1.
leer los periódicos del día y no paré hasta que las aves comenzaron a regresar al nido para la
2.
pájaros en la cabeza que el nido de un albatros - replicó
3.
lejos de pensar en abandonar el nido familiar
4.
Gotita estaba feliz, había ayudado a dos amigos queridos y disfrutaba los giros que Colibrí trazaba en el aire para ella, mientras llegaba al nido allá en la copa alta del árbol
5.
Colibrí había llegado a su nido, había tomado agua de su reserva y estaba afuera en la entrada, observando los alrede-74
6.
Otro pajaroid nocturno solitario pasó por encima del recinto, se estaba regresando a su nido pues en el horizonte ya se podían distinguir los primero rayos de la Xar
7.
[9] Arbol gigantesco que crece á la márgen del rio y en el cuallas aves del bosque hacen su nido
8.
Lucía, como una flor que el sol encorva sobre su tallo débil cuandoesplende en todo su fuego el mediodía; que como toda naturalezasubyugadora necesitaba ser subyugada; que de un modo confuso eimpaciente, y sin aquel orden y humildad que revelan la fuerzaverdadera, amaba lo extraordinario y poderoso, y gustaba de los caballosdesalados, de los ascensos por la montaña, de las noches de tempestad yde los troncos abatidos; Lucía, que, niña aun, cuando parecía que lasobremesa de personas mayores en los gratos almuerzos de domingo debíafatigarle, olvidaba los juegos de su edad, y el coger las flores deljardín, y el ver andar en parejas por el agua clara de la fuente lospececillos de plata y de oro, y el peinar las plumas blandas de suúltimo sombrero, por escuchar, hundida en su silla, con los ojosbrillantes y abiertos, aquellas aladas palabras, grandes como águilas,que Juan reprimía siempre delante de gente extraña o común, pero dejabasalir a caudales de sus labios, como lanzas adornadas de cintas y deflores, apenas se sentía, cual pájaro perseguido en su nido caliente,entre almas buenas que le escuchaban con amor; Lucía, en quien un deseose clavaba como en los peces se clavan los anzuelos, y de tener querenunciar a algún deseo, quedaba rota y sangrando, como cuando elanzuelo se le retira queda la carne del pez; Lucía que, con suencarnizado pensamiento, había poblado el cielo que miraba, y losflorales cuyas hojas gustaba de quebrar, y las paredes de la casa en quelo escribía con lápices de colores, y el pavimento a que con los brazoscaídos sobre los de su mecedora solía quedarse mirando largamente; deaquel nombre adorado de Juan Jerez, que en todas partes por donde mirabale resplandecía, porque ella lo fijaba en todas partes con su voluntad ysu mirada como los obreros de la fábrica de Eibar, en España, embutenlos hilos de plata y de oro sobre la lámina negra del hierro esmerilado;Lucía, que cuando veía entrar a Juan, sentía resonar en su pecho unascomo arpas que tuviesen alas, y abrirse en el aire, grandes como soles,unas rosas azules, ribeteadas de negro, y cada vez que lo veía salir, letendía con desdén la mano fría, colérica de que se fuese, y no podíahablarle, porque se le llenaban de lágrimas los ojos; Lucía, en quienlas flores de la edad escondían la lava candente que como las vetas demetales preciosos en las minas le culebreaban en el pecho; Lucía, quepadecía de amarle, y le amaba irrevocablemente, y era bella a los ojosde Juan Jerez, puesto que era pura, sintió una noche, una noche de susanto, en que antes de salir para el teatro se abandonaba a suspensamientos con una mano puesta sobre el mármol del espejo, que JuanJerez, lisonjeado por aquella magnífica tristeza, daba un beso, largo yblando, en su otra mano
9.
Que el cabello la sombree un poco con sus ondasnaturales; pero ¿a qué cubrir la frente, espejo donde los amantes seasoman a ver su propia alma, tabla de mármol blanco donde se firman laspromesas puras, nido de las manos lastimadas en los afanes de la vida?Cuando se padece mucho, no se desea un beso en los labios sino en lafrente
10.
los años a hacer el nido en el alero del tejado o dentrode la misma casa, ni saludarían
11.
invade un nido tibio, en la calma de un ambienteceleste
12.
nido bajo el imperio de una imageninterna que le obsede,
13.
subiendo al viejoasiento, encontró el nido caliente aún, y
14.
Era aquello un nido, una
15.
El convento es un nido de zelos, derencillas y de desesperacion
16.
La pajaradicen los muchachos que aburre el nido y los huevos
17.
pájaros hacen su nido en estefollaje y se dejan balancear por el aire
18.
En el nido de una corneja
19.
En el oculto nido,
20.
en el que la pareja enamorada comienza a pensar en el nido
21.
siemprehallará un nido tibio y delicioso donde guarecerse en el
22.
que ellos quisieran,pusiérale yo en aquel nido pequeño y
23.
plumas que abren envano el pico y pían en un nido abandonado
24.
haciéndose un nido, pues lajuventud pasa y nos abandonan las
25.
identidadentre el habitante y su nido; mas siendo aquí extraído
26.
ansiosa dellegar á tierra y á su nido
27.
—Tengo ahora en casa todo un nido de alegres pájaros;—dice
28.
en el suaveabrigo de la alcoba, cálida y blanda como un nido de
29.
—Pues antes había allí un nido de buitres, y yo entré de chico una vezá cogerles los
30.
barbería, refugio de la gente más alegre de laciudad, nido de murmuraciones y
31.
tienen el nido amuchos centenares de leguas y levantaron el vuelo deslumbrados por
32.
Y en su nido los guarda mezclados
33.
El zapatero de viejo hace su nido en los rincones de los portales; allítiene una
34.
roca donde el cóndor tiene su nido, y devora o mutila alos polluelos antes de que les crezcan las
35.
el ojo a una pequeña propiedad, con sus árboles y su casa parael dueño, el nido que
36.
los pajaritos ó están todavía en el nido esperando á que sumadre los cebe?
37.
Que pintan los autores y su nido,
38.
que veía atodas horas con la imaginación, como el nido de su
39.
doliesepasar silencioso ante el nido de los ricos
40.
nido; que suspalabras iban a perderse sin eco en el silencio del
41.
El canto llano tiene su nido en estaPrimada
42.
elegante nido de los recién casados,paseaba su insolencia feliz
43.
un nido en el cualuna madre grande y enroscada está
44.
altas, poniendo, como diceSan Agustín, su nido en las
45.
losbosques en que es necesario pagar el nido
46.
aquel nido de pobres hecho en un rincón de un palacio
47.
hacer un nido y
48.
En lo alto de la cúpula, ha hecho su nido
49.
Por fin la expedición llegó á las regiones boreales de la casa, á laelevada zona en que el poeta había hecho su nido
50.
diversascomarcas del mundo, para aportar algún día a su nido roquero la presa
51.
señor dél, sinoun angosto nido de hormigas, por los reales y anchos palacios
52.
Antes de dos horas tendrían losmuebles en su casita, en aquel nido
53.
—¡Tiene miedo de quedarse en el nido!
54.
Levantó el pesado cobertor de lana que tapaba el nido de búhos y vio
55.
Mézclese todo y se echa en el molde, procurandoque sea de los que tienen un nido
56.
susalas, deja el nido y se lanza al espacio y al sol
57.
Argel, nido de piratas
58.
todo el mundo; parecía hombre caído deun nido o de las nubes;
59.
como un puñado de huevos en el fondo de un nido
60.
El otro día cogieron loshijos del aperador de mi padre un nido de
61.
buscaseotra vez su nido en Sevilla al volver el invierno
62.
como un nido está oculto entre lashojas de los árboles: al pasar con la imaginacion el umbral de
63.
De las piedras preñadas que en el nido
64.
unaguacero de una hora, buscando en el río el nido de un
65.
y una gran variedad de palomastienen su nido en los bosques del Mayon
66.
Al poner el pié en la escala rozó nuestra cabeza una golondrina;alzamos la vista y vimos colgaba su nido en uno de los ángulos dela piedra
67.
¡¡La vida junto á la muerte; el cráneo al lado del nido; lacuna adherida al ataúd: una generación que se desmorona en susúltimos restos y otra generación que se incuba entre el polvo delsudario!!
68.
antes era laesclava, torna á ser señora y deja el nido y al amante sin amor,sin pena y sin recuerdos
69.
La condujo por el sendero que él mismo había abierto con sus pasos y desembocaron en un pequeño claro, semejante a un nido, que quedaba oculto por los helechos que, en aquel lugar, les llegaban a la altura de la cintura
70.
Por esta razón, no es difícil comprender que la embajada de Francia en Madrid fuera un nido de espías y contraespías en el que mi padre trataba de desenvolverse como mejor podía
71.
Según Cyd Charisse, Sanlúcar era antes un nido de comunistas, y los comunistas ganaban siempre las elecciones, pero gracias a Dios que eso ha cambiado, no mucho, porque ahora las ganan los socialistas, que no sabe ella lo que es peor, aunque de vez en cuando hasta las ganan los del PP, pregúntale a esa asistenta tuya a quién vota, le dijo a Felipe, seguro que sigue votando a Carrillo y a los que fusilaron a Muñoz Seca, que era de El Puerto de Santa María, en Paracuellos
72.
Después, la construcción del nido, es decir, el soporte material, social y todo lo necesario para la perpetuación de la especie, incluidas las relaciones laborales
73.
En esa construcción del nido, en la supuesta sociedad de la abundancia, adquieren una importancia creciente los efectos imprevisibles de los nuevos compromisos sobre los ya adquiridos
74.
La construcción del nido
75.
¿Qué le había pasado a Balala por dentro? Si la culpa hubiera sido de los genes, ¿se justificaba tanta amargura al contemplar el descuartizamiento paulatino del nido? Estaba cantado y predeterminado
76.
Un empellón de la proa promovió el súbito desplome de un nido de comejenes, roto en alud de arena parda
77.
Se ataban dos anillos de metal con un hilo de seda y se colocaban en un nido de golondrinas antes de que hubiera huevos
78.
Tocó Ana con exaltación el verdor triangular de la copa de un roble -le pareció ver un nido en una de las ramas más altas- y un segundo después el enorme murciélago se posó en la hierba
79.
Hoy, ha tomado de la mano a Emily y, cariñosamente, la ha llamado «mi pajarito en el nido»; ella lo ha mirado con asombro y, al momento, ha comprendido que debía de estar oyendo el eco, como procedente de la tumba, de las tiernas palabras del padre a su niñito
80.
Por la cuesta arriba del Carrizal se llega hasta Alocén, que es un nido de águilas
81.
En cambio, descubrió un nido de espías y conspiradores, y que su mujer era la jefa de todo el montaje
82.
Todo cuanto obtuvo fue una vaga promesa de meditarlo, y los días siguientes el español los pasó por tanto aguardando su respuesta y tratando de memorizar, punto por punto, la compleja distribución de la gigantesca ciudadela, puesto que desde que habían llegado al «Viejo Nido del Cóndor» se encontraba prácticamente prisionero
83.
Durante más de cien años, el «Viejo Nido del Cóndor» había estado preparándose para la difícil prueba que ahora se avecinaba, y sus dignatarios dieron evidentes muestras de haber asumido a la perfección su papel en la vida, puesto que a partir del momento en que dieron fin los días de luto por la muerte del «Inca», comenzaron a mentalizar al pueblo de cara a su incierto futuro
84.
Si sugería asistir a un concierto o una conferencia, la respuesta inavariable era: "¿Dejar a mis hijos por divertirme? ¡Eso nunca!" El sueño de Juan era interrumpido a menudo por llantos infantiles y por visiones de un fantasma blanco paseando en silencio en la vigilia de la madrugada; sus comidas eran a menudo interrumpidas por la huida repentina del genio doméstico que presidía la mesa, quien lo abandonaba a medio servir en cuanto llegaba a oírse el menor pipío ahogado proveniente del nido de arriba
85.
La barca salió del puerto como abandonan su nido las aves marinas, y a la mañana siguiente desembarcaba Franz en Porto-Ferrajo
86.
Y se marchó surcando la arena hacia el sitio donde el excéntrico pescador había montado ya su nido marítimo y miraba el verde crepuscular del agua casi como un enorme pólipo o un pez-jalea, lanzando sus filamentos venenosos al mar fosforescente
87.
Estaba ayudando a Marie a buscar de nuevo en el árbol cuando miró hacia lo alto y vio el nido de un pájaro que brillaba al sol
88.
El ashram era un antro de pasotas y un nido de amor lavanda
89.
Llegué al nido de amor número 9 y recogí el micrófono y las pilas de debajo del colchón
90.
Poirot se encaminó al avispero, destapó el frasco y roció con la solución el nido
91.
Los pobres insectos, arrojados de su nido, huían en todas direcciones como un ejército vencido
92.
Por una casualidad, verdaderamente milagrosa, inaudita, providencial, entre su cuerpo, precipitado desde lo alto del murallón por el lugarteniente de los «Banderas Amarillas», y el suelo, se había interpuesto un nido
93.
¡Y qué nido!
94.
- Lo cierto es que las madres nunca quieren que el pájaro vuele del nido
95.
¿Todo? ¿Y qué era todo? ¿Un nido lleno de mierda y un vaso con agua? Pero no lo entendían
96.
Con el creci- miento descontrolado de la ciudad ese sector se convirtió en un nido de traficantes, prostitutas y ladrones, donde ni los carros de la policía se atrevían a circular después de la puesta del sol, pero ellos lo cruzaban de madrugada sin ser molestados
97.
Lo que vio era una araña marrón ordinaria, con las piernas retorcidas, transportada por las hormigas hacia el nido para convertirse en alimento
98.
-Que en su nido encontraremos nuestra colación
99.
-¿Tendrá pequeñuelos en el nido?
100.
Abandonó el nido, y se dejó resbalar hasta la bifurcación de las ramas, para apoyarse en el tronco y no correr peligro de ser lanzado a tierra de un aletazo