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    Utiliser "gruñón" dans une phrase

    gruñón exemples de phrases

    gruñón


    1. Cómodo en su silla, Roran escuchó con incredulidad mientras Jeod relataba una historia fantástica sobre cómo Brom —¡el viejo gruñón de Brom!— había sido en otro tiempo un Jinete y, supuestamente, había ayudado al establecimiento de los vardenos, cómo había descubierto Jeod un pasadizo secreto que llevaba a Urû'baen, cómo se las habían arreglado los vardenos para birlarle los tres últimos huevos a Galbatorix y cómo sólo se había salvado uno después de que Brom luchara contra Morzan, el Apóstata, y lo matara


    2. Se trataba de un hom-bre gruñón y con olor a santidad -no se había bañado ni cambiado la sotana en años- famoso por su intolerancia religiosa y su talento para husmear a los moribundos con plata y convencerlos de que destinaran sus fortunas a obras de caridad


    3. Todos, incluido el suboficial —un auvernés mostachudo y gruñón llamado Labiche—, visten con desorden: gorros cuarteleros, capotes desabotonados y sucios, polainas manchadas de barro seco


    4. En el momento en que Gruñón despegó del agua, el lago de montaña desapareció y nos vimos otra vez en el aire, por sobre todos los mundos posibles


    5. Allí estábamos, bien visibles en el otro Gruñón, encima de Los Angeles


    6. —Vaya gruñón —le susurró Crowe a Anawak mientras abandonaban el laboratorio y seguían por el túnel hacia la popa


    7. Y si todavía encontrases miel ahí dentro, ¡bien!, ¡lámetela toda, oso gruñón, y endulza tu alma! Pues al atardecer quere­mos estar los dos de buen humor


    8. Gruñón y Ladridos se encargaban de meter los goles y los demás perros de pararlos, con lo que el juego resultaba de lo más emocionante


    9. Gruñón también se acercó, pero Tim no quería aproximarse y se mantenía retirado, con la cola caída, al lado del chimpancé, quien, escondiendo su gesticulante cara entre las manos, también permanecía alejado


    10. Pero sólo Ladridos y Gruñón comprendieron el significado—: «Dadle la pata a Pongo en mi nombre cuando lo encontréis

    11. En lugar de atacar, se acercaron caminando, siguiendo las órdenes de un sargento gruñón


    12. Mal encarado, sentábase a la mesa sin cortejar a El Jarameño, y, a manera de desesperado, convirtióse en blasfemo y de pésimas pulgas; irascible, gruñón, agresivo, soltando palabrotas que a los otros les resultaban jeroglíficos y charadas amenazantes


    13. Billy-el-lobo gruñó y forcejeó para quitarse el albornoz, lo cogió con cuidado entre los dientes, como un benji grande y particularmente gruñón, y lo puso en la furgoneta


    14. Ha estado hecho un gruñón desde la Madriguera


    15. Lord Nestor Royce parecía testarudo y gruñón, pero en realidad era su hija Myranda la que gobernaba el castillo, y todo el mundo comentaba lo alegre y amante de las diversiones que era


    16. —Ignoro cuándo volveré —dijo, gruñón, con una vaga intención de hacer enfadar a su mujer para poder desahogarse los nervios en alguien—


    17. ¡Pero fueron recibidos por el enano gruñón y su sonora hacha!


    18. - , El truculento o gruñón


    19. El flaco abuelo parecía gruñón y senil, rasgos que parecían previos al ataque de la malicia, pensó Fawn, a juzgar por la manera familiar y amable con que todos trataban sus quejas


    20. Ningún viejo gruñón era el propietario de aquel bosquecillo de árboles del pan o de aquellos resplandecientes racimos de plátanos

    21. –Acaso pueda -dijo Archie, gruñón


    22. Era muy gruñón


    23. Pocos años antes, Lo había pasado un verano lluvioso bajo los legañosos ojos de la señorita Phalen, en una granja ruinosa de los Apalaches que había pertenecido a algún gruñón Haze en el pasado remoto


    24. Los animales se comían sus beneficios, explicó en tono gruñón


    25. – Chad Ames y Dick Burke han aparecido con la cola entre las piernas; el Gruñón se ha dejado enternecer y los ha dejado quedarse


    26. Sin embargo, en opinión de Tony, sus ganas de «vivir tranquilo y bien» no se resintieron durante el suficiente tiempo, las veladas en el Hofbräuhaus le ayudaron a superarlo enseguida y, con el fatalismo un tanto gruñón e indolente que implicaba su típico «¡Si es que es una cruz!», continuó pasando los días «a verlas venir»


    27. -, El truculento o gruñón


    28. Y en Dostoyevski hay concentrado, todavía contraído y gruñón, mucho de lo que se desarrollará en Tolstói


    29. Gruñón, Iarrot colocó los papiros en sus casillas


    30. El juez gruñón volvió al ataque

    31. Kenhir el Gruñón intervino con vehemencia


    32. –¿No confiáis en Kenhir el Gruñón?


    33. Prefería no retrasar el inevitable enfrentamiento entre ambos, pues temía el escándalo que causaría aquel viejo escriba gruñón


    34. Apareció Gruñón, a la cabeza de una patrulla de hicsos con corazas y cascos negros, a quienes había guiado por el laberinto vegetal


    35. Te estás convirtiendo en un viejo gruñón


    36. Las grandes intrigas que vinieron luego y, sobre todo, aquellas negociaciones entre Eichmann, Becher y los judíos, todas las historias de rescate de judíos a cambio de dinero, de camiones, sí, estaba más o menos al tanto, e incluso hablaba de ellas, e incluso conocí a algunos de los judíos implicados, y también a Becher, un hombre inquietante que había ido a Hungría a comprar caballos para las Waffen-SS y se hizo a toda velocidad, por cuenta del Reichsführer, con la mayor fábrica de armamento del país, las Manfred-Weiss Werke, sin avisar a nadie, ni a Veesenmayer, ni a Winkelmann, ni a mí, y a quien el Reichsführer encargó más adelante tareas que o bien duplicaban o bien contradecían las mías y también las de Eichmann, algo que, según acabé por entender, era un sistema típico del Reichsführer, pero que, in situ, sólo valía para sembrar cizaña y confusión; nadie coordinaba nada, Winkelmann no tenía influencia alguna ni sobre Eichmann ni sobre Becher, quienes no le informaban de nada; y debo admitir que yo no me portaba mucho mejor que ellos, que negociaba con los húngaros sin que lo supiera Winkelmann, con el Ministerio de Defensa sobre todo, en donde había establecido contacto con el General Greiffenberg, el agregado militar de Veesenmayer, para ver si el Honvéd no podría también darnos sus batallones judíos de trabajo, incluso con garantías particulares de un régimen especial, a lo que, por supuesto, el Honvéd se negó categóricamente, con lo cual sólo nos quedaban, como obreros potenciales, los civiles reclutados a principios de mes, los que se pudieran quitar de las fábricas, y sus familias, es decir, un potencial humano de escaso valor, y ésa fue una de las causas por las que tuve que acabar por considerar aquella misión un fracaso total, aunque no fue la única causa, ya hablaré de ello, incluso a lo mejor hablo un poco de las negociaciones con los judíos, porque eso también, en última instancia, repercutió más o menos en mis atribuciones o, para ser más exacto, utilicé, no, intenté utilizar esas negociaciones para que fueran adelante mis propios objetivos, con muy poco éxito, lo admito de buen grado, por todo un conjunto de razones, y no sólo la que he mencionado ya, también estaba la actitud de Eichmann, que se volvía cada día más difícil de tratar, y Becher también, y la "WVHA, y la gendarmería húngara, todo el mundo ponía de su parte, ¿sabéis?; en cualquier caso, lo que quería decir más exactamente es que si alguien desea analizar las razones por las que la operación de Hungría dio unos resultados tan magros para la Arbeitseinsatz que, bien pensado, era mi preocupación primordial, hay que tener en cuenta a toda esa gente, y a todas esas instituciones, que desempeñaban cada cual su papel, pero también se censuraban mutuamente y a mí también me censuraban, de eso no se privaba nadie, podéis creerme; en resumen, aquello era un follón, un auténtico lío, con lo que, en último término, la mayoría de los judíos deportados se murieron, enseguida quiero decir, los gasearon antes de haber podido siquiera ponerlos a trabajar, pues muy pocos de los que llegaban a Auschwitz eran aptos, unas bajas considerables, un setenta por ciento quizá, nadie está demasiado seguro de nada, por culpa de las cuales se creyó después de la guerra, y resulta comprensible, que ése era el mismísimo propósito de la operación, matar a todos esos judíos, a esas mujeres, a esos ancianos, a esos niños mofletudos y rebosantes de salud, y por eso no había forma de entender por qué los alemanes, siendo así que estaban perdiendo la guerra (pero el espectro de la derrota no estaba quizá tan claro por entonces, desde el punto de vista alemán por lo menos), seguían emperrados en las matanzas de judíos, movilizando recursos considerables de hombres y de trenes sobre todo, para exterminar a mujeres y niños, y, como no había forma de entenderlo, se atribuyó a la locura antisemita de los alemanes, a un delirio de asesinato que se hallaba muy lejos del pensamiento de la mayoría de los participantes, pues, de hecho, para mí como para tantos otros funcionarios y especialistas, se trataba de bazas esencialmente cruciales, encontrar mano de obra para nuestras fábricas, unos cientos de miles de trabajadores que nos permitieran quizá darle la vuelta al curso de las cosas, no queríamos judíos muertos, sino bien vivos, válidos, varones de preferencia, ahora bien los húngaros querían quedarse con los varones o, al menos, con buena parte de ellos, así que de entrada ya empezábamos mal, y además estaban las condiciones de transporte, deplorables, y Dios sabe cuánto me peleé con Eichmann al respecto y él siempre me contestaba lo mismo: «No es responsabilidad mía; es la gendarmería húngara la que llena y dota los trenes, no nosotros», y además estaba también la testarudez de Höss en Auschwitz, porque entre tanto, quizá como consecuencia del informe de Eichmann, Höss había vuelto, como Standortálteste, en lugar de Liebehenschel, a quien habían arrumbado en Lublin, así que estaba la incapacidad obstinada de Höss para cambiar de sistemas, pero de eso hablaré quizá más adelante y con más detalle; recapitulando, pocos de nosotros deseaban deliberadamente lo que sucedió y, sin embargo, me diréis, sucedió, es cierto, y también es cierto que a todos esos judíos los mandaban a Auschwitz, no sólo a los que podían trabajar, sino a todos, es decir, con conocimiento, sin lugar a dudas, de que a los viejos y a los niños los gasearían, así que volvemos a la pregunta inicial: ¿por qué esa obstinación en dejar a Hungría vacía de judíos, en vista de las condiciones de la guerra y todo lo demás? Y, claro, sólo puedo adelantar hipótesis, porque aquello no era mi objetivo personal, o, más bien, en ese aspecto no puedo concretar mucho, sé por qué querían deportar (por entonces decíamos evacuar) a todos los judíos de Hungría y matar en el acto a todos los que no fueran aptos para el trabajo, y era porque nuestras autoridades, el Führer, el Reichsführer, habían decidido matar a todos los judíos de Europa, eso está claro y lo sabíamos, igual que sabíamos que los que fueran a trabajar morirían también antes o después, y el porqué de todo esto es una cuestión de la que ya he hablado mucho y para la que sigo sin respuesta, la gente, por entonces, creía todo tipo de cosas acerca de los judíos, la teoría de los bacilos, como el Reichsführer y Heydrich, esa teoría a la que aludió Eichmann en la conferencia de Krummhübeí, aunque para ellos me parece que debía de ser un punto de vista intelectual; la tesis de las sublevaciones judías, espionaje y quinta columna a favor de los enemigos que se iban acercando, y era una tesis que obsesionaba a buena parte de la RSHA y tenía preocupado incluso a mi amigo Thomas; temor, también, a la omnipotencia judía, en la que algunos creían aún firmemente, lo que, por lo demás, causaba equívocos cómicos, como aquel de primeros de abril, en Budapest, cuando hubo que sacar de sus casas a muchos judíos para que quedaran disponibles sus viviendas y la SP pedía que se crease un gueto y los húngaros se negaban porque temían que los Aliados bombardeasen las zonas de alrededor del gueto y el gueto no lo tocaran (los americanos habían bombardeado ya Budapest mientras yo estaba en Krummhübel); y entonces los húngaros diseminaron a los judíos y los pusieron cerca de los blancos estratégicos militares e industriales, lo que inquietó sobremanera a nuestros responsables, pues, si los americanos bombardeaban, pese a todo, esos blancos, ésa sería la demostración de que el judaismo mundial no era tan poderoso como se creía, y debo añadir, para atenerme a la justicia, que, efectivamente, los americanos bombardearon esos blancos y, de paso, mataron a muchos civiles judíos, pero yo hacía mucho que había dejado de creer en la omnipotencia del judaismo mundial, porque, en caso contrario, ¿por qué se habían negado todos los países a quedarse con los judíos en 1937, y en 1938, y en 1939, cuando todo cuanto queríamos nosotros era que se fueran de Alemania, lo cual, en el fondo, era la única solución razonable? Lo que quiero decir, volviendo a la pregunta que hacía antes, porque me he desviado un poco, es que incluso aunque la meta final fuera indudable, la mayoría de los que intervinieron en esto no trabajaban para cumplir esa meta, no era eso lo que les interesaba y, por lo tanto, no era lo que los movía a trabajar de forma tan enérgica y encarnizada, sino que era toda una gama de motivaciones, e incluso Eichmann, estoy convencido, se comportaba con mucha dureza, pero estoy seguro de que en el fondo le daba igual que matasen a los judíos o que los dejasen de matar, a él todo lo que le importaba era demostrar de qué era capaz, estar en el candelero y también dar salida a las capacidades que había desarrollado; lo demás le importaba un carajo, y tanto la industria como las cámaras de gas, por cierto; lo único que no le importaba un carajo era que nadie se descojonara a su costa, y por eso se ponía tan gruñón en lo de las negociaciones con los judíos, pero ya volveré sobre esto, porque no deja de ser interesante; y lo mismo les pasaba a los demás, todos tenían sus razones, el aparato húngaro, que nos ayudaba, quería que los judíos salieran de Hungría, pero le importaba un carajo lo que pudiera pasarles, y Speer, y Kammler y el Jagerstab querían trabajadores y presionaban encarnizadamente a las SS para que se los consiguieran, pero les importaba un carajo lo que pudiera pasarles a los que no podían trabajar, y además había montones de motivaciones prácticas, yo por ejemplo, sólo tenía que ocuparme de la Arbeitseinsatz, pero no era, ni mucho menos, la única baza económica, como supe cuando conocí a un experto de nuestro Ministerio de Alimentación y Agricultura, un joven muy inteligente a quien le apasionaba su trabajo, que me explicó una noche, en un viejo café de Budapest, el aspecto de la cuestión relacionado con los alimentos; y lo que pasaba era que, tras perder Ucrania, Alemania tenía que enfrentarse a una grave carencia de abastecimientos, sobre todo de trigo, y por lo tanto, había mirado hacia Hungría, que era una gran productora, y, según él, por cierto, ésa era la razón principal de nuestra pseudoinvasión, asegurarnos esa fuente de abastecimiento de trigo y, por lo tanto, en 1944 les estábamos pidiendo a los húngaros 450


    37. El teniente Procopio, con toda la prudencia y precaución que exigía el temperamento gruñón del profesor, preguntó al profesor si había calculado qué camino seguía Galia por el espacio y cuánto tardaría en efectuar su revolución alrededor del Sol


    38. Miró a los arqueros y reconoció a varios hombres entre ellos: al gordo Dick Brewer, al rijoso Edward Butcher, al cordial Paul Bell, al gruñón Bill Watkin


    39. Tan ridículo se vio, en la vitrina y en la mente, con aquella bata y aquellos sórdidos designios de conquistar a cualquier precio un sillón y unas alcobas («y luego envejecer, enfermar, morir y confundirse con los muertos, dejando atrás una sarta de fracasos y embustes»), que torció el trayecto hacia el rincón del parque donde solía comer, empujando el carrito con una furia general e incendiaria que le recordó la del enanito gruñón de los cuentos que, tras ser sorprendido en el instante de esconder un saco de esmeraldas, huye amenazadoramente con su tesoro hacia el corazón tenebroso del bosque


    40. —¿Quieres tener un hijo con alguien que siempre se está quejando y es gruñón y controla todo lo que haces?

    41. Prorrumpió en grandes exclamaciones de júbilo cuando la aceptaron y se emparejó con un vejete cascarrabias y gruñón que lo hacía muy mal


    42. Se me acercó un taxista, un tipo gruñón, muy pareado a los de Nueva York, lo que me hizo recordar lasentencia de Thomas Wolfe de que la gente de la misma profesión suele ser igual en todo el mundo


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    gruñón in English

    surly ill-natured crusty bad-tempered disagreeable grumpy cranky grouch grumbler grouser growler

    Synonymes pour "gruñón"

    protestón refunfuñón rezongón murmurador descontento desconforme