1.
resigna es el que tira la toalla, el que renuncia a comprender, el que anula su
2.
en renuncia del egoísmo, sus chakras estarán cerrados y por muy potente que sea el
3.
Luego presentó una carta de renuncia, corrí a la calle, llegar al pequeño muelle, me quito el barco e ir a por el mar de olor dulce
4.
Ante la gravedad de la situación motivada por esta conducta, Nariño presenta renuncia de su cargo, la cual le fue contestada por el Colegio Electoral, proclamándolo dictador
5.
La situación planteada trajo como inevitable consecuencia la renuncia del Presidente Fernández Madrid, al no sentirse la persona requerida para el mando
6.
Cinco días más tarde presentó personalmente ante el Congreso la renuncia de su cargo
7.
Es por eso que la renuncia a todas las posesiones ha sido una práctica espiritual antigua tanto en Oriente
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renuncia, muerte, ausencia óenfermedad: contestaron de
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Renuncia a verla y a hablar con ella, mientras esté fuera de
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El que ardía en amores y en deseos, renuncia a los placeres
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cierto, decía,que la renuncia a la existencia acarreara una
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humildementesu situación y suplicándole que, alzandolos juramentos, admitiese la renuncia de
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tercer día se dirige a la Sala, y estaba dictando alescribiente su renuncia, cuando el
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No se renuncia porqueen un pueblo haya millares de hombres
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su renuncia delpontificado, en obsequio de la paz de la Iglesia
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la libertad conla renuncia total de sus pretensiones
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—¡Y bien, Bevallan!—dijo uno de los jóvenes—¿no renuncia
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es la mujer que renuncia a lasconsideraciones que da la ternura,
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Empezaba á pensar con pena en la renuncia detantas ocasiones
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encontraba a sugusto, subió al 46, convencido de que la renuncia
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Y en el acto hizo formal renuncia de la guardianía, para que
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Renuncia también a la agitación de lapolítica y no conspires, no seas
23.
No se renuncia sintrabajo a un bien seguro, a un bien tan delicioso, a todo lo que meprometían tu
24.
No se trataba sólo de tener fuerza en las piernas y ser listo, sino que también era cuestión de necesidad, de haber alcanzado el punto en que se renuncia a la vida, en que se la deja atrás, en que ya no se la necesita
25.
Lo propio ocurre con el pensador a quien la observación del mundo conduce al agnosticismo y que renuncia a agitar cuestiones que por anticipado le parecen insolubles
26.
En la Unión Soviética están el capitalismo, Dios, y la renuncia a la soberanía nacional; en los Estados Unidos, el socialismo, el ateísmo y la renuncia a la soberanía nacional
27.
Me refiero al almirante Bruix y a Talleyrand, que, en medio de un significativo silencio y en nombre de Napoleón, entregaron al director su acta de renuncia para que la firmara
28.
Lo acusaron de socialdemócrata, le pidieron la renuncia al Chile Antifascista y lo mandaron a trabajar en ambiente tóxico y lejos de la ciudad capital
29.
Tu mujer no ha comprendido que esa determinación es, para mí, mucho más grave de lo que parece, puesto que implica una renuncia a todo lo de allá
30.
El que se esfuerza por comprender demasiado, el que sufre las zozobras de una conversión, el que puede abrigar una idea de renuncia al abrazar las costumbres de quienes forjan sus destinos sobre este légamo primero, en lucha trabada con las montañas y los árboles, es hombre vulnerable por cuanto ciertas potencias del mundo que ha dejado a sus espaldas siguen actuando sobre él
31.
Pero acto seguido el periódico le regateaba a Suárez ese honor de consolación y lo acusaba de haberse rendido con su renuncia al chantaje de la derecha
32.
Pese a ello, es probable que durante esa época de desastres -mientras se acercaba el momento de su renuncia a la presidencia y el momento del golpe militar y se imaginaba a sí mismo en el centro del ring, ciego y tambaleándose y resollando entre el aullido del público y el calor de los focos, políticamente hundido y personalmente roto-Suárez se imbuyera más que nunca de su papel aristocrático de hombre de estado progresista, cada vez más convencido de ser el último baluarte de la democracia cuando todas las defensas de la democracia se derrumbaban, cada vez más seguro de que las innumerables maniobras políticas emprendidas contra él entreabrían las puertas de la democracia a los enemigos de la democracia, cada vez más profundamente investido de la dignidad de su cargo de presidente de la democracia y de su responsabilidad como hacedor de la democracia, cada vez más incorporado el personaje a su persona, como un Suárez inventado pero más real que el Suárez real porque se sobreponía al real trascendiéndolo, como un actor a punto de interpretar la escena que lo justificará ante la historia escondido tras una máscara que antes que ocultarlo revela su auténtico rostro, como un Emmanuele Bardone ya convertido sin retorno en el general De la Rovere que en la tarde del 23 de febrero, en el momento de la verdad, mientras las balas zumbaban a su alrededor en el hemiciclo del Congreso y los diputados buscaban refugio bajo sus escaños, hubiera permanecido en el suyo en medio de aquel estruendo de batalla para aplacar el temor de sus compañeros y ayudarles a encarar el infortunio con estas palabras: «Amigos, os habla vuestro presidente
33.
El espejismo, en cualquier caso, apenas duró un par de años: al tercero ya había empezado a invadir el Congreso y la opinión pública la certeza de que lo que Suárez llamaba una política de estado era en realidad una política ambigua, tramposa y populista, que buscaba en Madrid los votos de la izquierda y en Ávila los de la derecha, y que le permitía pactar con la izquierda en el Congreso y con la derecha en los ayuntamientos; al cuarto, tras cosechar resultados decepcionantes en las elecciones generales y europeas, surgieron los problemas en el partido, las divisiones internas y los expedientes a los militantes díscolos, y la derecha y la izquierda vieron la ocasión esperada de ultimar a un adversario común y se arrojaron a la vez sobre él en busca de sus votantes de izquierda y de derecha; al quinto año sobrevino el derrumbe: en las elecciones autonómicas del 26 de mayo del 91 el CDS perdió más de la mitad de sus votos y quedó fuera de casi todos los parlamentos regionales, y aquella misma noche Suárez anunció su dimisión como presidente del partido y su renuncia a su escaño en el Congreso
34.
Jamás un limosnero de Kirkay renuncia a su condición, por mucho que prospere
35.
Lo cierto es que siete días después de la toma de posesión de Reagan, Adolfo Suárez dimite sin dar una explicación clara de las razones de su renuncia
36.
Vuelve muy alterada y renuncia a sus iniciales propósitos de investigación, proponiendo a los vocales de la comisión, entre ellos los doctores Martínez y Clavera, «hacer todos las maletas y marcharnos»
37.
- ¡Sí; cuando hayáis firmado la renuncia de los bienes que mi padre, el duque de Wan Guld, poseía en las colonias españolas de América meridional y central! ¡Un millón de piastras que estará mejor en mi poder que en el vuestro! Además, vos tenéis tierras y castillos suficientes en el Piamonte
38.
El ministro responsable presentó su renuncia y fue remplazado por un conocido mío
39.
Pidió a Beltrán de la Cueva la renuncia al maestrazgo de Santiago y nombró heredero a su hermanastro el infante don Alfonso con la condición de que se casara con la princesa doña Juana
40.
Retiré mi renuncia por pedi do expreso del presidente
41.
– Porque antes del mediodía usted tendrá tres cartas de renuncia sobre su escritorio -replicó Cotten-
42.
De lo contrario, estaría presentando mi renuncia
43.
Y atribuya su renuncia a un estado de profundo agotamiento mental
44.
O renuncia ya mismo… o a cambio de la amnistía prometida les exigiré al señor Fenwick y sus secuaces que le digan al procurador general todo lo que saben acerca de su participación en esta operación fraudulenta
45.
Se borran los recuerdos y cada movimiento implica la involuntaria renuncia al anterior
46.
Tal vez la renuncia había sido una reacción exagerada
47.
Le daban a elegir entre una renuncia voluntaria, con la consecuente repercusión económica que ello tendría, o el despido con una suculenta indemnización
48.
Únicamente los grandes santos de Dios le igualaban en aquella espiritualidad, en aquella confrontación con el misterio, en aquella existencia de renuncia y meditación
49.
Todo el mundo pensaría, «ese loco no quiere dejarlo en paz, ¿por qué no renuncia y nos deja dormir en paz?» Digamos que lo pongo en marcha, le doy toda la potencia y asciendo hacia el cielo
50.
Milans del Bosch renuncia a su evacuación tras ser herido y el Batallón español continúa su avance hasta detenerse en el río Ossianka al O del objetivo
51.
Vamos, que me pondrá usted en el caso hacer renuncia
52.
Y añadió: "¡Qué locura la tuya!, ¡oh hijo mío! iAdmito lo de las fuentes de oro y las pedrerías exigidas, porque imagino que serás lo bastante sensato para ir al subterráneo a despojar a los árboles de sus frutas encantadas! Pero, ¿quieres decirme cómo vas a arreglarte para disponer de las cuarenta esclavas jóvenes y de los cuarenta jóvenes negros? ¡Ah! ¡hijo mío, la culpa de esta pretensión tan exorbitante la tiene también ese maldito visir, porque le vi inclinado al oído del rey, cuando yo entraba, y hablarle en secreto! ¡Créeme, Aladino, renuncia a ese proyecto que te llevará a la perdición sin remedio!" Pero Aladino se limitó a sonreír, y contestó a su madre: "¡Por Alah, ¡oh madre! que al verte entrar con esa cara tan triste creí que ibas a darme una mala noticia! ¡Pero ya veo que te preocupas siempre por cosas que verdaderamente no valen la pena! ¡Porque has de saber que todo lo que acaba de pedirme el rey como precio de su hija no es nada en comparación con lo que realmente podría darle! Refresca, pues, tus ojos y tranquiliza tu espíritu
53.
Renuncia también a la agitación de la política y no conspires, no seas instrumento de ambiciones de príncipes
54.
No se renuncia sin trabajo a un bien seguro, a un bien tan delicioso, a todo lo que me prometían tu juventud, tu cariño leal, tus méritos inmensos, tu belleza, hija
55.
Debió de argumentar [76] como ministro, como general y como caballero, y las varias razones salidas de sus labios no debieron de tener otro fin que la demostración del daño grande que al país ocasionaría la renuncia
56.
Claro como el agua se ve que el Duque agotó todo su caudal lógico para quitarle de la cabeza a la bella Cristina la ventolera de abandonar su cargo, y que la Reina se obstinó en la renuncia, como quien ha tomado un acuerdo irrevocable, con su cuenta y razón
57.
Pero ¡ay!, el Gobierno no fue más afortunado que su Presidente: los pobres ministros, que se creían en situación muy desairada ante una Reina que, mientras tomaba juramento, tenía guardado el escrito de su renuncia en la gaveta de la mesa donde estaban el Crucifijo y los Evangelios, hablaron sin tasa para disuadirla
58.
Ya en el trance de dar forma legal a la renuncia, el Gobierno se aplicó a endilgar del mejor modo posible la página histórica, para que los venideros tiempos no tuvieran nada que decir en punto a formalidades, y allí hubo de lucir todo su talento el que luego adquirió fama imperecedera, D
59.
Resultaba dificilísimo fundamentar la renuncia de la Gobernadora, que en 16 de Septiembre había dicho en un decreto famoso que satisfaría las necesidades de los pueblos
60.
Así desbarataban caballerescamente todo el plan de embarque, dando por nulo y sin ningún valor el acto de la llamada renuncia
61.
Me basta con decirle que Margaret está en casa, que ha venido a pasar las vacaciones, o que Margaret está un poco necesitada de mano dura, que habrá de pasar en casa el resto del curso; si le digo que no sé qué hay que hacer para que siga estudiando sus lecciones, que no puedo permitirme el lujo de pagar a una institutriz (mala gente, las institutrices), me basta con decírselo, que allá se levanta Mannion, deja en paz sus libros, el calor de su chimenea, renuncia a sus veladas en paz y tranquilidad, lo cual ya empieza a ser mucho, dése cuenta, en un hombre de sus años, y se convierte en el perfecto preceptor a mis órdenes, no sólo gratis, sino también de primerísima clase
62.
La Nación no reconoce, vosotros (a los nobles vascongados y navarros se dirigía) no podéis reconocer como válida y legítima la renuncia del Gobierno de la Monarquía hecha por Su Majestad en Valencia, porque fue, y así lo ha declarado Su Majestad, un acto insolente de fuerza
63.
Nada, nada, que era Subdirector de Aduanas, y ya estaba el hombre medio loco de pensar si aceptaría o no el cargo, pues si de un lado le estimulaban a la renuncia su fidelidad y adhesión a Espartero, de otro pedíanle lo contrario sus ganas de ser útil al país, y de manifestar públicamente en el terreno administrativo su honradez y laboriosidad
64.
En su cómoda residencia de la Comandancia de Ingenieros, el titulado rey Carlos VI hizo formal declaración de renuncia de sus pretendidos e ilusorios derechos a la Corona
65.
¿Quién pudo pensar que a la trágica epopeya del Carlismo se le pusiera una escena final de comedia pedestre? Al bajar el telón sobre tal escena, ¿no se oirá la silba en el Polo Norte y en el Polo Sur? ¡Y para esto vinieron al mundo Cabrera y Zumalacárregui, y anduvo en loca peregrinación don Carlos Isidro, llevando a rastras la Generalísima su Patrona! Dijeron el Rey y su hermano en su declaración [289] que hacían la renuncia por libre y espontánea voluntad
66.
Mi cerebro andaba embotado, pero antes de firmar mi renuncia, la claridad se hizo y he ideado otro posible canje
67.
Tizón saca del bolsillo el silbato y se lo lleva a los labios; pero tras un titubeo renuncia a usarlo de momento
68.
Tras la renuncia de Plantard como Navegante en 1984, el Priorato de Sión volvió a sumirse en la clandestinidad, a pesar de los persistentes rumores de que continuaba adelante bajo una multitud de disfraces
69.
Cuando eso fracasa, renuncia a toda precaución y se lanza directamente contra el First Attempt
70.
Los primeros desean beneficiar al hombre con la renuncia de éste a la tierra; los segundos desean que el hombre herede la tierra, renunciando a todo beneficio
71.
¿Qué es un héroe sino una persona que renuncia a todo por el bien de los demás?
72.
Mi renuncia es y seguirá siendo irrevocable
73.
Mientras tanto Newton recobró su serenidad y retiró su renuncia
74.
o el escándalo y mi renuncia de la empresa
75.
desmesura, en la renuncia el éxtasis
76.
La mañana de la fiesta en el Pohteama, en la cual se anunciaría oficialmente la fórmula Roca-Madero, un panfleto exigía la renuncia del general a su cargo de ministro de Guerra y Marina
77.
Furioso, Sarmiento exigió la renuncia del general Roca que la presentó sin mayores discusiones
78.
Tanto el gobierno provincial como el nacional aceptaron el arbitraje que derivó en la renuncia de Tejedor, la asunción del vicegobernador José María Moreno y la permanencia de la Legislatura provincial
79.
En un principio, el presidente Avellaneda, firme en su postura conciliadora, se negó a endurecer los términos de la rendición, pero finalmente se avino a las órdenes del presidente electo y determinó la disolución de la Legislatura Provincial, la renuncia del gobernador Moreno y la designación de un interventor federal
80.
Si la mujer judía decía ante el Tribunal «soy impura», se le obligaba a firmar la renuncia a su dote, procediéndose entonces a la consumación del libelo de divorcio
81.
Esta confesión de Judas fue hábilmente aprovechada por los saduceos, que envolvieron su corazón, asegurándole que su renuncia sería muy bien acogida por los dignatarios sacerdotales
82.
Afirmó que Judas había descubierto su error y que deseaba hacer pública renuncia de su asociación con Jesús
83.
Ustedes contratan nuestros servicios para lograr la renuncia del Papa
84.
Ellos se ahorrarían la mitad del pago y, al mismo tiempo, se desembarazarían de la organización que había propiciado la renuncia y que, incluso, les estaba brindando el acceso al Papado
85.
Ante nuestra sorpresa, la historia del papado sólo conoce un único caso de renuncia
86.
Obviamente, esta clase de renuncia -la única legal- no cuadraba en nuestros planes
87.
Un total de once agentes -alemanes e italianos-, los mejores en su especialidad, se responsabilizaron de las tres operaciones, casi consecutivas, que debían propiciar el gran objetivo: la renuncia del Papa
88.
Nuestro objetivo -como ya relaté oportunamente- consistía en materializar la renuncia del Papa
89.
Y a pesar de la inicial oposición del secretario de Estado, un escogido grupo de prelados -con el camarlengo y el prefecto de la Casa Pontificia a la cabeza- empezó a contemplar un doloroso pero cauterizante remedio: la renuncia del Vicario
90.
El acta de la renuncia le sería presentada esa misma semana
91.
–Sospecho que en situaciones críticas, la gente recurre al sentido común y renuncia a las supersticiones, hasta sentirse a salvo
92.
Analizó el programa electoral de Gomes, que defendía un salario mínimo, el sufragio femenino y la renuncia al poder por parte de los barones cafeteros de Sao Paulo y de los coroneles
93.
Su existencia significaba la renuncia de muchas otras personas a llevar una vida normal, a conservar un pasado que les pertenecía
94.
La ubicación geográfica aislada del Japón del período Tokugawa, el desdeñable comercio exterior y la renuncia a la expansión en el extranjero evidenciaban que tenía que depender de sus propios recursos y que no satisfaría sus necesidades saqueando los recursos de otro país
95.
Los costes de la menopausia son los hijos potenciales a los que renuncia una mujer que la tiene
96.
Se es casto en la renuncia, no en la condescendencia
97.
La renuncia no proviene de una derrota anticipada sino del advenimiento de una edad, como la de los Príncipes del Cuento de los Reinos lejanos, que es también la que tienen los protagonistas de esta historia, en la que se perciben ambiguamente los sentimientos más contradictorios, las emociones y sensaciones más inexpresables, de modo que la incomprensión resta razones a la vida y encamina la muerte, pues de una edad crucial se trata
98.
No sé si también era así en la mayoría de los negocios (en Assicurazioni Generali, por ejemplo, el trato era, en mis tiempos, realmente semejante; expliqué al director, no ajustándome por entero a la verdad, pero tampoco era por entero mentira, que mi renuncia se debía a que no puedo soportar los insultos, aunque por otra parte, no estaban ni siquiera dirigidos a mí; ya en mi casa me había vuelto dolorosamente sensible a ellos) pero los otros negocios no me preocupaban durante mi niñez
99.
Precisamente K acababa de pensar en recoger la jofaina para él y para Frieda, pero en principio renunció a ello para no irritar demasiado a la maestra, aunque esa renuncia no ayudó en nada, pues poco después se produjo una gran disputa, puesto que, desgraciadamente, se habían olvidado de quitar los restos de la cena de la mesa del maestro, así que la maestra lo apartó todo con una regla y lo tiró al suelo; a la maestra no le preocupó en absoluto que se derramase el aceite de las sardinas y los restos del café, el bedel ya pondría orden en todo
100.
La renuncia al trabajo había cortado su implicación con el drama real e infinito de las cintas grabadas, como quien apaga la televisión en medio de un serial