1.
; con lo cual, y una ceremoniosainflexión de cuello y de espinazo, salió de la estancia seguido de suscomprofesores, lo mismo que habían entrado, uno a uno y con larespectiva inflexión de cuello y de espinazo, graves, muy graves todos,y a cual más atildado y taciturno
2.
volviéndose taciturno, mudaba laconversación
3.
había abandonado; taciturno y silencioso, era presa de unasombría desesperación
4.
al díasiguiente en el despacho, estuvo Lerma taciturno
5.
ese paseo taciturno en el que, todo lo más, no se hatenido más
6.
Quedó serio, taciturno, con los ojos clavados en el fuego
7.
cuadro, taciturno yreflexivo, es convecino del comprador: llámase tío Juan de la Llosa, yasiste, á la
8.
El monarca más poderoso de la tierra, el rey taciturno y papelero,estaba sentado en
9.
Morsamor, distraído y taciturno, no prestó atención a lo que Tiburciodecía
10.
Enmedio de las expansiones de alegría se mantenía seriote y taciturno
11.
Sin embargo, antes de conocer mejor a este personaje que ahora entra en escena, dejémosle unos minutos más taciturno junto a su ventana para que yo pueda describir a otros actores del momento
12.
¿Era posible que aquel viejo adusto y taciturno se estuviese encariñando con aquel desdichado?
13.
Es un trabajo duro el arrancar respuestas a Thomas el Taciturno
14.
Morgan- ¡cosa extraña! -se había animado hablando de tal modo, lo cual era muy raro en un hombre de su carácter, más bien taciturno y frío
15.
Un momento después, y con los cumplimientos de estilo, los jóvenes salieron de aquella casa; Valle taciturno, Flores alegre, decidor y risueño
16.
Cuando éste y Enrique se encontraron en la calle, el alegre libertino dijo a su amigo, que caminaba siempre taciturno:
17.
Los oficiales se fueron también; como siempre, Enrique alegre, Fernando taciturno
18.
Tan diferente del marido, áspero y taciturno, veinte años mayor que ella, ¡y el dentista, doce años más joven! Y aquellos ojos suplicantes de San Sebastián…
19.
McIver asintió taciturno, mientras buscaba una salida a aquella añagaza
20.
Estos ojos negros eran los de una señorita, hija del señor Gil de la Cuadra (que así llamaban al taciturno) y única compañera suya, a más de una criada, en la triste mansión
21.
Dicho esto, el ex-Ministro permaneció un momento taciturno, fija la mirada en el suelo, oprimiéndose con dos dedos el labio inferior
22.
Iban [174] por la cuesta de Unzaga: Churi, sombrío, taciturno; Zoilo, con alegría febril, cantando, divirtiéndose en pegar brincos para arrancar a tirones las ramas de los árboles
23.
A poco de emprender la primer jornada, y observándole taciturno y receloso, díjole que el General había manifestado, respecto [146] a su noble cautivo, sentimientos de benevolencia y estimación
24.
—Pues mejor será que encontremos centuriones fuera de lo normal para la instrucción —comentó Escauro, taciturno
25.
En el Casino y otros círculos a donde el público señor concurría, notábanle triste, taciturno, sin ganas de pronunciar las sentenciosas perogrulladas que eran su marca y estilo
26.
Por la noche, aquí, le noté bastante aplanado, taciturno, contestando poco y mal a los hombres políticos que vinieron a verle
27.
Fueron consultados el mayordomo y el chef del Salón Principal y se preparó una comida destinada a soltar la lengua del más taciturno de los mortales:
28.
El taciturno silencio de Feraud era la expresión del furor reprimido
29.
La reputación del orfebre, Hilario Ruiz, era dudosa, y se supo que en la capital era considerado por sus vecinos como un hombre taciturno y extraño, que apenas se relacionaba con nadie
30.
Alas tantas, después de haber hecho el recorrido nocturno por el Lotus, el Roxy, el Spai, el Oxygen, el Twilo, el Sound Factory, el Ten's o dondequiera que aquella noche hubiéramos iluminado el local con nuestra rutilante presencia, cuando yo ya trastabillaba y hablaba con lengua de trapo y casi no me acordaba de mi nombre, él seguía igual a como se había levantado por la mañana, es decir: más bien taciturno y callado, con ese aire desengañado que arrastraba, la misma sonrisa condicional que nunca se afirmaba claramente en un rostro en el que se veía aflorar continuamente cierto cansancio, la misma gracia de movimientos propia de aquellos que han ejercitado los miembros para conseguir de ellos lo que quieren con el mínimo esfuerzo, sin participación indiscreta o torpe del resto del cuerpo, de forma que se mueven como si flotaran, sin que casi parezca que lo hagan, y es que verdaderamente el FMN cultivaba un aire ausente, como si anduviera dos metros por encima del suelo y se situara en un plano superior al del resto de los mortales, lo cual, en cierto modo, así era, puesto que se trataba de un hombre muy alto
31.
El taciturno feroés señaló hacia un punto donde la carretera trazaba una curva en el borde del acantilado, y sacudió la cabeza
32.
—Tú —replicó Mourngrym al hombre taciturno de la cicatriz—
33.
Conservaron un humor taciturno durante el resto del día, al final del cual instalaron el campamento en las cercanías del pequeño lago donde habían encontrado al trovador errante
34.
La tarde del segundo día, Garion se sentó cerca del fuego con Durnik, contemplando las llamas con aire taciturno
35.
Había dejado de montar en bicicleta porque las llantas se habían desinflado y las cadenas, oxidado, pero hace unos meses, con ocasión de la visita de Martín, decidí llevarlas a la tienda de un hombre flaco y taciturno que practica yoga y parece la persona más feliz de esta isla en la que casi todos hacen alarde del dinero, a diferencia de él, que se mueve en bicicleta y se sienta en el parque a meditar y nos mira con una serenidad beatífica que le envidio y acaso proviene de su amor por las bicicletas y su desinterés en el dinero y el lujo
36.
A pesar de vivir sumergida en la apatía de la rutina matrimonial, sabía que en el cuarto de al lado estaba él; su compañero taciturno, de cafés negros y silencios
37.
Cuando un hombre taciturno se decide a estallar en exclamaciones de indignación, suele ser incontenible
38.
También el peluquero se lamentaba de su vocación frustrada, de su porvenir perdido, y soñando con alguna peluquería en una gran ciudad, como Rouen por ejemplo, en el puerto, cerca del teatro, se pasaba todo el día paseándose a lo largo, desde el ayuntamiento hasta la iglesia, taciturno y esperando la clientela
39.
Laura se topó a la entrada del hotel con Blasco, que también lucía callado y taciturno; nadie parecía dispuesto a hablar
40.
Bob Shelton, aún taciturno por el incidente de su casa, era quien se encontraba al volante
41.
Aquel suceso tornó a Budd más reservado y taciturno
42.
El agente israelí iba encogido en su rincón, con gesto taciturno
43.
Antonia le notó taciturno, como en los peores tiempos de después de la guerra
44.
Se dirigió directamente a la comisaría de policía, donde un agente de aire taciturno escuchó su historia, mientras iba anotando cuidadosamente en su libreta de notas lo que escuchaba
45.
Y, justamente, desde la entrega de la muchacha cristiana el día anterior, lo notaba extraño, taciturno, incluso triste
46.
Sólo Elliott conservaba su talante taciturno, y avanzaba en silencio
47.
¿Y el tipo de la oficina de al lado, que de pronto no hace más que reír cuando siempre había sido un hombre más bien taciturno que se quejaba de todo? ¿Acaso ha pedido dinero prestado para comprar acciones de la firma, sabiendo que luego podrá venderlas por el doble y retirarse con los beneficios?
48.
–El acusado es un marinero -anunció el taciturno carcelero-
49.
Sólo cuando comía o luchaba se revelaba la parte simiesca del cerebro de Hovan Du, dominando por completo a la otra mitad; en realidad, esta última no parecía ejercer sobre él mucha influencia, pues siempre estaba taciturno y propenso a la cólera; nunca le vi reír ni apreciar el humorismo de alguna situación
50.
Von Harben trató de entablar conversación con el jefe, en especial con respecto a su destino y a la naturaleza de los «amos» a cuyas manos iban a ser entregados, pero el taciturno guerrero hizo caso omiso de todos sus intentos y por fin von Harben cayó en un resignado silencio
51.
Phobeg estaba taciturno y pensativo
52.
Nemenhat les observaba taciturno sin abrir la boca apenas
53.
Sentado al pie del olmo, Dunk, taciturno, se miraba el pie
54.
—los campeones de Dunstan: sus hijos DENYS y DONNEL, y ANDRIK EL TACITURNO, un gigante;
55.
Felipe estaba algo taciturno; pero Krantz procuró hacerse agradable y el comandante les convidó también a comer
56.
Sigo con la mirada fija en el suelo, taciturno
57.
El caballero joven, Lucas Warden, producía el efecto contrario, de ser más bien taciturno, casi enfermizo
58.
–los campeones de Dunstan: sus hijos Denys y Donnel, y Andrik el Taciturno, un gigante;
59.
Con ánimo taciturno, salieron de la nave espacial por la esclusa, se despidieron de su estrecho hotel volante y, en cierto modo tardío, también de la Luna, que, a fin de cuentas, no tenía nada que ver con lo ocurrido
60.
Un genio de la cocina, se muestra tímido en sociedad, taciturno y torpe
61.
Se lamentaba de no haberle conocido mejor, de no saber nada de su vida; ni siquiera recordaba quién lo había introducido en la conjuración, no recordaba el tono de su voz: un hombre sombrío, taciturno
62.
El seguro anual sería asombrosamente elevado -dijo en tono taciturno
63.
–Pues mejor será que encontremos centuriones fuera de lo normal para la instrucción -comentó Escauro, taciturno
64.
La fiebre parecía estar disolviendo su natural humor taciturno
65.
Prensky, taciturno, pero observador, comprendió que pensaba, en el prisionero
66.
En la mesa, el primero estaba siempre taciturno, y Cadalso muy decidor, sin conseguir interesar vivamente en lo que decía a ninguno de la familia
67.
Desde el día posterior a las incomprensibles declaraciones de Víctor, notó a este taciturno
68.
» Posteriores observadores veían al gorila como «salvaje, taciturno y brutal»
69.
A punta de pistola lo llevaron a dar una vuelta; él y su compinche Heredia, el más bajo y taciturno de los tres, en el coche de Larrea, y el tercero siguiéndolos atrás con el Laguna robado
70.
Rodilla de Álamo no tenía ninguna de las características de Nariz Roja: era más bien rechoncho, en contraste con la esbeltez del posible futuro jefe; hablaba profusamente, mientras que el sabio en ciernes era taciturno; y su rostro solía estar iluminado por una sonrisa abierta, generosa y amplia, subrayada por la blanca dentadura, cuando Nariz Roja conservaba siempre el continente sombrío de un caudillo
71.
Tras la noticia de la muerte de su mujer, Andréyev se volvió más taciturno; raramente iba a casa de los Spiridónov, por las tardes se sentaba en la entrada de la residencia para obreros y miraba los fogonazos de la artillería y los haces de luces de los proyectores en el cielo encapotado
72.
¿Era ésa la cara de un asesino? ¿Y ésos los ojos de un violador? Esas manos fuertes y ásperas con las que me encendía, ¿habían blandido cadenas, triturado huesos, sudado las cachas de una navaja? Él era, en la calle, silencioso y seco, taciturno; cuando estábamos solos, juguetón y aniñado; y en la cama, salvaje
73.
El albino se había sumido en un estado taciturno e introspectivo
74.
El muchacho taciturno con quien hablara Jim le salió al paso
75.
Jim se acercó a toda prisa y ahora pudo distinguir: se trataba del taciturno y ceñudo Burke, que no paraba de gesticular
76.
– Ya –dijo taciturno Glen – Cuando quieras plantar cortacircuitos en el proceso democrático, consulta con un sociólogo
77.
Esos hombres de diversas profesiones, cada uno de los cuales teñía su recuerdo con su propia tonalidad particular (un geógrafo azul, un comisario caqui, el abrigo negro del escritor y un joven vestido de blanco que lanzaba su raqueta contra la pina de un pino), eran seguidos por brillantes imágenes que aparecían y se disolvían: la vida de los emigrados en Berlín, los bailes de caridad, los mítines monárquicos y una multitud de personas idénticas, pero todo esto estaba tan próximo en su recuerdo que aún no podía enfocarlo de tal modo que pudiera seleccionar lo que era valioso y desechar lo que carecía de importancia; además, no tenía tiempo para ponerse a clasificar sus experiencias, tanto la absorbía aquel hombre taciturno, fabuloso y enigmático, el más atractivo de los que había conocido
78.
Y entre los jugadores, entre aquellos con quienes se reunía después de estar en la habitación de al lado, donde permanecía sentada en espera de que la llamasen, cantando concienzudamente algo para no oír lo que decían, mientras abría un libro al azar y como un muñeco de resorte surgía un pasaje de novela, el fin de una conversación ininteligible, entre aquellas personas cuya opinión tenía que adivinar, se encontraba ahora un hombre taciturno, difícil de comprender y del que desconocía absolutamente lo que pensaba sobre ella
79.
Rolando estuvo todo el día muy taciturno, pero a medida que se acercaban al edificio («una complicación y está en nuestro camino», había dicho), Susannah comprendió que lo de Rolando no era malhumor ni preocupación por nada que tuvieran por delante aquella noche
80.
El camarero, que esta vez no era el taciturno ortolano, asintió
81.
—En ese caso, realmente piensas como un alquimista —murmuró van Hoek, observando taciturno sus dedos en descomposición—
82.
Durin y Dayel se miraban entre sí con perplejidad, recordando la actitud lúgubre del taciturno enano durante el viaje a Paranor
83.
El guía era moreno, macizo y taciturno
84.
Era posible que se encontrara bien, pero tenía un aire taciturno
85.
Un oficial “correcto”, hombre sencillo, taciturno, buen profesional, buscado siempre por sus superiores para las misiones difíciles o por lo menos de gran responsabilidad
86.
A los consejos maternos de que acudiese a la oficina con mayor regularidad, Christian había respondido con un silencio como ausente; ante los reproches de su hermano, había agachado la cabeza muy serio, desazonado y taciturno, y luego, durante unos pocos días, había puesto algo más de entusiasmo en la correspondencia con Inglaterra
87.
A veces caminaba taciturno por los pasillos del Servicio y se detenía ante los escritorios de los suboficiales, mirándolos con fijeza
88.
Cuando Pozzi le hizo un rápido guiño de diversión en la tercera o cuarta habitación, se sintió casi agradecido, como si fuera un rey taciturno al que las chanzas del bufón de su corte levantan el ánimo
89.
No podía contenerse: reía con estrépito por cualquier cosa, muy alegre; ahora, por el contrario, se ha vuelto muy taciturno y sordo a todo lo que se le dice
90.
La ficción en la que chapotea le mantiene prisionero en otra parte, en algún lugar entre la escuela que debe combatir y la familia a la que debe tranquilizar, en una tercera y angustiante dimensión donde el papel que corresponde a la imaginación consiste en tapar las innumerables brechas por las que puede brotar la realidad en sus más temidos aspectos: mentira descubierta, cólera de unos, pesar de otros, acusaciones, sanciones, expulsión tal vez, ensimismamiento, culpabilidad impotente, humillación, taciturno deleite: Tienen razón, soy nulo, nulo, nulo
91.
Recogió chistera, guantes y bastón de manos de la doncella y bajó las escaleras con aire taciturno
92.
Sin embargo, la responsabilidad recién contraída le mantenía taciturno y, preocupado por no se sabe qué, quizá con el corazón encogido por sombríos presentimientos, ni siquiera tomó la precaución de ocultar a sus hombres antes de llegar a las trincheras del Matorral Grande
93.
Naturalmente, esto le hacía inestable y taciturno
94.
Ocurre, sin embargo, que si bien la amistad entre Antonio y Juan no ha disminuido en absoluto, sí le parece a Antonio que desde la reunión con Emilia en el despacho, Juan está más taciturno que nunca
95.
Conan sonrió con aire taciturno
96.
Encontraron al taciturno capitán en el salón, trabajando en sus cuentas
97.
Ella se alzó de hombros en un gesto taciturno
98.
Los mentecatos tenían plena conciencia de que el borrachín Balboa, el taciturno Pizarro, el entusiasta Ponce de León, el influyente Cortés y una docena más de sus fieles discípulos le ajustarían las cuentas a quien se le pasara por la cabeza la idea de molestar a su maestro
99.
El taciturno anciano, sentado a popa, daba las órdenes por señas y no pronunció ni diez palabras en diez horas
100.
Hablaba… si es que se puede decir que hablase, pues aquel hombre taciturno, de rostro curtido por largas incursiones sobre la nieve, apenas si pronunciaba tres palabras en todo el día