skyscraper

skyscraper


    Scegli la lingua
    flag-widget
    flag-widget
    flag-widget
    flag-widget
    flag-widget
    flag-widget
    flag-widget

    Usa "cayo" in una frase

    cayo frasi di esempio

    cayo


    1. información que cayo en la ciudad,


    2. abordo, ella cayo a los pies de aquel


    3. limpio, el caso cayo en el olvido, pero


    4. no lo pensé, no cayo en el error de


    5. Gato,el cubano rico del Cayo, una carta, que es un poema de dolor, pidiéndole$5000 y otra a José María Izaguirre, cubano rico de New Orleans,pidiéndole cantidad parecida


    6. Scipión al saberla muerte de Cayo Graco, su sobrino, y que en


    7. Cayo Tupac Yupanqui y á los otros más principalesque en el


    8. El nino dio un grito, luego un traspies y cayo de rodillas


    9. Y con los brazos retorcidos, los grises cabellos en desorden, el rostro color de purpura y los ojos inyectados en sangre, la desgraciada cayo al suelo, desgarrando el bajo de la ropa a la que se aferraba


    10. Entonces, Maurice cayo en la cuenta de que no se trataba de Dixmer

    11. Y la cabeza del generoso joven cayo cerca de las de Maurice y Genevieve


    12. Un poco más tarde se incorporó Cayo Elvidio Vocula, el tribuno al que Valerio le había confiado el mando de la retaguardia


    13. una urgente petición de ayuda por parte del procónsul imperial de Treveri, Cayo Aurelio Longino, el cual, presa del pánico a causa del imparable avance de los francos en el septentrión, solicitaba su rápida intervención


    14. Repentinamente, el palo mayor con la base cortada, y sin cables que lo mantuvieran en equilibrio, cayo de costado precipitando tizones ardientes sobre cubierta


    15. También se preguntaba si llegaría a ver Florida, o si continuarían a esta velocidad por la autopista número 1 hasta precipitarse en el océano en Cayo Oeste


    16. También se preguntó si llegaría a ver Florida o si continuarían a esta velocidad por la US 1 hasta que fuesen a parar al mar en Cayo Oeste


    17. Por lo visto habían sido abordados por el profesor Scott McKenzie, que había estado navegando en su yate desde Cayo Largo


    18. El Senado, aquella pandillita de hombres ambiciosos, que acaparaban [221] los destinos gordos, las superintendencias, las secretarías y, ¿por qué no decirlo?, los ministerios, no querían que Cayo Graco fuese tribuno y estorbaban su elección por medio de intriguillas


    19. —Los llevaré muy complacido, Cayo julio


    20. Aprovechando la oportunidad que se le presentaba con la muerte de Agelasto, Yugurta volvió a solicitar al Senado la libertad bajo fianza de Bomílcar, y, aunque Cayo Memio y Escauro hicieron un apasionado alegato en contra, finalmente se dio la libertad de Bomílcar a condición de que Yugurta dejase bajo custodia romana a cincuenta de su séquito, que quedaron repartidos por las casas de cincuenta senadores, y el rey númida tuvo que entregar al Estado una fuerte suma para subvenir al sustento de los rehenes

    21. —Lo comprendo, Cayo Julio, y lo siento —dijo Sila, poniéndose en pie


    22. —¿No es sorprendente, Cayo Mario, nuestra compenetración? Cartas era precisamente lo que yo iba a sugeriros


    23. Faltaban doce días para las elecciones consulares en Roma cuando Quinto Cecilio Metelo licenció oficialmente a Cayo Mario como legado mayor en la campaña contra Yugurta


    24. Tened la seguridad, Cayo Mario, de que haré que en Roma se sepa que os di de baja en el servicio antes de las elecciones


    25. —Por cierto, Cayo Mario —dijo sin alzar la voz, cuando ya estaba en la puerta—, acabo de recibir estupendas noticias de Roma: el Senado ha prorrogado un año más mi mandato de gobernador en la provincia de Africa y al frente de la guerra


    26. Evidentemente, la primera y la segunda clase votaban tan homogéneamente a Lucio Casio, que éste fue en cabeza en todas las centurias y fue nombrado primer cónsul, que era el que ostentaba los fasces en el mes de enero; mientras que el nombre del segundo cónsul no se supo hasta casi el final de la votación de la tercera clase, por lo reñidos que estaban los resultados entre Cayo Mario y Quinto Lutacio Catulo César


    27. —Sí, Cayo Mario, lo es


    28. EN EL CONSULADO DE LUCIO CASIO LONGINO Y CAYO MARIO (I)


    29. Delante de la tribuna del orador, en el límite de los trofeos, se situó Cayo Mario de tal forma que quedaba frente a la zona de comicios y el espacio abierto del bajo foro; los situados en la del Senado le veían de espaldas y cuando todos los senadores, menos los escasos patricios, comenzaron a bajar los escalones hasta las divisiones de la zona de votación, desde donde le veían de frente para vituperarle, las filas de sus partidarios y clientes convocados se apretaron para cerrarles el paso


    30. "¡Soy princeps Senatus, portavoz de la cámara, y en todos los años que llevo con esta institución de hombres a quienes venero como manifestación que son del espíritu de Roma, nunca había visto un individuo tan peligroso y bandolero como Cayo Mario! ¡Dos veces en tres meses se ha apoderado de las sagradas prerrogativas del Senado pisoteándolas en el grosero altar del pueblo! ¡Primero anuló el edicto senatorial otorgando a Quinto Cecilio Metelo la prórroga del mando en Africa, y ahora, para complacer sus ambiciones, se aprovecha de la ignorancia del pueblo para atribuirse poderes de reclutamiento militar antinaturales, desmedidos, irrazonables e inaceptables!

    31. —¡Eso no es cierto, Cayo Mario! —exclamó Escauro—


    32. Sila le entregó las cartas de Julia y de Cayo Julio César, y a continuación se armó de valor y le dio el pésame por la muerte de su segundo hijo


    33. Cayo Mario estaba sentado en su silla curul de marfil a un lado de la gran mesa plegable a modo de escritorio, con su legado Aulo Manlio al otro lado y su cuestor Lucio Cornelio Sila en medio


    34. Una vez repartidos las torcas, pulseras, medallones y estandartes y después que algunas cohortes recibieran condecoraciones de oro y plata para las astas de sus banderas, habló Cayo Mario


    35. El joven Cayo Julio César no estaba en casa, le dijeron, y optó por preguntar por el padre, sorprendiéndose cuando el mayordomo le miró con gesto grave


    36. Se casaron en abril, un día espléndido de primavera, con todos los auspicios favorables; incluso Cayo Julio César mejoró un poco


    37. —No sé, Cayo Mario —dijo Sila—, a mi lo segundo me parece un error


    38. —Los empleados del erario, Cayo Mario, son las heces del pellejo de vino romano —replicó Sila, rebuscando entre los papeles


    39. EN EL CONSULADO DE CAYO MARIO (II) Y CAYO FLAVIO FIMBRIA


    40. EN EL CONSULADO DE CAYO MARIO (III) Y LUCIO AURELIO ORESTES

    41. EN EL CONSULADO DE CAYO MARIO (IV) Y QUINTO LUTACIO CATULO CÉSAR


    42. —Si tardan años, Cayo Mario, el ejército caerá en la molicie y te despojarán del mando —dijo Manio Aquilio


    43. El más alto de los dos era Cayo Julio César y el más bajo Cayo Lusio, sobrino del "gran hombre" (sólo por matrimonio, se habría apresurado a añadir Mario)


    44. —Porque quiero hablarte en privado, Cayo Mario, en algún sitio seguro en el que las paredes no oigan


    45. Tiro muy bien con arco, Cayo Mario, y los marjales de las salinas están desiertos


    46. Cayo Mario dejó la carta a un lado con un suspiro, acercó los despachos oficiales del Senado, y se puso a leerlos, cómodamente, solo y sin inhibiciones para silabear en voz alta


    47. Sabiéndose atrapado en lo que podía ser una precaria posición política, Cayo Mario frunció sus esplendorosas cejas


    48. —Si la acusación contra mí tiene un punto débil, Cayo Mario, es que yo no dispongo del dinero que hace falta para comprar trigo en tal cantidad —dijo Saturnino


    49. Volvió al sitio que ocupaba antes y se volvió hacia el estrado en que estaban sentados los magistrados curules, dirigiéndose a Cayo Memio


    50. Pero la solución no está en oponerse, Cayo Servilio, sino en aprobar una ley general aplicable a todos los ejércitos del censo por cabezas de una vez para siempre














































    Mostra più esempi

    cayo in English