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acompañado con buenos vinos tintos de la Ribera del Duero
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Que con blando murmullo en la ribera
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Fernando Enríquez de Ribera, el cual,asímismo que los títulos
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Vienen tambien á desaguar enél, por la ribera izquierda, el riachuelo de Motosolo,
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Habitaba esta nacion sobre la ribera occidental del Mamoré, quinceleguas mas arriba de la confluencia de
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mandioca y de otras varias frutas, como el cacao, quetambien se cria silvestre en los boscages de la ribera,
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conduce á nado hasta la ribera opuesta
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situado sobre la ribera
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Sobre la ribera izquierda se presenta luego la embocadura deun rio al que los
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indios lo saben, y lo ignoraba el enemigo, estaban seguros en la ribera opuesta
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algunas, que estaba atado en la orilla a un troncode un árbol que en la ribera estaba
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llega á la ribera opuesta que cuandosólo descansa en un islote del arroyo
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Con frecuencia, el tronco del árbol separado de la orilla, se quedainclinado por encima de la corriente y su ramaje no está en contacto conlas hierbas de la opuesta ribera
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constantemente por eltrabajo del labrador, se esterilizaría bien pronto si las rocas de lamontaña, trituradas y tamizadas por la corriente, no se extendieran encapas renovadoras y fecundas sobre los campos de la ribera
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para mí la ribera encantada dondepude encontrar la felicidad, el porvenir, acaso la
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el terreno y los trajes deAragon y Cataluña, ateniéndose á lo que hubiesevisto en la ribera del rio,
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zapatero en elportal, y que hace esquina a la Ribera de
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En aquel pedazo de ribera,
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vez máslento y difícil, por las escabrosidades de la ribera, la enmarañadavegetación
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Al piedel buque y sobre la ribera,
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la ribera izquierda,las islas verdes y elegantes, la ciudad entera,
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la ribera se levantabala Torre alta y misteriosa y la entrada de los
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Ribera alta, flotando en los lagos deesmeralda de sus huertos, las lejanas montañas de
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Dos días después, subía por la cuesta de la Ribera un carro fúnebreconduciendo un ataúd enorme, y
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El lago, hacia la ribera
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De allí baxaron á la ribera del rio Cephiso, quebaxa del monte Parnaso, y corre hácia el Oriente, desando á la parte delNorte los pueblos llamados de los
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de ascensión se ha estado operandoen la ribera occidental del Río de la Plata? La
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en su caballo, y entre el ruido de las olasque se estrellan contra la ribera, hace resonar
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vuestra eternidad, que es una permanenciaindivisible; es querer que la ribera huya porque
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En la parte baja de la Ribera pululaban los golfos ofreciendo «lasbuenas botellas
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de la Ribera de Curtidores miran a los de aquí como puedanmirarles a ellos los
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La tienda de la Ribera de Curtidores era ahorade sus hijos; se la había
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el río en bote, másarriba de la cascada, y una vez en la ribera
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melancólico tras de las rocas que bordean laopuesta ribera
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José fue uno de los primeros que llegaron a la ribera
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Las calles de la ciudad que desembocaban en la ancha ribera
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Avanzamos por el caminosobre la ribera entre los
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ribera deSanta Lucía en que estaba alojada
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gentes por el paseo de la ribera
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los ricosedificios de la ribera de Chiaia
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Kaledinepor las calles de Chiaia hacia la ribera
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Descendieron á la ribera, y en el pequeño puerto de la isla del
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Losvidrios de la ribera de Santa Lucía
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lospequeños cafés del Riachuelo y la ribera, que venden
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"Volví a la ribera con el caballo, volví asimismoa subir en él, y, por los mismos pasos que primero, leincité a saltar segunda vez; pero no fué posible,porque, puesto en la punta de la levantada peña, hizo tantafuerza por no arrojarse, que puso las ancas en el suelo yrompió las riendas, quedándose clavado en la tierra
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bajo un sauce en la ribera, según la estación, y dormir apierna
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sentó, y toda la multitud estaba en la ribera
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28 Y como él hubo llegado en la otra ribera al país de los Guerguesenos, levinieron al encuentro dos
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y toda la gente estaba á la ribera
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ribera delgran río Paranná, son el pueblo de San Ignacio, que
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laAsunción acompañados hasta la ribera por el gobernador de
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transportando la carga ála ribera; y otras, dando en los escollos,
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cincuenta,extendidos en buen orden sobre la ribera
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En la ribera del mar lo topamos que iba con la cabezadescubierta a la lluvia
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todapriesa; y así lo hicieron hasta ser llegados á la ribera de un
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El retrato de doña Inés Muñoz de Ribera se encuentra aún en
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Ya en 1565 y en la huerta de don Antonio de Ribera, se
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Por el agrio talud de la ribera
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Querida hermana: me alegraré que a la llegada de ésta te encuentres bien, yo trabajo en un grupo de ayuda a los familiares de los caídos por la patria en el otro lado de la ribera
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Con su carga de toros bramantes, gallinas enjauladas, cochinos sueltos en cubierta, que corrían bajo la hamaca del capuchino, enredándose en su rosario de semillas; con el canto de las cocineras negras, la risa del griego de los diamantes, la prostituta de camisón de luto que se bañaba en la proa, el alboroto de los punteadores que hacían bailar a los marineros, este barco nuestro me hacía pensar en la Nave de los Locos del Bosco: nave de locos que se desprendía, ahora, de una ribera que no podía situar en parte alguna, pues aunque las raíces de lo visto se hincaran en estilos, razones, mitos, que me eran fácilmente identificables, el resultado de todo ello, el árbol crecido en este suelo, me resultaba desconcertante y nuevo como los árboles enormes que comenzaban a cerrar las orillas, y que, reunidos por grupos en las entradas de los caños, se pintaban sobre el poniente -con redondez de lomo en las frondas y algo de hocico perruno en las copas- como concilios de gigantescos cinocéfalos
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Julián Santiso va un par de veces al mes, quizá cinco cada dos meses, al piso que tiene en Santiago, en la calle de Romero Donallo, y que huele a humedad y a marijuana, los dos olores están ya pegados a la paredes y dibujando muy extrañas figuraciones, una nariz, una mujer, una puesta de sol, un ahorcado, allí se reúne con sus compañeros/as de salvación y hablan palabras y palabras, Julián Santiso traza en un papel los mensajes y las órdenes que le dicta el Sumo Arquitecto, su mano es llevada por el mismo Sumo Hacedor y no por ningún siervo mortal, y va dejando su huella sobre el papel, Julián Santiso escribe con los ojos cerrados porque el Altísimo le guía con su sabia y serena benevolencia, Dios dispone de las vidas y las muertes y no titubea jamás, las benditas ánimas del purgatorio ofician de despertador al durmiente que tiene que ir a la oficina, pero no ayudan a ahuyentar los sueños pecaminosos, para ello debe pedírsele ayuda a san Cipriano poniéndose de rodillas entre una vela blanca y un ramo de olivo, después se tomará un baño con veintiún claveles también blancos, agua de colonia, azúcar y amoniaco, todos los aliados son buenos para luchar contra el comunismo y las ideas disolventes, amén, a fines del mes de julio de 1969, mientras don Juan Carlos presta juramento ante las Cortes y los astronautas del Apolo regresan a la Tierra, a los rusos se los llama cosmonautas, Julián Santiso reúne una noche en Santiago a sus más leales seguidores, Salustiano Balado Abeijón, también maestro ínfimo de la Escuela de Albores, caminemos hacia la paz blanca y espiritual, Ana María Monelos, la viuda del joyero que se tiró por la ventana, en una bolsa de seda verde mete un trozo de pergamino con tu nombre escrito en letra redondilla, tres clavos de carpintero de ribera usados, una siempreviva, trece cabellos de tu propia cabeza y una estampa de santa Elena, pídele que aleje de ti la histeria, la neurastenia y el mal de amores, el favor debes pagárselo regalando una cruz de Caravaca a una doncella noble, también Fran o sea Simón Pedro,
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Anthony se incorporó sobre el codo para estudiar la ribera
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y dejadla en la ribera,
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y dejadla en la ribera
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el mundo todo es uno, la ribera y el párpado,
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Corrí hacia el río, me senté en la ribera, y ansiando saber lo que contenía el cofre, hice saltar la cerradura con un cuchillo
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El joven continuó marchando hacia la ribera, detrás de dos marineros que habían encontrado el mejor fondo
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De vez en cuando, en los días de viento, descendía a través del parque hasta el lago se quedaba por horas, en la ribera, mirando la superficie del agua encresparse formando figuras impredecibles que brillaban por casualidad en todas las direcciones
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Renisenb paseaba por la ribera cuando notó cierta conmoción y oyó voces en el embarcadero
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Amo y siervo se quedaron callados con la mirada fija en la otra ribera
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Los pescadores, después de un cuarto de hora de esfuerzos, pudieron ganar la mayor de las superficies de tierra que sobresalían en el lago, ya que el incendio les impedía llegar a la ribera
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Otra banda de hindúes semidesnudos y armados hasta los dientes, bajaban en dirección al río, por la ribera opuesta
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Llegados a la ribera ocuparon las dos lanchas que habían dejado allí estacionadas y remaron con furia hacia el lugar en que se encontraba el velero
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En pocos momentos fueron conducidos hasta el patio del presidio, que comunicaba con la ribera del mar
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La travesía del bosque se efectuó sin dificultad, y unos minutos después los jinetes se detenían en la ribera del Keliff
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En aquel lugar la ribera del río
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Querían esperar la puesta del sol antes de ganar la ribera opuesta
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Un poco antes de que el sol desapareciese tras el horizonte, el esclavo de Ibrahim, sirviéndose de las raíces y de los salientes de las peñas, subió a la ribera para explorar los contornos
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Antes de las ocho de la noche, y con los caballos todavía en buen estado, a pesar de aquella larguísima carrera, el convoy se detenía delante de un castillo situado en la ribera de un hermoso lago y defendido por dos torrecillas y algunos bastiones
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A las cinco de la tarde el "Germania" llegaba a la ribera opuesta, pasando sobre Kapampa, una de las más importantes ciudades del Tanganyka
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El Comandante sacó a sus compañeros y a los cómplices de la cocina sin disparar un solo tiro, sin violencia y sin apuro, y los transportó en la misma embarcación hasta la otra ribera, donde se internaron en la selva guiados por los indios
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Bastaba ver la alegría demente de quien lograba cazar una rata en la ribera del Mapocho para comprender que incluso el canibalismo podía suceder
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En eso aparecieron otra vez los implacables flecheros de Lautaro, que los acribillaron, mientras las desnudas beldades mapuche celebraban la carnicería desde la otra ribera
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Diego y don Suero, acompañados por cuatro criados y un paje, componían el grupo que habiendo salido de Benavente tres días antes pretendía llegar a Carrizo la tarde anterior al festejo con la finalidad de echar el ojo a los toros que habrían de lancear, pernoctar en la casa de su anfitrión y deudo de su padre, conocer al hijo de éste, que iba a ser su compañero de lidia, y pasear a la postre por la afamada feria de Carrizo de la Ribera
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—De orden del señor corregidor y con la aquiescencia del consejo de la villa se hace saber: que los horarios y los acontecimientos que en honor de su santo patrón, san Magín, se desarrollarán en el día de hoy en ésta, su villa de Carrizo de la Ribera, serán los siguientes:
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El río entero era un cántico, y los que estaban en la ribera se unieron también
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Rápidamente establecieron una línea férrea en esta ribera del lago Ladoga y para el día 6 de febrero empezaron a suministrar a Leningrado
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de la mañana se alcanza, tras 24 horas de marcha, la aldea de Ustrika en la ribera sur del Lago, donde se enlaza con las fuerzas alemanas
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Puestas a un lado las armas, cuando con la edad se acabaron a nuestro héroe las fuerzas, se dedicó al comercio de las Américas, o sea, el tráfico del Nuevo Mundo; que estos nombres tienen hacia el Sud (11) de Madrid las industrias de compra y venta establecidas en la Ribera de Curtidores
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Era la casa una de las de la Ribera frente a la Merced, con tienda famosa de artículos de mar, bien provista de toda clase de aprestos para la navegación de vela
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Conozco a los Arratias, Sabino y Valentín; conozco la casa de la Ribera
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Si no quieres venirte conmigo a casa, yo buscaré persona que te llevará a la Ribera
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Ufano de los triunfos de Salvatierra y Alegría, en tierra alavesa, Zumalacárregui invadió la Ribera de Navarra, donde el Ebro se bebe tres ríos: Ega, Arga y Aragón
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Con rapidez más propia de aves que de hombres se presentaba en la Ribera cuando le perseguían en la Borunda
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A esto observó uno, después de empinar el codo, que mejor que las habas le sabían a él las hembras de la Ribera, y buena muestra del género era lo presente, cuya gentileza y hermosura a todos cautivaban
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Sostenía el vencedor de Peñacerrada, conciliando la justicia con la galantería, que si al carnero de la merindad de Viana había que quitarle el sombrero, en judías de riñón y en pimientos morrones, donde estaba Logroño y su ribera, no había que mentar hortaliza
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Juicios muy atinados, del patrón selecto, le oí sobre pintura y escultura, sobre los Médicis, sobre León X y Julio II; y españolizando su erudición me habló del Marqués de Pescara y Victoria Colonna, de la Campaña del Garellano, del grande Osuna, del pintor Ribera, y de otros asuntos y personas en que los nombres de Italia y España suenan juntos en dulce armonía
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Por la ribera pantanosa, chapoteando en el fango, llegó a un puentecillo
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Estremecido, retiró de la ribera el desgraciado cuerpecilla
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artístico, y la poesía y pintura tenían su representación en Ayala, Selgas, Asquerino, en el viejo don Carlos Ribera y los jóvenes Gisbert, Palmaroli y Haes