducía a la tribu a pedir limosna en Agua Santa, el que me encontró una mañana sentada junto al cadáver de Zulema, el mismo que mandó a avisar la desgracia a Riad Halabí y cuando me detuvieron se plantó delante de la Comandancia a patear el suelo como un tambor de advertencia
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Con la llegada de la mañana pude ver mejor la aldea, un puñado de chozas tiznadas del mismo color del barro, agobiadas por el aliento de la selva, rodeadas por un trozo de tierra cultivada donde crecían matas de yuca y maíz y unos cuantos plátanos, únicos bienes de la tribu, despojada durante generaciones por la rapacidad ajena
97.
Entretanto los guerrilleros revisaron una vez más los detalles del plan y luego ayudaron a la tribu a terminar sus preparativos
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Mientras unos soldados forzaban a los prisioneros a colocar el brazo sobre un tronco, para que los verdugos negros descargaran el filo del hacha, otros cauterizaban los muñones sumergiéndolos en sebo hirviente, así las víctimas no se desangraban y podían llevar el escarmiento a su tribu
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Llegó la meica, que era aún más anciana que él, con varios indios de su tribu, que a una orden suya comenzaron a llorar al finado y no dejaron de hacerlo hasta que terminó la parranda tres días después