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zócalo example sentences
zócalo
1. En la línea divisoria con el zócalo, aparecía un nuevo friso conteniendo los
2. uno una puerta como de cancillería, chapada con los mismos rectángulos que el zócalo
3. las baldosas, desplacé la mesa en las cuatro direcciones, examiné el zócalo, las paredes, los
4. «Mi general—le dije—, yo veo una faja negra, que así de pronto, en la oscuridadde la noche, parece un zócalo
5. —«Vea usted, veausted, el zócalo se mueve
6. Adela, silenciosa hacía un momento, alzó la cabeza ymantuvo algún tiempo los ojos fijos delante de sí, viendo como el perfilcéltico de Pedro, con su hermosa barba negra, se destacaba, a la luzsana de la tarde, sobre el zócalo de mármol que revestía una de lasanchas columnas del corredor de la casa
7. zócalo deazulejos, y entró en un cuarto espacioso, donde todo el
8. teníanrecubierto el papel en su parte inferior con un zócalo de oro
9. presidiera el triunfode las plutocracias), con su zócalo de madera
10. caras del zócalo, y leí losiguiente:
11. Lapuerta practicable en el zócalo de este mamparo comunica
12. En el fondo, a los lados del rompimiento y en el zócalo de
13. del bastón elbarniz de los azulejos del zócalo; una cantidad incalculable de
14. En una de estas cuevas, sobre un zócalo de peñascos, vió
15. Formaba el coral rojos bosques inmóviles en el zócalo
16. alicatados de azulejos que revestían el zócalo de losmuros
17. —Todos escaparon por agujeros del zócalo
18. Los espías se miraron el uno al otro, sin moverse del sitio, clavaron los ojos en las repugnantes palabras que alguien había escrito con carbón en el zócalo del busto del rector
19. En efecto, una cabeza de ángel tapaba un agujero que se abría por el desconche de la mampostería en el zócalo de la pieza
20. Yo ya sabía que los documentos probablemente estaban en la habitación, pero no deseaba destrozar todo el entarimado y todo el zócalo en su búsqueda
21. –Para realizar su plan, hay que dar luz por arriba a la escalera y preparar una habitación para el portero, bajo el zócalo
22. En el fondo del vestíbulo estaba la escalera, dividida en dos accesos, entre los cuales se encontraba el zócalo que tanto había inquietado a Birotteau y que formaba una especie de cajón donde podría estar una vieja portera
23. La sangre del suelo ya estaba arrastrándose hacia la pared donde estaba Frank; al acercarse al zócalo, las gotas parecían hervir y evaporarse
24. «Mi general -le dije-, yo veo una faja negra, que así de pronto, en la oscuridad de la noche, parece un zócalo
25. -«Vea usted, vea usted, el zócalo se mueve
26. En vista de los riesgos que conllevaba un proyecto tan lejos del borde del zócalo, se había reducido al mínimo la mano de obra
27. Cuando la propagación de la ola alcanzó el continente circundante, ya había dejado destrozos inimaginables en el zócalo
28. El tsunami desatado por el deslizamiento alcanzó en el zócalo medio una cresta de hasta veinte metros, pero con esa altura podía pasar por debajo de las cubiertas de las plataformas
29. Bastaban para producir una catástrofe total, pero eran unas tortugas en comparación con el tsunami de veinte metros de frente que en ese momento barría el zócalo
30. La altura del zócalo y las elaboradas molduras del techo (una intrincada celosía de yeso que dibujaba su tejido por encima de su cabeza) daban una clara muestra de su antiguo esplendor
31. La circundó entera, fijándose en el zócalo, donde había pequeñas tiras de papel pintado de color verde lima, papel que en un tiempo había obviamente adornado la pared
32. Una serie de viñetas de mármol, del tamaño de dos hombres, cubría el zócalo y, según los carteles, aquel célebre friso de figuras ilustraba la lucha de los dioses griegos con los gigantes, crónica de un intento de golpe de Estado y, con ello, el escenario perfecto para un encuentro con Vogelaar: Zeus había incomodado a Gea, encerrando a sus primitivos hijos, los titanes, en el Tártaro, una especie de prisión de Playa Negra en la prehistoria
33. La señora obesa me indicó un orificio en el zócalo en el que estuve metiendo el dedo hasta que juzgué prudente emprender la retirada
34. Juan le miraba desganadamente, pero su interés fue creciendo a medida que Quico se acercaba al enchufe del zócalo y abría las puntas de las tijeras:
35. A lo largo del zócalo de la pequeña vivienda, dispuse una gruesa masa de trapos, que más tarde empapé con queroseno y encendí en un punto; las llamas se extendieron y rodearon de fuego la casa
36. Se oyó el ruido de algo que se escurría a lo largo del zócalo
37. Ni diez años antes, se habían reunido en número suficiente en el zócalo para quemar el palacio del virrey
38. Evidentemente, no contaban con un lugar formal en la procesión de las procesiones que atravesaría las calles del zócalo, pero alegremente se iban metiendo entre monjas y monjes, los trescientos o cuatrocientos miembros del personal de la catedral, los asesores, fiscales, alguaciles y familiares del Santo Oficio de la Inquisición, y varios sacerdotes, frailes, monjas, oidores y fiscales que estaban de paso en ruta a Manila o Lima
39. Jack y Moseh se habían dedicado a aprender sobre los hombres que llevaban la casa de la moneda, y por tanto cuando a él y a los otros prisioneros les hicieron marchar por el zócalo para situarse en filas frente a una enorme tribuna que habían levantado, Jack pudo encontrarlos con facilidad
40. Las tribunas ocupaban un extremo del zócalo (llevaban dos meses construyéndolas) y todos los allí sentados relucían gloriosos en cierto grado, ya fuese el arzobispo que reinaba sobre la ceremonia desde el altar más alto y más central o las mujeres de los acuñadores con sus mejores galas
41. A partir de ese punto, simplemente se volvían más normales y marrones al extenderse alrededor de los bordes del zócalo, hasta el punto en que casi se disolvían en las piedras de las murallas
42. Extraños seres pululaban por detrás del zócalo, pero él ni siquiera los oía
43. En uno de los momentos en que cedió el tumulto, el poeta aprovechó para escabullirse de su lugar de obser- vación y salir del Zócalo colgado de la trasera de una de las cruces blancas
44. A las ocho y media, cerca de siete mil manifestantes entraron en el zócalo de San Ángel, donde los esperaban dos escuadrones de la montada
45. Tomás intentó abrirse camino, pero no pudo sortear a la multitud atrapada en un callejón, mientras las primeras filas entraban al zócalo
46. En el rincón, a la izquierda del grupo de sillones, se veía una obra de arte, una gran escultura de madera policromada colocada sobre un zócalo cubierto con una tela roja, una escultura que provocaba una especie de espanto interior, una Pietà ingenua y expresiva hasta lo grotesco
47. La gente se reúne a comentar en el zócalo del barrio cruzado por las cicatrices del drenaje
48. Y más tarde, cuando Faulques abandonó el museo, y tras pasar junto al bronce ecuestre situado frente a la puerta caminó en dirección al Zócalo, la vio a ella sentada ante una mesa de la terraza de una cantina, la bolsa de fotógrafo sobre una silla, los ojos color de uva todavía más verdes por la luz de la calle, con aquellos pantalones vaqueros que resaltaban la esbeltez de sus piernas largas y delgadas, y la amable sonrisa de reconocimiento que hizo a Faulques detenerse para hacer un comentario sobre el museo y el cuadro que ambos admiraban, sin saber que ese momento estaba cambiando el sentido de toda su vida
49. Zócalo de una pared
50. Zócalo de albañilería sobre el cual se pone un entramado de madera