1.
No obstante, tras ese paréntesis razonable, fue preciso retomar las riendas de la situación,
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–¿Era un barco con correas o riendas? Ah, ¿las riendas eran de los caballos que también entraban en el barco?
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Por eso, al cumplir Domingo los quince años, metido ya en la edad idiota donde el mundo se le echa a una encima y cuando la realidad se retuerce absurdamente, mi padre le dijo: “Ahí tienes, chaval, coge las riendas y ya estás en Trespuntas”
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El señor Cuadros, tirando de las riendas pararefrenar su veloz caballo y
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riendas, no puse ni un desperdicio de voluntad en aquellos movimientos de la máquina en que
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riendas de la diligencia SilioGullon, pues aquel día uno de sus
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Agarrado a las riendas, estaba un hombre que había saltado
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Quijote, teniendo las riendas a Rocinantehasta que llegase su cansado escudero, el cual, en
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azotes con las riendas de su caballo, atado a unacoluna de un patio
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todasconsigo; tiró el uno del cabestro a su asno, y el otro de las riendas a surocino, y estuvieron
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Hecha esta confesión, volvió las riendas el de la Blanca Luna, y, haciendomesura con la cabeza
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Edwards, recibiendo de éste las riendas y ellátigo con extrema destreza y sin
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tal suerte, quese vio obligado a tirar de las riendas del caballo
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exige, y Quiroga toma lasgruesas riendas que sirven para la ejecución, batiéndolas en
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» I dando riendas ásu feroz caballo, se entró en el ejército godo,
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El cabman dio riendas a su trotón irlandés y salió a escape
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riendas y demás cordones ydemás adornos de la mesma calidad y color, y pasa los
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quiere la cosa, cogí las riendas que el criado sujetaba
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arrancado las riendas yblasfemaba como un condenado, tratando de contener los
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parte delanteraotro viejo, incorporándose trabajosamente con las riendas en la
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de las riendas, haciendo salir a la mula oblicuamentepara ganar el centro del camino
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nolleva más que un cuchillo en la mano, dispuesto á cortar las riendas silos caballos, enloquecidos por el terror ó resbalando por un talud denieve, llegasen á caer por el precipicio abajo
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riendas, deordinario, las necesidades sobrenaturales en el que las
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las riendas del gobierno yejercer aquella soberana función, que es el atributo más
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Con el cigarro en la boca y las riendas sueltas en el cuello delcaballo, Raúl se
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El calesero llamó la atención hacia las riendas del caballo de fuera, ycuando Isabel pudo tomarlas en la mano ya el quitrín y los viajeroshabían salvado la portada y se hallaban casi en los límites, por eloeste, del cafetal La Luz
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riendas del gobierno, decidió la mudanza, y desde la callede
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"Volví a la ribera con el caballo, volví asimismoa subir en él, y, por los mismos pasos que primero, leincité a saltar segunda vez; pero no fué posible,porque, puesto en la punta de la levantada peña, hizo tantafuerza por no arrojarse, que puso las ancas en el suelo yrompió las riendas, quedándose clavado en la tierra
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que conducía delas riendas, cuando pisaba sobre el atusado
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sussoldados y compañeros, que no tardaron en dejarse seducir, y sacudiendolas riendas de la obediencia,
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disposición las riendas, y enderezó lospasos del caballo hacia la Casa de Campo
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corredor,mientras yo bajaba del caballo, cuyas riendas puse en
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cochero quitó la manta á los caballos, les puso las riendas y enseguida montó en el pescante, un
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aseadapapalina, llevando las riendas de un elegante cabriolé en el paseopúblico, detrás del mostrador en el
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Y ten las riendas al miedo,
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El sha estaba firmemente instalado en su trono y controlaba las riendas casi por completo
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Yo he aprendido a llevar las riendas de mi subconsciente
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Kaz tiró de las riendas de su caballo para alejarse del fastuoso sepulcro
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Y, diciendo esto, dio dos zapatetas en el aire, con muestras de grandísimo contento, y luego fue a tomar las riendas de la mula de Dorotea, y, haciéndola detener, se hincó de rodillas ante ella, suplicándole le diese las manos para besárselas, en señal que la recibía por su reina y señora
40.
-Porque vean vuestras mercedes cuán de importancia es haber caballeros andantes en el mundo, que desfagan los tuertos y agravios que en él se hacen por los insolentes y malos hombres que en él viven, sepan vuestras mercedes que los días pasados, pasando yo por un bosque, oí unos gritos y unas voces muy lastimosas, como de persona afligida y menesterosa; acudí luego, llevado de mi obligación, hacia la parte donde me pareció que las lamentables voces sonaban, y hallé atado a una encina a este muchacho que ahora está delante (de lo que me huelgo en el alma, porque será testigo que no me dejará mentir en nada); digo que estaba atado a la encina, desnudo del medio cuerpo arriba, y estábale abriendo a azotes con las riendas de una yegua un villano, que después supe que era amo suyo; y, así como yo le vi, le pregunté la causa de tan atroz vapulamiento; respondió el zafio que le azotaba porque era su criado, y que ciertos descuidos que tenía nacían más de ladrón que de simple; a lo cual este niño dijo: ''Señor, no me azota sino porque le pido mi salario''
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Con esto, acortando razones, subieron a caballo, y don Quijote volvió las riendas a Rocinante para tomar lo que convenía del campo, para volver a encontrar a su contrario, y lo mesmo hizo el de los Espejos
42.
«Al entrar de la calle de Santiago, en Madrid, que es algo estrecha, venía a salir por ella un alcalde de corte con dos alguaciles delante, y, así como mi buen escudero le vio, volvió las riendas a la mula, dando señal de volver a acompañarle
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—Pero no veo bien en esta posición —se quejó el pádawan intentando agarrar el doble juego de riendas
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Por lo que tocaba a Obi-Wan, estaba sentado en su montura bordada con expresión serena y los ojos cerrados, los brazos cruzados y las riendas descansando en la silla
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Hecha esta confesión, volvió las riendas el de la Blanca Luna, y, haciendo mesura con la cabeza al visorrey, a medio galope se entró en la ciudad
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Aseguraron las riendas de los suubatar alrededor de la columna pétrea tal como les enseñó Kyakhta
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Valerio tiró de las riendas y desmontó del caballo, precipitándose con la espada empuñada por las escaleras del pórtico, uno de los pocos elementos clasicistas de un edificio cuya compleja arquitectura recordaba más a una imponente alquería que a una típica casa de campo romana
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Y de pronto, a una señal del cazador, el viejo árabe tiraba de las riendas y el carro se detenía
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Por último, cuando Didico apareció llevando su caballo por las riendas, Valerio montó en él y se dirigió hacia el fuerte, donde informó a Cecilio Balbieno acerca de las últimas fases de la campaña
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Después de que éste fuera asesinado en una pelea, ella tomó las riendas de sus negocios
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En el banco encontró las preciosas cartas de los suyos y pasando a Laurie las riendas se puso a leerlas con avidez, mientras seguían los meandros del camino sombreado por los verdes setos donde florecían las rosas té, tan frescas como en pleno junio
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-Pero este caballo -me contestó, sacudiendo las riendas para que le mirase- estaría más muerto que un cochinillo asado antes de la mitad del camino
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-¡Qué ilusión! Aquí no se apoderan de las riendas del Estado sino los guardias de Corps, que han agradado a alguna elevada persona
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Pedro Regalado, mientras están las riendas del Gobierno en manos del Guardia
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La semielfa tiró de las riendas de su yegua para que se detuviera a varias manzanas de distancia de su destino, pues no podía llegar a caballo hasta los muros de mármol blanco que rodeaban los jardines de la posada ni cruzar por la arcada principal
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—Tal vez porque quería conservar en mi mano las riendas del asunto
57.
Aflojó las riendas y en pocos instantes estuvo frente a la tienda, levantó el paño que- le servía de puerta y vio al animal atado a una pértiga
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El negro Zamo, que tenía por las riendas el caballo del Barón, le indicó la terraza de mármol que se veía sobre las murallas del castillo, completamente iluminada por la Luna,
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Entonces, el que estaba en el suelo se giró hacia su caballo, agarró las riendas con la mano izquierda y dijo:
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Fuera de la tienda aguardaba su caballo, que uno de los negros sujetaba de las riendas
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La princesa saltó en la silla y descendió la suave colina al galope, seguida por el negro, mientras Hady, tomando entre los brazos al mirab, se dirigía hacia la ciudad, conduciendo el caballo por las riendas
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Roran tiró de las riendas de Nieve de Fuego para detenerlo y se puso de pie encima de los estribos
63.
Subieron sobre sus dos fogosos caballos negros que sostenía de las riendas Mico y que se hallaban cubiertos con sus arneses de acero con incrustaciones de plata
64.
Aflojaron las riendas, apretaron los estribos y se lanzaron por la extensa llanura, interrumpida por campos sin cultivar pero todavía rodeados de higueras chumbas
65.
Beatriz Alcántara retomaba las riendas de su trabajo, asumía sus cargas y volvía a las relaciones elegantes con sus pretendientes habituales, viudos, divorciados, maridos infieles, seductores endémicos que la agasajaban con sus atenciones sin rozar su corazón
66.
En cuanto Eragon y Murtagh estuvieron rodeados por completo, el cabecilla tiró de las riendas para detener su caballo, se cruzó de brazos y los examinó con ojo crítico
67.
Guiaron de las riendas a sus caballos para rodear Bullridge, escuchando con atención para no tropezar con algún campamento
68.
Murtagh soltó una imprecación, detuvo el paso de golpe y tiró de las riendas de los caballos hasta que se detuvieron también
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Roran tomó con fuerza las riendas y se agachó sobre el cuello del caballo al galope
70.
La verdad es simple: mientras el General era temido y odiado pudo sujetar las riendas del gobierno, pero apenas se convirtió en motivo de mofa, el poder comenzó a escurrirse de sus manos
71.
Barst tiró de las riendas de su caballo, haciéndolo girar
72.
Ambos iban en precario equilibrio, Simón apoyado su pie derecho en el borde del pescante, las riendas en la zurda enrolladas en el antebrazo y sujetas en el puño y el rebenque en la diestra y David detrás suyo agarrado con una mano al hierro curvo que soportaba la capota y con la otra al respaldo del pescante
73.
Partió el mozo montado en su garañón y llevando en su diestra las riendas del alazán de Simón y un ronzal sujeto al bocado del mulo que, liberado de su carga, lo seguía dócil y alegre
74.
El hombre, al oír la tentadora oferta, detuvo al jumento con un fuerte tirón de riendas
75.
Apenas distinguieron su caballo, los tres se precipitaron a su encuentro y Gaufred lo detuvo sujetando las riendas del noble animal
76.
La viuda de Padilla toma las riendas de la revolución
77.
No lo lograrán porque las juntas que regían los hospitales españoles no querían dejar las riendas de los mismos en manos de unas religiosas que seguían manteniéndose dependientes y obedientes a sus superiores franceses, y también porque los españoles no habían asimilado todavía que una mujer, aunque fuera monja, pudiera atender a los enfermos varones
78.
Con un silbido y un tirón de riendas, Bernadot detuvo al tiro de las recién compradas mulas
79.
Estas personas habían llegado a afirmar que su padre, como ex oficial de la CIA, había sido el beneficiario último de una conspiración que se había prolongado durante cincuenta años para darle a la CIA las riendas del gobierno
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La identidad profesional de Enzo tomó las riendas de la situación
81.
Jay tiró de las riendas e hizo detenerse a Buck frente a la oficina del sheriff
82.
Asió las riendas de su montura y las ató a un poste
83.
Abrió y entró llevando al caballo de las riendas
84.
El cochero tiró de las riendas y miró hoscamente el lugar en que, según él, debía estar el poste indicador
85.
El negro se apeó y arrojó las riendas al criado
86.
Davey agitó las riendas y el carruaje avanzó hacia la puerta
87.
—Ehhh —gritó el carretero, tirando de las riendas
88.
El brujo estaba inmóvil, sujetando las riendas en la mano sudorosa
89.
El decurión tiró de las riendas, volvió el caballo
90.
las riendas a la anilla y, en lugar de hacer como todo el mundo, es decir, empujar la puerta y entrar, llamó con los nudillos tres veces y aguardó
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Tiré de las riendas de la yegua y penetré en el callejón hasta llegar al fondo, donde encontré a los cuatro acurrucados juntos contra la pared de piedra
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Juntos ante el fuego en alguna mansión rural, cabalgando juntos en el asiento del cochero con las riendas en mis manos, caminando juntos por el bosque a medianoche, seguíamos cambiando nuestras opiniones discrepantes de vez en cuando
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Sueltan entonces las riendas, empezando a cabalgar,
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tomó el caballo por las riendas y de allí partió
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El sultán, lejos de poner reparos a tan rápido encumbramiento, había fijado todo su cariño en el favorecido joven, y no contento con darle las primeras dignidades le entregó las riendas del gobierno, le hizo gran visir, príncipe, y le dio por esposa [153] a una dama de su propia familia
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¡De qué manera brillaba el oro sobre las cabalgaduras! Muchas piedras preciosas deslumhraban en las riendas
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Las riendas de las cabalgaduras en que iban muchas jóvenes, las llevaban en la mano
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Para cuando los instintos de Igor tomaron las riendas de la situación y le advirtieron de que estaba en un apuro, el alambre ya se le había enroscado con fuerza alrededor del cuello
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Con la barba hundida en el cuello del capote, el héroe había abandonado las riendas de su corcel, que marchaba, como animal práctico e inteligente, cuidando de poner en sólido la herradura y tanteando cuidadosamente el terreno
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Los que se escabulleron cuando el Comité Mundial aflojó las riendas del gobierno