Usa "tumbarse" in una frase
tumbarse frasi di esempio
tumbarse
1. Estaba harto de todo eso y quería ya tumbarse en su cama y desconectar, estar ¨fuera de servicio
2. , tumbarse bajo un nogal y caminarerrante por las mieses; para gozar, en fin, con la loca expansión de
3. Cuando oyera que alguien se acercaba a la puerta, tenía que tumbarse en el suelo, ponerse la cuerda alrededor del cuello y fingirse muerta
4. El primer perro en tumbarse
5. Para no caer hacia delante, Roran tuvo que tumbarse de espaldas casi por completo y estirar las piernas hacia delante haciendo fuerza con las rodillas para sujetarse a los costados del animal
6. Lo mejor era tumbarse un poco en la cama
7. Estaba claro que los secuestradores, en cuanto vieron llegar el coche del ingeniero, subieron al paso elevado para hacer lo mismo que él, tumbarse en el suelo
8. Cleofás vino a tumbarse a mi lado
9. ¿Ves? Saben cuál es la señal para tumbarse
10. Pompeyo envainó la espada y se dispuso a tumbarse en el catre; los Otros cadetes estaban de servicio y en aquel momento se encontraban solos
11. Eustaquio, percatándose de la necesidad de bautizar a su amigo-, está más cansado que yo, y agradecería mucho a las señoras que le permitieran tumbarse en cualquier aposento de los que en la casa tienen para guardar trastos inútiles»
12. Animado, la siguió al interior de la casa y aceptó agradecido el ofrecimiento de tumbarse en la alfombra del cuarto de estar
13. Trip y Lux se sentaban uno al lado del otro a la hora de comer y a veces los veíamos pasear cogidos de la mano, siempre buscando un armario, un contenedor, un conducto de la calefacción para tumbarse en su interior, pero incluso en la escuela el señor Lisbon los controlaba y, después de suprimir unos cuantos circuitos, acabaron pasando por la cafetería y subiendo por la rampa recubierta de goma que conducía al aula del señor Lisbon donde, tras apretarse un momento las manos, emprendían caminos separados
14. Harry trató de sentarse, pero sintió un fuerte dolor en los hombros y volvió a tumbarse en el suelo
15. Los hizo tumbarse en cubierta y los tapo con una lona
16. Si se diera por vencida y regresase a casa, podría quitarse las gafas y dejar descansar los ojos, tumbarse hecha un ovillo sobre la cama y quizás hasta dormir
17. Quería tumbarse, coger la almohada y ponerse a llorar hasta que le devolvieran su vida
18. Una voz en su mente le dijo que olvidara el mensaje, que volviera a tumbarse en el ataúd y que cerrara la tapa, dejando fuera el mundo exterior
19. Había un catre y la extensión de su cadena tenía la distancia justa para permitirle tumbarse en él a dormir
20. Sobre su espalda y sus costados arrastraba consigo por todas partes hilos, pelos, restos de comida… Su indiferencia hacia todo era demasiado grande como para tumbarse sobre su espalda y restregarse contra la alfombra, tal como hacía antes varias veces al día
21. No parece lo más cómodo tumbarse a dormir en las vías
22. Volvió a tumbarse en la cama y cerró los ojos
23. Después de la merienda volvieron a tumbarse al sol en el prado
24. Aquello de tener esperanzas resultaba contagioso, y mucho más agradable que la alternativa, que consistía en tumbarse en el suelo a esperar a que Ivo y sus colegas les metieran una bala en el cerebro
25. Cuando vio el mar, Apolonia se detuvo, tendió el brazo hacia el horizonte y se arrodilló sobre el suelo antes de tumbarse, con el vientre y la boca pegados a la tierra reseca
26. A empellones, obligan a los sacrificados a tumbarse en el suelo
27. Los criados se aproximaron prestos y le ayudaron a tumbarse de nuevo en la cama mientras uno le examinaba
28. –Sus respuestas empiezan a parecerse a las de un opiómano, así que procure encontrar a esa mujer antes de que sienta la tentación de tumbarse en el camastro de al lado
29. Una vez Ben el Moreno hubo salido de la tienda, volvió a tumbarse entre los cojines
30. Se la oyó cerrar una ventana, arrastrar una maleta, hacer correr el agua en el lavabo, tumbarse en la cama, levantarse y arrojar los zapatos lo más lejos posible
31. Decidió tumbarse mientras Ava escrutaba los cielos
32. Cuando acabaron las seis vueltas, les mandaron hacer varios ejercicios más, como correr, tumbarse en el suelo, levantarse y volver a tumbarse, y al cabo de quince minutos muy largos les ordenaron que se echaran al suelo para lo que sería el último ejercicio
33. Algunos cuartos estaban tan herméticamente cerrados que no permitían ver nada; otros tenían mirilla: un anciano desnudo y con un gorro de papel en la cabeza, haciendo el saludo militar, y ante él una sombra golpeándole con vergajos; un joven cubierto de sudor y de vómitos, desmayado de pie entre cuatro paredes tan juntas que no podía tumbarse; un hombre colgado en la pared con los brazos abiertos, los pulgares traspasados por garfios; una mujer sentada sobre ladrillos clavados de canto en el pavimento y sin saber qué hacer con los pies descalzos, hinchados, sin uñas, recibiendo una bofetada que hizo brotar sangre de su nariz como de una cañería rota, salpicando la pared empapelada
34. No tenía intención de admitirlo, pero sentarse la había dejado agotada, y dio la bienvenida al alivio que le produjo tumbarse
35. El lugar hedía y tuvo que compartir habitación con otros tres hombres quienes, por sus trazas y el olor que desprendían, se ocupaban de limpiar los pozos negros, pero sólo había una cama y prefirió tumbarse a dormir en el suelo
36. –Claro -Cato recorrió el campamento con la mirada una última vez antes de tumbarse en el suelo y ponerse cómodo bajo la capa
37. Aquel paso llegaba con retraso, la idea de hacer de nuevo las maletas lo narcotizaba, por lo que prefería tumbarse por las noches en el sofá mientras los reflectores y el ruido de las obras en construcción lamían las cortinas, ver alguna película y recitar de nuevo el mantra de «Tengo que salir de aquí» para quedarse dormido con él
38. Dink le condujo a su habitación y le hizo tumbarse en la cama
39. Luego la ayudaron a tumbarse entre los tres, dejándola descansar sobre una mullida cama de paja nueva
40. – ¿Es ya hora de irse? – le preguntó Servilia, sensible al hecho de que él no parecía tener intención de volver a tumbarse
41. Él tenía una experiencia limitada y solamente sabía de oídas que no necesitaban tumbarse
42. Puso la jarra en el suelo y volvió a tumbarse
43. Y al encontrar allí a un individuo de avanzada edad que cruzaba el prado tambaleándose, lo obligaron a tumbarse en el suelo y lo esposaron
44. El navegante volvió a moverse sobre el barco negro y amarillo como un lobo de mar, un hombre de bien ganada sabiduría e intelecto natural, todo aquello que debería ser el comandante de un barco, dedicado a animar, gritar, silbar y gastar chanzas con sus hombres, e incluso con el gran y viejo sapo que gruñó cuando Charion lo dejó en libertad y se abrió paso lentamente hacia la proa, para tumbarse a lo largo del crujiente bauprés, lo que obligó al barco a hundirse aún más en el mar, mientras éste navegaba por un estrecho canal, indicado por el navegante, que se había colgado del aparejo, por encima de la cabeza verde del sapo, allí donde las aguas blancas se encontraban con las negras, donde la espuma del aire se confundía con las pequeñas gotas de plomo, suspendidas en el espeso aire
45. Marcelle se había despojado de los zapatos y las medias y, tras chapotear en el agua intentando salpicarle, vino a tumbarse a su lado
46. Y ni pensar siquiera en todos esos que pululaban la calle de las Tabernas, solos y sombríos, tratando de que alguien les pagase un último vino para tumbarse en sus sábanas frías a rogar que la muerte los sorprendiese en calma antes que abrir los ojos a un nuevo día de angustia
47. En vista de que la cosa se prolongaba, la Perra-Foca suspiró y optó por tumbarse, a la espera de que los extravagantes humanos tuviéramos a bien acabar con esa situación para ella incomprensible
48. Volvió a tumbarse, cerró los ojos y pensó en Paul mientras Gail la contemplaba con el corazón encogido
49. Él la hizo tumbarse sobre la cama
50. Al acabar, el anciano lo ayudó a tumbarse de nuevo
51. Anhelaba poder tumbarse y dormir
52. A Rod le gustaba tumbarse en el suelo al lado de Jimmy Throxton y escuchar los difamatorios apartes sobre la inteligencia, motivos y antepasados de cada orador
53. Bill Puerta volvió a tumbarse en el heno hasta que tuvo la seguridad de que podía confiar en sus piernas para que lo transportaran
54. Stephen nunca había visto a ningún hombre alegre cuando iba a tumbarse en una mesa de operaciones o un baúl, o sentarse en una silla para ser operado, sabía que hasta el más valiente se oponía a que le hicieran incisiones a sangre fría y que la mayoría de los marineros añadían lo que podían a la dosis oficial de medicina
55. Y todo lo que seguía obedecía a un orden libre y flexible, una vida felizmente ociosa y regalada, que transcurría en una absoluta ausencia de preocupaciones y problemas: la mañana en la playa mientras, frente al Casino, la banda tocaba su programa matinal; tumbarse y descansar al pie del sillón de mimbre, soñar despierto y deleitarse jugueteando con la arena suave que no ensucia, dejar que la mirada vague y se pierda sin esfuerzo y sin dolor ninguno en la inmensidad verde y azul del agua, desde donde una maravillosa brisa fresca, fuerte y salvaje llega hasta nosotros sin ningún obstáculo, con total libertad, con un dulce silbido que envuelve los oídos y provoca una agradable sensación de mareo, un sutil aturdimiento en el que la conciencia del tiempo y el espacio y de todo lo que posee limites de algún tipo se desvanece, en un glorioso silencio
56. El bergantín comienza a tumbarse de un modo tan alarmante, que tememos que se vuelva de quilla al cielo
57. -Ha salido a tumbarse en la hierba
58. Hartos ya de comer, casi todos buscaban un lugar tranquilo para tumbarse a digerir la comida
59. Volvió a tumbarse, pero esta vez los ojos no podían con el techo, los ojos necesitaban divagar al compás del pensamiento o del humo de un buen cigarro
60. Nadó un rato y luego se embadurnó de crema, antes de tumbarse en el triángulo de sol que iba creciendo
61. Con la ayuda de un pote, Carvalho fue desenjabonado y luego instado a salir de la bañera y a tumbarse sobre el colchón de plástico hinchable sobre el que previamente Thida derramó abundante espuma jabonosa y caliente
62. Harry habría podido tumbarse y dormirse en el acto, pero se puso en pie, sacó la varita y se dispuso a hacer los habituales hechizos protectores alrededor
63. Tras haber obtenido una buena cantidad de caricias en lo alto del cráneo y en el cuello, Negrote había vuelto a tumbarse a la sombra
64. El artesano se apresuró a descargar a su compañero, dándole de beber antes de colocar a la sombra una estera en la que el asno pudiera tumbarse
65. No quería tumbarse en el sofá, porque se sentía demasiado vulnerable, y prefirió acomodarse en una silla en el vestíbulo, con las manos sobre los reposabrazos y tratando de no pensar en las máquinas y en las cámaras
66. A diferencia de Il Machia, no había sido exiliado de la ciudad, y por consiguiente pasaba la mayor parte del tiempo en la casa de Ognissanti, o trabajando en el comercio del aceite, la lana, el vino o la seda que tanto detestaba, pero a menudo se escapaba a Sant'Andrea in Percussina para tumbarse él solo en el bosque de las mandrágoras y observar el movimiento de las hojas y las aves hasta el momento de reunirse con Niccolò en la taberna, donde bebían y jugaban al triche-tach
67. la de Mulvey fue la primera cuando yo estaba en la cama aquella mañana y la trajo la señora Rubio con el café se quedó allí plantada cuando le pedí que me la diera y yo señalándole a esas cosas no podía encontrar la palabra para abrirla con una ah horquilla vieja antipática y yo mirándola a la cara con su mechón de pelo falso encima y presumida de su aspecto fea como era cerca de los 80 o los 100 la cara un montón de arrugas con toda su religión dominadora porque nunca había podido tragar lo de la flota del Atlántico viniendo la mitad de los barcos del mundo y la bandera británica ondeando con todos sus carabineros porque 4 marineros ingleses borrachos les quitaron a ellos todo el peñón y porque yo no iba bastante a menudo a misa en Santa María para su gusto con su chal por encima excepto cuando había una boda con todos sus milagros de los santos y su Santísima Virgen negra con el traje de plata y el sol bailando 3 veces el domingo de Pascua por la mañana y cuando pasaba el cura con la campanilla a llevarles el vaticano a los agonizantes santiguándose por su Majestad un admirador lo firmaba yo no cabía en el pellejo me habían dado ganas de cogerle del brazo cuando vi que me seguía por la Calle Real en el escaparate luego me tocó un poco al pasar nunca creí que escribiría dándome una cita la tenía dentro del canesú de la enagua todo el día leyéndola en todos los rincones y agujeros mientras papá estaba haciendo la instrucción para averiguar por la letra o el lenguaje de los sellos cantando recuerdo me pondré una rosa blanca y quería adelantar el estúpido reloj viejo cerca de la hora él fue el primer hombre que me besó debajo de la muralla mora mi novio de muchacho nunca se me había ocurrido lo que quería decir besar hasta que me metió la lengua en la boca su boca era dulce joven yo levanté la rodilla contra él varias veces para aprender la manera qué le dije en broma que estaba comprometida con el hijo de un noble español llamado Don Miguel de la Flora y él creyó que me iba a casar con él dentro de 3 años muchas veces se dice la verdad hablando en broma hay una flor que florece unas pocas cosas le dije de verdad sobre mí sólo para que él se hiciera ilusiones no le gustaban las chicas españolas imagino que una de ellas no le había querido yo le excitaba me aplastó en el pecho todas las flores que me trajo no sabía contar las pesetas y las perras gordas hasta que le enseñé decía que era de Cappoquin junto al Blackwater pero fue demasiado corto luego el día antes de marcharse en mayo sí era mayo cuando nació el rey niño de España siempre estoy así en primavera me gustaría un hombre nuevo cada año arriba en la cumbre bajo los cañones del peñón cerca de la torre O’Hara le dije que le había caído un rayo y todo lo de los monos de Berbería que mandaron a Clapham sin cola echando carreras cada uno subido encima del otro decía la señora Rubio ella era un verdadero escorpión de las rocas robando los pollos en la granja de Inces y tirándole piedras a una si se acercaba él me miraba yo llevaba esa blusa blanca abierta por delante para animarle todo lo que pudiera sin demasiado abiertamente empezaban a ponérseme redondos dije que estaba cansada nos tumbamos cerca del barranco de los abetos un sitio salvaje imagino que debe ser el peñón más alto que exista las galerías y casamatas y esas rocas terribles y la cueva de San Miguel con los carámbanos o como se llamen colgando para abajo y escalerillas todo el barro manchándome los zapatos estoy segura de que ése es el pasadizo subterráneo por donde bajan los monos a África cuando se mueren los barcos allá lejos como astillitas ése era el barco a Malta que pasaba sí el mar y el cielo se podía hacer lo que se quisiera tumbarse allí para siempre él me los acarició por fuera a ellos les gusta hacer eso es la redondez ahí yo estaba apoyada en él con mi sombrero blanco de paja de arroz para que se le quitara lo nuevo mi lado izquierdo de la cara es el mejor mi blusa abierta para su último día una especie de camisa transparente que él llevaba yo le veía el pecho rosa él quiso tocar el mío con el suyo un momento pero yo no le dejé él al principio se quedó muy fastidiado por miedo nunca se sabe tuberculosis o dejarme con un niño embarazada aquella criada vieja Inés me dijo que una sola gota incluso si se te metía dentro probé después con el plátano pero tenía miedo de que se rompiera y se me perdiera por dentro por algún sitio sí porque una vez le sacaron de dentro a una mujer algo que tenía hacía años cubierto de sales de cal todos están locos por meterse ahí de donde salen parece que nunca pueden llegar bastante alto y luego acaban con una así hasta la próxima vez sí porque hay una sensación estupenda ahí todo el tiempo tan tierno cómo lo terminamos sí ah sí yo se lo hice verter en mi pañuelo haciendo como si no estuviera emocionada pero abrí las piernas no le dejé que me tocara dentro de la enagua yo llevaba una falda con abertura por un lado le atormenté de muerte primero haciéndole cosquillas me gustaba excitar a ese perro del hotel rrssst auokuocauoc él cerró los ojos y un pájaro volaba por debajo de nosotros él estaba avergonzado sin embargo me gustaba como esa mañana que le hice ponerse un poco colorado cuando me eché encima de él de ese modo cuando le desabroché y se la saqué y le eché atrás la piel tenía una especie de ojo en medio los hombres son todos botones hasta abajo por en medio puestos al revés Molly guapa me llamaba cómo se llamaba Jack Joe Harry Mulvey era sí me parece teniente era más bien rubio tenía una voz como riendo entonces fui ahí por el comosellame todo era comosellame bigote tenía decía que volvería Señor parece que fue ayer para mí y si estuviera casada me lo habría hecho a mí y yo le prometí sí fielmente que le dejaría entrar ahora volando quizá ha muerto o le han matado o es capitán o almirante hace casi 20 años si yo dijera barranco de los abetos él comprendería si apareciera detrás de mí y me pusiera las manos en los ojos para adivinar quién yo le podría reconocer todavía es joven alrededor de los 40 quizá se ha casado con alguna chica del Blackwater y ha cambiado mucho todos cambian ellos no tienen ni la mitad de carácter que una mujer bien poco sabe ella lo que yo hice con su amado esposo antes de que él ni soñara con ella también a plena luz del día a la vista del mundo entero podría decirse podrían haber hecho un artículo sobre eso en la Chronicle yo estaba luego un poco loca cuando inflé la vieja bolsa donde habían estado las galletas de Benady Bros, y la hice estallar Señor qué explosión todas las perdices y palomas chillando volviendo por el mismo camino por donde vinimos por mitad de la cuesta dando la vuelta al viejo puesto de guardia y el cementerio de los judíos fingiendo que entendía el hebreo encima quise disparar su pistola él dijo que no la tenía él no sabía qué pensar de mí con su gorra de visera que siempre llevaba ladeada por más que yo se la enderezaba H
68. Tríane le hizo tumbarse en el suelo de la gruta, que seguía siendo una arcilla húmeda y blanda, y de algún modo que no entendió le hizo pensar en un lecho de la vida primigenia
69. No tenían cola y solían sentarse y tumbarse; con frecuencia se sostenían en los pies traseros
70. Habían tenido la oportunidad de encontrarse y tumbarse en la cama de la Suite Gardenia en dos ocasiones más
71. Volvió a tumbarse, se ciñó bien la capa y cerró los ojos
72. Philip también durmió, aunque no tenía espacio suficiente para tumbarse y hubo de hacerlo en un rincón de la jaula con la espalda apoyada en los barrotes de madera
73. De repente acusó los efectos de dos días sin dormir y le apeteció tumbarse
74. Tenía ganas de tumbarse en la cama hasta que el calor, el polvo y aquella conversación se alejaran de su sofocado estado de ánimo
75. Cuando, ya muy tarde, fue a tumbarse en la hamaca junto a Daniel, escondió las tijeras en un hueco entre dos vigas del techo
76. Haplo lo hizo tumbarse de nuevo con unas palmaditas tranquilizadoras y, con aire complaciente, empezó su arenga en voz muy alta para hacerse oír por encima del crujir, rechinar y batir de la Tumpa-chumpa
77. Al principio le costaba estar en casa vestido todo el día; después le dio pereza almorzar en otras casas, exceptuando algunas de amigos solteros, a quienes conocía bien y donde era posible quitarse la corbata, desabrocharse el chaleco e incluso tumbarse y dormir un rato
78. Oblómov tardó en tranquilizarse: se acostaba, volvía a levantarse, recorría la habitación y volvía a tumbarse
79. Le hubiera gustado tumbarse bajo un árbol y permanecer allí horas enteras