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envidia
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envidié
1. sensación de sufrimiento, dolor, angustia, tormento, inseguridad, ansiedades, depresiones, aquí también están otros que causan dolor al portador de los mismos como la envidia, el egoísmo, el rencor, el remordimiento
2. ED/ usted ofrece un decálogo sobre la envidia, para que la gente pueda permanecer en la cárcel del consumismo y el esclavismo moderno, que usted denomina el comercio globalizado, donde la gente pudiera estar allí, según usted, con un espíritu que le permita aportar soluciones a esa realidad donde se encuentra preso
3. es sencillo, aceptar, reconocer, declarar, pedir perdón a DIOS, pedirle la sanación de la enfermedad de la envidia y la hipocresía, manifestar estar en proceso de sanación y declarar el milagro cuando elimine toda la enfermedad dentro de su espíritu, mediante un testimonio publico
4. ED/ se reafirma que la envidia controla la humanidad y es la causa de la destrucción de la sociedad, la desigualdad, las guerras y el hambre; y se reafirma que la columna vertebral que soporta todo, esta enquistada en la envidia entre las mujeres, la envidia entre ellas mismas para con ellas mismas
5. PERO DIOS apropia hoy mi sentir espiritual para decirles: que la envidia tiene la batalla perdida contra DIOS, y su derrota será asignada, solo cuando el espíritu del hombre, se separe o salga del cascarón, por fuera de la mente y cuerpo, donde ambos son estorbo para el espíritu que estaba en la tierra, siempre y cuando este, estuviere dominado por la envidia
6. el espíritu deberá cumplir los designios de DIOS, que son vida eterna y fue hecha para disfrutar plenamente el gozo de la creación divina, pero mientras, en el espíritu del hombre en la tierra, haya envidia, y esta controle su mente y cuerpo, y su espíritu terrenal, allí habrá ganado la batalla la enfermedad
7. (creación divina que nos espera, que el hombre destruye, altera y domina con la envidia, con todo su antojo, desproporcionando las sabias PROPORCIONES que DIOS dejo establecidas
8. ¿ COMO SUPERAR LA ENFERMEDAD ESPIRITUAL DE LA ENVIDIA Y COMO DETECTAR CUANDO DIOS DECRETA EL MILAGRO DE LA SANACION? (reflexion)
9. Es una paradoja, portar este síndrome de inmunodeficiencia envidia, por sus siglas (SIENVI) es algo excepcional, pero se hace común por el simple hecho que lo porta, mas del 90 % de la población mundial
10. RECONOCER la envidia como la mamá de los pollitos, la envidia es la gallina y los pollitos con sus alitas y paticas, son la misma envidia, y hacen parte de un solo cuerpo y una sola entidad llamada envidia
11. es reconocer que todas las anteriores son partes de la envidia, y que el hombre, muy astutamente las clasifica en ámbitos diferentes PERO TODO ES LA ENVIDIA, un solo ente entre la mamá y los pollitos
12. SUPLICAR A DIOS LA SANACION Y EL MILAGRO DE ANIQUILAMIENTO de la envidia en tu vida
13. Nota: algo muy importante: aniquilar la enfermedad con la ayuda de DIOS y NO pensar en los demás, so-pretexto diciendo PERO ellos todavía son envidiosos, preocúpate por ellos y por los demás, SOLO cuando DIOS te declare libre, sano y te decrete el milagro de la sanación y aniquilación de la envidia de tu vida; SOLO allí podrás influir para que otros hagan el tratamiento y la terapia
14. COMO DETECTAR QUE DIOS HIZO EL MILAGRO DE LA SANACION DE LA ENVIDIA:
15. a) avaricia, codicia, lascivia, odio, agresividad, envidia
16. absorbentes se les suele despertar la envidia, o sentimiento de animadversión hacia
17. En estos casos la vanidad les hará despertar la envidia y el deseo
18. envidia, que suele ser una manifestación de la vanidad
19. los celos y la envidia perturban el flujo de energía del cuerpo y afectan el corazón, el sistema inmune, la
20. Lo que tienen es envidia del traidor,si le hubiera, por el provecho que saque de su traición
21. echando a un lado la malapasión de la envidia, el ser rico significa, y tiene que
22. aquel pequeñocombate de la envidia contra los buenos
23. El odio reprimido y la voluntad homicida La avidez y la mentira existencial La envidia y la voluntad suicida Las pretensiones infinitas del Yo fetal
24. Cuando hablaré acerca del comportamiento de Ulises en relación a su propia envidia, cuando vuelve a encontrar a Eolo después de que sus compañeros hubieran abierto el odre de los vientos, aparecerá de manera evidente que Ulises oscila entre el reconocer y el negar su locura tratando de descargar la responsabilidad en el sueño, en sus compañeros o en los dioses
25. Que haya sufrido de envidia se revela ampliamente en lo que Ulises le dice a Euríalo, príncipe de los Feacios, que casi lo insulta en el momento de la competición:
26. Está poseído por las pasiones del Yo, particularmente por la avidez, por el orgullo y por la hybris, por la envidia y por la voluntad homicida y suicida que ella desencadena
27. Al comienzo de su recorrido demasiada hybris, es decir, demasiado orgullo, demasiada arrogancia, demasiadas pretensiones, demasiada avidez, demasiada envidia y demasiado odio anidan en el alma de Ulises, y ésta es su locura
28. e) de la envidia por todos los bienes que la madre posee y de los cuales se querría apoderar
29. EL ODRE DE LOS VIENTOS Y EL VENENO DE LA ENVIDIA
30. Por el contrario son un multiplicador y un amplificador del sufrimiento de quien es dominado por la envidia y nos rodea
31. Bestia feroz es la avidez, bestia feroz es la envidia
32. El seno malo es tal porque no quiere darle al niño todo lo que necesita, es así que el niño hace de él el primer objeto de su envidia, de su odio y de sus ataques destructivos
33. Cuando Ulises, que había recibido de parte de Éolo el don de un odre dentro del cual estaban encerrados los vientos contrarios a su navegación, se queda dormido al timón y sus compañeros, por envidia, abren el odre, sucede que inmediatamente los vientos encerrados en el odre escapan y su nave, que ya había avistado las colinas de Itaca, es arrojada lejos de allí e Itaca desaparece de su vista
34. Los Pretendientes están llenos de pretensiones, de avidez, de envidia y de hybris y es por eso que hay que destruírlos, pero con infinita paciencia y en el momento justo, con la ayuda de Atenea y de Zeus
35. envidia, los otros acaudillados por la codicia, todos azuzados por lamurmuración y aguijoneados
36. ruindad intrigante, la maledicenciaponzoñosa, y la envidia exangüe que todo lo codicia y que
37. que nadie oía, sentí envidia de los que sumergen su vida en la dulce sombra de un claustro
38. ambicion y deseo de mando,produciendo entre sus amigos el descontento y la envidia
39. que en apariencia disfrutan la paz, y en que florecen lasartes, estan roidos los hombres de mas envidia,
40. sus polainas con botones de nácar, causala desesperación y la envidia a toda la
41. laenergía de la actitud, daban envidia a los de Hércules
42. envidia siempre quete oigo afirmar esa unión, por la cual te
43. bienrecebido y tratado, que desde luego comenzó la envidia a hacer su oficio,teniéndomela los
44. descoger y desparcir unos cabellos, que pudieran los delsol tenerles envidia
45. que yo voy encantado en esta jaula, por envidia yfraude de malos encantadores; que la virtud
46. bronces duros y en eternos mármoles, por más que se canse la envidia enescurecerlos y la
47. los vicios, Sancho, traen un no séqué de deleite consigo, pero el de la envidia no trae sino
48. envidia, en la generosidad y buen pecho; a la ira, en elreposado continente y quietud del ánimo; a
49. qué tener envidia a los que lostienen de príncipes y señores, porque la sangre se hereda y la
50. que, sin envidia niencono, y sólo por amor al arte, gustaba algo de la murmuración, yseguía
1. " Ya, el deporte! Cuántas veces me puse a hacer uno y cuántas veces tuve que parar por mi físico masivo, cómo envidiaba a aquellos hombres que podían correr por horas y horas, y los que se pavoneaba en la playa por su físico delgado y atlético
2. Y la misma Marta me envidiaba, bien lo veía en los ojos tristes
3. Engeneral don Víctor envidiaba a todo el que
4. Bien se lo envidiaba Ronzal
5. Envidiaba á los
6. gana como unabestia; y como una bestia envidiaba a las que
7. Envidiaba a quienes habían tenido la suerte de conocer la tradición desde su más tierna infancia
8. «Uno de los ministros, especialmente, envidiaba la estimación de que gozaba el general y trataba por todos los medios de derribarle y arruinarle para siempre
9. —Que sólo avanza con gran precaución —añadió Amali, el cual conservaba una serenidad que el mismo francés envidiaba
10. Pobre Baby, suspiraba Bel Benedict, pero no lo compadecía, más bien lo envidiaba un poco; no pensaba morirse hasta muchos años más y mientras ella viviera él estaría seguro
11. —Antes envidiaba a la gente que era seropositiva
12. Y su mente volaba y envidiaba a los ánades de cuello verde que en vuelo raudo y en formación cerrada atravesaban el cielo del convento en direcciones opuestas, según los meses
13. Hood envidiaba a Rodgers por ese vínculo… incluso ahora, que le causaba tanta aflicción
14. Incluso antes de que encontrase molesta la locomoción, ya envidiaba el Big Bad Barón
15. Cuánto envidiaba a aquellas personas que corrían de un lado a otro de la sala o se paraban ante las estanterías examinando cosas que debían animarlos a gastar su dinero
16. La envidiada de todos, envidiaba a cualquier mujer pobre y descalza que pasase por la calle con un mamón en brazos liado en trapos
17. Por entonces yo envidiaba a aquellos de mis compañeros que renegaban de sus padres y, con ellos, de toda la generación de los asesinos, los mirones y los sordos, de los que toleraban y aceptaban a los criminales; de ese modo, si no se libraban de la vergüenza, por lo menos podían soportarla mejor
18. Pero K le volvió a animar cuando dijo que él sabía lo que Hans le envidiaba, se trataba de su espléndido bastón de nudos que se encontraba sobre la mesa y con el que Hans había jugado distraído durante la conversación
19. Esa mujer era una experta en las interacciones políticas y poseía una pericia y una sutileza que ella le envidiaba
20. Y me ha dicho que me envidiaba, porque él jamás se había enamorado, es decir, no de una mujer
21. » Cuánto las envidiaba
22. Dionisia envidiaba la vida libre y moderna de su amiga: los banquetes con jóvenes de las mejores familias, los sensuales juegos entre muchachos y muchachas en las termas mixtas de última moda, las historias de amantes, las infidelidades, los flirteos y los miles de chismes que circulaban en la alta sociedad romana; todo lo cual se lo contaba puntualmente Salonina cada vez que se veían
23. » Cuánto las envidiaba…
24. envidiaba a los doctores de los países europeos, donde se remitía a los pacientes al hospital con su historial clínico, y un equipo de médicos del hospital asumía toda la responsabilidad de los cuidados
25. —Por eso le dije que lo envidiaba, che —dijo el otro, confianzudo, jocoso—
26. La señora Flawse les envidiaba y comprendía su sueño
27. Algunos expertos creen que Hitler envidiaba la solidez de una religión que había conservado sus tradiciones intactas durante más de tres mil años
28. Recuerdo que aquel invierno llevaba a menudo un chaquetón negro con cuello y mangas de astracán, que yo le envidiaba bastante
29. Cuantos más ridículas le parecían las palabras y actos del príncipe, tanto más las envidiaba: no podía ir más lejos el desprecio propio
30. ¿Fueron cómplices, frente a mí, Dominique y mi primo, que, cuando se rozaban y se miraban, usaban ante mí un idioma que no era el mío, el mismo idioma que Dominique seguía usando cuando me rozaba y me miraba a mí porque mi primo se había ido? Algunas veces hablaban y discutían y se insultaban como si hubieran olvidado mi presencia, y yo envidiaba aquella tortura y aquel rencor: hablan a gritos mientras llueve abrumadoramente en la calle Larios de Málaga y hay luz en las ventanas de las casas cálidas y secas, corren, se persiguen, se gritan bajo el agua, nunca pasa un taxi, y yo soy el espectador
31. Envidiaba a los hombres que entraban en el lavabo con indiferencia, se bajaban la cremallera y sostenían conversaciones alegres con sus vecinos del urinario de al lado, mientras regaban la porcelana blanca con su orina amarilla
32. Veía la vida serena de sus contemporáneos y los envidiaba; pero en seguida le horrorizaban
33. Yo envidiaba su intimidad con los discípulos, y de nuevo experimenté el anhelo de ser uno de ellos
34. Leeman envidiaba a la tripulación de la otra sección: la de conducción, en Hamburgo
35. No envidiaba a Karim, que solía desplazarse en el elefante Zi sentado con el sha en la caja
36. Envidiaba a Bruno por haber muerto tan repentinamente, tan calladamente, tan violentamente, y tan joven
37. Yo envidiaba la seguridad que mostraba Molly ante un hombre como aquel, pero nunca se lo dije, pues habría replicado con desprecio: «Y yo envidio sus ciento cincuenta libras al año»
38. Le parecía que la vida era no más que una carga, y casi envidiaba a Jimmy Hodges, que hacía poco se había librado de ella
39. No les envidiaba el viaje
40. Lo único que les envidiaba era la recompensa
41. Unos minutos antes envidiaba yo a aquel muchacho al ver que sus manos, corriendo por la cinta, se encontraban a cada momento con las de Albertina
42. Envidiaba los esplendores de una bienhechora que los celebraba ella misma sin tregua ni medida
43. La marquesa anciana no se cansaba de alabar la espléndida vista del mar que teníamos en Balbec, y me envidiaba; ella, que desde la Raspeliére (que, por otra parte, no habitaba este año) no veía las aguas sino de muy lejos
44. Yo había creído que mis relaciones, mi fortuna, me dispensarían de sufrir, y acaso demasiado eficazmente, porque esto me parecía dispensarme de sentir, de amar, de imaginar; envidiaba a una pobre aldeanilla a quien la falta de relaciones, hasta de telégrafo, permite mantener largos meses un sueño después de una pena que no puede adormecer artificialmente
45. Cuando yo le hablaba a Francisca de una iglesia de Milán -ciudad a la que probablemente no iría ella nunca- o de la catedral de Reims -¡aunque fuera de la de Arras!-, que ella no podría ver porque estaban más o menos destruidas, envidiaba a los ricos que podían permitirse el espectáculo de semejantes tesoros, y exclamaba con un pesar nostálgico: «¡Ah, qué hermoso debe de ser eso!», ella que, llevando tantos años en París, no había sentido nunca la curiosidad de ir a ver Notre-Dame
46. Y por su parte, Eurípides observaba en Pericles una sinceridad de propósitos, algo casi implacable que a él le faltaba y que, acaso cuando se hallaba en ciertos estados de ánimo, envidiaba
47. Fiona la envidiaba por tener un marido que la quería y deseaba pasar a solas con ella el fin de semana en un hotel en el campo
48. La princesa descubrió que todo el mundo la envidiaba y que únicamente el príncipe, y sólo él, era quien la castigaba a diario
49. Todo el mundo lo envidiaba y se hacía lenguas de la belleza pálida de su mujer
50. En realidad no protestaba por la parte que le había tocado en suerte, y, desde luego, no envidiaba la que le había tocado a Rand; ése era un precio muy alto para participar en el juego
1. hombres y la envidiaban lasmujeres
2. admirábanla con el fervor instintivo que inspira la bellezay envidiaban a su diputado
3. Los hombres, en los cafés o en el casino envidiaban a Rafael, comentandocon ojos
4. curiosidad de la gente, la conmiseración burlona de losamigos que envidiaban su
5. ella,presintió que le envidiaban aquel novio probable, y esto no
6. por Zocodover o el Miradero entresu madre y aquel novio tan apuesto que le envidiaban las
7. Su novia se la envidiaban todos en el Alcázar: hasta losprofesores
8. Cuantos contemplaban la escena envidiaban la suerte del hombrecillo, elcual,
9. Formaba parte de los escasos elegidos, a quienes todos los demás envidiaban, que frecuentaban la intimidad del rabí y le seguían en su vida cotidiana
10. —¿Envidia? ¿Cree usted que la envidiaban?
11. Y muchos de los presentes recordarían aquella risa de César, no porque tuviesen una premonición, sino por dos cualidades que envidiaban en él: su juventud y su buen físico
12. Odiaban y envidiaban nuestra supuesta superioridad, y, sin embargo, confiaban implícitamente en nosotros para su protección
13. Algunas campesinas, que lo divisaron primero en los sembrados, lo confundieron con un amasijo de juegos de café enviado por los de su bando, y hecho de ese metal que tanto usaban las ricas del pueblo y ellas envidiaban, pero el amasijo de juegos de café siguió volando hacia la plaza
14. Lo envidiaban mucho
15. Los paracaidistas de las formaciones principales envidiaban a los exploradores que se habían adelantado con las balizas radar
16. –Chica, qué suerte -le envidiaban las chicas de la peluquería-
17. Todos en el pueblo les envidiaban porque eran la familia de más buen ver que pudiera imaginarse, y cuando asistían a misa en uno de los primeros bancos de la iglesia, uno de esos con la plaquita de cobre con el nombre de su linaje, todas las miradas eran para ellos
18. La recordaba conducida a Madrid en furgones herméticos, entre parejas de la guardia civil que admiraban sus piernas, odiaban sus canciones y envidiaban su fe
19. Los demás reporteros del periódico la envidiaban, pues lograba que la recibieran los personajes más reacios, y la acusaban de valerse de sus encantos
20. A veces lo odiaban con la aversión que las personas laboriosas tienen por las perezosas, y a veces envidiaban su holgazanería; pero a menudo se compadecían de él
21. Cuando hizo mención de las «veladas de Jerusalén», todas las amigas de la difunta consulesa rompieron en sollozos, con excepción de Madame Kethelsen, que no oía nada y miraba al frente con los mismos ojos impasibles que las palomas, y de las hermanas Gerhardt, las descendientes de Paul Gerhardt, que le escuchaban cogidas de la mano, de pie en un rincón; pues ellas estaban contentas por la muerte de su amiga y, si no la envidiaban, sólo se debía a que la envidia era por completo ajena a sus corazones
22. Las mujeres la envidiaban fraternalmente y los hombres la adoptaban al primer vistazo, poniéndose de su parte
23. Durante aquel trayecto, el camino que desde Balbec los llevaba, con sus manzanos a los lados no era para ellos sino la distancia –muy poco diferente, en aquella negrura de la noche, de la que separaba sus domicilios en París del café Inglés o de la Tour d‘Argent– que era menester salvar para llegar hasta el restaurante elegante; y allí, mientras los amigos del joven ricacho le envidiaban una querida tan bien vestida, ella, al agitar sus manteletas, desplegaba ante el grupo como un velo perfumado y leve, pero que bastaba para separarlos del mundo
24. Aquellos que le envidiaban le envidiaron hasta la exasperación
25. Pero al mismo tiempo los varones del barrio envidiaban a Nando, porque no había virgen que no desvirgara ni viuda que no consolara, ni mujer, en general, que dejara pasar de largo
26. Envidiaban a los camaradas que formarían la nueva guarnición de Elefantina
27. La mayoría de los jóvenes que rodeaban al faraón envidiaban sus modales a un tiempo sencillos y refinados, su habilidad en la batalla y su mordaz ingenio
28. Algunos lo envidiaban
29. Álvaro y todos le envidiaban tanto como admiraban su fortuna y hermosa estampa
30. Y resultó que envidiaban en secreto la hermosura y la fama de virtuosa de la Regenta no sólo Visitación Olías de Cuervo y Obdulia Fandiño y la baronesa de la Deuda Flotante, sino también la Gobernadora, y la de Páez y la señora de Carraspique y la de Rianzares o sea el Gran Constantino, y las criadas de la Marquesa y toda la aristocracia, y toda la clase media y hasta las mujeres del pueblo
1. feliz y tranquilo, nienvidioso ni envidiado
2. nombre famoso, y que ni envidioso ni envidiado, murió con lasatisfacción de un alma
3. tenían el privilegio envidiable y envidiado depenetrar en aquella estufa perfumada, bendecían los
4. envidiado a losconquistadores, que, con arreglo a las costumbres
5. envidiado a los seres privilegiados que, aménde tener una ardiente imaginación, como él la tenía,
6. del envidiado búho, con el llanto
7. —Os informaron bien, y si es de vuestro interés os diré que el tal Simó, que vive muy bien por cierto, tiene un puesto envidiado por muchos y no únicamente porque le aporta buenos dividendos sino porque, cosa más importante, le relaciona con los más altos señores
8. Conducida por el canónigo atravesó el primer patio para dirigirse a la sala rectoral, y entonces pude admirar toda la esbeltez de su talle que le hubiera envidiado una joven de quince años, toda la gracia, toda la soupplesse de sus movimientos, toda la opulencia de sus formas, perfeccionadas por el genio de la voluptuosidad
9. Kalidasa lo hubiera envidiado… y habría dado su aprobación
10. Había gran prisa, y el déspota y su Sancho Panza recorrieron el camino con una rapidez que habrían envidiado quizás algunos de nuestros trenes mixtos
11. Brizard era un producto de la educación, un hombre distinguido y pulquérrimo, de un excelente fondo moral, con tendencias al vivir cómodo y sin bambolla, ni envidioso ni envidiado
12. »Dios, cómo habrían envidiado su organización los bucaneros del Caribe, Delfos
13. Pero no me dejan… ¿De veras? Le envidio… No le hubiera envidiado hace unos años, pero ahora… también a mí me gustaría marcharme
14. – ¿Sabe usted? Siempre he envidiado a los profesores -comenzó el guardia
15. Aquel brillo en los ojos ebrios de un desplazado, de un redimido de sí mismo; aquella sonrisa y aquel decaimiento medio extraviado del que se deshace en el torbellino de la comunidad, lo había visto cien veces en la vida, en ejemplos nobles y plebeyos, en reclutas y en marineros borrachos, lo mismo que en grandes artistas en el entusiasmo de representaciones solemnes, y no menos en soldados jóvenes al ir a la guerra, y aun en época recentísima había admirado, amado, ridiculizado y envidiado este fulgor y esta sonrisa del que se encuentra felizmente fuera de lugar, en mi amigo Pablo, cuando él, dichoso en el estruendo de la música, estaba pendiente de su saxofón en la orquesta, o miraba arrobado y en éxtasis al director, al tambor o al hombre con el banjo
16. Pero por más que llamara en mi ayuda a la idea de que en aquel momento estaba representando al personaje envidiado en la novela, esta idea me convencía de que debía sentir placer al lado de Raquel, pero no lo sentía
17. Si durante las vacaciones había envidiado la vida de mi amigo, ahora me daba cuenta de que en realidad el bueno de Elijah tampoco gozaba de una existencia perfecta
18. Sus ropas estaban más blancas que la camisa de cualquier ejecutivo que Brunetti hubiera visto en su vida, y hasta la signorina Elettra habría envidiado la perfección de los pliegues de su sotana
19. Cuando llega el buen tiempo hago vela deportiva durante la semana y los fines de semana saco el yate para las amistades y disfruto del placer de ser impotentemente envidiado
1. "Decida el juez lo que decida, no lo envidiamos
2. “Envidiamos y admiramos a los negros porque queremos seguir su ejemplo y convertirnos en animales, animales con una gran polla y un diminuto cerebro de reptil junto a la polla
3. —Lo único que las Atagairas envidiamos a los varones es ese tubillo tan práctico que les cuelga entre las piernas —bromeaba Antea cuando sujetaba a Ariel
4. Todos le admiramos y le envidiamos porque sin duda avanzó mucho por el camino de la iluminación
1. Pero en su interior envidian a los que son
2. Se instala con Bolívar en la Quinta que hoy lleva su nombre; se pasea por las calles, cabalgando en traje de húsar, en compañía de sus esclavas, haciendo desplantes a las damas que la detestan o la envidian, o a los mismo soldados, uno de los cuales, a pesar de saber quién era ella, estuvo a punto de matarla cuando le arrebató el “santo y seña” que llevaba en la punta del cañón de su fusil, como era de usanza
3. Los inmortales se aburrentanto en su serenidad inacabable y de tal suerte envidian los conflictosy combates del mundo, que, a veces, no pudiendo resistir la tentación,descienden convertidos en nubecillas leves y flúidas a pelear entre loshombres, según cuenta Homero
4. ¡Si me maltratas, alegrarás con ello a los que me envidian!
5. ¡Por fin vino la alegría a ahuyentar la tristeza y la pena; y henos aquí reunidos, con gran confusión de los que nos envidian!
6. Hay quienes envidian a sus señores, quienes anhelan posiciones de poder, miembros del Landsraad, con fácil acceso a la melange
7. »Por eso envidian a los nuevos, a los que desembarcan, a quienes aún queda cierta energía
8. Envidian a todos aquéllos que tienen aún la posibilidad, negada para ellos, de joder
9. Autor: ¿vos lleváis bien con el puterío? Que, por mi fe, muchas vos envidian el trato y maneras
10. Estamos cercados, rodeados de miserables que quieren matarnos porque nos envidian, envidian todo lo que tenemos, nuestro dinero, nuestra cultura, nuestras mujeres, y nos lo quieren quitar
11. Ese fuego fue robado del cielo por manos humanas, y los dioses envidian eternamente por ello a los ladrones
1. Y el poeta, envidiando su alegría, seguía en su puesto, iluminado por laúltima crepitación de
2. con sol y conlluvia, envidiando a la gente que iba en coches y en carros, a hombres
3. Los ingleses, aun envidiando esa expansión
4. porvenir, y se refugian en losrecuerdos del pasado, envidiando á
5. infecunda envidiando a todas horas la suerte de lasmadres; la desesperación de la
6. –Ya decía yo que siempre hay tontos que están envidiando la mala situación cuando están en una mejor
7. Cora la observaba, envidiando su cuerpo alto y delgado
8. A los dos inquilinos de la habitación el asunto no les parecía tan vital como dos años antes; pero la lógica de los argumentos de Burne contra el sistema social barrió tan completamente sus prejuicios que más que discutir sólo preguntaron, envidiando la salud de aquel hombre tan capacitado para enfrentarse a tan viejas tradiciones
9. En plan de lamentarse del pasado, en los momentos de peor humor se lanzaba muy lejos por esta pendiente peligrosa: una vez, mientras azucaraba la taza de té servido por Angelica se dio cuenta de que estaba envidiando las posibilidades de esos Fabrizi Salina y Tancredi Falconeri de tres siglos antes, que se habrían hartado de acostarse con las Angelicas de su tiempo sin tener que pasar ante el párroco, sin preocuparse de las dotes de las villanas —que, por lo demás, no existían— y libres de las necesidades de obligar a sus respetables tíos a pasar apuros para decir o callar las cosas apropiadas
10. Era la tarde de Navidad, su primera Navidad en París, y se había pasado la Nochebuena deambulando solo por las calles, envidiando a las parejas que se precipitaban alegremente a los restaurantes
11. El resto de la jornada transcurrió en conversaciones y cálculos, mostrándome siempre conforme con el parecer del profesor, y envidiando la perfecta indiferencia de Hans, que, sin meterse a buscar las causas de los efectos, marchaba ciegamente por donde le llevaba el destino
12. Y mientras éstos, despreciando a la canalla y envidiando a los privilegiados, no dejaban de hablar de igualdad —lo que para ellos significaba equiparar su situación con la de nobleza—, los trabajadores del pueblo se morían de hambre en sus covachas
13. Se quedó pasmado ante la belleza; y le daba ánimos también, ya que, mientras los anglo-indios que habían regresado se sentaban por derecho propio (conocía a montones de ellos) en el Oriental Club, repasando biliosamente la ruina del mundo, ahí estaba él, más joven que nunca; envidiando a los jóvenes por el verano que estaban pasando y todo eso, y sospechando —era más que una sospecha, gracias a las palabras de una muchacha, a la risa de una criada —cosas intangibles a las que no se puede poner la mano encima—, que se había producido un cambio en esa pirámide donde todo se acumulaba, que en su juventud le había parecido inconmovible
1. Había llegado hasta a envidiar, casi, los sufrimientos de su hermana; yen sus ideas
2. espacio, y de cuando encuando empinaba la bota, con tanto gusto, que le pudiera envidiar el
3. No era de envidiar la situación del bedel á quien seencomendaba el peligroso encargo de
4. cierta cantidad de dinero den envidiar su armadacontra los Catalanes, pagándoles con esta misma moneda
5. se les ocurriese envidiar la delvecino!
6. orden al aseo y limpieza de la habitación, tampocopodía envidiar a nadie: todas las
7. A algunos los enviaron a «Casas de Acogida» o «Colonias Infantiles» en el campo, que no eran en realidad más que reformatorios que nada tenían que envidiar a un penal de asesinos, y en los que la «virginidad» duraba el tiempo justo de tener que levantarse del asiento
8. En el caso del fumar, donde las desventajas son tan grandes comparado con las ventajas (incluso estas no son más que ilusiones), ¿por qué los ex fumadores tienden a envidiar a los fumadores?
9. Sus calificaciones al gobierno venezolano no tenían nada que envidiar a las de la COPE al gobierno socialista español, o a las de la Fox al actual presidente Obama
10. En noviembre, mis viejos amigos del grupo SKA-P, a los que conocí durante mi infiltración en el movimiento antifascista, celebraban un multitudinario concierto en Caracas, que nada tenía que envidiar al organizado por Juanes en la frontera colombo-venezolana meses antes
11. Nuestras mujeres, [170] bien a la vista está, visten con tanto gusto y elegancia como las parisienses, y nuestros hombros no tienen nada que envidiar a los caballeros ingleses mejor vestidos
12. Como todos sabían, el tal Ginesillo era ahembrado —quiero decir con poca afición al acto venéreo—; pero en cuestión de hígados no tenía que envidiar a nadie, y resultaba tan peligroso como un alacrán doctorado en esgrima
13. –El doctor Nizer les ha dado una imagen excelente de un futuro maravilloso y, ya que yo soy un autor de ciencia-ficción, no puedo menos que envidiar la claridad y la elocuencia de su descripción
14. Alfonso quería una ciudad capaz de honrar su memoria y la de su padre adorado; una capital que pudiera competir en esplendor con la misma Toletum, cuya herencia reclamaba tanto en lo político como en lo espiritual; un centro de culto al Dios de los cristianos que nada tuviera que envidiar a la propia Aquisgrán
15. Te mueves con una gracia que la mayoría de las mujeres sólo pueden envidiar
16. Freud estaba equivocado: era imposible envidiar eso
17. Y a quien habría que envidiar es a los débiles, pues ellos se apoyan en los fuertes
18. ¿Qué podían envidiar de ella? ¿A ti te da envidia?
19. Lo había comprobado en el viaje desde el Circeo: estaban trazando una calzada hacia Campania que, pese a las dificultades que les planteaban las Ciénagas Pontinas, no tenía nada que envidiar al Camino Real entre Susa y Sardes
20. Entró toda en el campo de visión y descubrí que iba a pelo hasta los talones Un buen cuerpo… posiblemente un poco amplio en lo fundamental pero con largas piernas, un talle esbelto, y unas glándulas mamarias que no tenían nada que envidiar a las mías… y yo no tengo ningún motivo de queja
21. Como todos sabían, el tal Ginesillo era ahembrado -quiero decir con poca afición al acto venéreo-; pero en cuestión de hígados no tenía que envidiar a nadie, y resultaba tan peligroso como un alacrán doctorado en esgrima
22. También estaban poniendo en práctica antiquísimos rituales propios de la ocasión, que consisten sobre todo en averiguar lo que les han puesto para cenar sus esposas, y en envidiar a otros hombres cuyas esposas, evidentemente, los querían más
23. Pero el Victoria ya se encontraba lejos de las miradas atónitas de los árabes, que debieron de envidiar su rapidez
24. En el reparto debía, a menudo, renunciar a artistas capacitados como actores en beneficio de otros que tenían una voz mejor; o bien algunos cantantes de talento no podían ni querían aceptar tal o cual efecto escénico por razones de respiración o de entonación, y si se piensa también en la dificultad de dar una verosimilitud dramática a las escenas con coro, se puede comprender que un director de escena de ópera serio pudiera envidiar el feliz destino de Sísifo
25. ¡Y ella que había sufrido tanto creyendo que se había puesto en ridículo delante de sus amigas! Al contrario, para ellas había ascendido de categoría, se había convertido en alguien interesante, una persona a la que tener en cuenta (y envidiar), una chica guapa que sabía de qué iba la cosa
26. Y me consta que en España no tenemos nada que envidiar en este sentido
1. mi DIOS esta conmigo, apoyo el sentir de DIOS, EL DIOS, destinó el paraíso de la creación para ustedes, ustedes la convirtieron en su cárcel, alteraron la planificación del creador por ambiciones, envidias y mezquindades
2. patria,obligados á vivir entre las desconfianzas, las envidias, los rencoresantiguos y
3. esemapa y en todos los mapas, por envidias y malquerencia de
4. cruel examen de conciencia y sacó de allí las malaspasiones, las iras, las envidias, las
5. que el viaje les haya reformado, reanudando sus enredos,maledicencias y envidias,
6. , nunca produciránentre ellos más que envidias y escisiones, hambre y desesperación
7. envidias y sus odios
8. envidias que se convierten en culebras, sino el lugar enque habitaba un espíritu noble, puro y
9. Una solidaridad de sexo borraba de pronto las envidias y
10. envidias, y todas murmuraciones,
11. capote del másvivo escarlata, que iba a despertar muchas envidias en las capeas delos
12. Adicionalmente, su elevado grado de educación -superior al de aquellos que habían llegado con el Ejército comunista, procedentes en su mayor parte de familias campesinas y a menudo analfabetas- los había convertido en objeto de todas las envidias
13. Una trata de hacer el bien, pero pagan con envidias y rencores
14. Y lo hizo indudablemente por seguir las directrices marcadas por su confesor, pero también porque ella era consciente de que su relación con el monarca despertaba envidias y presentía que muchos grupos políticos podrían intentar a través de ella influir en la política de Felipe IV
15. Era una hija del pueblo perdida en ese rumor de conversaciones que no entendía, de lujos que no la atraían, de envidias, vanidades y dimes-y-diretes que no la tentaban
16. Mezclándolas se evitan las envidias y la rivalidad que siempre existe entre la tropa del ejército y la voluntaria
17. Al margen de las envidias jurisdiccionales, necesitaba estar seguro
18. !Ah! ¿Por qué, al separarse, no cambian unos besos con el cazador más afortunado, por ser desventurado; y con todos los demás, para que no haya envidias? Hay despedida; lo autoriza la costumbre, está permitido y hasta indicado aprovecharse de ello"
19. El barrio tiene los ojos puestos en mí, y las gentes que triunfan despiertan celos y envidias
20. La obsesión de Goering de crear un imperio, a cuyo amparo surgió una nueva división de la Luftwaffe, había despertado también grandes celos y envidias en la Wehrmacht
21. Pero no sólo en pelear pasaban el tiempo; en las treguas embellecían la ciudad, lo que provocaba nuevas envidias y nuevas peleas
22. Era evidente que las eternas envidias literarias afloraban con toda acritud, aunque se intentaba camuflarlas bajo la excusa de disidencias dogmáticas
23. Verdadero alboroto hubo en el comedor, sillas derribadas en el piso, vertimiento de salsas en el mantel, abrazos y besuqueos a la que regresaba, curiosidades en saludos y miradas, renovación de envidias, sinceros júbilos
24. Por eso había decidido que él fuera al mercado y se encargara de las finanzas de toda la familia a pesar de saber que con ello provocaría envidias, más que en los otros hermanos, en sus mujeres, que se sentirían en una situación de inferioridad
25. Julián, sin darse cuenta de lo que decía, habló de las intrigas y envidias que fueron su tormento en la primera etapa de su estancia en el seminario, y la tranquilidad relativa de que disfrutó desde que le elevaron al cargo de profesor suplente
26. También el cura Pirard sermoneó de lo lindo a Julián por sus triunfos obtenidos en el palacio de los Fervaques; mediaban vivas envidias de secta entre el austero jansenista y el salón regenerador y monárquico de la virtuosa mariscala
27. Entre ciudad y ciudad, aldea y aldea, familia y familia, credo y credo, había envidias íntimas que los turcos diligentemente atizaban
28. Y, pasado ese intervalo de tiempo, ¿cómo creer que a la tentación de difundir noticias tan golosas para la prensa hubieran sabido resistir absolutamente todos, hasta el punto de que ni un solo chisme se le hubiera escapado a nadie en un ambiente tan desgarrado por luchas y rivalidades, tan permeable a envidias y desquites como era el Vaticano?
29. Y nada lo parecía más que delatar a quienes no lo eran; o a quienes uno sospechaba, por viejos rencores, celos, envidias o querellas, que bien pudieran no serlo
30. Francisca quiso ver al señor de Norpois cuando éste llegó a casa; pero como a mamá no le gustaba que se anduviese mirando por detrás de las puertas o por las ventanas, y Francisca temía que los porteros o los otros criados contaran a la señora que había estado al acecho (porque Francisca veía por todas partes “envidias” y “chismes”, que en su imaginación cumplían ese funesto y permanente oficio que cumplen en la de otras personas los jesuítas y los judíos), se contentó con mirar desde la ventana de la cocina, para “no tener que andar discutiendo con la señora”; y en la sumaria visión que tuvo del embajador se le figuró ver un “parecido con el señor Legrand”, por la agelidad, decía ella, aunque en realidad no había entre ambas personas rasgo alguno de semejanza
31. Poco a poco, rompiendo su timidez, su confusión, incitados por su propio miedo, el clima exaltado y oscuras motivaciones -viejas querellas, soterrados resentimientos, envidias sordas, odios familiares-, los vecinos fueron animándose a pedir la palabra
32. Por esa época las mujeres empezaron a dejar de lado las envidias y los chismes y a tejer entre ellas un estrecho círculo de solidaridad, una logia femenina que ya nunca habría de romperse y que, años después, les permitiría sobrevivir durante los tiempos aciagos en que pasarían por el infierno
33. Sigue trabajando sin cometer el menor error y muy pronto se convierte en un maestro en su arte, lo que provoca numerosas envidias
34. Intrigas y envidias eran el pan nuestro de cada día en la vida de Palacio; había gobernadores que eran destituidos y otros, trasladados; jefes militares encarcelados y otros ascendidos de acuerdo con los caprichos de la sultana, cuyo humor cambiante era imprevisible
35. envidias y miserias
36. «Sí, Ana (Ana la había llamado, estaba ella segura), yo había soñado lo que parecía anunciarse desde nuestra primer entrevista, un espíritu compañero, un hermano menor, de sexo diferente para juntar facultades opuestas en armónica unión; yo había soñado que ya no era Vetusta para mí cárcel fría, ni semillero de envidias que se convierten en culebras, sino el lugar en que habitaba un espíritu noble, puro y delicado, que al buscarme para caminar en la vía santa de salvación, sin saberlo, me guiaba también por esa vía; yo esperaba que usted fuese lo que aquella historia que llorando me contaba, prometía
1. la cabeza,quisiera creer; envidio a los que creen
2. envidio a las ostras
3. Una satisfacción que envidio; un
4. -No se las envidio a los dueños de estas tierras
5. No dude que envidio la paz y el silencio de los claustros más que cualquier otra cosa en el mundo
6. —¡Cómo los envidio! —dijo el coronel Jones— a veces es todo un alivio tener algo trivial para preocuparse
7. Le envidio su facilidad para el sueño»
8. Le envidio a usted el trabajo de transmutar la visión en realidad y, aún más, le envidio el día en que al mirar sus estanterías verá en ellas una colección de veinte volúmenes, la serie completa y terminada para siempre
9. —La envidio, Miss Taggart
10. Envidio su olímpica indiferencia
11. Pero no me dejan… ¿De veras? Le envidio… No le hubiera envidiado hace unos años, pero ahora… también a mí me gustaría marcharme
12. Le envidio por haber conseguido, durante doce años, tener un mes de vacaciones cada verano
13. Había dejado de montar en bicicleta porque las llantas se habían desinflado y las cadenas, oxidado, pero hace unos meses, con ocasión de la visita de Martín, decidí llevarlas a la tienda de un hombre flaco y taciturno que practica yoga y parece la persona más feliz de esta isla en la que casi todos hacen alarde del dinero, a diferencia de él, que se mueve en bicicleta y se sienta en el parque a meditar y nos mira con una serenidad beatífica que le envidio y acaso proviene de su amor por las bicicletas y su desinterés en el dinero y el lujo
14. Tan asiduas eran sus visitas desde niño y tanto lo mimaban en ese lugar, que, por orden del administrador, un cojo alemán de quien se decían cosas horribles -por ejemplo, que tenía un uniforme nazi bajo llave en su oficina-, le preparaban, dos o tres veces por semana, una importante cantidad de biscotelas con sus iniciales TG marcadas en un extremo, las que, por supuesto, no eran vendidas al público y sólo podían ser consumidas por usted: ¡qué elegante se veía usted cuando le servían aquellas biscotelas con sus iniciales, doctor! Lo envidio, oiga usted
15. —Les envidio el sueño tan pesado
16. –Sabes, Ratón, lo envidio al Capitán
17. "Te envidio esa elección,”dijo Roiben
18. Sí; envidio ya el cuerpo del Señor en el momento en que lo tocan sus labios
19. Envidio su habilidad de esperar pacientemente
20. No los envidio
21. Hoy envidio a los que siguen remando con su barca entre Chelles y Lagny, y a todos los que dejé atrás por el camino porque no iban lo bastante deprisa
22. –Entonces, envidio a quienes viven allí -dijo Elric
23. –Te envidio por tener esos amigos, Elric
24. – Te envidio, ¿sabes?, a pesar de la incertidumbre
25. —¡Setenta! ¿No es hora ya de que se retire? No la envidio, con esa buena compañía
26. –No envidio su cometido en el castillo de Allbrecht
27. ¡Los altos dignatarios se pelearán por conocerle! Le envidio
28. Me resiento de esas cosas, sir George, pero no envidio a las personas que viven en ese hormiguero
29. Casi les envidio
30. Hoy no me atormenta su rivalidad, ni envidio sus triunfos ni experimento el menor deseo de suplantarle
31. Yo envidiaba la seguridad que mostraba Molly ante un hombre como aquel, pero nunca se lo dije, pues habría replicado con desprecio: «Y yo envidio sus ciento cincuenta libras al año»
32. Casi le envidio, Mr
33. –No envidio sus vidas, no señor
34. –Dale un beso de mi parte y dile que la envidio porque tiene el hombre más estupendo del mundo
35. A veces envidio eso
36. No les envidio
37. En cualquier caso, envidio a todos aquellos que nunca abandonaron sus ideales o, más bien, la conciencia de cómo es el mundo y por qué
38. Francisco Varallo: le envidio el record que él tiene, máximo goleador de la historia de Boca
1. Pues las envidiábamos
1. Había una catarata en los cristales de las ventanas y el viento sacudía como plumeros los árboles de la calle, la noche no invitaba a salir y por un momento envidié el catarro del tío Frederick, que le permitía quedarse en cama con un buen libro y una taza de chocolate caliente, sin embargo la entrada de Iván Radovic me hizo olvidar el temporal