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se entiende:la relación, hasta galante y cortés, del caso que se
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—¿Qué ve usted a lo lejos, en el camino?—preguntó el galante
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El hinchado y galante coronel, a pesar del apacible porte
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que era benigno con las mujeres, y tan galante
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indicio deque lo hacía por complacencia galante, ni por lucirse, sino cumpliendocon un deber
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Sí; aquel hombre lotenía todo: galante, fino,
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de mujer galante, hundido enlos colchones, medio sepultado en las almohadas,
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visto!¿Cómo lo ha pasado usted? ¿Le ha ido a ustedbien? El barón es muy galante con
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el café del Siglo, fue de los más modestos que en sucarrera galante había formado
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de lasestampas cinegéticas del siglo galante, que, de improviso,
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(Edición de El Cuento Galante
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galante, aunque pastor, y se permitegastar quinientas libras en adornar con perlas el brazo de
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aquella leyenda galante de sus tiempos de locura; la furia conque corrían hacia ella los
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españolas de estimación galante
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galante, donde ladistinción de la inteligencia y la elevación de
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Diana se sonreía todavía de esta galante declaración, cuando la
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encantada conla ofrenda lírica y galante, reía siempre que
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Este galante discurso, que fue publicado al otro día en el diario
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expansión de bondad y afecto era verdadera ósimplemente un ardid galante de los que también usan los
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Se habían quedado todos sumidos en un silencio molesto, durante el cualla galante sonrisa de Fernando siguió fija en el turbado rostro de laniña de Luzmela, y entonces la señora instó a su hijo a
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El espectáculo, apenas entrevisto, de la gran capital le dió aquella vezla impresión de una inmensa sonrisa fría y galante; tal vez la sonrisade Fernando, diciéndole:
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galante, y laconversación, en lo que á mí concernía, no fué más
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—El señor es demasiado galante
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Y este hombre galante, que es una especie de español de los
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galante para enmascarar su decepción
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Ojeda acogió su petición con un apresuramiento galante,
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tradicional, tal como lohabía visto en libros y grabados: galante
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—Ya, exclamó el galante abogado, el caso es que con las buenas mozaspocos somos los que llegamos a tiempo
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algunainsinuación galante, y entonces, con su intuición
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Miguel, más galante que los
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Aceptada la galante invitación del Sr
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La vida galante
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Con ellas era galante, tierno y gentil
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Miguel, en extremo obsequioso y con una oficiosidad galante que Martín hasta entonces no había visto en él, le mandó sentarse sin cumplimiento alguno
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La primera cambió con los jóvenes los cumplimientos de costumbre, después de lo cual, Enrique, fiel a su promesa de no hacer la corte a la prima y de proporcionar a Valle la oportunidad de consagrarse enteramente a ella, entabló con la señora una conversación interesante, como lo sabía hacer el galante oficial, muy acostumbrado al trato de las mujeres de toda edad, cuyo gusto y propensiones adivinaba luego para poder lisonjearlas con más seguridad
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—Porque antes lo hacía con los elefantes —comentó poco galante el comisario
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–Que galante de tu parte -dijo Julia, y regreso a la puerta
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Matt miró a su alrededor con interés y saludó a las mujeres que los observaban con un galante gesto de su sombrero
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–Debo reconocer que tienes buen gusto, hijo -comentó galante el padre
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Tú has encontrado el mío -replicó él, entre galante y mordaz
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¿Confesaré francamente que no creo en sus síntomas de enfermedad, lo que producirá la desagradable impresión de que para librarme de mi culpa culpo a otro, y justamente de una manera tan poco galante? ¿Y cómo podría decir abiertamente que yo, aun cuando creyera que ella está realmente enferma, no siento un poco de compasión, que la mujer en cuestión es para mí una perfecta desconocida, y que la relación que existe entre nosotros es pura invención de su parte y totalmente inexistente? No digo que no me creerían; más bien ni una cosa, ni la otra; no se tomarían el trabajo de dudar; simplemente, se tomaría nota de la respuesta relativa a una mujer débil y enferma, y esto no me haría mucho honor
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—¿Por qué no vienes conmigo? —pregunta en plan galante
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–¿Y qué tales mujeres, eh? – preguntó el teniente Soberanes, un intrépido oficial galante
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Su doble actividad en el campo americano y en el colombiano, le impide llevar su vida lujuriosa y galante con la intensidad que quisiera
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En el tercer piso el ascensor se detuvo con un sobresalto, y entonces el maletero dejó de cantar abrió la puerta de rombos plegadizos y le indicó a la señora Prudencia Linero, con una reverencia galante, que estaba en su casa
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–Porque antes lo hacía con los elefantes -comentó poco galante el comisario
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En lugar de eso Joffrey sonrió y le besó la mano, guapo y galante como los príncipes de las canciones
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Lothar, galante como siempre, la acompañó fuera de la estancia
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Educado, galante incluso en contadas ocasiones, aunque de pocas palabras, se conformaba con casi nada para colmar sus anhelos y ponía todas sus miras en servir lealmente a su señor Alfonso, cuya voluntad hacía suya sin pedir explicaciones
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Noté que el Príncipe, inclinado hacia ella sobre la mesa, buscaba algo galante y a la par inteligente que objetar
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Bandazos y pisotones se sucedieron entonces mientras el juez, afable, galante, guiaba primero a una y luego a otra de las damas con llana delicadeza
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–¡Qué suerte la de un autor tan eminente al tener a una editor tan hermosa! – declaró, galante, el juez Peebles
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En público, en las ocasiones sociales, eras un marido intachable, galante, generoso, enamorado de la belleza de su mujer
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Alguien pasaba siempre el sombrero por él; normalmente terminaba con la recaudación habitual de los trovadores doblada o triplicada en reconocimiento del galante espíritu que se ocultaba tras aquellos ojos vendados
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Señora Randall -continuó con una galante inclinación de cabeza-, en nuestra breve entrevista previa creo que dejé bien claro que los Hijos del Ave no van a sufrir interferencia alguna de gentes como ustedes dos
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cortesía, ya que el interés de convertirte en una cosa parecida a una proposición galante
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¡Qué corteses y encantadores eran esos hombres del sol, teniendo en el fondo esa cosa atroz! Sacan de ella una conclusión sutil y muy galante
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Todos los instintos del heroísmo profano, todo el espíritu guerrero y, además, la poesía galante, se habían hallado en conflicto más o menos abierto con la idea religiosa y, por consiguiente, con las jerarquías
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Una cita, una obligación galante es de las pocas cosas por las que el Venerable Maestro cree que merece la pena arriesgar la vida: cuestión de honor
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«En el comedor es una meretriz; en la cama, un témpano de hielo»:9 esta galante descripción de un antiguo amante nos muestra el cuidado con el que Clodia explotaba su atractivo sexual
61.
Se establecieron contactos con los capitanes de la familia Bonanno y con la gente de confianza de Galante y se les informó de lo que iba a pasar, y ellos accedieron a no hacer nada
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DeMeo dijo que a Galante le gustaba sentarse allí; allí se sentía seguro porque veía venir a cualquiera con tiempo para reaccionar: para llegar al patio había que recorrer todo el restaurante a lo largo
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Richard se levantó enseguida y, sin prisas, caminó directamente hacia el patio, directamente hacia Galante, con los ojos clavados en su objetivo
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Galante vio venir a Richard; se miraron a los ojos
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Galante comprendió inmediatamente lo que pasaba, vio claramente que se le venía encima la muerte
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Alcanzó a Galante y a Coppola
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Se volvió, y los del equipo dispararon inmediatamente a Galante, uno de ellos con una escopeta
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En 1979, Carmine Galante, asesinado, yace en el jardín del restaurante de Joe y Mary, en Bushwick, Brooklyn
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Ese sería el galante caballero con la resplandeciente armadura
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Con todo, del hotel del quai Malaquais a los salones de la calle de Tournon, de la calle de la Chaise y del faubourg Saint-Honoré, un lazo tan fuerte como aborrecido unía a las tres divinidades venidas a menos, acerca de las cuales hubiera querido yo de buena gana llegar a saber, hojeando algún diccionario mitológico de la buena sociedad, qué aventura galante, qué sacrílega jactancia habían traído su castigo
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El término de hetaira es un «eufemismo para designar las mujeres que, a cambio de dinero, entablaban relaciones sexuales con su cliente; suele utilizarse en contraposición a prostituta, refiriéndose a las mujeres cultas del mundo galante»
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” “-No sé de qué reina se trata -contestó el señor de Cambremer-; pero usted no es galante con ella
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Pero ¡cuántos otros comprenden dos períodos perfectamente contrastados! En el primero, la mujer habla casi fácilmente, con simples atenuaciones, de su inclinación al placer, de la vida galante a que esta inclinación la ha llevado, cosas todas que negará después con la mayor energía al mismo hombre al notar que está celoso de ella y que la espía
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Otra vez, en la Raspelière, monsieur de Charlus, mirando a hurtadillas a Morel, hizo ostentación de galante amabilidad con Albertina; le dije a ésta: «Vamos, te ha puesto bien los puntos»
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Pasamos a la mesa y es entonces un extraordinario desfile de platos que son sencillamente obras maestras del arte de la porcelana, y durante una comida delicada, la atención incitada de un aficionado escucha con la mayor complacencia aquel charloteo artista -desde los platos de los Yung-Ching hasta el color capuchina de sus bordes, el azulado, a los pétalos túrgidos de sus lirios acuáticos, a la travesía, verdaderamente decorativa, por la alborada de un vuelo de martines pescadores y de grullas, alborada que tiene todos los tonos matutinales que cotidianamente entremira, bulevar Montmorency, mi despertar-; platos de Sajonia más empalagosos en la gracia de su factura, en el adormilamiento, en la anemia de sus rosas, tirando a violeta, en la desmembración vinosa de un tulipán, en el rococó de un clavel o de un miosotis, platos de Sèvres enrejados con el fino grabado de sus blancas estrías, verticiladas de oro o anudadas, sobre el plano cremoso de la pasta, por el galante relieve de una cinta de oro, en fin, toda una argéntea vajilla por la que corren esos mirtos de Luciennes que la Dubarry reconocería
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El buen hombre estaba muy orgulloso en su fuero interno por el éxito que obtenía su joven poeta, y propuso un brindis a la salud del galante laureado de la Lira Amical
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Pedro estaba en sus glorias, y se esmeraba en ser muy fino y galante con ellas, especialmente con la mayor, que era la hermosa
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Pero mientras estabas en el cuarto de baño, Phyllis dijo que eras galante
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Lando volvió a hablar, esta vez sintiéndose un poco más perplejo, pero todavía decidido a interpretar el papel del galante pretendiente
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Pero ¿y su obra? Ser un amante galante y cortés era magnífico, pero persistía la cuestión esencial: «¿Qué puedo decir que soy?»
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Todas las señoras del público fueron obsequiadas con un bello recuerdo del acto en forma de un broche con calavera y tibias cruzadas, oportuna y generosa iniciativa que provocó un nuevo acceso de emoción: y cuando el galante joven oxfordiano (portador, dicho sea de paso, de uno de los apellidos más aquilatados por el tiempo que haya en la historia de Albión) puso en el dedo de su ruborosa fiancée un precioso anillo de prometida con esmeraldas montadas en forma de trébol de cuatro hojas, la excitación no conoció límites
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Era una suerte de joven caballero burlón que tenía fama de jocoso y galante y que en todo lo que fuera mujeres, caballos o escándalos sabrosos, estaba como en su casa
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Y a la verdad que no era fácil conocer si tan elocuente expansión de bondad y afecto era verdadero o simplemente un ardid galante de los que también usan los seductores
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Caminando sin prisas, rechazando la invitación a la aventura galante o pendenciera, desembocó a una plaza y se detuvo ante los guiños de un cartel luminoso: Café de los Ensayistas, en bastardilla de burdel, y era como si aquellas luces saliesen a su encuentro haciéndole fiestas de perrillo faldero, o le confiasen sólo a él el sentido exacto de su reclamo
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El obeso árabe percibió la presencia de las parroquianas y despertó de su sueño para invitarlas con galante ademán a que entrasen en sus dominios
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Al llegar a este punto, Rouletabille se volvió hacia la señora Mathieu, quien se había quedado en el estrado, y le hizo un saludo galante
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Andrés, conmovido, se acercó a Celia, y Anastasio, correcto y galante, acompañó a la madre de Enrique hasta el coche que la esperaba