Use "óleo" in a sentence
óleo example sentences
óleo
1. con el hermoso óleo de Munch
2. de unaVirgen de los Dolores pintada al óleo
3. Esquilón,inmortalizado en el óleo, adquiere en su mirada una ternuraindescifrable
4. delante de una Virgen de los Dolores,pintada al óleo, y algunas estampas en marcos
5. En las paredes había numerosas imágenes de santos pintadosal óleo y guarnecidos
6. , al óleo, áquien cuadraba el refrán de
7. a la puerta de entrada,resplandecía, en gran cuadro al óleo, al parecer antiguo, la
8. diputados y estápintada al óleo de arriba abajo
9. Ellos compilan las leyes,ellos ungen con el óleo
10. retrato del dueño de la casa, al óleo, detestable,colgado en
11. En este había un gran cuadro pintado al óleo que representaba
12. Lo primero que llamó mi atenciónfue un retrato al óleo que
13. menestral, pendían de ellos varios retratos al óleo decaballeros y damas del siglo
14. pinceles pequeños y lo impregnó con el óleo azul
15. pues el Señor por el santo óleo,
16. Un óleo de Hugo Araya, que conserva Rose Marie, parece representar la explosión inicial que dio origen al universo
17. Se trataba evidentemente de un retrato al óleo, pero la cara había sido acuchillada de tal manera que resultaba irreconocible
18. Esta acertada decisión me valió en seguida unas pesetas, con las que me compré todos los útiles de dibujo, una pequeña caja de colores al óleo y hasta un caballetillo para pintar al aire libre
19. Chaquetilla de mezclilla, pantalones, un pañuelo naranja alrededor de la cabeza y una cara que parecía un cuadro pintado al óleo
20. y la bala fue a incrustarse en una de las pinturas al óleo que tanto apreciaba la finada señora Emory
21. La clínica Hobbs inspiraba confianza desde el umbral, con su hall rodeado de estanterías con libros y retratos al óleo de los ci-rujanos que habían ejercido su oficio entre esas paredes
22. Los retratos al óleo de Woodrow Wilson y la Primera Dama Edith Bolling Wilson lo observaban desde la pared
23. De sus relucientes cabellos untados con óleo caían gruesos goterones
24. La muestra ostentaba una fragata bastante bien pintada al óleo, navegando a toda vela, sin añadidura de nombre alguno ni especificación de lo que allí se vendía
25. Los ojos de Florentina se dirigieron en seguida hacia un gran óleo que representaba a una bella mujer sentada en un sofá de cuero carmesí, con las manos sobre el regazo
26. –El tamaño del óleo es muy similar al del contorno que notamos encima de la chimenea en la casa vieja -dijo Edward-
27. Encima de la cama estaba colgado el óleo que había comprado Manuela Laguna en Galicia
28. Del lapicero y el papel Pierre pasó a pintar al óleo al final de la adolescencia
29. ¿Cómo ha nacido en Ricardo Báñez esta vocación vehemente por la pintura al fresco y esta repugnancia por la pintura al óleo? Francisco Pacheco, hablando en su «Arte de la pintura» de este modo de pintar, escribe lo siguiente: «De todos los modos que los pintores usan, el pintar en pared a fresco es el más magistral, de mayor destreza y expedición; consiste en pintar en un día y de una vez lo que de las otras maneras dura mucho y se puede retocar»
30. óleo de los catecúmenos, el fuego y el agua
31. –Tienen el óleo en las venas, como ves
32. Gracias a un pegamento y pintura al óleo, pronto se podrá arreglar la taza del lavabo
33. No obstante, era otro juez, un hombre gordo con barba poblada y negra que le cubría por completo las mejillas, pero el del despacho del abogado era un retrato al óleo, mientras que éste era al pastel, por lo que la figura aparecía imprecisa y difuminada
34. Mi tío tiene un óleo en su oficina y nunca se cansa de contemplarlo
35. Cruzó el salón y se detuvo justo delante del gran óleo de Las tres Gracias que ella admiró esa misma tarde
36. Siguieron a uno de ellos a una sala abarrotada de cosas que estaba en el piso de arriba, con las paredes llenas de retratos al óleo de personajes muy gordos vestidos con lujosos trajes
37. Era un hombre muy refinado, con el pelo gris a la altura de las sienes, y con el aspecto, pensó Morath, de un retrato al óleo de un diplomático de 1910
38. Lo único que sentí perder, que estaba en el piso de Comandante Zorita, fue un retrato al óleo que me había hecho mi amigo Miguel Boán, eso fue lo que verdaderamente me entristeció, imaginando que, como el valor de aquel retrato tan sólo era el afectivo, lo más probable es que mi ex mujer lo quemara o lo destruyera
39. No obstante, yo no podía confiar en que todas las tribus me darían la bienvenida como al sucesor de Saúl, a pesar de que yo les había dicho que Samuel me había ungido con óleo, como al elegido del Señor, sabiendo como sabían que yo había luchado en el ejército filisteo contra Saúl e Israel
40. Que tal vez los hombres digan la verdad cuando alegan que Saúl reconoció a David como el hombre que fue en verdad el elegido del Señor, y como tal lo ungió con óleo sagrado
41. Hemos hecho lo que hemos hecho por órdenes del Señor de los Ejércitos que, por mediación de Samuel, te ungió con el óleo sagrado
42. Mientras no lo vea, díganle ustedes mismos que les pinten los billetes al óleo
43. Sin embargo, a fin de apoyar las consideraciones de mi dictamen, que iban más allá de aspectos de simple ingeniería armamentista al estar históricamente basadas, hace ocho años, cuando Schmidt tuvo que dejar su puesto y comenzó el cambio con Kohl, acompañé mi análisis, por lo demás sobrio, de la fotocopia de un cuadro al óleo
44. Sobre la chimenea, el gran retrato al óleo del «Negro» Midden, pintado por Sargent, mostraba una anticipación del infierno
45. Lo demuestran tanto su dedicación al New Masonic Hall, el edificio que levantó entre 1828 y 1830 a escasos cientos de metros de Lincoln's Inn Fields, como un retrato al óleo que cuelga en su museo
46. El parquet estaba barnizado y habían pintado las paredes del hueco de la escalera al óleo
47. En la oficina, llena de cuadros al óleo de próceres de la patria y rectoras de la institución, la chica fue sentada en el medio, el preciso punto donde brillaba a esa hora una lámpara de lágrimas modesta pero lo suficientemente rellena de bujías como para espantar la miseria de ese invierno
48. Venden carne, ultramarinos, ropa de cama, muebles, trajes, cuadros al óleo, de todo
49. Después de golpearse la frente, como de costumbre, contra la mampara de plástico blindado, Lorencito le pagó rápidamente al taxista, un joven de cabeza rapada que mascaba chicle con la boca abierta y conducía como si manejara el volante no de un coche, sino de un videojuego, y sin detenerse a recoger el cambio, que era cuantioso, bajó del taxi y procuró perderse entre la pintoresca multitud de buhoneros y mirones que inundaba las calles adyacentes a la Ribera de Curtidores, arteria principal del populoso Rastro de Madrid, que tiene principio en la castiza plazuela de Cascorro y desciende con anchuras y turbiones de gran río tropical hasta su desembocadura en la Ronda de Toledo, arrastrando en sus rápidos todas las variedades posibles de artículos, compraventas y trueques, como una inundación que se lo llevara todo por delante, lo más opulento y lo más ínfimo, los aparadores de caoba, las bibliotecas ingentes, las grandiosas lámparas de araña y los retratos al óleo de las familias tronadas, los uniformes militares, las condecoraciones heroicas, los nobles aperos de labranza de los cortijos saqueados o subastados, los trajes de comunión de niños que murieron tísicos a principios de siglo, las planchas de hierro que usaron en su juventud nuestras madres, sus recordatorios de boda, los sillones de mimbre y metal pintado de blanco que había antes en las barberías, las brochas, incluso las hojas de afeitar herrumbrosas, las primeras maquinillas eléctricas, los discos de pizarra, las vírgenes de yeso, de celuloide o de plástico, los cassettes piratas de Plácido Domingo o de Matías Antequera, los palilleros de dientes, con y sin palillos, los prospectos de jarabes, las cajas de herramientas, las camisetas estampadas con la efigie del beato Escrivá de Balaguer, las rejas y los portones de casas solariegas, los somieres, las aguamaniles, los orinales de loza con un ojo pintado en el fondo, las máscaras antigás de la guerra del Golfo, los escapularios milagrosos de los requetés, los vídeos pornográficos, los ejemplares atrasados de El adalid seráfico y El querubín misionero, revistas en las que alguna vez ha colaborado Lorencito Quesada, las bocinas en forma de loto de los gramófonos, los primeros pick-ups, los radiocassettes recién robados, los almanaques de la Unión Española de Explosivos, los de Café-Bar El Rábano, comidas económicas, y los Transportes Marcelino, las máquinas con manubrio para embutir chorizos, las latas de especias marca Carmelita, los aislantes cerámicos, los conmutadores de pera, las cucharillas descabaladas de una cubertería con las iniciales JM, los cromos sueltos, en color, de Ben-Hur, de Molokai, de Mazinger-Z…
50. Carol dejó el óleo junto a las cartas astrales