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por el sol radiante?
2.
Miraba ella al porvenir, y su radiante felicidad se nublaba con la ideade que los días venideros desmintieran aquel en que estaba
3.
Contaba con algo por el estilo al disponer el programadel festín, y aun en los comienzos de éste anduvieron bastante ajustadosa la palpable realidad sus cálculos de tantos días; pero el vueloinesperado que tomaron las peroraciones de tantos y tan ilustrescomensales; aquel mezclarse los panegíricos de sus virtudes cívicas ypolíticas, de sus altísimos merecimientos personales, con las cuestionesmás candentes de la actual gobernación del Estado, en boca de loshombres que tenían en sus manos los destinos de la patria; aquel cielode esplendores y de gloria; aquella radiante apoteosis a que se leelevaba de pronto y por tales gentes; todo aquello, que levantaba ciencodos por encima de sus cálculos, aunque no de sus «nobles ambiciones»,era más que suficiente para dar al traste con la serenidad de unestoico, cuanto más con la de un hombre como él, tan trabajado por «losacontecimientos» y hasta por los achaques y los años
4.
—¿Tenés una sorpresa abuelo? ¡Vaya pues! Y con lo que me gustan las sorpresas —comenté radiante mientras le recibía una bolsa de papel—
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dilatación del sonido radiante, parecía a puntode alcanzar el
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El tiempo estaba radiante y el calor nos hubiera parecido
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nube capaz deempañar el cielo radiante de su felicidad
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este sujeto a la gravedad extrema del pulsar radiante, los
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segundo el pulsar radiante permite a estaciones orbitales y
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azules y un pulsar fasico expansivo radiante en cuyo
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un pulsar fasico expansivo radiante que dan por llamar los
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expansivo radiante a cuyo alrededor giran en orbitas
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estaciones orbitales cerca del pulsar fasico radiante y
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expectro radiante expansivo de los pulsars que impregnan
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de un pulsar fasico radiante expansivo y para lograrlo debe
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y luzca en su horizonteel sol radiante de la civilización
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radiante del sol las dudosasclaridades de la luna y los misterios
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frente radiante, cualsi ya reposaran en ella los elegantes florones
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muestra en el cenit radiante,
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Salió radiante y
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bosquessombríos, al Sol radiante y a las montañas augustas y solemnes, ladirección
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Y se fueron en la paz de la radiante tarde, cogidos del brazo
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de aceite, iluminado por el sol radiante, empujadopor la brisa y
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lluvias torrenciales, apareció radiante el sol en un cielosin
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Cuando el joven y el prestamista salieron, un sol radiante
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traída de la mano porSusana, radiante
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La cual estaba radiante
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Llegaba con la cara radiante y las manos
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Se encontraba al lado de Herminia y radiante,
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Bobart con expresión de radiante alegría
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fresca, radiante, con el deseo de vivir, sino con la seguridad de que me pierdo la vida
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En Estrasbrugo la tenebrosa, donde mil veces contemplé la bóveda rosada y el ábside macizo de la catedral, nunca había experimentado un sentimiento comparable: la mujer que representaba a la Iglesia en arenisca tenía los rasgos demasiado duros para producir emoción alguna y yo prefería incluso la estatua que aquella tenía delante, la Sinagoga de ojos vendados, de rostro más dulce y radiante que el de la inmensa institución: no era más que un corazón de piedra en lugar de un corazón de carne
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La expresión radiante de Nellthis desapareció
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La habitual expresión de tristeza que había marcado el rostro de Gura desde su niñez, y que había sido sustituida por una radiante felicidad desde que había abandonado el poblado de Garb junto a Tanar, regresó mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y reprimía un sollozo que pasó desapercibido al sari, que en ese momento examinaba ansiosamente el suelo que se extendía por delante de ellos
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] en los versos de una canción de amor el protagonista identifica sus deseos amorosos con sus afanes de reconstrucción nacional: “Dios, mío, que amanezca un día radiante de sol / y que
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Y ahora, con la venida del buen tiempo, con el sol radiante que todo lo iluminaba y calentaba…
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Ana abrió los ojos y la anciana vio en ellos una expresión pacífica, casi radiante
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Como Milans, Tejero soñaba con una utopía de España como cuartel-un lugar radiante de orden, fraternidad y armonía regulado por los toques de ordenanza bajo el imperio radiante de Dios-; la diferencia es que Milans aceptaba la conquista gradual de la utopía mientras que Tejero aspiraba a realizar la revolución de inmediato
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La idea fue de él: él la parió y la acunó y la crió; Milans y Armada quisieron adoptarla, subordinándola a sus fines, pero para ese momento el teniente coronel ya se sentía su propietario y, cuando en la noche del 23 de febrero creyó comprender que los dos generales perseguían el triunfo de un golpe distinto del que él había procreado, Tejero prefirió el fracaso del golpe al triunfo de un golpe que no era el suyo, porque pensó que el triunfo del golpe de Milans y de Armada no garantizaba la realización inmediata de su utopía de España como cuartel y la liquidación de la Antiespaña que nadie mejor que Santiago Carrillo personificaba, o porque para Tejero el golpe de estado era antes que nada una forma de acabar con Santiago Carrillo o con lo que Santiago Carrillo personificaba y de -recobrando el orden radiante de fraternidad y armonía regulado por los toques de ordenanza bajo el imperio radiante de Dios abolido al llegar la democracia- recobrar lo que Santiago Carrillo o lo que para él personificaba Santiago Carrillo le había arrebatado
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Todo parecía augurarle un futuro radiante, pero de un día para otro todo pareció derrumbarse
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Yo lo llamaría radiante
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¿Tiene razón Borges y es verdad que cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo instante, el instante en que un hombre sabe para siempre quién es? Vuelvo a mirar la imagen de Adolfo Suárez en la tarde del 23 de febrero y, como si no la hubiera visto centenares de veces, vuelve a parecerme una imagen hipnótica y radiante, real e irreal al mismo tiempo, minuciosamente cebada de sentido: los guardias civiles disparando sobre el hemiciclo, el general Gutiérrez Mellado de pie junto a él, la mesa del Congreso despoblada, los taquígrafos y los ujieres tumbados en el suelo, los parlamentarios tumbados en el suelo y Suárez recostado contra el cuero azul de su escaño de presidente mientras las balas zumban a su alrededor, solo, estatuario y espectral en un desierto de escaños vacíos
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Los dos hombres, a dos metros uno de otro pero a la misma altura, el perro delante, él siempre atrás, y el tío con su mirada súbitamente salvaje y astuta, verificaba a cada instante que mantenía la distancia, y era entonces la marcha silenciosa e interminable a través de los matorrales, de los que salía a veces con un grito penetrante un pájaro desdeñado, la bajada al fondo de pequeños barrancos llenos de olores, la subida hacia el cielo, radiante y cada vez más caliente, el calor que aumentaba resecando a toda velocidad la tierra todavía húmeda a la hora de la partida
44.
Un hombre viejo, pequeño pero de aspecto enérgico y respetable, salió a su encuentro, radiante, y el legado reconoció a Emilio, el liberto al que se había confiado desde hacía años el control de la propiedad
45.
Le lancé una radiante sonrisa, transformando mi ansiedad en ese gesto luminoso de quien no está completamente cuerdo
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Apartando momentáneamente la atención de la radiante hada Claudine, Pam y Gerald se mostraron discretamente entretenidos ante el discurso del coronel
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Estaba radiante de alegría; la colombina había vuelto a ponerse su traje de aldeana, y al cruzar con el carruaje de Alberto había levantado su máscara; era encantadora
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¡Seis horas en el más completo abismo espiritual, y todo por no haber pensado en el dentistal ¡Una idea tan sencilla, tan hermosa, tan pacífica! ¡Amigos míos: nos hemos pasado una noche en el infierno; pero ahora se ha levantado el sol, los pájaros cantan, y la radiante evocación del dentista restituye al mundo su tranquilidad!
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¿Cómo es que estás tan radiante?
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La creciente excitación, el aumento de su belleza, el radiante conjunto
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La visión de su vitalidad radiante encendía la sangre del anciano Treves
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A la mañana siguiente lucía un sol radiante
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El inspector avanzó hacia ellos con cara radiante de satisfacción
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Por la descripción del folleto, estoy esperando con ansia ver algunos de los maravillosos jardines de las mansiones históricas que todavía nos quedan por visitar —Miró a las hermanas con una expresión radiante
55.
El lord se puso en pie con los ojos resplandecientes y el rostro radiante
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A pesar de que nos habíamos acicalado lo mejor posible y Santiago nos parecía espléndido en la luz radiante del verano, los huéspedes se llevaron la más lamentable impresión, incluso pretendieron regalarle ropa a Valdivia y otros capitanes, pero no hay peor ofensa para un español que recibir caridad
57.
Ella la estaba esperando en el portal, y al verla, le dedicó una sonrisa tan radiante que Raquel se arrepintió antes de tiempo de ir a echarla a perder
58.
Con sus cortos pantalones, enseñando las velludas piernas, se gritaban unos a otros, excitados sin duda por la radiante luz y por el ruido de la aglomeración
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Si alzaba la cabeza para contemplar el cielo, lo veía azul, radiante y risueño, con sus nubecillas blancas y transparentes que se tendían en el espacio formando figuras caprichosas
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Cuando subieron la escalera hacia los aposentos del anciano del gremio —esta vez con apresuramiento en vez de deferencia—, no les esperaba humo ni ninguna penumbra rojiza, sino una claridad radiante y un aire claro
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Samir quedó atónito al ver entrar a la pareja en la habitación: Julie, radiante, con el cabello salpicado de diminutas gotas de agua; y un hombre, un hombre alto y majestuoso de cabellos oscuros y resplandecientes ojos azules
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Estaba radiante de satisfacción y el júbilo encendió de nuevo sus mejillas
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Radiante de alegría los llevó D
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Desabrochó sus prendas inferiores, y sin consideración alguna de recato exhibió licenciosamente ante los ojos de su sobrina las voluminosas y rubícundas proporciones de su excitado miembro que, erecto y radiante, veía hacia ella con aire amenazador
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y el doctor, radiante, tirándome de la manga y golpeando con el lápiz en una zona más clara de la radiografía,
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–Adelante, pregúntenme lo que quieran -les dijo con expresión radiante a los periodistas reunidos a su alrededor
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Hablando con gente diversa, pude advertir el radiante júbilo de los corazones ante este hecho negativo: No hay Gobierno
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Radiante de emoción, Florentina se quitó el maquillaje, que era su primera experiencia con el lápiz labial y los polvos, se puso el uniforme escolar y corrió a reunirse con su madre y miss Tredgold, que estaban tomando un café en el comedor de la escuela junto con los demás padres
69.
Descorrió las cortinas y observó que el día era radiante
70.
Era como si su dormitorio fuese una célula solar con la que capturaba energía radiante y la convertía en magia
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Por tanto, puede denominarse a los serafines «Los ardientes», tal vez en relación con el radiante resplandor que emiten, o por el ardor vehemente con que sirven a Dios
72.
El burócrata danés cruzaba la cubierta con una expresión de radiante felicidad
73.
Era aún temprano, y desde la terraza delantera vieron que el sol acababa de asomar su radiante ojo por encima del perfil de los montes situados al este
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En las garras del torbellino, el hijo radiante y exaltado
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Marianne seguía recuperándose día a día, y la radiante alegría en el semblante y en el ánimo de la señora Dashwood daban fe de que era, como repetidamente se confesaba, una de las mujeres más felices del mundo
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Una por una, todas las condiciones atmosféricas pasaron sobre su cabeza, del sol a la tormenta, de un cielo encapotado a un cielo radiante
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¿No veían acaso la radiante simplicidad de sus acciones? ¿No se daban cuenta de la absoluta necesidad?
78.
Con su paso largo y rápido, el presidente atravesó el umbral con el rostro radiante de felicidad, tomó las manos del general y las estrechó vigorosamente, mientras le expresaba su agradecimiento y sus felicitaciones
79.
Y allí estaba ella, radiante y feliz a la luz de las velas
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El sol estaba alto y radiante, y el contraste con la oscuridad del dormitorio obligó a Christine a taparse los ojos mientras cruzaba el patio
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La noción de Francisco impresa en la mente de Rearden y que para éste había resultado irresistiblemente atractiva, a su pesar, era la figura de un hombre radiante, incapaz de sufrir
82.
Pero siempre opinó que una emoción era la suma totalizada de un proceso mental y lo que ahora sentía era un conjunto de pensamientos que no se hacía preciso nombrar; la suma final de una larga progresión, como una voz que le dijera, siguiendo el conducto de sus sentimientos, que si hubiera seguido pendiente de Quentin Daniels sin esperanza de usar el motor, con la única intención de conocer que el progreso no había muerto en la tierra; si como un nadador que se sumerge en un océano de incredulidad bajo la presión de hombres con ojos de gelatina, voces de goma, convicciones en forma de espiral, almas inasequibles y manos ociosas, hubiera sostenido, como tubo de oxígeno vital, la idea de un logro superlativo de la mente humana; si a la vista de los restos del motor, en última protesta de sus pulmones corrompidos, el doctor Stadler hubiera pedido a gritos algo que no debía conseguirse mirando hacia bajo, sino hacia arriba y aquél hubiera sido el grito, el anhelo y el combustible de su vida; si se hubiera movido arrastrada por el hambre de su juventud, en busca de una visión de limpia, dura y radiante competencia, ésta se hallaba ahora ante ella, terminada y lograda
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Toda su admiración a la vista de aquel triunfo, se centraba en el hombre que lo había creado, en el poder y la radiante visión interna de quien concebía la tierra como un lugar de dicha y sabía que la tarea de conseguirla constituía el propósito, la sanción y el significado de la vida
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»El orgullo es el reconocimiento del hecho de que vosotros mismos sois vuestro más alto valor y de que, como todos los demás valores humanos, ha de ser merecido; de que todos los logros abiertos ante vosotros, el que hace posibles a los demás, es la creación de vuestro propio carácter; de que vuestro carácter, vuestras acciones, vuestros deseos, vuestras emociones, son productos de las premisas que vuestra mente mantiene; de que igual que el hombre produce los valores físicos necesarios para sustentar su vida, ha de adquirir también los valores de carácter que hacen su vida digna de ser sustentada; de que del mismo modo que el hombre es un ser cuya riqueza logra él mismo, es también un ser cuya alma él mismo se forma; de que vivir requiere un sentido de los propios valores, pero el hombre no poseedor de valores automáticos tampoco tiene un sentido automático de la propia estima, y ha de conseguirlo dando forma a su alma, según la imagen de su idea moral, según la imagen del Hombre, y de que siendo ser racional nacido para crear, ha de crear por elección; de que la primera precondición de la autoestima es ese radiante egoísmo del alma, que desea lo mejor de toda cosa, en valores materiales y espirituales; un alma que busca sobre todo conseguir su propia perfección moral, no evaluando nada por encima de sí misma, y de que la prueba de una autoestima totalmente conseguida es el estremecimiento de desprecio y rebelión contra el papel de animal para el sacrificio, contra la vil impertinencia de cualquier credo que proponga inmolar ese irreemplazable valor que es vuestra conciencia y la incomparable gloria de vuestra existencia ante las ciegas evasiones y la hedionda podredumbre de los demás
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Conocisteis entonces un período radiante de existencia; la libertad de una conciencia racional frente al universo abierto ante vosotros
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La muerte antes que rendirse al reino del que Galt era hijo radiante
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Pero el alma en el cielo más radiante,
88.
Los fanáticos subían los escalones que separaban la ciudadela del puerto, bajo la radiante luz del sol primaveral
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La tarde estaba radiante y soleada y los pájaros cantaban entre los árboles
90.
Un hada radiante se yergue levantando su batuta
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La muchacha niña que ahora se aproximaba con rostro tan radiante a él había sido asustadiza, y al principio sólo hablaba con Rolo, un animalillo de felpa bastante gastado que en aquellos tiempos había sido su constante y probablemente única compañía
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Pero igual se la veía radiante; más hermosa, por cierto, por el contraste con las ruinas que la rodeaban
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Estaba tan radiante como el día en que murió
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Él aún era pequeño y le miraba la cara radiante mientras trabajaba
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Lilly sonrió radiante: por lo visto, había hecho las paces con el enlace
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Por detrás, vi que se tapaba la dentadura blanca y radiante con el puño, y oí un ligero resoplido